– Kano! – gritaron los 5 preadolescentes al ver al pelirrojo, sí, hasta los amigos de los mellizos querían al mayor.
Este ni se inmutó, aún seguía en ese pequeño estado de shock.
– Kano? – Preguntó el peliceleste.
No hubo respuesta.
– Kano~ – canturreó la pelirroja.
No hubo respuesta.
– Papá...– con ese pequeño llamado de su hijo reaccionó.
– ¿Que pasa Haru? – preguntó. Sus hermanos lo miraron ofendidos por que no les hizo caso.
– ¿abelo Karma? – preguntó inocentemente.
– él no está ahora – el menor hizo un adorable puchero y agachó la cabeza.
– pero descuida, él pronto volverá – le dijo la pelirroja haciendo que el albino levante la cabeza dejando ver unas pequeñas gotas de agua asomarse por sus ojos.
Al verla el menor rápidamente se escondió detrás de la pierna de su joven padre.
– Es un poco tímido...– explicó el mayor – pero emm...¿mi padre cuando volverá? – preguntó mientras en su mente planeaba como matar a su predecesor en cuanto lo viera.
– oh...emm...No nos dijo ni a donde iba – explicó la mayor un tanto apenada.
– Natsu, Kairi – los llamó. Estos lo miraron algo atemorizados, sabían que si el mayor los llamaba por sus nombres y no por apodos significaba que estaba furioso.
– N...No sabemos a dónde se fue Kano – respondieron al uniso con algo de miedo en su tono.
~ En otro lado ~
Nagisa se encontraba aburrido en su habitación, Karma se había ido a responder una llamada de su actual trabajo dejándolo totalmente solo. KoroSensei hablaba fuera del lugar con Terasaka mientras el último esperaba a que su pareja saliera, aunque con lo que estaba tardando se empezaba a preocupar de a poco.
El peliceleste suspiró aburrido. Tenía el presentimiento de que si era de trabajo el pelirrojo tardaría bastante.
Miró por toda la habitación tratando de encontrar algo con lo que entretenerse, pero no había nada, miró hacia su derecha encontrándose con su teléfono, lo observó unos instantes y lo tomó.
Agradeció que no tuviera contraseña. La imagen de fondo era de una serpiente, no se sorprendió al fin y al cabo era su animal favorito. Se adentró un poco en las aplicaciones, no habían juegos, típico de él.
Quiso entrar en internet y buscar algún juego, pero su dedo le jugo en contra y terminó entrando a la galería, maldijo por lo bajo pero relajó su expresión al ver las fotos que tenía.
Algo que nadie sabía era que en el teléfono del menor había miles quizás millones de fotos que él mismo había tomado sin que nadie lo notara. Las fotos tenían su orden desde las más viejas hasta las más nuevas.
Partían desde que inició la secundaria, se hizo amigo de Karma, cambió su peinado, se hizo alumno de KoroSensei, todo lo que pasó junto a él y sus compañeros y amigos, su graduación... Pero...Las fotos no terminaban allí, habían muchas más fotos, una en la que estaban él y el pelirrojo abrazados con sonrisas pero a la vez con los ojos llorosos, en el fondo se podía apreciar un avión a punto de despegar, en otra había un papel con la simple palabra "positivo" impresa en ella, otra en la que él aparecía cargando un... ¿bebé...?
En otra estaba ese mismo bebé pero solo, al parecer era un recién nacido, su escaso cabello era color carmesí, su piel era tan pálida y a simple vista parecía tan sensible como la porcelana, sus ojos eran un misterio ya que se encontraban cerrados, su rostro se veía tan pacífico y tranquilo. En su muñeca tenía una pequeña pulsera de color celeste, en ella normalmente debía estar escrito el nombre del nacido y la fecha de dicho acontecimiento, aunque lo único que se llegaba a apreciar era una letra "K" en ella luego el resto se perdía en la circunferencia de la pequeña muñeca.
Se quedó en un leve estado de shock, ese pequeño era muy parecido al niño que solía ver en sus sueños, ¿no será ese niño acaso? Pero de ser así, ¿qué sería el menor con él? Sus padres nunca volverían a tener otro hijo... Entonces, ¿quién era ese adorable pequeño? ¿Y por qué lo atormentaba tanto?
Más fotos aparecieron de él junto al Niño y más del "desarrollo" del infante. Su mente estaba hecha un lio, no recordaba en qué momento sacó aquellas fotos y menos recordaba al infante. En una de las fotos aparecían ellos dos junto a un hombre de cabello negro y ojos entre negros y marrones, ¿quién era él? Su cabeza se llenó de preguntas y dudas.
También encontró muchas mas fotos de él y el menor, aunque en un momento comenzó a aparecer Karma en ellas...
[°°°]
– Lo siento por tardar, Nagisa... – dijo el pelirrojo entrando a la habitación, pero al no recibir respuesta se extrañó – ¿Nagisa? – preguntó y lo miró, el chico estaba con la mirada fija en su aparato, el mayor lo miró confuso y caminó hacia él sentándose en la silla a un lado de la cama del menor – ¿Nagisa...? – volvió a preguntar pero el menor simplemente deslizaba su dedo por la pantalla mientras tenía la mirada en esta.
El pelirrojo ya un poco molesto se digno a ver que era tan "interesante" como para no prestarle atención. Al acercar su rostro al de su pareja sus ojos se abrieron de par en par al ver que el menor apreciaba una foto de ellos dos junto a sus tres hijos.
– Karma... Explicame esto ahora... – El pelirrojo quedó petrificado. Ahora tendría que decirle toda la verdad al peliceleste...