El ascensor abre sus puertas indicando que ya he llegado a mi destino.
Salgo del trasto -aunque un trasto bastate moderno- y me dirijo a mi cuarto.
Entro a mi habitación donde, como siempre, cojo mi ropa interior seguido de tomar la primera camiseta y el primer pantalón que veo en mi armario. Me da pereza pensar en mi apariencia ahora.
<<Y siempre>>
Esta vez no te falta razón.
<<Ni nunca>>
Y... ¡ya volviste!
Ingreso en mi cuarto de baño y lo primero que hago es poner una de las cientos de canciones de mi playlist.
Una vez que Swish Swish de Katy Perry está sonando, me desvisto rápidamente y me meto en la ducha dejando que el agua templada caiga sobre mi cuerpo relajándome.
***
Giro la manilla que da paso al agua y salgo de la ducha envuelta en mi suave toalla.
Me seco todo el cuerpo y me coloco la ropa que he escogido prácticamente al azar. Ésta consiste en unos vaqueros cortos y claros con una camiseta rosa palo que deja mi ombligo al aire y tiene escrito "I am not a morning person" lo que es irónico puesto a que mi cara lo demuestra tan bien que solo le faltaba llevar un cartelito, y, mira por donde, aquí lo tengo.
Ya vestida, lavo mis dientes y peino mi cabello para que parezca pelo en vez de hierba seca.
<<Eso te pasa por no peinarte por las noches>>
¡Si aunque me lo cepille antes de dormir cuando me levanto parece un nido de pájaros!
<<Cierto. Entonces no puedes hacer nada, tu pelo te odia, Emily>>
Y yo te odio a ti, Cupida.
<<Que mentirosa eres, sabes que me amas>>
Ya quisieras.
<<¿A qué no te ayudo más en tu miserable vida?>>
¿Ayudar, o llevarme la contraria en todo?
<<Es lo mismo. Tú no tienes razón por lo que debo llevarte la contraria siempre. Si pensaras cosas más lógicas concordaría contigo>>
Me ofendes, Cupida, me ofendes.
<<Ñie, estás acostumbrada. Ahora sal de una vez del baño y vete con los demás, que pareces una loca aquí dentro sin hacer nada>>
¡Ya voy, es que me estabas distrayendo!
<<¡Si te distraes tú sola!>>
Ayyy, ¡déjame!
<<¡Que salgas ya!>>
¡VOY!
Después de esa estresante y estúpida conversación con mi conciencia salgo del baño y de mi habitación para ir a desayunar algo.
***
Llego a la cocina y siento que me acabo de enamorar.
¿¡Qué es eso!? ¿Lo ha traído mi ángel de la guarda?
¡Frente a mis ojos se encuentra un hermoso y dulce desayuno!
Corro hasta la mesa que hay delante y sonrío ante esa delicia.
Sobre la mesa había una pila de tortitas chocolateadas con nata entre casa piso y 3 fresas con chocolate en la punta. También había una taza del mismo -chocolate- que parecía demasiado apetitosa.
Cogí el tenedor, partí un trocito de la tortita y lo lleve a mi boca entrando al paraíso.
Seguidamente, bebí un poco del choco y terminé de enamorarme.
Definitivamente debería casarme con un chocolate.
<<Es lo más lógico que has dicho en tus casi 17 años de vida>>
¿Gracias?
<<De nada, cielo>>
Iba a contestarle a mi conciencia cuando veo entrar a todos los chicos junto a las chicas.
Yo los ignoro y sigo deborando a mi amor verdadero.
-¡Ey, eso lo he cocinado para mí!- reclama Edward. Yo sonrío burlona.
-En ese caso, felicidades Edw... Espera, espera, ¿¡has dicho que TÚ lo has cocinado!?- pregunto incrédula remarcando el tú.
-Claro.- responde obvio haciendo que yo frunza el ceño.
-Imposible, ¿es que sabes cocinar?- asiente confundido. -No entiendo, ¿tú no tienes criadas o mayordomos?
-¿Es que acaso has visto a alguno en esta casa?- pregunta irónico.
