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Después de un gran recorrido y de dar unas cuantas vueltas para despistar a la policía, finalmente habían llegado a su casa.

Fred se encontraba intentando dibujar, mientras que el castaño decidía en abrir aquel sobre que le había dado Gold antes de que pasara aquel "accidente" con su padre, finalmente lo abrió encontrándose con bastante dinero.

Y entonces una idea surgió en su cabeza a ver al pelinegro aburrido —Fred— llamó la atención de su compañero —¿Te gustaría ir de compras?— preguntó, el pelinegro asistió aunque no supiera a qué se refería.

Después de un tiempo el castaño encontró un ideal centro comercial para así comprar ropa al pelinegro.

—¡Creo que está camisa negra te quedaría perfecta! Pruébala—  el castaño le extendió una camisa junto unos pantalones azules.

—¡F-Fred, te tienes que cambiar en los vestuarios no aquí!

Después de un largo tiempo finalmente habían comprado la ropa perfecta, Fred llevaba una camisa negra con un estampado de lobo pero con un abrigo color gris que le quedaba en su medida perfecta, sus pantalones eran azules algo apretados, sin olvidar que llevaba un gorro de lana color rojo para así tapar sus orejas.

Ahora sé encontraban en un supermercado, Fred estaba sentado en el carrito como un niño pequeño mientras que Freddy miraba algunos artículos —¡Fred, dejar de poner cualquier cosa que vez en el carrito!— le regaño el castaño mientras devolvía algunos alimentos traídos por el travieso lobo a su estantería.

Y entonces llegaron a sección donde solamente todo se trataba de carne y más carne, los ojos de Fred estaban brillando ¡Era como el paraíso!

El pelinegro salió del carrito y intentó abrir con su boca un empaquetado alimento, el castaño agarró un periódico y le pegó en la cabeza —¡Lobo malo, eso no sé abre!— le volvió a regañar.

La gente que pasaba por allí miraba extrañados a esos dos adolescentes.

Finalmente a la hora de pagar el carrito estaba lleno de carne por parte de Fred y una que otra verdura por parte de Freddy.

Al salir el pelinegro se emocionó al ver que un niño jugaba en su carrito yendo a toda velocidad mientras que su madre preocupada corría hacia él —¡Yo también quiero hacerlo!— el castaño no se negó y hizo caso a sus ordenes, lanzando el carrito que corría con rapidez hasta que chocó contra otro.

El otro carrito que había chocado era el mismo niño de antes, Fred le gruño haciendo que el pequeño se asustara y fuera corriendo donde su madre llorando.


"Fred podía comportarse como un niño pequeño, pero cuánto quiere puede sacar su carácter de lobo" pensó Freddy mientras miraba la escena riendo un poco.

Bosque │ Frededdy.Where stories live. Discover now