Después de ti

By IamGarciaV21

686K 43K 2K

Después del primer amor, llega el amor verdadero y eso lo experimenta el hijo del gran empresario Aarón Ferre... More

Frases:
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Anuncio:
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII
Capítulo XXXIV
Capítulo XXXV
Capítulo XXXVI
Capítulo XXXVII
Capítulo XXXVIII
Capítulo XXXIX
Capítulo XL
Epílogo
Dallan

Capítulo XXX

14.1K 985 26
By IamGarciaV21

Nadia Rossi:

Alemania es más fría de lo que imagine. La señora Carter me regalo algunos de sus abrigos los cuales ya no usaba. Supongo que son de temporadas pasadas, pero a mí me encantaron. Nos instalamos en una de las mejores urbanizaciones de Alemania –como ya lo había imaginado- el esposo de la señora Carter ya lo tenía todo arreglado para ella, el es muy atento con su familia.

El primer mes todo salió genial. Junto a la familia, cuando tenían algún tiempo libre salíamos a visitar lugares hermosos, no podía creer todo lo que veía, más aun, no podía creer que estuviese allí. Me sentí un poco triste cuando mi madre me informo que quería regresarse a Canadá, que no se sentía muy cómoda allí y la entendía, ella es una mujer que no le gustaba estar sin hacer algo, o sin su máquina de coser y en esa casa no hacíamos absolutamente nada. Todos la acompañamos al aeropuerto y trate de no llorar cuando la vi partir.

Me entraron ganas de regresar con ella, pero sabía lo que pasaría cuando aquel chico de ojos grises que estoy tratando de sacar de mi vida con todas mis fuerzas haría cuando se enterara que regrese. Me he propuesto sacar a Lucas de mi cabeza y de mi vida como sea. He salido a cenar con varios chicos que conocí en algunas tiendas o heladerías mientras paseaba con Dilan, pero no, nada. No siento ninguna conexión con ellos, mis labios no sienten ese cosquilleo de anticipación que siento con Lucas cuando lo besaba, mi estomago no se encoge al punto de querer vomitar. Nada, se que con ninguno funcionaria algo.

— ¡Hola! —Una carcajada brota de mi garganta. Es Dallan. Dilan y yo hablamos con él una vez por semana por video llamadas, ambos lo extrañamos mucho.

—Que saludo tan efusivo. —Digo, aun riendo.

—Es que los extraño mucho. He hecho unos amigos en el equipo de futbol, pero nada como ustedes. —Asegura orgulloso. Ambos reímos.

—Nunca encontraras un amigo como yo —asegura Dilan —. Pero no te preocupes, pronto regresaremos, escuche a papá decir que lograra abrir esta empresa en un año o poco más.

—Pues entonces que pase rápido porque sí que los extraño. Y mamá contrato una niñera que... uff —rueda los ojos —. Solo debo decir que ex alérgica a los perros, ya con eso se imaginaran. —Puse los ojos en blanco.

— ¿No me digas que Nallan...?

— ¡No! ¿Estás loca? Primera se va ella que mi perro.

Y como esa, hablamos muchas veces. Hubo una, donde colgué de golpe ya que su tío había llegado a su casa. Escuchar su voz removió todo dentro de mí, me desestabilizo de una manera que no sabía que podía hacer. Cerré la laptop con manos temblorosas y la respiración agitada. Debí inventarle una gran mentira a Dilan de el por qué había hecho eso.

Después de estar seis meses aquí, la señora Helen me dio la oportunidad de hacer un pos grado que podía cursar desde casa y solo ir a la Universidad dos veces por semana. Iba miércoles y sábados, mi jefa decidió darme esos dos días libre para que no me preocupara por nada mientras estuviese en clases.

Allí conocí a muchísimas personas maravillosas, ¿lo bueno? Casi todos mis compañeros hablaban perfectamente mi idioma. También conocí a Max Baker, un alemán de padre Estado Unidense. Al principio, sabía que lo descartaría como a los demás, pero con su insistencia, desgarbo y buen sentido del humor sin darme cuenta lo fui dejando acercarse.

