capitulo 46 Eres mi defecto más perfecto.

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—Adam apresúrate vamos a llegar tarde— grite mientras me deslizaba una camiseta.

Sabía que no era una buena idea pero como siempre, me deje convencer por Adam, busque en su armario unos zapatos pero solo encontré tacones, ahora sabia en donde estaban mis zapatos favoritos. 

Pero qué demonios.

¿Qué solo tengo tacones aquí? 

Busque más pero no había un par de zapatos bajos. Así que me puse unas botas de combate con tacón. Adam estaba ajustando sus botas y gruñí esto era una broma.

¡Joder!

Esta era una broma de mal gusto.

Adam estaba vestido igual que yo. La única diferencia era que sus botas no tenían tacón y las mías sí.

—No sé si es una bonita coincidencia o robaste mi estilo— dijo mirando mi atuendo, no era justo a él quedaba mejor, parecía un modelo, ni un modelo se hubiera visto tan bien con jeans oscuros camiseta blanca y botas de combate.

—Me voy a cambiar— me gire y entre en su vestidor.

Me tomo de la cintura y me saco del vestidor —Adam bájame enserio no me voy a vestir igual que tu— gruñí pero no hizo efecto me saco de la habitación y cerró la puerta — mierda vamos a parecer dos idiotas vestidos igual.

Estábamos frente a las escaleras.

—Puedo caminar— dije mientras él me acomodaba en su brazo. —Adam, jodidamente no soy una muñeca bájame.

—No y no estamos iguales— dijo a mitad de las escalera y sujete a él para no caerme — yo me veo mejor que tu y es lindo que intentes imitar mi estilo.

Me zafe cuando llegamos a los últimos escalones y camine hasta el ascensor — es tu culpa que lleguemos tarde— dije mientras presionaba el botón para bajar.

— ¿Mi culpa?— se toco el pecho dramatizando. —Yo no te obligue a que hicieras la última ronda y luego me retaras por la revancha.

Lo mire y lo estreche con la mirada, tenía esa sonrisa de suficiencia que quería arrancarle de una patada — eres un idiota.

Me guiño un ojo — lo sé y gracias nena.

Rodé los ojos, las puertas del ascensor se abrieron rápidamente antes de que lo pateara donde le dolería, sali y me dirigí al estacionamiento pero no se qué auto iba a tomar así que lo deje que se adelantara.

Abrió la cajuela del jaguar y me subí en el asiento del acompañante cerrando la puerta con más fuerza de la que debería, me deslice el cinturón de seguridad y me cruce de brazos.

Odiaba perder lo detestaba y lo peor no era que había perdido una vez sino que había perdido dos veces contra Adam, no era divertido. Entro en el auto y mire por la ventana me negaba a verlo a la cara hasta que llegáramos a casa de May.

—Nena— dijo sabía que estaba sonriendo no necesitaba mirarlo para saber que estaba sonriendo, el muy idiota sonreía cada vez que me molestaba — ¿estás molesta?

—No— .

Pero que pregunta más ridícula, claro que estaba molesta, perdí, dos veces, no iba a hacer una escena pero era ridículo, y si, era una pésima perdedora por lo tanto me negaba a aceptar que había perdido, era preferible pensar que el había hecho trampa. Eso afectaba menos a mi ego.

ADAM el defecto mas perfecto... En Edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora