El beso duró cerca de seis segundos, aproximadamente. Seungri fue el que se separó, pero dejó su cuerpo presionado al mío. Su respiración chocaba con la mía.
-Emm... Ugh... Lo siento.-Dijo Seungri abandonando la posición en la que nos encontrábamos.
¿Lo siente? ¿Él lo siente?
Admito que eso dolió un poquito.
-No lo sientas.-Dije mirándolo.-Como que me gustó.-Admití.
Una sonrisa cruzó por su cara, pero luego desapareció.
-¿Qué pasa?-Pregunté.
-Nada, es solo que...Tú.
-¿Yo?-Pregunté levantando una ceja.- ¿A qué te refieres?
-Me refiero a que no te entiendo. Eres Kwon Jiyong, el chico popular del instituto que puede tener a cualquiera. ¿Por qué malgastas tu tiempo hablando con Seungri, el chico nuevo del instituto que está sordo?-Dijo sentándose en el césped.
-Porque tú eres.-Empecé a decir pero Seungri me interrumpió.
-Sí, sí, sí. Diferente.-Espetó la palabra "diferente".
-Estás en lo correcto.-Dije sentándome junto a él.-Eres diferente. Diferente en una manera buena. Un diferente perfecto.
Seungri rodó los ojos.-Esa no me la habían dicho nunca antes.
Suspiré.-Seungri, sí, todos tenemos uno que otro defecto, ¿quién no?
-Tú.
Reí.-Seungri, todos tenemos defectos.
-Sé que todos tenemos, pero tú no. Otras personas podrían inspeccionarte por minutos o segundos y encontrarte un defecto. Yo, por otro lado, podría inspeccionarte por horas y no encontrar ni uno solo, eres perfecto para mí.
No estaba seguro de qué responder a eso, ¿qué se supone que debo hacer?
-Yo...-empecé a decir pero Seungri me detuvo.
-No, no digas nada. Sólo llévame al instituto.-dijo él, levantándose y quitándose el polvo de los jeans, para luego caminar de vuelta al coche.
Suspiré.-S-sí.-Dije por lo bajo, parándome y caminando hacia el coche para luego no decir ni una palabra más.
Joder.