capitulo 41 una cerveza

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De: Jennifer Stone

Fecha: 31 de septiembre de 2017 03:21

Para: Adam Daniel's

Asunto: ¿chiste?

¿Te fuiste a Londres? ¿Sin decirme? ¿En qué demonios pensabas? Te busque para resolver el incidente del viernes en la noche y me encuentro que te fuiste a Londres, Adam hablamos toda la noche y nunca me dijiste. Sabes que nunca te hubiera detenido. Ahora que te jodan, me canse Daniel's.

Después de pensar entre enviarle ese o mandarlo a volar por toda Rusia le envié ese, no porque no quisiera mandarlo de paseo, en realidad lo deseaba con todo el corazón, pero necesitaba respuestas.

Puse la casa patas arriba limpiándola, no podía dormir, o pensar en otra cosa como fuera ¿Por qué?, llámeme loca pero estaba cabreada a un nivel superior del que nunca había estado en mi vida así que decido hacer limpieza general, limpio en lugares donde no limpie en años. Yo en otra vida tuve que ser de esas mujeres que limpia porque cuando me cabreo a este nivel limpio de lujo, la cocina quedo tan limpia que parecía que era nueva junto con todos los electrodomésticos.

Cuando son las doce de la noche termino de limpiar la casa, esta toda bella y reluce en todas partes. No estoy nada cansada pero mi cabreo no baja así que hago lo que hago cuando estoy cabreada a una nueva escala.

Cocino, cocino todo tipo de postres, saco el recetario y todo lo que tengo en la alacena, preparo de todo. Desde lo más simple hasta un extraño dulce japonés que encontré en la última página del recetario.

La cocina parecia una repostería por todo lo que hay, miro el reloj y noto que son las seis de la mañana tengo que alistarme para ir a la universidad. Subo a mi habitación y me doy una larga ducha hasta que tengo los dedos arrugados.

Salgo de la casa lista para mi primera clase del día y lleno el auto de dulces, si yo no podía estar feliz por lo menos haría engordar a mis amigos, alguna ventaja tengo que sacar de este cabreo.

Todos estaban en el estacionamiento como se los pedí, les hice señas que abrieran la puerta de atrás y todos saltaron de emoción. Disfruten ahora porque me descargare mas tarde.

— ¡Espera!— dijo Carlo— estas molesta, tu no cocinas estas galletas porque si. Discutiste con Adam.

Le fruncí el seño y lo fulmine con la mirada. — Vete a la mierda— Cerré la puerta y bloquee el auto, todos golpearon a Carlo e insistieron para que les diera las llaves pero me negué, ya no quería estaba cabreada. Más cabreada. 

A la mitad del día tenía dos llamadas de May, tres de Di, tres de Ann y veintidós de Adam. No mi importo contestar ninguna, y estaba reconsiderando seriamente lo de querer respuestas, si el quería estar en Londres que estuviera en Londres yo no lo detendría. Es más que fuera feliz y se consiguiera una londinense que lo aguantara porque yo ya no doy para más.

— ¿No vas a contestar?— pregunto Andre a la hora del almuerzo.

Levante la vista de la manzana que estaba a punto de comer— ¿tengo cara de que quiero contestar?

Estaba en el punto en que entendería si me dejaban de hablar estaba siendo tan borde que yo misma no me soportaba, quería limpiar y tenía un asqueroso armario que no limpiaba desde hace años y estaba segura que necesitaba una limpieza.

Ann llego a la mesa con su sonrisa resplandeciente y vestido de verano floreado con unos lindos tacones— Hola Jen— me aparte un poco para que se sentara a mi lado— veo que sigues molesta— error no estoy molesta estoy cabreada, son dos estados de ánimo muy diferentes— quieres que salgamos luego de clase.

ADAM el defecto mas perfecto... En Edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora