Para mi buena suerte la barra apareció primero me siento y digo una cuerda de groserías con los dientes apretados y la cabeza gacha, cuando logro sacar algo de la tención de mi sistema pido un brandy sin hielo, el hombre me mira asombrado pero no tengo ganas de ser amable o cordial con nadie, quiero golpear algo o a alguien lo que estuviera frente a mi primero. Deslizo el trago de brandy por mi garganta de un golpe y siento como quema. pero no es suficiente pido otro y hago lo mismo, me siento mejor. Aunque mi pulso sigue muy elevado
Me pongo de pie y veo a Andrea y a Ann hablando y me acerco a ellas. — Chicas ¿han visto a Adam?
Ellas sonríen cómplices ¿Qué está pasando?, se miran y luego me miran a mi— si dijo que te esperaba en la habitación del final del pasillo.
Y aquí viene otra sorpresa de Adam, aunque he descubierto que me gustan mucho estas sorpresas, quizás sean las únicas sorpresas que me gusten—y nunca se lo diría su ego ya esta demasiado inflado—. Les sonrió y me dirijo hasta las escaleras, subo lo más rápido que puedo. Cuando llego a mi pasillo escucho la voz de dos personas discutiendo y en lo unico que puedo pensar en un una escena de CSI, las voces se vuelven a escuchar y entre ellas las de Adam y que está hablando con una mujer pero no reconozco la voz, sé que no tengo que escuchar, pero igualmente lo hago.
—Espero que te hayas divertido— dijo la mujer.
—Esto fue todo menos divertido Elena— murmura Adam con tono cansado —he tenido que aguantar todo tipo de mierda de esa chica.
¿Quién es Elena?
¿De qué chica hablan?
La mujer ríe — una apuesta es una apuesta Adam, no la hice para que disfrutaras la hice para que vieras lo que yo sufrí cuando me hiciste tener sexo con Stuart.
¿De qué mierda están hablando?
¿Quién es Elena?
¿Qué apuesta?
¿Maldición Adam que idiotez hiciste?
—Al menos tú tuviste sexo y un orgasmo— gruño él en voz profunda, reconocía esa voz, la usaba cuando está enfadado ¿Qué mierda está pasando? Mi corazón late con tanta fuerza que hace que me duela el esternón — yo he estado con una chica por más de cuatro meses sin nada de sexo divertido, tienes una idea de lo aburrido que sea vuelto verla todo el tiempo.
Oh por dios no, mi corazón se agrieta y me cubro la boca con las manos para que no me escuchen, quiero moverme apartarme hacer algo pero no puedo, es como si mis pies se hubieran clavado en el suelo o mi cuerpo se hubiera vuelto demasiado pesado para moverlo.
Esto no es lo que parece.
Pero necesita escuchar que esto era una broma, que pronto me besaría y me diría que me espera para salir a dar una vuelta o para mostrarme su nuevo auto o bote que compro en secreto de su familia.
Necesito que por favor, por favor, por favor esto no sea verdad.
Que sea una broma.
Lo necesito. Tanto.
— vamos cariño te he dados momentos de descanso, y sabes que el sexo ha sido muy bueno— mi alma se fractura.
En millones de partes y siento como las lagrimas pican en mis ojos.
— ¿Y me vez quejándome?
— No, pero a partir de hoy te puedes deshacer de esa molestia roja. Tú y yo sabemos que no es lo que quieres. Y lo que quieres empieza por Di y termina por nero.
Soltó una carcajada haciendo que las lagrimas se desbordaran por mis mejillas y apreté mis manos en mi boca para no soltar ningún sonido. El dolor me desgarro lentamente.
— Me gusta el dinero, me gusta el poder que da el dinero sabes que tengo todo lo que quiero, Y por la chica no te preocupes fue mi juguete nuevo, solo el medio para un fin y ya tengo lo que quería así que para mañana mas tardar estará fuera de mi vida.
— Dijiste que la amabas— le reprocho la mujer.
— Dije muchas cosas Elena— su voz era relajada y como si estuviera contando algo que paso en un antiguo programa de televisión— yo no la amo, y nunca lo hare— dijo como si no estuviera rompiendo las piezas de mi corazón que aun estaban sin grietas— todo fue una mentira que salió bien. Yo tengo todas tus acciones y me iré en un par de meses. Todos felices.
