Hopeless? ~ Tercera parte de...

By doyoupedal

63.5K 2.8K 1K

Ha sido un camino largo. Con todos los altibajos que han tenido el último año y medio, Ashley y Nathan piensa... More

Hopeless? ~ Tercera parte de Loverboy.
Capítulo 1. ~ Nathan.
Capítulo 2. ~ Ashley.
Capítulo 3. ~ Nathan.
Capítulo 4. ~ Ashley.
Capítulo 5. ~ Ashley.
Capítulo 6. ~ Nathan.
Capítulo 7. ~ Ashley.
Capítulo 8. ~ Nathan.
Capítulo 10. ~ Nathan.
Capítulo 11. ~ Ashley.
Capítulo 12. ~ Nathan.
Capítulo 13. ~ Ashley.
Capítulo 14. ~ Nathan.
Capítulo 15. ~ Ashley.
Capítulo 16. ~ Nathan.
Capítulo 17. ~ Ashley.
Capítulo 18. ~ Nathan.
Capítulo 19. ~ Ashley.
Capítulo 20. ~ Nathan.
Capítulo 21. ~ Ashley.
Capítulo 22. ~ Nathan.
NOTA.
Capítulo 23. ~ Nathan.
Capítulo 24. ~ Nathan.
Capítulo 25. ~ Nathan.
Capítulo 26. ~ Ashley.
Capítulo 27. ~ Nathan.
Capítulo 28. ~ Ashley.
Capítulo 29. ~ Ashley.

Capítulo 9. ~ Ashley.

2.1K 87 28
By doyoupedal

Supongo que la mayoría de la población definiría a la palabra "vacío" como un espacio, objeto o algo general que no tiene contenido, algo desocupado, hueco. Es correcto decir que hasta hace poco me habría considerado parte de esa población, hasta ahora. 

La palabra "vacío" había adquirido un significado total y completamente nuevo. 

Para mí, vacío era sentir que cada partícula de aire que respiraba no llenaba particularmente, era no poder distinguir si estaba concretamente en la realidad o si estaba delirando. Vacío era saber que mi vida era en su mayoría una mentira, y que todo lo que alguna vez supe no estaba ahí más nunca, como si alguien hubiera destruido la torre que edificaba mi organismo de un solo golpe, haciendo que todo mi ser se desmoronara en cuestión de segundos. 

—¿Qué le pasa? —escuché a Dionne preguntando, parada al lado de Patrick, quien me miraba con los brazos cruzados sobre su pecho. 

—No lo sé. Tiene horas así. —respondió Patrick, haciendo que su voz viajara por mi canal auditivo, enviando turbulencia por todo mi cuerpo.

—¿Seguro que no está enferma? —preguntó Dionne de nuevo.

—Ella está bien. Solo un poco mareada y confundida, supongo.

¿Un poco? ¿Un poco?

Poco sería que pudiera abrir los ojos sin ver cosas que sé que no existen. Poco sería poder dormir sin tener que despertar cada 5 minutos.

—Oh, vaya. —la risita de Dionne sonó a través de la cabaña—. ¿Ya le contaste?

Abrí un poco mis ojos, lo suficiente como para poder mirar su conversación por entre mis pestañas.

Patrick, como siempre, sonrió. —Sí... Fue un tanto placentero.

Gritos. Sus dedos clavados en mi piel. Su cuerpo ejerciendo presión sobre el mío. Todo pasó por mi cabeza de nuevo.

Dionne respondió con una sonrisa sucia. —Entonces creo que esto te parecerá aún más placentero.

Ella caminó hacia donde yo estaba sentada y movió mi cuello. Me pegó en la mejilla una vez para que reaccionara.

—Vamos, no tengo todo el día, querida. —Su voz chillona demandó de mí, pero yo no quería hacer nada que involucrara de alguna manera a estas dos personas.

Abrí mis ojos porque lamentablemente no tenía otra alternativa. Como ya he dicho, prefiero morir de una vez que tener que sufrir psicológicamente.

Pero creo que ya para eso era muy tarde.

Dionne metió su mano en su cartera para buscar algo. No podía imaginar lo que seguía para mí.

Sacó un objeto pequeño y delgado que reconocí como mi teléfono, y supe que esto estaba mal. Marcó un par de números como buscando algo, poniéndome más enferma conforme pasaban los segundos.

Llevó el celular a su oreja hasta que finalmente lo despegó de nuevo y presionó la pantalla para ponerlo en altavoz.

—Al parecer alguien te quiere decir varias cosas después que terminaste tan despiadadamente con él. —Dionne comentó. 

"Ashley, ¿qué estás haciendo? ¿Por qué no contestas? ¿Acaso me estás evitando? Necesito hablar contigo. No entiendo lo que quieres decir. Por favor, llámame cuando puedas."

»"Pequeña, ¿qué pasa? Me preocupas. Por favor, responde. Te amo."

»"Yo no... No sé lo que hice, ¿está bien? ¿Es por esto que no me has hablado? Por favor... Dime algo. ¿Estás bromeando, no?"

