Lali.
Tres días estuve en el hospital. Me querían dejar mas tiempo pero no soportaba mas así que me dieron de alta, no sin antes prometer que guardaría reposo y curaría las heridas en mi espalda.
Con lo que le pedí a Peter, Bueno hizo los trámites y se sepultaron, también le pedí que se le diera toda la ayuda a la madre de Fernando ya que ella está muy enferma. Fernando era la única familia que tenía esa pobre mujer, al igual que nosotros lo éramos de Simón, por eso decidí que se hicieran todo ese trámite, por esos recuerdo hice lo que hice y voy a recordarlo como aquel niño tierno y dulce que me cuidaba, yo sé que fue su padre que le dio tanto odio hacia nosotros pero él tomó el camino malo. Lastimosamente no pude hacer nada para que se evitara. Ahora solo espero que descanse en paz.
La puerta se abre y Peter entra con su cara seria. Está molesto porque le pedí que se quedara en otra habitación, además está furioso porque quiero ir a visitar la tumba de Simón.
— No tienes que ir. - entre cierro mis ojos y doy un suspiro cansado.
— Lo sé, pero lo tengo que hacer. Peter debes entenderlo y no seguir diciendo que hago mal de ir.
— No Lali, no lo comprendo. Ya hiciste mucho. ¿Por qué ir a visitar su tumba?
— Era mi familia Peter. Debo hacerlo por el recuerdo que tengo de él.
— Recuerdos que se empañó en el momento que te quiso matar y te dejó la espalda la tienes. También ir a la tumba de Fernando. No lo entiendo ya haces mucho en ayudar a su madre.
— Basta Peter. Como dije quiero ir a visitar sus tumbas. Gracias a Fernando estoy viva y lo que hago por esa señora es poco por lo que merece. Peter no quiero discutir, solo quiero ir y punto.
El asiente resignado. Camino hacia él y le doy un Pequeño beso y salimos de mi habitación. Peter me ayuda a ir ya que todavía me siento débil. Bajamos la escalera. Veo a mi madre y Antonio esperándonos, todavía me siento culpable por haber desconfiado se él. Antonio es un gran hombre y supo perdóname y ya está ocupando su posición en el trabajo. Sonrió para decirles que nos podemos ir. Todos salimos afuera y nos subimos al carro que nos llevaran al panteón.
— Hija como tu pediste hice que Luna detuviera todo los arreglos para la coronación. — volteo a ver a mi madre y asiento. — ¿Estas segura que no quieres seguir?
— Sí madre. No estoy en condiciones para seguir en este momento con todo relacionado a eso. Quiero esperar un tiempo y después seguir nuevamente, pero en este momento quiero descansar.
— Pero hija.
— La princesa tiene razón no es el momento.
— Gracias Antonio, siento que tú eres el único que me apoya.
Nadie volvió hablar en todo el camino. Cuando llegamos al panteón bajamos y caminamos hacia la tumba de Simón. Recuerdo los buenos momentos con Simón y los malos, no puedo evitar que mis lágrimas empiecen a salir. A pesar de lo que hizo me cuesta odiarlo. Pongo la flores y rezo para que él pueda descansar en paz.
Después de un rato vamos a la tumba de Fernando y veo que está llena de flores. Él solo siguió presente y no lo odio porque al final por él estoy viva. Dejo las flores que traje para él volvimos al auto y nos regresamos al castillo.
«Ahora a respirar paz y hacer que mi padre este orgulloso de mí»
........
— Amor....
— ¿Qué Mery? — gime de dolor.
— Te toca tu pastilla para el dolor.
— Odio esto. Odio estas así. — Dijo apretando los dientes por el dolor.
— Pero estas vivo. Es lo que importa. — Lo mira con lágrimas. — debimos haber ido al hospital, te hubieran curados cómo se debe, estás.....
— ¡Soy un monstruo! Mírame estoy en esta cama hecho un monstruo. — Le grita. — no iba a ir a un maldito hospital para que me vieran como estoy....
