De a poco me recuperaba. Estaba obligada a recibir el tratamiento, sino en serio moriría.
La reacción de Spencer a mi resucitacion no fue la mejor. Simplemente no había venido al hospital luego de dejarme aquí hace 9 días.
García me dijo que estaba muy enojado y no era para menos.
Hoy saldría del hospital, por fin recuperada. Había tomado la decisión de irme a vivir a Grecia, ahí trataría de comenzar mi nueva vida.
No quería soltar a García. Estábamos abrazadas desde un buen rato.
- Llama todos los días.
- Sí, aprenderé a usar este aparato. Gracias por todo, eres una verdadera hermana para mí.
- Y tú para mí. Sólo quiero que seas feliz.
- Trataré de serlo.
Caminé lentamente y con verdadera tristeza al avión que me llevaría lejos de Estados Unidos.
-¡Agatha! - escuché mi nombre desde esa voz que tanto amaba. Me di vuelta y él corrió hacia mí, solté todo y lo abracé con fuerza. - No te vayas, te lo ruego, por favor no te vayas.
- Spencer - los dos soltábamos lágrimas - Tú ahora tienes una nueva vida. Lo entiendo.
- No, sin ti no quiero nada. Yo sólo esperaba el día en que despertaras. No quiero a nadie más que a ti en mi vida.
- ¿De verdad?
- Claro que sí. Te amo. Además, nosotros teníamos una promesa.
- Sólo esa promesa me hizo luchar para salvar mi vida.
- Entonces cumplamosla, no esperemos más.
- Te amo - dije con toda la felicidad del mundo.
- Te amo - me respondió y besó.