(...)

Ocho meses tenía en Alemania cuando tuve mi primera cita con él. Me coloque unos vaqueros altos, una camiseta blanca, botas y por supuesto, el abrigo. No podía faltar con tanto frio. Lo espere frente a la mansión de los Carter con el permiso de mi jefa, por supuesto. Ella, más que una jefa se había convertido en una buena amiga. Le contaba todo sobre mí.

—Gracias a Dios, una chica que no se arregla tanto para una cita. —Dice Max, cuando se estaciona frente a la casa y baja de su auto. Llevo el abrigo en mis manos y un pequeño bandolero —. Voy a abrirte la puerta para lucir caballeroso. —Reí. Con el no había tensiones, siempre es así.

—Estoy muy impresionada por tu gran gesto. —Bromeo y subo.

Max tiene veinticinco años, es un moreno de ojos claros, alto y algo acuerpado. Le gusta practicar deportes y va al gimnasio de vez en cuando. Eso es lo que él me dice, quizá le dedica más tiempo a este último, solo que no le gusta aparentar. De verdad es un buen chico, quizá por eso estoy ahora mismo con él en una cita.

El no me oculta, al contrario, le encanta caminar por las calles a mi lado. No lidia con un pasado tan tormentoso, no tiene una vida tan ocupada. No se la pasa serio y obstinado. Max es lo mejor para mí en este momento y estoy segura de ello pero, ¿Por qué no saco a Lucas de mi cabeza? Ya tengo casi ocho meses lejos de él y sigue intacto en mí. Sigue presente en cada día que pasa.

— ¿No me digas que hay que obligarte a comer? —Dice, sacándome de si ensimismamiento. Pestañeo varias veces. Estamos en un restaurante de la ciudad.

—Para nada, al contrario, suelo comer demasiado. —Sonrió. El también lo hace y sus bonitos ojos se achinan.

—Entonces empieza. —Me alienta. Y lo hago, tomo el cubierto y me llevo a la boca un trozo de pollo con vegetales que he pedido. Esta magnifico. Cierro mis ojos saboreando, el vuelve a reír —. Me encantas, Nadia. —Abro los ojos y siento mi cara arder. ¿Acababa de decir eso o solo fue mi imaginación? Supe que no lo había imaginado por la forma en la que me veía. Dios, lo que menos quería era lastimar a alguien.


(...)


Cuando termine mi pos grado ya teníamos un año y dos meses en Alemania. Los Carter me acompañaron ese día, ellos se habían convertido en mi familia. No podía creer que me apoyaran de tal manera.

Las salidas con Max eran como amigos. Le conté todo lo que sentía por Lucas y lo que había pasado con él, gracias al cielo mi amigo lo entendió. Aunque no nos escapamos de que todos creyeran que éramos pareja.

— ¿Son amigos? Parecen novios, harían una pareja perfecta. —Decían todos. No podía ocultar la vergüenza, pero el parecía sentirse cómodo con eso.

Los meses siguientes se los dedique por completo a Dilan. Visitamos muchos parques increíbles en la ciudad, nunca dejamos de hablar con Dallan y veía todo el tiempo a Nallan. Nuestro perro pareció tener una pequeña depresión cuando me vine, me preocupe demasiado, pensé que moriría, hablar por video llamadas con el pareció calmarlo.

También hable mucho con la señora Alana. Ella me ha informado todo lo que ha estado pasando con Lucas... él ha estado yendo a unas terapias que, según ella, le han hecho muy bien. Tengo casi un año y tres meses sin verlo y de solo pensarlo y recordar sus labios sobre los míos mi cuerpo tiembla, mis ojos se cierran por inercia. El sigue afectándome de la misma forma que lo hacía hace más de un año. Nada ha cambiado, el me ha tenido y me tendrá en sus manos siempre.