— No digas eso.... — Se acerca y intenta tocarlo, pero se detiene. — Simón lo importante es que estás vivo.
— ¿Vivo? En estás malditas condiciones.... muriendo de dolor y sintiendo como me duele todo el cuerpo a causa de las malditas quemaduras... ¿a eso le dices estar vivo? Te aseguro que si me quito estas vendas, te daré asco y miedo.
— No digas eso... te amo y nunca me darás asco.
—No soporto este maldito dolor, eso estúpido doctor que me trajiste no sirve para nada... me cuesta respirar todo mi cuerpo esta con quemaduras y no soporto el dolor.
— Él hizo lo que pudo.... Te salvó y curó tus quemaduras, hay que agradecer que estás vivo.
— ¡No importa! Cuando esté curado juro que voy a vengarme de todos. En mi supuesto entierro nadie fue.... Ni mis supuestos amigos y conocidos.... ¡todo son unos malditos traidores! — le pega al colchón bruscamente y gime por el dolor. — ¡Mierda!
— Simón cálmate, estás delicado con enojarte no vas a ganar nada. Lo que tienes que hacer es cuidarte...
— Saben lo único bueno que salió de todo esto, es que creen que estoy muerto. No saben que enterraron otro cuerpo. Por lo menos conozco esa casa como la palma de mi mano y se cada salida que hay y logré salir aunque sea herido logré salir.
— Cuando llegaste aquí y verte como estaba me dolió mucho..... todas tus quemaduras.... Pensé que ibas a morir, pero cuando te cures todo va estar bien.
— Nada se va comparar cuando las heridas cicatricen. Cuando eso pase estaré horrible, Pero que ahora estén tranquilos todos porque piensan que se libraron de mí. Fue muy bueno que ese sirviente haya venido a mi rescate por unas de las puerta y me haya ayudado a salir.
— Pero lo mataste. — Lo mira con reproche.
— Era necesario. — Sonríe con malicia. — Solo le pegué para desmayarlo y ni sintió cuando el fuego lo consumió, murió junto al traidor de Fernando. Ojalá ese mal nacido se pudra en el infierno por traidor. Ahora a esperar curarme y pensar bien en mi próximo ataque.
— Por lo que escuché en el castillo. La princesa detuvo lo de su coronación.
— Eso es por ahora, pero sé que después seguirá y quiero que estés pendiente para saber qué fecha le ponen a esa maldita coronación.
— Simón olvida la venganza y vámonos de este país. Ahora todo piensan que estas muerto podemos desaparecer y vivir tranquilos....
— ¡Nunca! Juré a mi padre que me convertiría en rey, pero si yo no lo soy nadie lo será, voy a acabar con esa maldita línea real y nadie será rey ¡nadie! Ahora dame esa maldita pastilla que no sirve para nada, tal vez pueda dormir.
Mery no dice nada y le da pastilla. Se aleja y mirra por la ventana y con unas lágrimas cayendo y lo voltea a verlo con dolor.
— ¿Por qué no dejas esa maldita venganza Simón. ¿No ves que vas a perder todo? — Le dice desesperada.
— Ya perdí todo, solo me queda vengarme de Lali y todos lo que causaron que esté así. Ya decidí y no voy a cambiar de opinión. Si me amas los vas a entender.
— porque te amo no entiendo...
No ves, podemos ser felices, si dejas esa venganza, podemos hacer una nueva vida lejos de aquí.... Forma una familia.
Lo mira con ojos suplicante pero él solo niega. Ella sale corriendo del cuarto sin para de llorar ya que sabía que no iba a lograr convencerlo ya que él estaba lleno de odio.
— No me importa ser feliz. Lo que quiero es acabar con todos y aunque Mery me quiera hacer cambiar de opinión, no lo va hacer. Dejaré que todos se calme y el día que sea la coronación todos van a sufrir.
Peter.
