Antes de que lo supieran, estaban dormidos los dos en el sofá, sentados, algo separados el uno del otro, y con una expresión relajada en sus caras. Se quedaron hablando de los profesores y de cómo querían hacerles una broma cuando se despistan, hablaron de Noruega, y también de Alicante. Eal habló a Iván de Lía, Marcos y Jorge. Iván habló a Eal de aquella artista callejera que hizo que su amor por la pintura se hiciera más fuerte.
Eal fue el primero en dormirse, en medio de una oración, que Iván nunca llegó a captar. Iván se quedó observando a su amigo mientras sus párpados se cerraban, preguntándose por qué esos oscuros mundos que eran sus ojos y ese pelo castaño le hacían querer dejar todo para, simplemente, quedarse mirándolos.
A las seis de la mañana se oyó un golpe. Eal se levantó alarmado, pero ese sentimiento se pasó cuando vio a Iván tirado en el suelo, despatarrado, y mirando confundido como Eal se reía al ver la situación. Iván se levantó y Eal lo intentó, quedando ahora al revés porque nuestro querido Eal se cayó al suelo de la risa. No sabía por qué, pero Iván se unió a su risa, de forma que ninguno de los dos lo podía controlar.
Las risas de Eal estaban llenas de verde, esperanza y alegría, mientras que las de Iván se encontraban rebosantes de negro, de confusión y belleza, aunque también de tristeza. Ninguno de los dos se dio cuenta de esto último, y esa tristeza, es la que, dentro de un tiempo, causaría problemas.
+. +. +.
Hola, espero que hayáis disfrutado del capítulo. Vengo con otra nota de la autora para comentaros que he abierto un libro de críticas, por si queréis pasar a pedir la vuestra. Ahora mismo hay disponibles tres pedidos, pero si no os da tiempo a pedir la vuestra, haré otra tanda pronto, así que a lo mejor os conviene guardar el libro en vuestra biblioteca. Pasaros por allí si os interesa y veis cómo funcionará :)
Muchas gracias.
≈Navy≈