La Venganza

By Maticarp15

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La muerte va a hacer que descubran la verdad, aunque a veces sea lo que más duela... Y la sed de venganza va... More

Dolor...
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Entrenamiento.
Nota de autor-leer
Peligros
Mision Parte I
Nuevos amigos
Feliz Navidad
No estamos listos
Conflictos
Heridas
Secretos
Los muertos
Sufrimiento.

Guerra I

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By Maticarp15

Reyna POV

-retirada, todos a Nueva Roma-grite mientras mataba a un esclavo-Kyle has sonar el cuerno.
Kyle tomó el cuerno y lo hizo sonar por todo el valle. Las filas romanas se cerraron y empezaron a retroceder en bloque, algunos grupos estaban rezagados pero hicieron la formación de tortuga y comenzaron a retroceder. Nos superaban en número y estos días de pleno combate nos estaban agotando, nunca imaginamos un ataque tan masivo, los fortines que nos habían dado mucho tiempo ahora solo habían servido unos días. El único que no había caído era en donde estaba Frank y los griegos, los cuales no habían cedido, pero estaban rodeados y sin posibilidad de recibir provisiones.
Kyle era el único al cual Frank le había encomendado la tarea de volver para dar las noticias y prepararnos mejor.
Los gritos de dolor de ambos bandos predominaban en el aire, el choque de espadas, escudos, hachas y lanzas generaban un bullicio atronador. La lluvia hacia más pesado caminar sobre lodo, lo que antes era tierra firme, los vientos ondeaban la bandera de ambos bandos. Gracias a los dioses no se había perdido ningún águila, pero si muchos semidioses que habían caído en batalla.
Kyle se acercó a mí y dijo:
-Reyna los refuerzos cuando llegaran?
-se supone que deberían estar aquí, no sé dónde están-dije-debemos mover a las tropas dentro de Nueva Roma, los edificios nos ayudaran a hacer un embudo y sera mas fácil contenerlos.

Los semidioses empezaron a ingresar por la entrada, los heridos iban primeros, las cohortes una y dos se habían quedado defendiendo mas adelante hasta que entraran la mayoría de los semidioses.

-Reyna los arqueros están en posición, hay que dar la orden de retirada-dijo Dakota, estaba con los ojos hinchados y tenia moretones en varias partes de la cara, se notaba que estaba agotado como todos los demás.
En ese momento un carnyx sonó a lo lejos y las tropas del rey esclavo se retiraron, en su totalidad. Todos se dirigían a la fortaleza de Frank, se encontraba a unos kilómetros de Nueva Roma, lo cual significaba que los soldados que volvieran iban a llegar muy cansados después de la batalla.
-ordena que todos entren, y dile a Quiron que terminen de armar las trampas-dije mirando a Kyle-tenemos un par de horas más.
-y que haremos con Frank y Clarisse?-preguntó Dakota
-hay que rezar a los dioses de que los protejan, van a afrontar una noche muy dura.

Frank POV

El asedio que estábamos sufriendo, nunca lo viví, ni siquiera el asedio que hicimos romanos a griegos se comparaba a la magnitud de este, la lluvia nos impedía una clara visibilidad, la falta de provisiones nos había obligado a comenzar a reducir las porciones para cada uno, y hazme caso que cuando eres un semidiós y consumes tanta energía, quieres llegar y comer un elefante. Llevábamos días así, las primeras horas del ataque había sido igual a cualquier otro, pero cuando sonó el carnyx el ejército se separó, uno partió hacia Nueva Roma y el otro nos sitió, rodearon todas las rutas posibles de suministros y de posibles refuerzos. Antes de lograr cerrar el círculo Kyle logró escapar y dar la alerta en Nueva Roma, solo esperaba que Reyna y los demás siguiéran luchando.
La alerta de la fortaleza se disparo nuevamente, lo cual significaba otro ataque, me transforme en águila y fui a posarme en la muralla principal. Miles de antorchas se aproximaban desde Nueva Roma y otras miles se aproximaban desde el bosque, la lluvia no daba tregua y a las tropas enemigas se les dificultaba un avance rápido hacia la fortaleza. Aunque eran ampliamente superiores, apenas empezó la guerra, está fortaleza tenía cerca de 300 soldados, ahora con las bajas ese número había reducido drásticamente, teníamos cerca de 200 semidioses.