Los días están pasando y Lali sigue sin volver a reanudar los arreglo para su coronación ella evita que se hable del tema, Lo mas tristeza que da es que Lali ya no me hace caso cuando intento hablar con ella, me ignora cada vez que puede, lo peor es que seguimos durmiendo en habitaciones separada. Va de aquí para Allá y se está comportando conmigo de una manera fría, cada vez que esta con un gobernador o otras personas importante me trata sólo como guardaespaldas y entiendo que lo haga porque al fin y al cabo lo soy. ¿Pero por qué lo hace también cuando estamos solos? Que le hice para que ella se comporte así conmigo. Lo estoy intentando pero mi paciencia está llegando al límite y ya no se que más hacer.
— ¿Peter estás escuchando? — Antonio me saca de mis pensamientos.
— No. Lo siento ¿qué decías?
— Lali me acaba de informar que viajará Dubái mañana y me pidió que yo la acompañara.
— ¿A ti? ¿Por qué te lo pidió a ti y no a mí? Yo soy su guardaespaldas y creo que todavía soy su novio.
— No lo sé Peter, ella solo me informó y me pidió que la acompañe, es un asunto para formalizar uniones.
— No lo entiendo Antonio, ni si quiera me dijo que se iría de viaje.
— Peter no le des importancia tal vez me lo pidió a mí porque estoy acostumbrado a esos viajes, acuerda que yo siempre estuve con el rey en todo sus viajes y quiere mi consejos para hacerlo bien.
— No lo sé. Pero voy hablar con ella. Me cansé que Lali se comporte tan cortante conmigo, ya le di mucho tiempo y no pienso seguir así.
— Peter debes entenderla. Todo la carga a caído en ella. Tuvo que aprender a la fuerza todo lo que su padre hacía. Si vida era los viajes, las compras, fiestas. Y ahora está a cargo de un un país completo.
— Lo sé, pero.
— Deja que todo se calme ella ahora esta bajo mucha presión y en cualquier momento creo que explote. Vivió un infierno Peter.
Asiento y salgo. Camino hacia el despacho de ella y solo entro sin tocar. Lali levanta la mirada y me mira reprochando por la forma en la que entré.
— ¿Puedes tocar antes de entrar? No puedes entrar así como así, es de muy mala educación.
— Siento entrar así, pero tengo que hablar contigo.
— Peter no tengo tiempo. Estoy muy ocupada. — vuelve su vista a lo que estaba leyendo.
— Es..., ¿en serio? Dos semanas Lali, dos malditas semanas han pasado y me ignoras, estás cortante conmigo. Me has alejado así como así se tu vida sin decir ni una puta palabra. ¡Y estoy harto!
— No estoy de humor para aguantar tus estupidez. No aguanto toda la presión que tengo que soportar y para que tu vengas a joderme porque no paso tiempo contigo. ¿Sabes lo que es estar de un lado para otro? Cómo me están presionando para que me coronen. Estoy cansada y tú vienes aquí a reclamarme porque no te doy atención. Porque estoy cansada Peter cansada con tus tonterías. Está situación entre tu y yo me tiene harta.
— Tienes toda la razón, está situación no da para más. Sí tanto te jodo y te tengo cansada no veo porque debemos estar juntos. — la miro serio. — Tal vez es tiempo que me vaya de aquí, ya completé mi misión, así que no hay nada por la que deba seguir aquí, ya que estas relación no da para más, no podría seguir trabajando para ti. Hoy mismo voy hacer mis maletas y me iré para dejarte tranquila.
Me doy la vuelta y salgo del estudio, Camino hacía mi cuarto, saco mis maletas. La pongo en la cama y comienzo a meter todas mis pertenencias. Estoy con un enojo y a la vez tristeza que ella haya cambiado así conmigo y yo no puedo seguir en esta situación. No puedo seguir junto a ella, ya me cansé.
Lali.
Quedo sorprendida en como todo llegó a este punto. Peter acaba de terminar conmigo y se va ir. «No seas tonta y ve a buscarlo» Pero no puedo moverme de donde estoy.
La puerta se abre y pienso que es Peter pero no es él, si no que es mi madre.