Yo, por otro lado, tratando de dejar esa chica atrás he cortado mi cabello a la altura de mis hombros. Estuve a punto de pintarlo pero lo hice a un lado, esos tinten dañan demasiado el cabello y con lo descuidada que soy estoy segura que una esponja de alambre estará mas linda que este.

—Nadia, ven, tengo algo de qué hablarte. —Me pide la señora Carter. Dejo a Dilan terminando su tarea y tomo asiento a su lado —. Te tengo muy buenas noticias. —Alzo las cejas con una sonrisa, me encantan sus "buenas noticias"

— ¿Si? Pues... la escucho.

—Nadi, como sabes mi esposo vino aquí para abrir una sucursal acá, ¿y adivina? ¡Ya lo hizo! Ya podemos regresarnos a Canadá y podrás ver de nuevo a tu madre. —Abrí los ojos asombrada y en mis labios se formo una pequeña O.

— ¿En serio? —Ella asiente efusiva. Dios, volveremos...

—Sí, y bueno, el pos grado y los cursos que has hecho acá te ayudaran muchísimo en tu carrera allá, podrás trabajar como psicóloga.

—Por supuesto. —pensaba en que vería a mía madre después de tanto tiempo, pero también pensaba en Lucas. ¿Qué iba hacer con él? Bueno, de segura ya me habrá olvidado. De seguro ya ni pensara en mí. Si pudo superar su pasado seguro lo habrá hecho conmigo también. Eso es seguro, no voy a hacerme ilusiones. —. Debo despedirme de varias personas aquí... ¿Cuándo nos iremos?

—Bueno, creo que dentro de una semana ya estaremos listo. —Asentí. Yo también estaría lista dentro de una semana.

Los días siguientes nos enfocamos en alistar nuestras cosas, había comprado muchas cosas aquí. La pequeña maleta que había traído no fue suficiente, debí buscar una más grande. Compre varios regalos para las personas especiales que allá tengo.

Los chicos con los que realice el pos grado me organizaron una pequeña despedida. Nos habíamos vuelto bastante unidos. Se los agradecí con lágrimas en los ojos. Odiaba las despedidas, pero los había invitado a Canadá cuando quisieran.

La noche anterior al viaje Max me había invitado a cenar. Acepte, por supuesto. Me hizo pasar una noche increíble ya que me llevo a un parque de diversiones y nos subimos a varias atracciones increíbles, gritamos y reímos como niños. Cuando me llevo a casa esa noche, me beso... no pude evitarlo. Fue algo que no esperaba. Fue un beso suave y tímido, pero con una añoranza que me hizo sentir mal, pues sabía que yo no sentía lo mismo por él.

—Voy a echarte de menos, Rossi. —susurro antes de despedirnos. Quería que me tragara la tierra. El es tan tierno.

Al día siguiente abordamos el avión. Nunca me sentí tan nerviosa en mi vida, tanto tiempo fuera me había dado tiempo para aclararme, pero aquí estaba... iba de vuelta a mi realidad.

...

Niñas he subido una novela nueva, se llama FORTY&TWENTY, y mañana estaré subiendo otra. Pásense, me encantaría tener su apoyo en esas también.

Gracias por amar tanto esta novela, leo todos sus comentarios.

Síganme:Iamgarciav21-Vaneb21g    

Continue Reading

You'll Also Like

1.2M 104K 48
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...
15.6K 1.2K 15
Una historia de niños. Una excursión, una maestra preocupada, un juego de niños. Aquel mini travieso desaparece de la vista de Loana, luego los otros...
4.1K 545 34
Gemma fue la primera en contar su historia, ahora es el turno de Caden de relatar la suya. Aquella trágica noche, lo dejo a él lleno de dolor, irá y...
88.2K 6.8K 47
¿El amor puede ser correspondido? ¿Los momentos en el autobús pueden ser inolvidables? Johnny es un chico de diecisiete años, quien está a pun...