-¿Vamos a tomar algo al bar?- preguntó García. Todos estábamos muy cansados, pero aceptamos, necesitábamos un relajo, algo que nos hiciera olvidar lo vivido la última semana.
Yo llevaba acerca de 3 meses en la UAC y me habían integrado como una más de la familia.
-Yo me quiero tomar el bar entero - todos rieron creyendo que era mentira, pero no. Yo solo quería olvidar.
No recuerdo mucho de esa noche, sólo cuando me quedé sola con Spencer, todos los demás se fueron, pero él no me quería dejar sola.
-¿No crees que ya es suficiente? - Había tomado demasiado, como nunca. Y es que pensé que al cambiar mi vida por completo, el dolor desaparecería. Mike y yo éramos los mejores amigos desde pequeños en la base, sus padres y los míos eran los mejores amigos. Él más que mi pareja, era mi mejor amigo, noa criamos juntos, él era parte de mí. Y no me consuela para nada lo que todos dicen que hice hasta lo imposible por salvarlo. No soy una buena doctora, una buena doctora lo habría salvado.
-Nunca es suficiente cuando se está sufriendo- no sé por qué dije eso, las copas me están afectando.
- ¿Por qué sufres? - preguntó realmente interesado por mí. No pude evitar soltar todas las palabras y el dolor que sentía. Y le conté sobre Mike, sobre mí, y sobre mi sufrimiento.
Fuimos a su casa, estaba más cerca del bar y él quería cuidarme, realmente se lo agradecía.
-Sabes - le decía mientras entrábamos a su casa - He pretendido estar bien por mucho tiempo, ni si quiera mis padres pudieron sacarme una lágrima, tú me diste la confianza para ser yo misma.
- No sé qué decir, supongo que gracias. Tú eres una persona muy especial.
Desgraciadamente el alcohol hace que uno haga cosas estúpidas y lo besé.