CAPÍTULO 17
EL OBSERVATORIO
Se habían sentado en el suelo del observatorio, Draco había puesto su túnica en el piso para que ella no arruinara su vestido, su corazón estaba latiendo a todo lo que daba al tenerla solo para él en ese hermoso vestido en aquella perfecta noche sin que nadie los molestara, nunca había sido directo con ella, ni le había expresado sus sentimientos, sabía que tal vez ella ya se lo imaginaba, pero aquello no era suficiente, debía armarse de valor para hacerle ver que podían tener algo bueno.
- ¿Qué piensas hacer con tu situación? No me digas que piensas dejar las cosas así, me habías dicho que lo tuyo no era comprometerse a corta edad y mira ya estas ligada a la familia Nott.
- No lo sé Malfoy, ojala las cosas fueran tan simples, pero creo que el padre de Theo ha convencido por completo a mi tía, pienso que todavía falta mucho tiempo, pueden cambiar las cosas, pero no puedo por desgracia tener una conversación con mi tía, para ir a Norteamérica en este momento es un tanto difícil, incluso en las vacaciones de diciembre pienso quedarme en Hogwarts.
- ¿Por qué no te quedas en la mansión?
- Creo que tus padres no tomaran muy bien eso, estoy segura de que no aprueban que este viviendo con Weasley.
- Es verdad que se desconcertaron un poco, pero me lo supe arreglar, estarán encantados de recibirte.
El platinado vio como se movía un poco incomoda con la propuesta ¿a caso era demasiado? Tal vez si, al ser ella una chica con principios.
- Puedo decirle a Blaise y Daphne
- Lo que tú quieres hacer es que a Blaise le de un infarto, no soporta tener a Daphne cerca – rió
- Será divertido verlo ¿No crees? – le guiño el ojo mientras se sentaba justo frente a ella.
Xally se quedó sin aliento por el movimiento rápido del platinado, se había sentado frente a ella a tan solo unos centímetros de distancia, parpadeo un par de veces sin saber muy bien como debía reaccionar, lo que estaba segura es que no se podía alejar, aquellos ojos grises eran hipnóticos, estaban tan fijos en ella que se perdió sin problema en estos.
- ¿Ha sido en serio? Todo eso que dijiste – soltó la chica sin saber qué más podía decir al tenerlo tan cerca.
- ¿Hablas del compromiso con Pansy?
Xally asintió en silencio, sabía que no era una decisión enteramente de Malfoy pero que lo haya hecho enfrente de todos daba a entender muy bien que aquella ruptura iba en serio.
- Si, es verdad todo lo que dije, no podría casarme con ella, aunque admito que hemos sido amigos por largo tiempo no la veo de ese modo.
Las manos de Draco le picaban por el impulso de tomar las manos de la bruja las cuales descansaban en el regazo de su vestido, estaban unidas y se movían de vez en cuando, probablemente ella también estaba nerviosa.
- Creo que has sido bastante cruel, ahora todo Slytherin está enterado, los rumores llegaran hasta los oídos de los padres de Parkinson ¿No te causara problemas?
El asintió, mientras con disimulo acercaba su rostro un centímetro más a ella, quería unir por primera vez sus labios castos con los de ella, un ligero roce bastaría, era un deseo puro e inocente el cual aclamaba su corazón que no podía estar tranquilo al tenerla ahí para él.
Xally leyó inmediatamente sus intenciones, y una punzada en el pecho hizo que se hiciera instintivamente hacia atrás, si dejaba pasar aquello estaría en grandes problemas, y ni siquiera estaba segura de los sentimientos que tenía por el rubio, ¿Cómo iba a disculparse? ¿O que podía decirle?
- Malfoy... yo... - dijo vacilante
El rubio bajo el rostro instintivamente el primer movimiento había fallado, pues al parecer ella se había incomodado de sobremanera.
- ¿Te sientes incomoda?
Ella negó, de hecho se sentía tremendamente bien, ¿Qué estaba pasando? Estaba muy segura de sus sentimientos por Harry, cada vez que tenia al azabache cerca se le erizaba la piel y un sentimiento cálido la inundaba, entonces aquello que empezaba a sentir por Malfoy ¿Qué carajo era? Notó el brillo de aquellos ojos grises y entonces supo que los suyos también debían estar brillando, sintió un contacto frio en su mano, bajo el rostro para ver la pálida mano del rubio sobre la suya y entonces todo se paralizó, él se había acercado más y entonces supo que no podía ni quería detener aquello.
