POV Emma
Son algo más de las doce y media y todos ya están arriba rendidos por el cansancio, pero Liam y yo seguimos conversando tranquilamente sentandos en los sillones que están el uno junto al otro.
-No exageres, sé perfectamente que has estado con chicas más guapas que yo.
-Te aseguro que no, nunca he visto a una chica tan bella como tú, y juro que no es palabrería barata. Eres la chica más hermosa del universo, además, la única que tiene mi corazón.- sonrío sin poder evitarlo sintiendo como mis latidos aceleran y las mariposas aletean en mi estómago.
Beso sus labios y pienso que nuestra cercanía no es suficiente por culpa de los reposabrazos de los sillones, así que me paso al suyo acomodándome en su regazo.
-Te amo, Chica Fuego.- son palabras muy fuertes pero demuestra que las siente por mí cada instante.
-Yo... También... Chico Agua.- declaro entre besos.
Sus manos se cuelan bajo mi suéter acariciando la piel de mi cintura. Suben y bajan lentamente explorando los costados de mi torso y es cuando me permito yo también disfrutar un poco de su trabajado abdomen. Imito su acción y pasando mi mano bajo su camiseta acaricio sus abdominales para finalmente quitarle la prenda de arriba dejando al descubierto su tan tentador tronco.
Él besa mi cuello haciéndome cerrar los ojos disfrutando de sus caricias. Una de sus manos acaricia mi espalda suavemente mientras que la otra sube hasta llegar a tocar uno de mis pechos, que acaricia y aprieta suavemente haciéndome soltar un gemido amortiguado por sus labios. Me quita el jersey y me acaricia con libertad, haciéndome soltar más de un sonido de placer y sentir cosquilleos por todo mi cuerpo que piden más.
Nos besamos desesperadamente, sin preocuparnos de nada porque esto se siente demasiado genial como para detenernos, pero entonces...
-¡Mierda!- exclamo al notar la presencia de alguien más en el salón.
-¡Emma!- grita una voz llena de sorpresa sobresaltándonos a mí y a mi novio.
-¡Ni una palabra!- exclamo en respuesta intentando cubrirme al ver a Emily y Edward incrédulos frente a nosotros. Me pongo mi suéter y salgo corriendo.
¿¡Cómo diablos he sido tan inconsciente para no pensar en lo que podría ocurrir!?
-¡Espera, Chica Fuego! ¡Dime que no te has enfadado, por favor!- escucho la tan conocida voz de Liam acercarse a mí.
Demonios, sí, pero no con él, conmigo.
Lejos del salón, me siento con el suficiente valor como para mirarlo a la cara. Rápidamente me abraza a lo que le correspondo.
-Ey, no te avergüences, pelirroja, lo que ha pasado entre nosotros no tiene nada de malo. Somos novios y adolescentes, tenemos las hormonas revolucionadas, por eso estas situaciones son normales.- habla con dulzura y compresión en su voz lo que me enternece.
-Eres un amor, Liam, pero debemos ser más conscientes. Tienes razón, no tiene nada de malo pero no pueden pasar en un sitio en que el nos pueden ver, son situaciones de intimidad.- asiente y me da un pequeño beso.
-De acuerdo, tal y como mi espléndida novia quiera se hará.- río negando divertida y tras unos besos y palabras cariñosas subimos hasta nuestras habitaciones a las cuales entramos después de otros besos y despedidas cursis.
***
Domingo, 31 de diciembre.
POV Edward
Las vacaciones se nos escapan de las manos a tal velocidad que en horas será otro año.
-¿Por qué siempre tenemos que llamaros? Las chicas se levantaron hace una hora y no pueden desayunar porque no estamos todos, y yo tampoco.- hoy es mi padre quien nos reclama ser dormilones.
-Tenemos sueño, Jack.- habla adormilado Dylan.
-Si, es el último día del año.- le sigue su hermano.