— ¿Mariana que hiciste? Acabo de pasar por la habitación de Peter y lo veo hacer sus maletas y me ha dicho que se va.
— Yo.... Él renunció y acaba de terminar conmigo....
— Hija no sé que hiciste para que él se quiera ir. Pero ese hombre ha estado contigo a tu lado, no ha dicho nada, cuando tú lo has tratado de la peor manera. Hay un punto que las personas se cansan, y él lo ha hecho. ¿Que está pasando contigo? Hija no quieres poner la nueva fecha para la coronación, no quiere tener a Peter cerca de ti. ¿Entonces que quieres Lali?
— Es que yo.... Todo lo que pasó con Simón y como se volvió loco por querer ser rey, no se si quiera convertirme en reina, él murió por eso... Porque se volvió loco..... Y con Peter, yo lo amo mamá pero tengo miedo de darle asco.... Mi espalda quedó llena de cicatrices y no sé cómo él podría amarme si llega a verlas..... Tengo miedo de darle asco.
— ¿Se lo dijiste? — me quedo callada. — eso es un no. Hija ni siquiera le has dicho tus temores. Y la muerte de Simón no fue tu culpa porque tu derecho es ser reina. Él se llenó de odio que su padre le dio, ni tú ni nadie tiene culpa de lo que Simón fue capaz de hacer. Lo que tienes que hacer es aprender a seguir adelante. Pero si dejas que todo lo que pasó te afecte, vas a perder a un hombre que te ama con todo tu ser. Hija si Peter se va lo vas a perder para siempre. ¿Lo quiere perder?
— No mamá... No lo quiero perder....
— Entonces ponte de pie y sal a buscarlo y detenerlo para que no se vaya y dile que lo amas con todo tu ser. — la miro con lágrimas. — ¡Ve!
Me pongo de pie y salgo corriendo para buscarlo, subo las escalera y llego a la habitación de él, pero Peter no está, reviso los cajones y no estás sus cosas. De pronto escucho un auto arrancar y me acerco a la ventana y lo veo irse. Salgo de la habitación y voy corriendo hacía la salida, veo el auto alejarse y mi miedo crece. Tomo las llaves de uno de los autos y ignoro a uno de los equipos de seguridad. Subo al auto y arranco, solo espero alcanzarlo. Mis lágrimas no paran de salir de mis ojos, solo deseo llegar a tiempo. Hay una gran cola de autos y me muerdo el labio nerviosa. Salgo y empiezo a ver para todos lados; esperando poder ver su auto. Salgo corriendo con la esperanza de que él esté atrapado en el tráfico. No se cuántas horas llevo corriendo y de pronto veo el auto y corro hacia el.
Llego y le pego a la ventana, Peter me mira extrañada y sale del auto mientras yo con las reputación agitada le digo:
— No te podes ir... Sé qué actúe de una manera horrible y lo siento.... Pero he estado presionada estos días y me la agarre contigo.... — lo miro con lágrimas. — Perdóname por favor.... Pero no sabía cómo actuar Peter.., tengo miedo que te de asco mis cicatrices en mi espalda, no ser la mujer que era... — sollozo. — Simón no solo me lastimó mentalmente, si no que físicamente también.... Viví un infierno y al ver mi espalda recuerdo todo lo que me hizo... Por eso te pedí que te fueras de la habitación, porque no quería que me vieras y sintieras asco de mí...
— Pequeña. — se acerca y me abraza y yo lloro en su pecho. — te comprendo, pero no me alejes de ti. Lali te amo y nunca me daría asco nada de ti porque eres una sobreviviente. Amor Somos un equipo debemos estar unidos. Tienes que aprender a seguir con tu vida y eso es que tomes ya el mando como reina. No estará sola porque me tienes a mí y las personas que te aman. Pequeña si sigues evitando, no podrás olvidar. Tú eres la siguiente en la línea y saliste adelante con todo lo que te ha pasado para convertirte en reina.
— Es qué tengo miedo no ser tan buena como lo fue mi padre....
— Amor serás la mejor reina, pero si no te animas, nunca lo vas a saber.
