Érase una vez... Nosotros

By Luciiluzz

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¡Yo soy Raven Queen y voy a escribir mi propio destino, mi propio final feliz. Comienza. Ahora! Después del d... More

Prólogo
Relaciones complicadas
Sorpresas hechizantes Parte I
Sorpresas hechizantes Parte II
Manos al cuento
Corazones Sinceros
Conversaciones esperadas
Día de la obra I
Día de la obra II
Salven la obra
Fiesta de celebración
Momento esperado
Fiebre de amor
Día del destino
Cuentos sorprendentes
Dia de: San Valentín... o no.
Planes Malvados
Nunca Jamás
El cuento de Peter Pan
Un garfio, un espejo y un trato
Fe
Confianza
Polvo de hada
Érase una vez... en Nunca Jamás
Separaciones dolorosas
Destino
La bondad corrompida
Los Cuentos de Hadas
Espejito, espejito
La manzana envenenada
Primer sacrificio
Segundo Sacrificio
Tercer Sacrificio
Fin del cuento
Érase una vez... nosotros
Epílogo
Agradecimientos

Intentos fallidos

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By Luciiluzz



¡Hola! No se si alguien este leyendo esta historia y pues, es la primera vez que hago una nota sobre ella.

Quiero presentarme y presentar esta historia, no lo hice en un principio porque no estaba "establecida" por así decirlo, no era algo concreto que la siguiera escribiendo pero, ahora que tengo un argumento estable estoy feliz de publicar.

Esta historia nació más que nada para mi, porque yo quiero crearle un final a esta increíble serie que me encanta y espero que junto conmigo haya alguien que disfrute como la voy desarrollando.

¡¡Gracias!!

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Tener que ser una princesa en peligro era según Darling "un error", no quería tener que esperar a que un gallardo príncipe la salvara de las garras de un dragón, de una bruja o incluso de un tío loco que está obsesionado con arrestar a tu pareja. Darling no quería tener que ser una damisela en peligro, ella quería rescatarse sola sin la necesidad de esperar a que alguien llegara a salvarla.

Se encontraba acostada en su cama escuchando una nueva canción de Tailorucita Swift con la música a todo volumen ignorando todo a su alrededor, mentiría si no dijera que no extrañaba a sus hermanos.

Suspiró cerrando los ojos mientras recordaba su conversación con Raven de hace unos cuantos días. Tenía que arreglar las cosas, pero temía que nada saliera como esperaba.

Alzo sus manos revolviendo su cabello demasiado frustrada y justo en ese momento Rosabella Beauty entraba a su habitación observando el extraño comportamiento de su amiga, miró a su alrededor dándose cuenta de que Darling estaba echa un desastre. Se recostó a su lado en la cama quitándole uno de los audífonos y poniéndoselo en el oído guardo silencio escuchando el repertorio de música.

Ninguna de las dos habló, ambas tenían problemas e irónicamente uno de ellos tenía el mismo nombre.

-Creo que deberías hablar con ellos, Daring es tu hermano no creo que este molesto contigo. - Rosabella se levantó, dio un último vistazo a su amiga y se dirigió al baño que ambas compartían; no podía admitirle a su amiga que estaba teniendo problemas sentimentales con su hermano mayor Daring.

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¡Muy bien! ¡Hoy es el día! – grito mientras alzaba el puño decidido. – Hoy por fin le diré mis sentimientos. ¡No más rechazos!, ¡No más miedos!, ¡Sí al final feliz! – gritaba cada vez más fuerte a mitad del pasillo logrando llamar la atención de varios alumnos que lo observaban, otros lo ignoraban y otros tanto soltaban risas burlonas hacia su persona.

Hoy era el día. Hoy Hopper Croakington II le declararía su amor formalmente a la bellísima Briar Beaty.

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Dexter caminaba hacia la salida del salón completamente nervioso, haciendo recuento de su día se dio cuenta que no había salido tan mal. El profesor Rumpelstilskin había accedido (milagrosamente) a dejarles presentar de nuevo el examen con la condición de que si no lo aprobaban tendrían el doble, no, el triple de castigo hilando paja. Suspiro cansado mientras emprendía camino hacia su casillero, a su alrededor varios alumnos se amontonaban tratando de entrar a sus próximas clases, otros para dirigirse a la cafetería de la escuela y había otros platicando a mitad de los pasillos, levantó la vista notando que su casillero estaba a unos cuantos metros, caminó lo que faltaba y se detuvo metiendo la clave para poder abrirlo; guardó unas cuantas cosas y tomó su libro de heroística para su próxima y última clase. Después de la clase del profesor Rumpelstilskin tuvo la encantadora fortuna de poder desayunar con Raven y así ponerse de acuerdo para entregar un trabajo sobre historia que un profesor les había asignado. El resto del día no había tenido gran impacto en realidad.

¡Muy bien! ¡Hoy es el día! Hoy por fin le diré mis sentimientos. ¡No más rechazos!, ¡No más miedos!, ¡Sí al final feliz! – escucho que gritaban a sus espaldas, volteo y su mirada se encontró con la de Hopper mientras sonreía – Ojalá yo tuviera el valor para decir eso – se lamentó Dexter, poco a poco iba perdiendo las esperanzas para poder declararse a Raven e incluso empezaba a pensar que jamás podría tener su final feliz junto a ella.

¿Qué pasa hermanito? ¿Problemas en el paraíso? – Daring apareció a su lado, desde un principio había estado presente en la vergonzosa escena que estaba interpretando Hopper, pero no pensaba inmiscuirse en sus asuntos ni en los de él ni en los de nadie, sin embargo, no pudo evitar notar que su hermano menor miraba con tristeza la escena y decidido se acercó a él.

Dexter estaba tan distraído en sus pensamientos que ni siquiera notó cuando su hermano Daring se acercó a consolarlo. Esté lo tomo del hombro zarandeándolo un poco para que le pusiera atención - ¡Hey! ¿Dexter me estas escuchando?

Finalmente, Dexter reaccionó y volteo a ver a Daring que se encontraba frente a él con una sonrisa característica suya – Lo siento no me di cuenta de que estabas aquí, estaba observando a Hopper.

-Vaya espectáculo que dio la ranita esa. ¿Cuántas veces van ya?

- Unas quince... supongo – dijo mientras se volteaba a cerrar su casillero logrando evitar la mirada de su hermano

- Wow estoy sorprendido. Ese chico sí que tiene determinación, sabes no quiero tener que ser yo quien lo diga, pero, aunque no lo parezca Hopper es un verdadero príncipe azul

Dexter volteo a mirarlo sorprendido, ahí estaba él, su hermano, quien en muy pocas ocasiones alagaba a alguien y si lo hacía no era precisamente a alguien como Hopper. Daring se miraba en uno de sus espejos mientras se acomodaba un mechón de cabello rubio que se encontraba mal acomodado.

¿A qué te refieres Daring? – comento mientras se recargaba en su locker para mirar de frente a su hermano – obviamente es un príncipe azul, es el hijo de Príncipe sapo después de todo.

-Sabes que no me refiero a eso Dexter, quiero decir que para ser un verdadero príncipe azul hay un factor importante que se debe cumplir y Hopper la cumple al pie de la letra, aunque no se si sea por necedad o estupidez.

- ¿Y qué factor es ese?

- Valor Dexter, valor. – dijo mientras se miraba directamente al espejo, de pronto Daring pensó que esa conversación no era para Dexter sino para sí mismo. – Y no me refiero al tipo de valor que un príncipe debe tener al enfrentar a un dragón, una bruja malvada o a un rey ambicioso, me refiero al tipo de valor que proviene de la determinación, como el de Hopper, tal vez él no tenga que enfrentar a un ser malvado para conseguir a la chica, pero te puedo asegurar hermanito que es mucho más difícil tratar de expresar tus sentimientos aun teniendo la seguridad de que saldrás lastimado. Ahora no sé si lo de Hopper es verdadero valor o estupidez, pero... se ha ganado mi respeto.

Dexter miro sorprendido a su hermano asimilando sus palabras poco a poco. Daring miro una ultima vez a su hermano y se dio media vuelta, lo había comprendido, al fin tenía la respuesta y gracias a Hopper logro juntar el valor que necesitaba para poder aclarar sus sentimientos con una persona, una persona muy especial para él.

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Daring caminaba apresuradamente por los pasillos de la escuela con dirección a las habitaciones de las chicas, estaba seguro de que ella se encontraría en su habitación, pero por prevención caminaba lo más rápido posible. Llego frente a una puerta de madera de caoba y nervioso tocó la puerta, no era momento de arrepentirse. Logró escuchar unos taconeos detrás de la puerta y está se fue abriendo poco a poco.

¿Daring? ¿Qué haces... sucedió algo? – dijo una chica con cabellera castaña y mechones rojos -Yo... eeh... quería hablar con Darling sobre... bueno sabes... es por...

Rosabella lo miro sorprendida, sin embargo, sonrió mientras se hacía a un lado para dejar pasar al hermano de su amiga, en el fondo de la habitación se encontraba Darling mirando la escena con un montón de cartas en la mano y otras que se encontraban dispersar en la cama.