-Tu novia ha dicho que como no bajes en un cuarto de hora te quedas sin besos hasta marzo.- el Clifford mayor se levanta de un salto.
-Y por eso mismo hay que aprovechar todas las horas.
-Puff, yo por nada del mundo me levanto tan pronto.- James se acomoda bajo sus sábanas.
-A la propuesta de Emma se han sumado Nicky, Riley, Sophie, y por supuesto, Ellie.- todos incluyendoa a James se levantan de un salto corriendo para adecentarse. -¿Tú no piensas levantarte, hijo?
-A mí no tienes con que chantajearme, no tengo novia.- alza una ceja.
-También lo han tenido en cuenta, y si no bajas ninguna te hablará, nisiquiera te mirarán, entre ellas tus propias hermanas y Emily.
No me jodas.
Pongo cara de horror y resoplo.
-¿Enserio?
-Yo que tú no las pondría a prueba.
-Agh, me chantajea aún dejándome en la friendzone.- al escuchar eso todas las miradas caen sobre mí en un segundo.
-No me lo creo, ¿te has declarado a mi melliza?- aprieto mis labios ignorando los 6 pares de ojos observándome.
-No...- levantan sus cejas sincronizados. -¡Tal vez!
-¿Te rechazó?
-No directamente, pero es que mi declaración tampoco fue muy directa.- me miran sin entender.
-Hijo, te explicas peor que yo.
-¡Fue algo así!
*Flashback*
Jueves, 28 de diciembre.
-Los siguientes en tener sus 7 minutos en el paraíso son... ¡Edward y Emily!- exclama la voz emitida por la app que ha descargado James para distraernos. Nos miran con una sonrisa pícara.
-¡Esa máquina está trucada!
-No te excuses y vete al armario de una vez, Em.- Nicky nos empuja hacia el "paraíso".
Una vez en el armario cierran la puerta con llave y escuchamos como empieza a contar el cronómetro.
Este armario es el espacio más reducido de la mansión, se usa para guardar los productos de limpieza y es tan pequeño como un váter portátil. Nuestros cuerpos están pegados, tanto que con inclinar unos centímetros mi cabeza la besaría.
-Nunca he sentido mi espacio personal tan invadido.- bromea la rubia en voz baja puesto que afuera se escucha todo.
-Hemos estado más cerca las veces que nos hemos besado.- susurro pícaro bajando un poco mi cabeza. -Cuando el otro día fuimos a aquella pastelería, el hombre que la atendía me felicitó por tener una novia tan guapa.- la sangre sube a sus mejillas.
-¿Qué le dijiste?
-Que tenía toda la razón del mundo.- ríe y siento como pasa sus brazos por mi cuello.
-Dos personas como tú y yo no son novios.
-Dos personas como tú y yo formarían una bonita pareja.
-Dos personas como tú y yo están bien como amigos.- me da un beso en la mejilla.
-Pero, ¿y si una de esas personas no quisiera al otro como su amigo?- se tensa.
-¿Qué dices? Ambos están genial siendo amigos.
*Fin Flashback*
-Son la declaración y el rechazo más extraños que he oído nunca.- mi suspuesto mejor amigo se carcajea de mi desgracia.
-¡El rechazo que te va a dar Riley como no bajéis de una vez!- cierta rubia ojiverde entra al cuarto visiblemente molesta. -¿¡Se puede saber qué tanto habláis como para hacer a mi estómago esperar!?- se pone las manos en jarra.
-De ti.- su expresión cambia drásticamente al oír a Liam que se gana un zape de mi parte.
-¿De mí?- sus esmeraldas confusas recorren la habitación en busca de respuestas.
-Sí, Edward nos ha contado como lo has friendzoneado.- confiesa James. Emily ríe sonoramente transmitiéndonos su anterior confusión.
-Buen intento, chicos, casi me lo creo de no ser por el detalle de que yo no lo he friendzoneado, ahora levantad.- cuando todos ya se han ido, la rubia se dispone a hacer lo mismo, pero la detengo.