-Frank estará bien Nueva Roma?-preguntó Barry, hijo Venus-o por qué vienen antorchas de esa dirección?
-seguramente si Barry, no se escuchan felices los esclavos, vendrían celebrando o hubiesen hecho algo para burlarse-respondí, debía tener el control de mis hombres y enfocar su mente en la batalla que se aproximaba.
El carnyx volvió a asomar y los enemigos comenzaron a gritar, golpear sus escudos y arrojar cosas hacia la fortaleza sin mucho éxito.
Un hombre salió entre el ejército seguido de tres más, según mis conocimiento y lo que había podido averiguar eran Espartaco, el líder, Gannicus y Castus, capitanes de los Celtas y por último se encontraba Crixus, jefe de los galos.
-hoy venceremos el yugo romano y nos bañaremos en su sangre y la de sus aliados-gritó Crixus a toda voz.
El ejército coreo el nombre de Crixus, y la cara de Espartaco se contrajo en una mueca de desagrado, esa cara se repitió en Gannicus y Castus. Algo encajo en mi mente, los esclavos no tenían líder definido, por lo tanto los jefes se peleaban entre ellos por el poder, una ventaja a la hora de atacar que había que aprovechar.
-por última vez, le damos la posibilidad de rendirse y ser nuestros esclavos-gritó Espartaco-o sufrirán mil veces nuestra venganza.
La voz de Clarisse corto el aire.
-ven a buscar tu venganza hijo de perra-después de esto surgieron una bocanada de insultos contra los esclavos y sus hábitos que hicieron poner a más de uno colorado.