— Tienes razón.... Haré que comiencen con todo y entre dos meses me volveré reina.
— Que bueno cariño, me siento muy orgulloso de ti.
— Te amo y perdóname por haber actuado como lo hice. — lo abrazo fuerte.
— No importa mi amor, volvamos a empezar de nuevo.
— Quiero que vengas conmigo a Dubái.
— Pero.... Antonio es quién te va acompañar. Además yo ya renuncié.
— Sí, pero quiero que tú seas mi acompañante, quiero que vayas cómo mi pareja no como mi empleado. — sonrió.
— ¿Estas segura?
— Muy segura, aunque ahora que lo pienso terminamos. No sé que somos ahora. Porque no eres mi guardaespaldas y ahora no eres mi novio..
— Oh no cariño. Claro que soy tu novio y acepto acompañarte en ese viaje.
Sonrió y me pongo de puntas mientras nos besamos en mitad de la calle. Escuchamos los gritos y aplauso de las personas sonreímos entre el beso sin importarnos que nos sigan viendo.
...........
Mery entró a la habitación en dónde estaba Simón.
— El doctor llegó para curarte las heridas.
— Déjame solo con él.
Ella asiente y sale tristemente. Y al momento llega un hombre bajito y un poco anciano.
— Señor Ramírez ¿Cómo se siente hoy?
— ¿Cómo quiere que me sienta? Pésimo el dolor es cada vez mas fuerte y las pastilla no me ayudan en nada..
— Debe entender que sus quemaduras son muy graves y todavía no comprendo como usted se las hizo. En ver de ir al hospital para ser atendido como se debe, prefiere estar aquí. — empezó a quitarle con cuidado las vendas.
— Sólo quiero saber si las quemaduras están cicatrizando.
— Es lento, pero si están cicatrizando. Pero es mejor que haga caso y ir a un hospital. Lo que hago yo no es muy adecuado.
— Le pago bien para que me atienda y no que me de sermones. Así que empiece a curarme y deme el puto medicamento, pero uno que si ayude como se debe con lo malditos dolores.
El doctor no volvió a decir ni una palabra. Y empezó curarlo, ignorando los gemidos de dolor. En toda su vida ha revisado pacientes y curado quemaduras pero nada comparado con las que tenía ese hombre, que estaba completamente quemado. No entendía como alguien pudo haber seguido con vida.
Terminó de curarlo y volver a ponerle vendas nuevas y se despido dándole otro tipo de medicamentos. Mery entró y se mordió el labio al verlo con las vendas nuevas.
— Ya se fue el doctor y me dio la receta de un nuevo medicamento. Mi amor te traje algo de comer.
— Bien. Quiero saber si contrastes a los hombre que te pedí.
— Sí.... Simón por favor recapacita. Podemos irnos y hacer nuestra vida en otro lugar, Luchamos tantos por estar juntos y quieres acabar todo ¿así como así? Tu padre nunca me aceptó, pero tú no le hiciste caso y luchaste por mí. ¿Por qué ahora le haces caso con esas venganza? Recapacita. Déjalos tranquilos y nosotros nos iremos para ser felices.
— ¡Te dije que no! No voy a cambiar de opinión, ¡entiéndelo!
— Bien. Es más fuerte tu sed de venganza, que el amor que un día dijiste tener..... No te entiendo...
— Pues lo lamento por ti.
— Bien, no te voy a intentar convencer ya que tomaste tu decisión.
— ¿Ya sabes cuándo mi primita va hacer su coronación o sigue evitando?
— Me acaban de avisar que la princesa ya decidió seguir con todo y en dos meses será la coronación.
— Manda a llamar Christian, dile que quiero hablar con él. Es momento de empezar a crear el plan.
Ella se dio vuelta y salió del cuarto y con el corazón encogido decidió tomar una decisión aunque sabia que con eso lo iba a perder. Llegó con Christian y le pidió que fuera a ver a Simón y ella se fue a su cuarto y se puso a llorar. Porque solo eso hacía llorar.