-¿De verdad no me frienzoneaste?- niega varias veces con la cabeza.
-No, porque tú no te has declarado ni te vas a declarar.- y antes de que pueda contradecirla, se va a velocidad de la luz.
POV Emily
Salgo de la habitación lo más rápido que mis pies me permiten y me dirijo a la mía vacía. Me cambio el pijama por un conjunto de deporte, me pongo la ropa de abrigo y salgo de la mansión trotando con un "¡Voy a correr, vuelvo luego!" sin respuesta puesto que cierro la puerta al instante de despedirme.
Estoy confusa, ¿por qué se comporta Edward más raro de lo habitual?
<<Te lanza indirectas a todas horas, ¡le gustas!>>
Eso no puede ser cierto, Cupida, simplemente no lo acepto.
Edward es un buen amigo, me lo ha demostrado y quiero que lo siga siendo, nada más.
<<Sientes más que amistad por él, Emily Margaret Miller>>
¡NO!... Tal vez... ¿Sí?... ¡No lo sé!
Lo que tengo claro es que no quiero una relación amorosa, no me siento lista para ello.
<<¿Cómo estás tan segura? Ya ha pasado un año, tienes 17, te quedan 80 años por vivir, ¿estarás siempre soltera?>>
Cuando de pequeña imaginaba mi futuro, no imaginé nada de esto, no estaba en California ni tampoco con la gente que he conocido.
Ya no puedo imaginar nada de ese futuro, todo ha cambiado radicalmente, incluidos mis sentimientos que no sé ni cuales son, de niña los tenía muy claros.
Corro por las calles del barrio vacacional de ricachones de Alaska, sintiendo el aire frío mover mi cabello creando un gran alboroto en mi melena.
Un alboroto.
Eso es justo lo que tengo en mi cabeza, un tremendo alboroto que no sé como diablos resolver.
Mis sentimientos son un alboroto en potencia.
Cuando veo fotos de recuerdos, aún sigo sintiendo mi corazón doler queriendo volver al pasado por nosotros, pero cuando estoy en el presente, con Edward, también se acelera al sentir su tacto, pero lo peor de todo es escucharlo llamarme "Emy"... Me pregunto si algún día tendré el valor para contarle que pasa con ese apodo.
-¡Margaret!- escucho una voz familiar que me hace girar encontrando a una pelirroja que respira agitadamente frente a mí, parece haber corrido una maratón. -Dios, si que corres.- toma una última respiración profunda y ya más recompuesta abre la boca pero es interrumpida antes de siquiera empezar.
-¡Rubia y pelirroja, falto yo!- una castaña se posiciona junto a nosotras tan cansada como la pelirroja.
-¿Qué pasa?- pregunto con total calma.
-Eso, ¿¡qué diablos te pasa!? Siempre has sido extraña, pero ahora más que nunca lo demuestras, no entendemos nada.
Mientras corremos, les explico todo, la llamada que recibí el día de Navidad y mis tan complicados sentimientos.
-Sus padres no van a permitirlo, Emily, no hay de que preocuparse.- asegura Riley mordiéndose el labio con los ojos cristalizados.
-¿Pero y si nunca...?- dejo la pregunta en el aire sin ser capaz de formularla completa.
-¡No vamos a perder la esperanza!- exclama Nicky con decisión. -Y respecto a tus sentimientos, date una oportunidad con Edward, siempre te preguntarás que habría pasado si no se la das.
-Es que no estoy segura...
-Y nunca lo estarás si no lo intentas. Demuéstrate que puedes seguir con tu vida, Emily, sabes que lo que más le importaba era nuestra felicidad.- las palabras de Riley me hacen pensar profundamente por horas.
***
Obviamente tiene razón.
Queda menos de un minuto para acabar el año y quiero empezar el siguiente dándome nuevas oportunidades, empezando por una que espero determine mis sentimientos.