-Pues no pero, pensaba que tendría una planta para ellos solos como en mi casa.
-Por supuesto que no. En esta casa si algo quieres algo debes hacer, mis padres siempre han dicho que hay que ser autosuficientes, por eso nunca ha habido servicio aquí.- yo abro los ojos como platos.
-¿Eso significa qué debo aprender a cocinar?- pregunto temerosa.
Os parecerá raro, pero yo le tengo miedo a cocinar. Una vez lo intenté cuando tenía 7 años y me hice una quemadura de tercer grado por eso tengo esta fobia tan extraña.
-Si.- volvió a contestar obvio y mi cara rápidamente cambió a una que expresaba pánico.
-Uy que cara, ¿qué pasa, Emily? Te aseguro que cocinar no es tan difícil.- aseguro Sophie. Pero yo seguía en shock por recordar aquella vez. -¿Austin qué le pasa?- le pregunta a mi hermano asustada.
-Emily le tiene fobia a cocinar porque se hizo una quemadura de tercer grado a los 7 años al intentarlo.- explica él. Luego se dirige a mí. - ¿Estás bien, Em?- pregunta poniendo una mano en mi hombro. Yo asiento lentamente borrando la horrorosa imagen de aquella quemadura que se había proyectado en mi cerebro.
-Si, si, no os preocupéis, es que recordar aquella quemadura no es demasiado bonito.- explico sonriendo por más que me cueste.
Me olvido de sus presencias y vuelvo a deborar mi desayuno.
-Emily, que ese desayuno es mío.- vuelve a repetir Edward.
-Pues te jodes y haces otro.- contesto con la boca llena haciendo reír a todos.
-Ya que estás haznos uno a todos.- pide Elli ya cambiada de ropa.
-¡Si, claro! Yo ya no preparo más desayunos de ese tipo, ¡si vosotros ya tenéis vuestros desayunos hechos en el jardín!- exclama el rubio haciendo que suelte una sonara carcajada recibiendo una mala mirada por su parte. -¿Te comes mis tortitas, te bebes mi chocolate y te ríes de mí?- pregunta con los ojos entrecerrados. Yo asiento inocentemente y al ver su cara exploto en carcajadas.
Mi risa es tan contagiosa que consigo hacer que el rubio Johnson se una haciendo que los demás nos miren como si estuviéramos locos.
<<Menudo deja vú>>
Ni que lo digas.
-Que bipolares. Sois peores que James y Ellie.- habla Dylan. Nosotros no le damos importancia debido a que seguimos riendo, pero hay ciertos castaños que si le dan importancia.
-Yo no soy bipolar.- reclamaron ellos fulminándolo con la mirada.
-Claro que no, y yo tengo novia, venga ya.- ironiza el moreno.
-Vete a la mierda.- de nuevo los castaños lo fulminan y hablan a la vez lo que ocasiona que el rubio y yo aumentemos nuestras carcajadas.
-¿Seguro que ese desayuno no tenía alcohol?- pregunta serio Austin y yo le saco mi dedo del medio calmando poco a poco mi risa.
Una vez que me he calmado decido hablar.
-¿No desayunaréis?
-Claro, vamos al jardín, hace muy buen día.- sugiere Sophie y yo asiento cogiendo la bandeja del desayuno lista para salir fuera.
***
-Mira allí está.
Todos seguimos a Sophie hasta una bonita mesa de jardín muy acogedora con comida encima.
Pero la mesa no estaba sola...
-¡Aaaaaa!- gritamos todos por la sorpresa de encontrarnos en una de las sillas a un perro delante de uno de los desayunos.
-¿¡Cuándo ha venido aquí tu perro, Elizabeth!?- pregunta/exclama James sobresaltado.
Ellie le da un golpe en toda la nuca al castaño.
-¡Que no me llames Elizabeth, zopenco!- reclama ella. -Y Candy está aquí desde que vine, lo que pasa es que Lilly insistió y se la deje para que la cuidara.- explica.
-¿Le has puesto Candy a un perro?- pregunta incrédulo Austin.
