Bosque │ Frededdy.

06

— ¿Color favorito?—preguntaba Fred para buscar algún tema de conversación —Azul — contestó sin una pizca de emoción, le aburría las preguntas que le hacía el pelinegro solamente para no poner el ambiente más incómodo de lo que ya era.

—¿Cuándo llegaremos? Mis piernas están cansadas— se quejó mientras intentaba seguir caminando —Una hora o más — mintió, realmente ya estaban llegando pero quería divertirse al ver la reacción del castaño— ¿¡U-Una hora!? —grito, si seguía caminado el castaño iba a desmayarse— Si quieres podemos descansar en el lago de all-... — no pudo terminar la frase al ver que el castaño ya se encontraba sentado al lado del lago.

Fred ser sentó al lado del castaño mientras miraba las estrellas —¿Porque huiste de tu casa? — Freddy se sorprendió a escuchar aquella pregunta tan directa, un recuerdo fugaz apareció en la mente del castaño.

"¡Eres un inútil! ¿¡Como te haces llamar Fazbear si no puedes ni siquiera defenderte de unos niños!?"  gritaba mientras golpeaba con un cinturón la espalda de un pobre castaño de ojos azules, quien en vez de quejarse de dolor solamente ser mantenía en silencio.

—Y-Yo...

Golpes.

—P-Por culpa d-d-...

Mordidas y marcas en su cuerpo.

—Problemas familiares— sus ojos azules se llenaron de lágrimas y cuanto menos esperaba empezó a llorar al recordar aquel maltrato que sufrió en su antiguo hogar.

Fred al notar como su pequeño Corderito estaba llorando, lo abrazó. El castaño dejo de llorar y miró sorprendido al pelinegro —Tranquilo Corderito, ya pasó ahora estás conmigo y intentarle protegerte— contesto mientras le acariciaba lentamente su cabello castaño para tranquilizarlo.

—Será mejor seguir caminando ¿No crees?—Fred beso la frente del contrario quien se encontraba totalmente sonrojado y se levantó del suelo.

Freddy iba a levantarse, pero el pelinegro por "accidente" lo empujó haciendo que el castaño cayera en el lago.

—¡La puta loba que te parió Fred! ¡Esto está helado!— gritó mientras nadaba hacia la superficie, Fred no pudo evitar reír al escuchar aquel insulto de parte su "inocente" Corderito.