—Eres muy inteligente Adam, pero se como la miras ¿hay algo que quieras compartir con la clase?
—es que acaso no hablas ingles Elena— su voz tomo una capa de dureza— nunca la ame —de mi garganta salió un sollozo que contuve con mi mano, mi cuerpo comenzó a temblar y pegue mas las manos a mi boca, necesitaba escuchar todo. —todo con la chica fue una mentira, un juego, un engaño.
Todo fue mentira, ya no podía dejar de llorar, fui una estúpida, fui un juego, una apuesta, nada fue real, fue como si hubieran rasgado mi corazón por la mitad. Ya no pude escuchar nada mas la sangre corría por mis oídos, mi cabeza palpitaba, estaba dolida, furiosa y si antes quería destrozar todo ahora podría matar a la misma muerte.
Como pude me seque las lágrimas y respire.
Respira profundo, cálmate y sonríe.
Adam estaba con su espalda medio girada hacia a mí. Las manos de la tal Elena estaban en su espalda y su cabello, sosteniéndolo contra ella aplastando sus bocas con fuerza, se aplastaban en un duro y asqueroso beso, o así era como se veían los besos apasionados desde el exterior.
Ver eso tenía que ser algo grande, pero no sentí nada, verlo no me dio ninguna emoción. Solo me hizo minúscula y me cerró como una caja fuerte. Solo fue algo inevitable, todas las piezas encajaban a la perfección, había sido una idiota al no ver esto, pensando en que si podría estar con Adam.
Un jadeo escapo de mi garganta y se dieron vuelta estaba allí, de pie, frente a mí, su cara tan blanca como un papel.
—Jen— dijo con los ojos opacos y sin brillo. Los ojos que una vez había amado, y que encendía mi vida, los ojos que pensé que me amaban, estaban completamente vacios, sin brillo.
Mi corazón tuvo que darse por vencido. La sangre no fluía mis manos y mis pies estaban helados, sacudí mi cabeza y di un paso atrás, Adam me tendió una mano y la mire asqueada.
Mi corazón estaba congelado todo paso en cámara lenta y rápida a la vez. Mientras el asco retorcía mis entrañas.
—Jennifer, nena no lo hagas— dijo el dando un paso hacia a mí.
—Adam— la tal Elena lo miro con satisfacción y me dio una sonrisa ganadora. No tenia palabras, por más que intentara no podía decir nada. Acaricio su brazo como si en cualquier momento fuera a clavar sus uñas en él, cosa que podía hacer.
Se acerco más y como pude retrocedí varios mas, tropezando con los tacones y el vestido. Me miro como si fuera una extraña y en realidad lo era, porque yo solo era un juego, una apuesta. No era nada para él.
—Nena, esto... esto no es nada— dijo tratando de alcanzarme. Apreté los brazos en mi pecho con fuerza, tratando de protegerme de cualquier daño, pero era muy tarde.
Era jodidamente tarde.
—Jen esto no tiene nada que ver con nosotros— quería hablar insultarlo, decirle algo, mandarlo a la mierda pero, mi boca y mi cuerpo no respondían. Estaba completamente paralizada.
Adam maldijo hasta por los codos — Ven nena, nos vamos de aquí.
No quería escucharlo, no quería hablar con él, No quería respirar el mismo aire que respiraba él no quería nada que tuviera que ver con Adam. Pero al mismos tiempo mi cerebro no digería bien lo que estaba pasando, y esperaba me dijera que era una broma y que era el día de los inocentes o alguna cosa por el estilo, que Elena era una actriz y que todo era parte de un show. Quería que Adam me besara y me abrazara como había hecho minutos antes mientras bailábamos Frank Sinatra, que el calor que sentía cuando estábamos cerca comenzara. Quería verlo sonreír y reír conmigo, que su respiración cayera en mi cuello y me erizara todo el cuerpo, quería encontrar su mirada sobre mi cuando estaba en cocina o cerca de él, ver programas de televisión y criticar a los actores, quería mas cenas de domingo con él. Más comentarios sarcásticos y narcisistas. Quería que el Adam que yo conocí por tantos meses volviera. Pero lo que más quería era que me amara como yo lo ame a él.