-10... 9... 8... 7... 6... 5... 4... 3... 2... 1... ¡FELIZ AÑO NUEVO!- gritan al unísono todas las personas reunidas en la gran terraza del maravilloso restaurante al que hemos venido.
Corro entre todas las personas viendo como se felicitan con besos, abrazos y buenos deseos, mientras yo solo busco una cabellera dorada, que encuentro de espaldas. Lo sujeto por la muñeca y gira rápidamente.
-¡Feliz año nuevo, Emy!- exclama feliz. Sin poder esperar más, le planto un profundo beso en los labios. -Wow...
-¡Quiero que probemos a ser algo más!- exclamo viendo sus diamantes brillar como nunca. -Siento más que amistad por ti, Edward, no sé exactamente lo que es, pero quiero que me ayudes a averiguarlo.- irradiando felicidad, asiente y vuelve a unir nuestros labios.
<<POR FIN PUEDO ESTAR ORGULLOSA DE TI, TE QUIERO, ESTÚPIDA>>
Lo sé, Cupida, lo sé.
***
-¡No queremos irnos!- protestan Nicky y Riley sin despegarse de mí mientras las tres sollozamos.
Como mis mejores amigas, las vacaciones se están yendo .
En dos días volveremos a clases y Nicky y Riley deben volver a Florida ya, por eso estamos en el aeropuerto de L. A. despidiéndonos.
-¡Yo tampoco quiero que os vayáis, necesito a mis dos mejores amigas!- lloramos más fuerte.
-Señoritas, tienen que embarcar ya o se quedarán realmente aquí.- sentecia la mujer harta de nuestra escenita.
-Chicas, vamos, os volveréis a ver.- Cole rompe el abrazo de mejores amigas y Riley no tarda en lanzarse en los brazos de su novio mientras sigue sollozando.
-Te quiero, llámame, por favor, no te olvides de mí.- llora en su hombro abrazándolo. El moreno la estrecha entre sus brazos notablemente triste.
-Jamás podría olvidarme de mi novia, pequeña, no llores, sabes que también te quiero.- se dan un beso demasiado largo para el gusto de Cole que con unas palmadas en la espalda, se despide de Dylan.
Las tres volvemos a abrazarnos.
-Señoritas, entren de una vez, hay gente que tiene eventos que no pueden ser retrasados.
-No tiene corazón.
-Y ustedes son unas melodramáticas, ¡si no entran inmediatamente tendrán que coger el siguiente avión!
Haciéndole caso a la señora, nos separamos, y con lágrimas rodando por sus mejillas, entran al avión desde donde nos saludan hasta que ya no las vemos.
Lloro durante todo el camino devuelta a Villa Johnson aferrándome a Edward quien me consuela sin rechistar.
-Irás a Florida pronto, cielo, cuando sea el cumpleaños de Nicky, mientras tanto seguiréis hablando por teléfono.- me consuela también mi madre sentada a mi derecha.
-Nunca es lo mismo.- sollozo abrazada al ojiazul que hace poco se convirtió en mi novio.
***
Todo va bien en mi vida, estamos a julio, hace tres días fue el 18 cumpleaños de los mellizos Johnson el cual celebramos tal y como ellos quisieron, con un día riendo todos juntos, en parejas, y con Lilly e Ivy entre nosotros.
Mis notas han salido bien, mis amistades van estupendamente y mi novio es un amor, me está enseñando a cocinar y a conducir, y no puedo reírme más en dichas "clases". Cada cosa que hago bien me da un beso, y me enseña todo con la paciencia que lo caracteriza pero sin perder su toque de sacarme de quicio.
Las vidas de los que nos rondean van tan genial como la nuestra. Ahora mismo, estamos reunidos como buen sábado de verano por la tarde, Nicky, Cole y Riley se encuentran con nosotros ya que vinieron en cuanto llegaron las vacaciones.