-Si, y es una perrita.- contesta entrecerrando los ojos. -Candy, ven pequeña.- la llama haciendo que su mascota acuda corriendo a sus brazos. -¿A qué has extrañado a mami? ¿Verdad que si? ¡Ehhhhh!- le habla ridículamente mientras que su perra le da lametones.
Yo siempre he querido un perro, así que no puedo evitar sentir envidia al ver a Ellie sentada con el pequeño animal sobre sus piernas, son muy adorables.
-Hola hermanitos reales y postizos.- saluda Lilly saliendo de detrás de un matorral. Todos soltamos un grito ahogado por el susto.
-Lilly, ¿por qué siempre nos asustas de estas maneras? Que ya estoy viejo para estas cosas, me va a dar un infarto un día de estos.- habla Dylan poniendo una mano en su corazón fingiendo estar muy asustado. La rubita ríe.
Así que no solo nos asusta a nosotros, sino a todo el mundo. Pequeña traviesa, lo hace aposta.
-Lo siento abuelito, sabes que no es mi intención.- contesta ella fingiendo tristeza mientras camina hacia Dylan.
Todos reímos hacia el apodo que la niña le ha puesto al moreno.
-Anda rubita, ven a abrazar al yayo.- pide él abriendo sus brazos. Lilly sonríe y va a abrazar al mejor amigo de su hermano.
-Me ofendes hermanita, ¿vas a abrazar antes a ese orangután que a tu hermana mayor? Al cora, directo al cora.- dramatiza la melliza Johnson poniendo una mano en su pecho. Mini Johnson ríe y va a abrazar a su hermana también.
-¿Y yo qué?- pregunta el mayor con fingida indignación.
-Ay yo ya no me muevo más, si tantos abrazos queréis de mí venid vosotros.- reclama cansada Lilly.
Y en tan solo unos segundos todos estamos rodeando a la pequeña.
-Me... estrujáis.- informa ella con voz afixiada haciéndonos reír. Aflojamos el abrazo y ella tose dando una profunda respiración. -Mucho mejor.- volvemos a reír y nos quedamos así un ratito más.
***
Ahora mismo todos estamos desayunando en la mesa del jardín y hablando de estupideces.
-Y así es como el Capitán Garfio acabó sirviendo de cena a Piolin.- termina su ridícula teoría James.
Todos ponemos una mueca de horror y justo cuando Edward iba a decir algo mi móvil suena escandalosamente en mi bolsillo haciendo que lo coja de inmediato. Hago un gesto para que hagan silencio y coloco el móvil enfrente de mi cara.
-¡Holaa rubia loca!- saludan al unísono animadamente esas chicas a las cuales adoro.
-¡Hola pelirroja agresiva y dulce castaña!- saludo de igual manera. Todos me miran confundidos menos Austin y Edward que ya saben de quienes se tratan.
-Oye Em, hemos pensado que debido a la falta de tiempo lo mejor es que hablemos mínimo una vez al día porque tres son demasiadas y nunca lo cumplimos.- comunica Riley con cierto disgusto en la voz.
-Sin duda chicas es la idea más sabia que habéis tenido nunca.- asiento divertida.
-¡Oye rubia que tú tampoco eres una genia!- reclama Nicky sonriendo haciéndome soltar una carcajada.
-Ey, se hace lo que se puede.- ellas ríen y les doy un rápido vistazo a todos. Dirigen su mirada a mí y se nota que contienen la risa, más les vale contenerla porque quiero tranquilidad para hablar con mis amigas.
-¿Y qué tal estáis por allí? ¿Qué haces?- pregunta Riley curiosa.
-Estamos bien, rezando por lo que vaya a pasar mañana en el instituto. Y ahora mismo estaba desayunando.- enfoco la cámara a mi delicioso desayuno medio comido.
-Que pintaaa, ¿de dónde lo has pillado?- esta vez es Nicky la que curiosea.
-Se lo he robado a cierto rubio.- sonrío divertida dándole una rápida mirada a Edward que me fulmina.