Sacudí mi cabeza levemente y di otro paso atrás pero me sostuvo en sus brazos y no sentí nada. — Jen ¿Qué demonios estás haciendo?— trato de atraer mi mirada pero me negué— Nena mírame— rogo pero no podía verlo, sería como mirar a un extraño, el Adam que yo conocía no estaba ahí, porque el Adam que yo conocía no existía, todo era falso, mentira tras mentira.
— ¿Qué has hecho tú Adam? ¿Por qué lo hiciste?
Niega con la cabeza —Nena, lo siento, lo siento muchísimo, esto fue mucho antes de conocerte y lo lamento, perdóname Jen, perdóname por favor.
— Confié en ti— dije apartándome de él con toda mi fuerza y empujándolo lejos de mí, no quería que me tocara ni ahora ni nunca, lo quería lo mas lejos de mi que permitiera el planeta — y en engañaste—comienza a negar con la cabeza y lo interrumpo— ¡me usaste!— grito— ¡maldición, fui un juguete! Nada fue real—jadeo la ultima parte y una lagrima se desliza por mi mejilla. Mi corazón se había fracturado en millones de partes.
—nena, no lo entiendes.
— ¡Pues explícamelo Daniel's!—grite— explícamelo— implore esta vez. Sus penetrantes ojos verdes en mí haciendo que todo se sintiera más real. No dijo nada, solo estaba ahí, solo se quedo mirándome fijamente. Destrozándome más con cada segundo.
Me había enamorado de esos ojos verdes, de las mentiras que salían de esos labios que me ponían de rodillas, mentíras. — No puedes, porque es lo que malditamente parece.
No pude contener más las lágrimas y se deslizaron por mis mejillas, me gire y limpie mis lágrimas y baje las escaleras, quería irme a casa, quería apartarme de Adam, bajo las escaleras y antes que alguien me vea corro hacia la puerta: una mano se enrolla en mi codo y me gira, lo veo, con ojos brillantes y desesperado.
—Nena no te vayas, tenemos que hablar— su voz es apenas un jadeo.
Me suelto de su agarre con fuerza— ¿de qué quieres que hablemos? ¿De lo idiota que fui? ¿De cómo planeaste todo? ¿De cómo fui un medio para un fin? ¿De eso quieres que hablemos?
Se queda en silencio y solo me mira, me mira con esos ojos intensamente verdes, con esos ojos que me robaron el aliento más de una vez, que me volvieron papilla, miles de recuerdos se aglomeraron en mi cabeza. Abrumándome. Intenta acercarse y me aparto, no quiero que me toque, no lo soportaría— No quiero quedarme.
Camino hacia la puerta conteniendo las lágrimas, veo a Jones y se acerca a uno de los autos y abre la puerta — ¡Jen por favor no te vayas!
— ¡NO!— grito— ¡ESTO SE ACABO ADAM!— sigo gritando— se acabo, no soy un juguete. Y es una verdadera lástima haber desperdiciado todo este tiempo con alguien como tú.
No decimos nada mas solo nos miramos fijamente. —Adiós Adam— Se veía completamente destruido, agonizando de dolor, se ve como me sentía. Aparto mi mirada, no quería volver a verlo.
Me subo en el auto y cierro la puerta, Jones sube y evito todo contacto visual con él. La humillación pasa sobre mí, fui engañada y usada. Y lo peor de todo es que seguía enamorada. Mientras nos alejamos de la casa veo todo lo que he hecho, mi pecho sube y baja rápidamente, lo abandone. Al único hombre que he amado con cada latido de mi corazón, solo me uso como un juego.
Jadeo y las lágrimas salen, caen como ríos inoportunos por mis mejillas y las seco pero no paran, cierro los ojos e inclino la cabeza en el respaldo y dejo que las lágrimas fluyan, Jones me extiende un pañuelo y seco mis lágrimas al paso que van saliendo. el dolor en mi pecho se sentía cada vez peor, como si quemara, pero no solo lloraba por haber sido usada, lloraba porque seguía sin entender como no me di cuenta, como había sido tan estúpida.