Sentía una daga atravesándome el corazón, cómo un tornado de dolor creado por mi propio organismo, arrojando escombros a todos los puntos sensibles de mi cuerpo. No sabía cuánto más podía aguantar hasta partirme por completo.

Él sonaba tan... mal. Tan roto. Tan triste. Y yo simplemente no podía aguantar semejante hecho. 

—"Hola... Creo que sí estabas hablando en serio. Yo... Está bien, si esto es lo que quieres por el bien de ambos, respetaré tu decisión. Pero te diré algo, Ashley Underwood: nunca lograrás alejarme de tí. Nunca. ¿Escuchaste eso? No lo intentes más, si eso es lo que tratas de hacer. Siempre te amaré. Siempre. Y no me importa lo que digas. Porque soy tan egoísta. Y no me importa lo que pienses. Siempre lo haré."

A este punto, ya no me daba miedo mostrar debilidad ante estas dos personas. Sabía que no había nada que podía hacer más que esperar a que este mal rato se pasara, mantener las esperanzas de un mejor día conmigo; así que cuando toda mi parte sentimental se quebró en pedacitos, no tuve pena de mostrar lo que de verdad sentía. 

Sentía que estaba sangrando amor, sentía que lloraba sentimientos y respiraba tristeza y represión. Nada de esto estaba bien. 

—No... No... No. —susurré. 

Ahora sí era más que claro: había perdido a la única cosa que me quedaba. Y tal vez peor aún: él me había perdido a mí. 

Me sorprendió escuchar mis sollozos. Tenía meses sin llorar tanto, tal vez porque no me dejaba a mí misma exteriorizar lo que sentía, pero esta fue la gota que colmó el vaso. 

Dionne se reía y grababa. —¿Qué pasa, cariño? ¿Por qué estás así, si todo fue tú culpa? —caché un vistazo de su sonrisa—. Oh, espera, creo que aún hay más. 

Puso unos cuantos mensajes más, y con cada variación de su tono, con cada onda de sonido emitado por su voz, todo mi ser se iba quebrando un poco más. 

Su voz pasó de ser triste a ser un tanto resbaladiza, como si no supiera lo que dijera. Traté de apartar la idea de él tomando para adormecer sus sentimientos de mi cabeza, pero aún así, el pensamiento caló en lo profundo de mi ser. Sabía que eso era exactamente lo que haría. 

Dionne y Patrick rieron un poco más de mí. —¡Mira! Hay uno nuevo. Escuchémoslo. 

—"Hola, yo, ehhh... Sólo llamaba para decirte feliz cumpleaños. No sabes cuánto deseo estar contigo en este momento y celebrar juntos, pero supongo que la vida da vueltas inesperadas. En fin. No voy a hacer esto largo o se va a cortar el mensaje. Te amo. Aún no lo entiendo. Pero te amo."

Cerré mis ojos y tomé un respiro tambaleante. Di gracias que las alucinaciones de la droga se habían adueñado de mi mente en ese preciso momento. 

Sentí que caía por un abismo, el viento revolviendo mi cabello alrededor de mi rostro. Me sentía como un peso lijero, como una delicada pluma cayendo en picada. Alrededor mío el cielo era de un perfecto color azul aciano mezclado con el crepúsculo rosa fosforescente, y juro que si me concentraba lo suficiente podía escuchar a alguien susurrar mi nombre suavemente. 

Estaba en paz. 

De repente, todo se volvió oscuro y frío, y sentí cómo mi cuerpo se estrellaba sobre la líquida pero tensa superficie del agua, mi espalda recibiendo el fuerte impacto. Por un momento, sentí voces submarinas que me atormentaban, taladrando mi cráneo con sus gritos y súplicas. Tuve que nadar a la superficie antes de perder el único aliento que había tomado. 

Sorprendentemente, llegué arriba y después de respirar, extendí mis brazos y piernas, y floté en el agua que se había vuelto un poco más cálida. Nuevamente, cerré mis ojos y miré al cielo—esta vez llenó de estrellas de varios tonos y la Luna en su máximo esplendor. Todo estuvo en calma de nuevo, hasta que sentí incontables pares de brazos a lo largo de mi cuerpo, halándome de nuevo bajo la superficie del agua, encerrándome, ahogándome otra vez: esta vez, sin esperanza de salir. 

Abrí mis ojos precipitadamente y respiré con ajetreo, tratando de recuperar el aire que en realidad nunca dejó mis pulmones. Patrick estaba parado cerca de mí y Dionne estaba a mi lado. 

—Dijiste... que no le harías daño. —traté de susurrar entre mi respiración descontrolada. 

Dionne bufó. —Pero nunca lo prometí. 

Mordí mis labios para parar el temblor que tenían. Sentía mis manos heladas y la sangre que no llegaba a ellas palpitando fuertemente en el punto donde la soga envolvía a mis muñecas. La lágrimas pegajosas me daban piquiña en el cuello a medida que se desplazaban hacia abajo, mojando el collar que me había regalando Nathan antes de bajar a mi pecho. 

El destello de algo brillante en la esquina de mi ojo llamó la atención de mis reflejos. Instantáneamente dirigí mis ojos hacia el lugar donde provenía. 

Una pistola tipo Beretta pendía de las presillas del pantalón de Dionne. Admito que contuve la respiración. ¿Por qué tenía un arma? 

Al parecer se dió cuenta de lo que vi, así que lo siguiente que dijo fue: —Oh, veo que ya viste a mi nueva amiga. —sonrió una medio-sonrisa, sacó la pistola de donde estaba y le dió vueltas a la misma con su dedo puesto en el arco del gatillo—. La estaba guardando para después, pero veo que estás un tanto interesada en conocerla. 

Patrick preguntó algo, pero no pude escuchar. 

Dionne acercó el arma a mi cara y acarició mi mejilla con ella. Cerré mis ojos y respiré profundo. 

—¿Qué pasa, querida? —dijo—. ¿Tienes miedo? —se acercó a mi oído y susurró. 

—¿Por qué haces esto? —dije con mi último aire. 

Dionne soltó una risotada. —¿Por qué lo hago? —se alejó un poco de mi oído, aunque aún seguía cerca de mi cara. Llevó el arma a mi sien—. Porque quiero que ambos sepan lo que es quitarle a alguien lo único que tiene y lo único que le queda. Porque quiero que recuerdes el miedo que sientes en este preciso momento la próxima vez que pienses que siempre puedes salirte con la tuya... —ella habló entre dientes. 

—Yo no... Nunca te hice nada. —una lágrima caliente bajó por mi mejilla, si por el esfuerzo que tenía que hacer para hablar o por lo que en realidad sentía en ese momento, no lo sabía. 

—Piénsalo dos veces, Ashley Underwood; piénsalo dos veces cuando dices eso. —tomó mi cabello en uno de sus puños y forzó mi cabeza hacia atrás. 

Fue impresionante el dolor físico que tal cosa me causó. 

Cerré los ojos y me ordené mantenerme en la realidad. Me golpeó en la frente con el mango de la pistola. —Abré los ojos. 

No encontré más opción, así que los abrí. Dionne sonrió. Patrick y ella eran tan para cuál. 

Lentamente llevó el arma a mis labios y me hizo abrir mi boca. Apuntó el frío cañón a mi paladar. Mi corazón no daba para más. 

Soltó mi cabello y sacó algo de su bolsillo aunque no pude ver qué era. —Quiero que me digas... Qué se siente... 

Sentí un pinchazo en la piel y luego algo profundizándose en ella. Corrió el cuchillo a lo largo de mi brazo y solté un grito agudo y fuerte. Estuve muy consciente de mi dermis abriéndose bajo su pulso y de la sangre densa y caliente bajando por mi extremidad. 

—¿Sientes eso? ¿El dolor? ¿El miedo? —sorprendentemente la escuché sobre mis sonidos ahogados—. Bien... Espero que nunca lo olvides. 

Escuché un click. Abrí mis ojos de repente y noté que había cargado el arma. 

No sé por qué, pero de alguna manera extraña me sentí aliviada. 

Aliviada de que todo aquello iba a terminar. Aliviada de que iba a dejar este mundo inmundo y sucio, lleno de personas sádicas y psicópatas. Aliviada de que no tenía que seguir luchando contra mí misma. 

—Házlo. —susurré, o al menos eso traté, ya que de verdad no podía hablar muy bien porque la pistola estaba en mi boca, y cerré mis ojos fuertemente. 

Sentí la mano de Dionne dándole vueltas al arma en mi boca, vacilándome. 

Sólo hazlo. 

Y luego de un silencio tenso y de que Dionne pasara el cuchillo por mi otro brazo sin yo poder gritar más, sacó la pistola de mi boca, la tiró en el piso y me sentí destrozada una vez más. 

Ella tomó dos pasos hacia atrás lentamente y me miró a la cara con una pequeña sonrisa a penas visible en sus labios. Se quedó así por unos segundos más hasta que salió por la puerta y se fue. 

Hice contacto visual con Patrick antes de voltear hacia donde había quedado la pistola en el piso. 

El cartucho estaba vacío. No tenía ni una sola bala. Nunca había estado cargada. 

------

N/A: hola! quería básicamente disuclparme por tardar tanto en actualizar y por dejarlo así en el capítulo anterior. estoy en mis últimas semanas de clases y las actividades me están matando, además de que me estoy mudando y bueno entienden el estrés :) publiqué un solo cap porque si escribía otro me iba a tardar mucho y no quería hacerlos esperar mucho. los amo mucho gracias por todo xoxo - alex :) 

Continue Reading

You'll Also Like

90.6K 4.9K 10
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suc...
96.9K 2.7K 28
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
196K 33.7K 31
Siete chicas pobres. Siete chicas millonarias. Un encuentro inesperado. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Nota: no permito adaptaciones.
131K 15.2K 25
SLOWBURN :: Es difícil explicar cómo mierda había llegado aquí. Se supone que solo era un pequeño secreto, mi pequeño secreto; ese tipo de secretos q...