-¡Ey, quiero más palomitas!- protesta Ellie después de que James le haya quitado el bol.
-Ya lo sé, castañita.- dice sin inmutarse llevándose un gran puñado a la boca. La ojiazul lo mira con una ceja alzada. -¿Qué?
-¡Que me las devuelvas, idiota!- le quita el bol de las manos pero lo estaba sujetando tan fuerte que al tirar de él, todas las palomitas se caen. Los castaños explotan en carcajadas.
Su relación es igual que la que tenían siendo mejores amigos, solo que con besos.
-Te quiero, castañita.- ambos se besan con extrema felicidad.
-Y yo a ti, castañito.- los miramos como el par de locos que son.
-Siempre supe que tendríais ese tipo de relación rara pero tierna.- su mejor amiga ríe abrazándolos.
-Nuestra relación no es rara, es especial, no como la tuya con Austin, vuestro objetivo principal es dar diabetes.- reímos ante el comentario de Ellie y mi mellizo y cuñada comparten una mirada de amor puro.
-Es que con una chica tan bella, inteligente, dulce, comprensiva, creativa, luchadora y miles de millones de cualidades buenas más, es imposible no ser cursi.- Sophie sonrojada le da un corto beso y abraza su torso.
-Veis, puro empalago.- volvemos a reír.
-Sigo sin creer que mañana cumplamos 9 meses.- declara Emma emocionada.
-Yo tampoco lo creo, aquella primera vez que os vimos en clase de ciencias parecías querer asesinarlo fríamente.
-Y así era, si me descuidaba, habría acabado diseccionándome a mí en vez de a la rana.- más carcajadas por el tan cierto comentario de Liam. - Las cosas han cambiado tanto.- ambos, siguiendo el ciclo de besos, unen sus labios.
-Algún día yo también besaré a un chico.- afirma Lilly.
-No me cabe duda, pero no tengas prisa, hasta dentro de unos 1000 años estás bien así.
-No seas celoso con tu hermanita, sabes que probablemente cuando tenga nuestra edad Cupido también le disparé con la alocada flecha del amor.- aseguro divertida acomodada junto a mi novio.
-Tú me vuelves loco, Emy.
-Y tú a mí loca desde la primera vez que nos vimos, Edward.- compartimos una carcajada y como tantas veces, acabamos con la distancia entre nosotros para experimentar un muy buen beso.
Después de estos 7 meses tengo más que determinados mis sentimientos, Edward me quiere y yo le quiero. Aunque aún no he tenido la oportunidad de hacerlo, lo haré pronto, les contaré a todos mi pasado por el cual ya solo sonrío con añoranza esperando que algún día él vuelva.
-¡Chicos, hagamos una foto!- mi tía, tan risueña como siempre, propone la idea al vernos a todos tan felices.
Mis padres y tíos se unen al sofá y poniendo el temporizador, tomamos un par de fotos, una con muecas graciosas, otra sonriendo, otra besándonos y finalmente se captura una que ninguno esperaba, así que nos capta al natural, charlando entre nosotros, riendo, discutiendo amistosamente o besándonos.
Alguien toca el timbre pero ninguno se inmuta, así que mi padre va a abrir en lo que seguimos hablando con calma.
-¡Emily, es para ti!- confusa, me levanto y voy hasta la puerta.
-¡Emy!- exclama al verme y rápidamente me abraza a lo que tardo en corresponder por mi shock.
Él está aquí.
<<Lo que no te pasa a ti no le pasa a nadie>>
¡Chan, chan, chan!
It's time of questions, bitches! 😎
¿Os ha gustado este penúltimo capítulo?
¿Quién es "él" ?
Momento más tierno 🔜🔜🔜
Momento favorito 🔚🔚🔚
No tengo más que decir, os agredezco vuestras leídas y me despido.
Hasta el próximo y último capítulo, corazones 💖