-¿El rubio que el otro día estaba contigo, en el parque, a solas?- la de cabello de fuego mueve sus cejas de arriba a abajo pícara. Todos dirigen su mirada a dicho rubio y a mí haciendo que mis nervios se disparen.
-¡NICOLE!- exclamo avergonzada. Ella ríe.
-Lo siento, lo siento, Margaret.- se disculpa divertida. Todos explotan en carcajadas ante mi segundo nombre y yo maldigo interiormente. -¿Otra vez, Emily? ¿¡Con quién estás!?- suspiro ante sus palabras y le doy al símbolo para cambiar a la cámara externa mostrando a la panda de locos que comparten mesa conmigo.
Todos calman su risa y miran a la pantalla.
-Holaaa.- saludan poniendo rostros angelicales.
-Hola...- contestan mis mejores amigas. Yo vuelvo a apretar el signo haciendo que vuelva a enfocarme a mí.
-¿Ya nos has buscado remplazo?- pregunta indignada Riley.
-¡Ni de lejos! Ellos solo son- apoyo mi móvil en un vaso dejándolo de frente a los chicos. Yo me levanto para presentarlos. - como ya sabéis aquí está mi mellizo; Y al lado los hermanos Johnson: Edward, que ya lo conocéis, más sus hermanas Sophie y Lilly; James y Ellie, mejores amigos de Sophie, y por último el mejor amigo de Edward...- miro la silla vacía y luego a mi alrededor pero no hay rastro de Clifford. -que no sé donde se habrá metido pero que hace un minuto estaba aquí.
-Es decir, nuestro remplazo solo que mucho más grande.- insiste Nicky.
-¡Que no! ¡Que solo son los Johnson, sus mejores amigos y mi hermano!- explico resumidamente.
-Tus nuevos mejores amigos, alías, nuestro remplazo.- asiente Riley.
-Chicas, a vosotras nunca os podría remplazar ni con 84 millones de personas. Somos mejores amigas desde los tres años, he compartido MUCHOS momentos con vosotras que nunca se van a volver a repetir en mi vida, es imposible que os reemplace. Además, ¿vosotras veis aquí a una pelirroja y a otra castaña de ojos color avellana y café?- ellas se quedan en silencio. -¿A que no? Pues entonces no tenéis nada que temer.- me sonríen.
-¿Si encontraras a alguien con esos ragos si nos remplazarías?- pregunta Riley con un puchero.
-Ni en un millón de años.- todas sonreímos amistosamente y sé que viene ahora.
-Os quierooo.- sentenciamos todas a la vez y reímos.
-Awwwww que tiernas.- habla Lilly enternecida haciendo que todos soltemos otra risita.
Y...
Un sexy saludo 🔝 para mis sexys lectoras 😏
Bueno, bueno, pues ¡aquí estoy otra vez!
Como no quiero hacer más larga de lo necesario mi N/A...
It's time of questions, bitches! 😎
¿Os ha gustado el nuevo capi?
¿Qué pensáis de la fobia de Emily? ¿Conocéis a alguien que la tenga?
Yo conozco a alguien que le pasaba algo así solo que no quería cocinar por algo más estúpido y, para que engañarnos, la pereza también era un obstáculo 😂😂😂
¿Quién creíais que estaba en la mesa?
Seguro que no pensasteis en esa perrita adorable 💕
¿Os ha gustado la videollamada con Nicky y Riley?
Personalmente yo las amo todas 😍
¿Dónde estaba Dylan? 😶
Solo yo lo sé MUAJAJAJAJAJAJA 😈
Momento más tierno 🔚🔚🔚
Momento más gracioso 🔜🔜🔜
Momento favorito 🔚🔚🔚
Lo que queréis leer 🔜🔜🔜
#LillyPequeñaTraviesa😈💟
#CandyNombreDePerrita😂
#UnEdwardDeCocinero😍
Mejor paro con los # porque sí no voy a poner un millón 😂😂
Gracias por leer, votar y comentar, me dais la vida 😘
Nos leemos en una semana mis amores, os mando muchos besitos de unicornio a todos 😚
Byeee corazones 💖