Hoy es el primer día de clases. Marinette está muy nerviosa porque va a ver a Adrien, ya que desde principios de verano que no hablan. Está dispuesta a confesarle sus sentimientos este curso, no quiere dejar pasar la oportunidad. Quiere acercarse a él y ser una buena amiga, estar a su lado en todo lo que necesite... y mas adelante empezar una relación de pareja junto a él, quien ella considera el amor de su vida.
Por otra parte, Adrien está feliz porque, a pesar de haber transcurrido un verano, no ha dejado de ver a su lady, pues siempre había villanos contra los que luchar. Aunque, finalmente quiere explicarle lo que siente por ella, con la esperanza de que sus sentimientos sean correspondidos.
Al llegar a la escuela, lo primero que hace Marinette es ir a saludar a Adrien.
- Ho-Hola Adrien! ¿Co-cómo ha ido el venaro, vorane, VERANO!?, eso, verano. - Se había propuesto no tartamudear tanto, aunque sin éxito. Al menos había conseguido decir una frase completa.
- Hola Marinette! - Se extrañó de la expresión de su amiga, aunque ya estaba acostumbrado. - Pues bien, el verano bien. ¿Y a ti?
- ¿A mi? Bien, sí, bien. Pero no tanto como a tí, seguro... - *¿¡Qué acabo de decir!?* pensó.
- Aah, ¿si? Genial. - Quedaron callados unos instantes, hasta que Adrien dijo - ¿Entramos? No querrás llegar tarde el primer día.
Marinette asintió con la cabeza, y los dos jóvenes se dispusieron a entrar al Instituto