—¡N-No es lo que parece!—contestó el castaño nervioso por saber la reacción del contrario —¿No... es lo que parece?
—No es lo que parece— asegura el menor —¿Me estas diciendo que verte tirando mi regalo lo más lejos posible, no se significa que estés tirando mi regalo a otra parte del bosque?—pregunto, pero no recibió ninguna respuesta —Lo suponía— miró a su manada —Es hora de irnos—Freddy iba a empezar a caminar, pero una mano la detuvo —Tu te quedas aquí— el castaño iba a quejarse pero fue interrumpido —Cerca hay un pueblo podrás encontrar un refugio, Deuz te llevará—un lobo con pelaje marrón oscuro y ojos azules se hizo presente —Fred, e-espera y...— no pudo terminar su frase al ver que aquel lobo y su manada no estaba, el único que se encontraba allí era el adolescente y aquel lobo llamado "Deuz"—Yo lo siento—suspiró y siguió al aquel lobo quien solamente lo miraba.
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—¡Si tan sólo no hubiera tirado aquel corazón, no lo hubiera hecho enfadar!— de rabia pateo cualquier cosa que hubiera en el suelo, pero al ver que aquello no era una piedra se acercó al ver que era.
Definitivamente era aquel objeto que hacer un tiempo había tirado, pero ahora estaba cubierto de tierra y gusanos que salían de ella. Una idea salió de la mente del castaño.
—Oh dios mío, esto es asqueroso— sintió que aquellos gusanos estaban recorriendo todo su cuerpo al agarrar aquel objeto muerto, lo poco que había comido aquellos dos días ahora mismo iba a vomitarlo. El lobo que lo acompañará lo miro confundido, iba a ayudarlo pero el contrario negó con la cabeza —Deuz, llévame donde esta Fred— el de pelaje marrón oscuro acepto y guió al humano para volverse a encontrar de nuevo con aquel hombre-lobo.
Solamente no espero encontrarlo con su pierna atrapada en una trampa de osos, mientras el desesperado intentaba salir.