-ellos decidieron-dijo Espartaco-al ataque.
Los hombres de Espartaco empezaron a avanzar en formación y la orden de disparar tanto las catapultas, los escorpiones y las flechas sin parar fue dada. Las flechas alcanzaron todas a la primera línea y las ánforas con aceite hirviendo explotaban en el campo prendiendo fuego a los esclavos, los gritos comenzaron a inundar el aire  y los nervios de los romanos se pusieron de punta.
-seguid disparando-grite a toda voz- flanco izquierdo aniquile las escaleras, el derecho apunte al ariete y el centro descargue sus flechas en el ejército enemigo.
La carne desgarrada y los cadaveres comenzaron a apilarse. Seguía sin entender esta estrategia de atacar todos juntos, pero bueno nos daban mayor cantidad de oportunidades de matarlos fácilmente. En ese preciso momento llegó uno de los arietes y comenzó a golpear la puerta, la cual comenzó a astillarse con facilidad, por lo menos había unos treinta hombres que no estaban a tiro de arco.
-Clarisse quédate dentro de la muralla, y sigue dando órdenes...
-que vas a hacer?-preguntó ella
Salte de la muralla hacia la puerta y me transforme en un león. Caí arriba del ariete desarmándolo por completo y en el proceso aplastando algunos esclavos, era raro llamarlos así en pleno siglo XXI, pero es más fácil de distinguirlos. Comencé a dar zarpazos y comerme a algunos de los cuales gritaban de miedo, supuse que elegir un león había sido buena opción porque la mayoría había muerto en el circo romano. En pocos minutos mate a los de la puerta y volví a hacerme humano.
-así que te transformas en animales-dijo Espartaco saliendo debajo de los escombros del ariete-he matado muchos leones.
Sin decir más me atacó, la verdad era muy habilidoso con la espada, es más me estaba superando en mayor parte por la velocidad de sus golpes y su muy buena defensa. Golpeó mi mentón con su puño haciendo volar mi casco y un poco de sangre salió de mi boca.
-qué pasa romano? No eres diferente al resto que mate-sin darse cuenta, Gannicus, Castus y Crixus habían visto nuestra pelea y se dirigían para acá, pero antes de llegar una explosión se escuchó a nuestra derecha. Había llegado uno de los zarpadores explosivos de los esclavos y había abierto la puerta o por lo menos una parte, yo me di vuelta y me transforme en un águila gigante y entre en la muralla. Espartaco grito y todo el ejército comenzó a dirigirse hacia la puerta.
-Clarisse ahora-grite una vez que pase la puerta, los hombres de Espartaco entraron corriendo sin levantar sus cabezas, varias ánforas de aceite cayeron sobre sus cabezas y entre medio de esas tropas bañado en aceite se encontraba Castus, que miro horrorizado como una lluvia de flechas incendiarias caía sobre su cabeza. Y carbonizaba todo a su paso, Leo nos había dejado preparado un regalo para los esclavos una vez que entraran.
Los hombres siguieron avanzando hasta caer en una trinchera con pinchos que habíamos preparado, los gritos inundaban la fortaleza, recibimos una lluvia de flechas y piedras que alcanzó a varios de los nuestros. Una piedra había golpeado mi brazo dejando un dolor intenso.
-prepárense hoy venceremos-les grite a mis hombres-sin misericordia.
Los dos ejércitos chocaron, nuestros arqueros hacia una lluvia de flechas sobre los enemigos, pero ya comenzaban a tener problemas con las escaleras. Clarisse se encontraba arriba junto con Barry, conteniendo y manteniéndo la posición , mientras que yo y James(hijo de Ares) controlábamos la situación abajo. La realidad es que todo era un caos, nuestras tropas ya desarmadas de su formación natural se defendían cómo podían, yo repartía mandobles y lanzaba flechas en todas direcciones.
En eso veo que Gannicus ataca a James y comienzan una dura pelea por sobrevivir, a mí me ataca Crixus y comienza arrollarme con sus golpes, yo me defendía cómo podía y el aprovechó su ataque para hacerme un corte en el pecho y otro en la mejilla.
-es mío Crixus-grita Espartaco desde atrás y me da un rodillazo en mi espalda.
Crixus lo mira y decide lanzarme un mandoble final a mi garganta pero a medio camino la espada se detiene con un ruido metálico, Espartaco había detenido el golpe y con un movimiento decapito a Crixus que no esperaba ese golpe.
Espartaco me agarro por el cuello y me dijo:
-mira a tus hombres, están por morir
Mientras tanto James estaba golpeando a Gannicus cómo podía desde el piso, este último se encontraba con un corte en la cara y una flecha en el brazo, que se defendía a duras penas.
Arriba de la muralla solo quedaban Clarisse y Barry, un esclavo golpeó a Clarisse y cuando la fue a rematar Barry atravesó su garganta. Pero descuidó su flanco y un cuchillo terminó en sus costillas, Clarisse trató de levantarse solo para ser pateada y arrojada fuera de la cornisa, cayó como una bolsa de papa al piso y quedó inmóvil. Mi vida comenzó a pasar por delante a medida que Espartaco apretó mi cuello cortando el oxígeno.
-otro romano más a mi cuenta.....

Holaaaaa, tanto tiempo, he estado ausente por problemas familiares y que deje la facultad y me aboqué a conseguir un trabajo y ver si empezaba una nueva carrera, por eso mi ausencia, sinceramente extrañaba escribir. Voy a intentar de estar más activo. Pipercy drama está suspendida por el momento porque tengo que revisar la versión en inglés y sus más recientes cambios. Veo que tengo muchos lectores que siguen ambas historias. Rindo el jueves y es muy probable que para la semana que viene tenga otro capítulo. Así que los dioses los acompañen y espero que les guste este capítulo tanto como a mí. Disfruté mucho escribirlo....

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