Draco la miraba fijamente hasta que las miradas de ambos quedaron prendadas una de la otra, ella no había retirado su mano así que la tomo con suavidad, no tenía idea de que debía hacer, nunca había besado a una chica, no tuvo más remedio que dejar que sus instintos lo guiaran, acerco su rostro mientras el aliento de ella chocaba con sus labios, la miro entreabrir sus labios, apenas una abertura diminuta, él hizo lo mismo, cerro sus ojos cuando noto que la bruja cerro los suyos. Se impulsó un poco hacía adelante...
- ¡Vaya que son osados!
Ambos magos saltaron de golpe con el corazón afuera del pecho, sus ojos se abrieron como platos al ver a Theo ahí parado con los brazos cruzados, tenía el ceño totalmente fruncido.
- Que descaro el de ustedes dos, venir aquí a solas y los encuentro de este modo justo en la celebración de nuestro compromiso – se dirigió a Xally - ¿creen que soy tan estúpido para no darme cuenta del momento en el que salieron de la sala común?
- Theo... - empezó la bruja
El castaño alzó la mano para que ella no continuara, ahora tenía que hacer una escena de celos para sacarla de ese embrollo en el que ella sola se había metido.
- Creo que al menos debes respetarme
- ¿De qué carajo hablas Theo? – se paró el rubio – Tu más que nadie rechazas los compromisos que nuestras familias hacen, decías que era una tontería. ¿Y ahora de momento te lo tomas serio?
- Que no lo apruebe no quiere decir que me lo tome a la ligera si estoy en esa situación y me sorprende Draco, teníamos un trato y parece que te adelantas a las cosas.
La bruja alzó las cejas sin comprender lo último que había dicho Theo, se puso de pie, no tenía intenciones de reprocharle nada a su amigo pues sabía que aquello lo tenía totalmente merecido.
- ¿De qué trato hablan? – exigió saber
Draco guardo silencio maldiciendo por lo bajo, mientras su cabeza estaba empezando a formular que decirle.
- Draco y yo acordamos respetar tu decisión sin presionarte e íbamos a dejarte tu espacio – dijo rápidamente – además si no me equivoco Xally tú estás enamorada de Potter – dijo con crueldad - ¿No es así? – presionó
La bruja sabía que Theo quería que dijera aquello enfrente de Malfoy para borrar el error que había cometido.
- Eso es verdad – dijo firme – Lo lamento Malfoy, no sé qué es lo que me paso, nosotros solo somos amigos, tú tienes a Parkinson y debes respetar eso, y aunque Theo y yo no nos tomemos muy enserio nuestro compromiso, creo que tiene razón nos debemos respeto, al menos el consentimiento del otro ya que si alguien nos hubiera visto hubiera sido humillante para Theo, pues para los demás sería un engaño el que le estaría haciendo. Y eso es de mal gusto.
- Eso lo puedo entender – dijo ya disgustado - ¿Es verdad lo de Potter?
Ella guardo silencio mientras sus miradas batallaban por no dejarse derrotar, simplemente asintió.
Las manos de Draco se contrajeron en un puño bastante apretado, los nudillos empezaban a tomar un color blanco por la fuerza que estaba empleando.
- ¡¿Y que fue todo esto?! – exigió saber señalando la túnica en el suelo - ¿Qué hay de lo del campo de Quidditch?
- Yo, no lo sé, creo que nada de eso debió pasar – miró a Theo quien asintió
Aquel gesto no le paso desapercibido al rubio.
- No sé qué demonios se traen ustedes, desde el momento en que empezó nuestra amistad siento que me ocultan algo, murmuran entre sí, se mandan lechuzas y por su fuera poco sus familias tienen contacto, jamás me has dejado saber tu dirección – se quejó – o algo respecto a tu familia, es como si quisieras apartarme de tu vida.
Ella bajó el rostro, ya era suficiente de embrollos, no iba permitir que Theo se siguiera metiendo en eso por culpa suya.
- Ya es suficiente- dijo la chica de golpe – Te diré la verdad Malfoy
Theo pelo los ojos e inmediatamente se puso junto ella agarrándola del brazo, por ningún motivo iba a permitir que ella hiciera algo así de estúpido después de tres años de ocultarlo y ahora sería la cereza del pastel con el compromiso falso para que nadie sospechara.
La bruja estaba decidida a hacerlo, después de todo no le apenaba su origen, muy por el contrario estaba orgullosa de sus padres, y ocultarlo se le hacía una falta de respeto hacia ellos, era como si le avergonzara ser su hija.