-Sera mejor que los deje solos – sonrió Rosabella y salió de la habitación completamente feliz por sus amigos. Se dirigió hacia la cafetería donde había acordado verse con un chico para ayudarlo en no sabía que cosa.

Darling se sentó en su cama y palmeo un espacio al lado suyo para que Daring también tomara asiento, esté todavía nervioso obedeció sin chista. Levantó la mirada y ahí estaba ella, con una hermosa sonrisa plasmada en su rostro esperando a que empezara a hablar, Daring le sonrió de vuelta y en un segundo supo que todo saldría bien.

-Realmente lamento haberme comportado como un idiota estas últimas semanas, no sabía... no supe cómo reaccionar. Yo... sigo sin comprender que sucedió, pero tú no tenías la culpa, no debí haberme desquitado contigo.

-Está bien Daring, lo entiendo, a decir verdad, yo hubiera reaccionado de la misma manera que tú. Igual estoy sorprendida por como se han dado las cosas, pero aun así no quiero que nada cambie entre nosotros.

- Somos hermanos – contesto Daring tomándola de las manos– Y quiero decirte que sin importar lo que suceda, sin importar como transcurran nuestros destinos a partir de ahora siempre te apoyare.

- Lo mismo digo... ambos pelearemos para superar esto, después de todo somos Charming – bromeó Darling mientras abrazaba a su hermano y derramaba unas pequeñas lágrimas.

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En las afueras de Ever After High se podía vislumbrar un hermoso atardecer, no muy lejos del bosque encantado, Dexter esparcía varios pétalos de rosas alrededor de varias setas mágicas, observo a su alrededor asintiendo satisfecho con la hermosa decoración que habían logrado, estaba todo casi completo, sólo faltaba terminar el pequeño ramo de rosas rojas y todo listo. Dexter se encontraba nervioso, muy nervioso pero feliz de estar ahí, sólo faltaba la pieza clave, sólo faltaba ella.

El bolsillo de su pantalón vibro, tomándolo verifico que había recibido un mensaje:

Rosabella: Ya vamos para allá, terminen de preparar todo.

Miró asustado la pantalla y se apresuro a terminar los últimos detalles que quedaban. Dexter sentía nervios, demasiados, pero tenía que terminar lo que había iniciado, unos minutos después se escondió detrás de unos arbustos esperando su llegada. Al poco rato dos siluetas pequeñas lograron vislumbrarse caminando hacia su dirección

-No entiendo, ¿qué es lo que estamos haciendo aquí Rosabella?

- Tú solo espera aquí – dijo tomándola de la mano mientras caminaban acercándose cada vez más, dejándola en el centro de las setas mágicas – Solo espera aquí de acuerdo, no te vayas – y sin más tomó marcha atrás dejándola sola.

Los rayos del sol se iban filtrando poco a poco a través de las nubes y unos hermosos destellos azules en diferentes tonalidades iban cubriéndolo todo dando pasa a la noche. Las setas mágicas empezaron a brillar poco a poco hasta alcanzar unos increíbles destellos que iluminaban los alrededores; de las ramas de los arboles colgaban hermosos adornos de serpentinas plateadas mientras que en las copas flotaban unos preciosos faroles que iluminaban el cielo.

Briar estaba completamente hechizada observando los hermosos detalles que se admiraban alrededor suyo, bajó la mirada encontrándose con una alfombra llena de pétalos de rosas. A sus espaldas Hopper Croakington II caminaba en su dirección acercándose poco a poco, inhalaba y exhalaba aire de forma rápida completamente nervioso. Este era el día.

-Briar preciosa – Soltó Hopper con voz seductora mientras que Briar volteaba lentamente encontrándose con él frente a ella – Yo... - tomo aire armándose de valor y evitando decir alguna estupidez en el proceso.

Bendito sea el año, el punto, el día,
la estación, el lugar, el mes, la hora
y el país, en el cual su encantadora
mirada encadenase al alma mía.

Dijo comenzando a recitar un poema que había escrito para ella en un momento de delirio.

Bendita la dulcísima porfía
de entregarme a ese amor que, en mi alma mora,
y el arco y las saetas, de que ahora
las llagas siento abiertas todavía.

Benditas las palabras con que canto
el nombre de mi amada; y mi tormento,
mis ansias, mis suspiros y mi llanto.

Y benditos mis versos y mi arte
pues la ensalzan, y, en fin, mi pensamiento,
puesto que ella tan sólo lo comparte.

Briar estaba sorprendida, frente a ella se encontraba Hopper recitándole un poema, y lo más extraordinario fue que no era el Hopper sapo, sino que frente a ella se encontraba el Hopper humano; se cuestionó cuanto le habrá costado evitar convertirse en un sapo en aquellos momentos.

-Briar... encanto, durante mucho tiempo he tenido estos sentimientos dentro de mí y aunque sé que no soy el hombre que tú deseas, aunque no soy el destino que se entrecruza con el tuyo, yo quiero decirte... quiero pedirte que me permitas ser un capítulo más en tu cuento. – dijo mientras le extendía un gran ramo de rosas frente a ella. -

- Hopper... yo... no sé qué decir. – Miró el ramo con desconfianza a punto de negarse a recibirlo - no tienen espinas, me encargue de quitarlas todas preciosa – sonrió seductoramente Hopper

- Ohh, gracias por el detalle Hopper – sin embargo, no las tomó.

- Entonces. ¿Aceptarías salir conmigo?

Briar no pudo decir nada, las palabras no salían de su boca; Hopper había rebasado el límite de la locura, sabía que él sentía algún tipo de atracción hacia ella, pero jamás imaginó que aquello sería algo realmente serio – Lo siento Hopper – dijo mirándolo con lastima. – pero sabes que no podemos hacer esto, no es correcto.

Hopper la miró con tristeza y forzando una sonrisa se acerco a ella, Briar retrocedió unos pasos tratando de escapar, sin embargo, alcanzo a tomarla del brazo suavemente – Entiendo... tómalas, en verdad son para ti. Nunca nadie te había regalado rosas ¿cierto?

Entonces las recibió, mientras que Hopper emprendía marcha hacia la escuela completamente derrotado.

Briar se quedo ahí... estupefacta con la culpa azotando todo su cuerpo. "Peor que un pinchazo" pensó en ese momento.

A unos metros de ahí observando la escena se encontraban Dexter y Raven sorprendidos por la situación, Dexter miro a Raven unos segundos con semblante adolorido, sentía pena por su amigo y mas porque lograba comprender la situación en la que se encontraba.

Pobre Hopper, a pesar de que las cosas han cambiado Briar no es capaz de aceptarlo – murmuro ella mientras le regresaba la mirada a Dexter. Raven estaba allí porque Hopper le había pedido ayuda con unos hechizos para la decoración.

-Supongo que era fácil de suponer lo que sucedería – respondió Dexter y por unos breves segundos tomó prestado el valor de Hopper implorando que todo fuera diferente con él.

Raven yo... tengo algo importante que decirte – dijo mientras se acomodaba para estar completamente frente a ella, aunque fue algo difícil ya que seguían escondidos detrás de los arbustos para que nadie los viera. – Yo... veras desde hace mucho tiempo no he podido dejar de sentir esto y viendo lo que sucedió con Hopper no quiero que suceda conmigo, prefiero que...

Vaya... que triste escena, pobre de Hopper, siento pena por el pero, creo que es lo mejor para todos – interrumpió una voz a sus espaldas, ambos se dieron vuelta y ahí estaba ella, Apple White se encontraba recostada en un árbol, oculta a simple vista observándolos con una sonrisa burlona en su rostro.

-Apple, ¿desde cuándo estas ahí? No creo que lo que estás diciendo sea lo correcto– respondió sorprendida Raven mientras se levantaba furiosa por el comentario de su amiga – cada uno tiene derecho a decidir su propio destino ¿lo recuerdas? – dijo para hacerla recordar los eventos del país de las maravillas

- Si, tienes razón, pero al parecer hay muchos que no queremos cambiar nuestros destinos, como Briar, por ejemplo, no es algo por lo que alguien daba ser juzgado ¿no crees? – volvió a sonreír mientras se enderezaba dando marcha hacia la salida del bosque. Briar se había marchado hace unos segundos y Apple estaba dispuesta a hablar con ella de lo sucedido. No volvería a perder a una Royal por culpa de esas estupideces de "cada uno elige su destino."

Dexter y Raven se quedaron en silencio unos cuantos minutos y reaccionando empezaron a caminar bastantes desanimados por los eventos recientes. Él esperaba encontrar a Hopper para poder animarlo un poco y ella quería ver urgente a Madeline para contarle lo sucedido con Apple.

-Creo... que esto está poniéndose cada vez más interesante – dijo una voz escondida entre las sombras.

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Quiero aclarar que el poema no es mio es de un increíble poeta llamado Francesco Petrarca.

Personajes y demás tampoco son de mi propiedad. 

Gracias por leer, si hay alguien que lo hace :3

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