- Hay algo que debes de saber acerca de mi y...
- Y es que es mitad Veela, por parte de su madre claro – se apresuró a mentir – Sus padres tampoco estudiaron en Hogwarts por eso nadie ha escuchado hablar de ellos, acudieron al instituto de magia de Italia.
Xally frunció tanto el ceño que sus cejas se unieron ¿Qué tontería acababa de inventar su amigo? Una mentira mas y no es que se considerara fea pero tampoco creía que fuera una belleza para que alguien se tragara que era mitad Veela, ahora estaba el tema de sus padres ni si quiera sabía cómo carajo se llamaba el colegio de magia en Italia o si realmente existía alguno, supuso que si ya que Theo no decía las cosas al azar.
- Algunas familias toman a mal estas uniones – continuó Theo – ya sabes por el tema de su transformación cuando están de mal humor o las bolas de fuego que lanzan sin poder controlarlo – el chico estaba empezando a decir cosas innecesarias – Y que sus padres no hayan estudiado en Hogwarts puede ser motivo de molestia para algunos en Slytherin y bien lo sabes.
La bruja rodo los ojos mientras se llevaba la mano a la frente, aquello era el colmo, se estaba llenando de mentiras que ya apenas podía recordar, sus padres ni si quiera hablaban Italiano.
- ¿Qué carajo estás diciendo Theo? – dijo Draco ya exasperado
- Lo que oyes, ella es una Veela
- Mitad – corrigió ella con ironía
Draco cerró y abrió la boca, con que aquello era lo que ocultaban, no sabía lo que opinaban sus padres respecto a esas criaturas que se consideraban semi humanas, era un tema un poco delicado y estaba el tema de sus padres que no habían puesto un pie en Hogwarts.
- Lo que me decepciona es que no me hayas tenido la confianza – reprochó – Pensé que éramos amigos – dijo fríamente – Pero veo que Theo está al tanto de todo, supongo que no lo elegiste al azar – dijo con veneno – Que disfruten su compromiso – apretó los labios
Draco suspiró aquello estaba siendo demasiado para él, pasó por enfrente de ambos chicos y salió del observatorio maldiciendo, bajo las escaleras mientras intentaba pensar, si de por si el tema de los Weasley era delicado para sus padres, ahora el hecho de que Martine no fuera totalmente bruja y se considerara más bien una especie de criatura mágica complicaba más las cosas para él y sus intenciones, ya que no sabía si considerarla como una sangre pura, pues no sabía si la unión de una criatura mágica con un mago se consideraba una unión pura de linaje, aunque empezaba a dudarlo.
- Theo ahora si te has pasado – dijo ella sin poder cerrar la boca - ¿Una Veela? ¿En serio? ¿De donde voy a sacarme las plumas y las bolas de fuego?
- Da gracias a Merlín que no dije mitad Trol, que pensándolo bien sería lo más adecuando viendo la situación en la que nos metiste ¿en verdad le ibas a decir que eres hija de Muggles?
- Si – dijo tajante – y así hubiera sido mejor, ahora hay tantas mentiras que recordar que ni yo misma sé quien soy ahora. No me avergüenzo de mi origen Theo
- Y no digo que lo hagas, simplemente estoy ahorrándote un infierno en Slytherin.
- Ni siquiera tengo pinta de Veela – negó – No tengo ojos azules ni cabellos dorados, no sé cuánto tiempo se tragara eso Malfoy.
- La mayoría de las Veelas son así – admitió – Pero hay algunas que comparten tus rasgos
Ella suspiró rendida, no había vuelta atrás, solo esperaba que el platinado no fuera a decir nada sobre su origen inventado.
- Ahora tenemos que hablar acerca de tus acciones y sentimientos
Extendió la mano para ayudarla a sentarse de nuevo sobre la túnica que había dejado el rubio en el suelo, ella no se resistió pues aquella charla tal vez la ayudaría a poner en orden todo lo que sentía, observo como el castaño se sentaba a su lado mientras recargaba sus brazos en las rodillas invitándola a hablar primero...
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- Parkinson despierta de una buena vez – rogaba el pelirrojo
La tenía acostada en uno de los sillones polvorientos de aquel semi cuarto abandonado, saco su varita sin ninguna culpa.
- – apunto al rostro de la Bulldog
Pansy despertó horrorizada sentándose de golpe, unos brazos la sostenían, sintió los chorros de agua escurrir por su rostro, mientras trataba de soltarse de los brazos del pelirrojo.
- Eres un completo idiota – dijo secándose con el vuelo de su vestido
- Espera – Le quito de las manos el vestido – Ten
La bruja miro atenta como el pelirrojo se estaba deshaciendo del suéter naranja que llevaba y se lo extendía, se quedó en una camisa blanca bastante usada, ella vacilo sin saber cómo reaccionar ante el gesto amable del león.
- Descuida, ya tenía intención de lavarlo, no importa si lo ensucias con pintura
El pelirrojo se refería al maquillaje que llevaba encima, Pansy alzó las celas mientras tomaba el suéter que le ofrecía la comadreja después de todo mejor un suéter viejo que arruinar su precioso vestido.
- ¿No has encontrado una manera más sutil de despertarme?
- Pensé que estabas muerta, te moví cientos de veces y empecé a preocuparme. No se me ocurrió nada mejor
- Si eso no lo dudo, para tu pequeña cabeza fue demasiado
Ron rodó los ojos iba a empezar el nuevo raund si no salía de ahí pronto, ya se veía relativamente más tranquila y lista para atacarlo, debía estar ya más animada.
- Parece que ya estas mejor, creo que me iré
La bruja vio como el pelirrojo se paraba del sillón y empezaba a avanzar a la puerta contraria a la que supuso habían entrado. Pero no quería quedarse sola, ni tenía ganas de volver a su sala común en donde la habían humillado en el peor de los aspectos.
- Draco rompió el compromiso – dijo de la nada
El pelirrojo detuvo el paso y se volvió hacia ella, ella lo miraba como si esperara una frase de consolación por parte suya, se sintió un poco incomodo, como bien decía Hermione, él era un cabeza dura y era la persona con menos tacto que existía.
- Supongo que fue lo mejor
- ¿Disculpa? – dijo indignada
- Digo así tendrás más opciones y personas las cuales conocer, no creo que sea algo totalmente malo, si nunca te has dado la oportunidad de sentir algo por alguien que no sea Draco Malfoy ¿Cómo sabes entonces que él es lo que realmente quieres? – hizo una cara de asco al pronunciar el nombre del rubio – Aunque pienso que tienes pésimos gustos.
Pansy alzó las cejas evidentemente sorprendida, pues tenía razón nunca había tenido ojos para nadie que no fuera Draco, para ella su vida ya estaba definida, y al perder aquella seguridad se había puesto el mundo de cabeza, pero ahora que escuchaba las palabras del león aquello de las "opciones" no se escuchaba tan aterrador.
- ¿Y qué me dices de Granger? – quiso saber de repente
- Ella es mi amiga – se acercó unos pasos – realmente esas cosas no me interesan Parkinson y tu deberías hacer lo mismo – se encogió de hombros – No sé tal vez Malfoy se desconcierte al ver tu indiferencia y se interese. A nadie le gusta una chica rogona
Tras esto Pansy se puso de pie de inmediato mientras su cara volvía a ser roja, ¿le estaba diciendo a ella rogona?
- ¡Yo no ruego!
- ¿En verdad? No me lo parece, he visto un par de veces en las que lloras y casi te rodillas frente a él.
Pansy guardo silencio, hasta ahora no se había dado cuenta de que había perdido parte de su dignidad frente a Draco Malfoy y más de una vez.
- Eres bonita – soltó de la nada – No necesitas rogarle a nadie
Aquello dejó a la chica sin aliento, bueno evidentemente sabía que era bonita pero al escucharlo de la comadreja y de manera tan natural y despreocupada la había dejado sin habla, no era como las veces que Blaise se lo decía, cerró y abrió la boca sin saber que decir lo cual era anormal en ella, pues siempre tenía algo que decir.
- Ni pienses por un segundo que tienes alguna oportunidad conmigo apestosa comadreja, si eso es lo que intentas ni lo pienses
El pelirrojo rio y negó divertido.
- A eso me refiero – le guiñó el ojo – adopta un poco más esa postura con Malfoy, piénsalo un poco
Dicho esto dio media vuelta y salió del salón sin importarle si ella tenía algo que decir, aquello ya había sido suficiente, y después se preguntó por qué rayos sentía la necesidad de ayudar a una chica tan mimada e irritante.
Pansy se quedó mirando directamente a la puerta por la que el pelirrojo había desaparecido, ¿Qué carajo había sido todo eso?...