"Volviste...Nagisa" •Karmagisa• |Cancelada.|

Capítulo 22

Los cuatro miraban sin poder creerlo el lugar vacío.

–De... Debe estar mal ¿Segura que es aquí?– preguntó El peliceleste un tanto alterado.

–¡Si es aquí!. Allí está el abuelo, la abuela Hiromi y aquí debería estar papá– respondió la pelirroja señalando cada puesto.

–... ¿Hace cuánto que no vienen?– preguntó la peliverde.

–Como... Cuatro, tres meses creo, pero si papá lo cambió de lugar o algo así nos avisaría, pero ¿Por qué no está aquí? Debe estar aquí–  el peliceleste se arrodilló alado de su hermana tocando la tierra en busca de algo.

–Natsu tiene razón– su melliza lo ayudó en su búsqueda.

Sus dos amigos se miraron entre sí preocupados, pero luego decidieron ayudar a los otros dos.

–niños ¿Qué hacen?– preguntó uno de los tanto cuidadores que rondaban por la zona.

–eh... –.

–Disculpe. ¿Sabe qué pasó con la tumba de Shiota Nagisa que estaba justo aquí?– preguntó el peliceleste mientras se paraba y caminaba hasta quedar frente al hombre.

–Mm... Ese lugar estuvo vacío hace mucho tiempo, no recuerdo a ningún Nagisa Shota– Dijo dudoso.

–Shiota.– Le corrigió.

–Oh lo siento. Pero los únicos "Shiota" aquí son Hiromi y el señor Shiota.– Se miraron entre los cuatros extrañados.

–... Esta bien, gracias.– agradeció el chico mientras el hombre se daba vuelta y se iba.

–¿cómo que el lugar estuvo vacío hace tiempo? Hace siete años que debería estar aquí... – dijo la pelirroja dudosa.

–... Hay que ir a casa y decirle a papá– sugirió Natsu.

–Tienes razón. Vamos– los cuatro se levantaron y comenzaron a caminar fuera del lugar. Pero el peliceleste antes de irse vio una pluma blanca en lugar el lugar vacío, le pareció un poco extraño, ya que parecía clavada a la tierra, como su alguien la hubiera puesto ahí. La tomó y corrió hasta llegar con sus amigos.

Al llegar a su casa los cuatro saludaron a los abuelos de los mellizos y subieron corriendo a la habitación del mellizo menor.

[°°°]

El peliceleste seguía sentado en el pasto contemplando el hermoso día frente a él. Escuchó un par de pasos y al rato su pareja se sentó a su lado.

–Lamento eso Nagisa– dijo apenado.

–No te preocupes. Entiendo que este problema es difícil y todo eso... – respondió regalándole una sonrisa sincera al mayor.

–... Sabes algo, agradezco demasiado volver a tenerte conmigo... – Al terminar sus palabras abrazó al menor con todas sus fuerzas, aunque claramente cuidando sus heridas.

El menor simplemente mantuvo su sonrisa, le gustaba ver al mayor feliz, en verdad ahora no pensaba en lo que pasó o pasaría. Simplemente querían disfrutar su tiempo juntos.

–Te amo, Karma... –.

–Yo también, Nagisa.. –.

Ambos habían acercado sus rostros hasta casi rozar sus labios cuando el teléfono del mayor sonó haciendo que se separen. Rápidamente tomó el aparato y leyó el nombre de su única hija mujer en él.

–Un segundo, ya vuelvo– el menor asintió y se alejó un poco de él.

–Kairi ¿Que pasa?– preguntó el pelirrojo una vez estuvo alejado del menor.

–Papá, la tumba de mamá no está– la menor estaba tan nerviosa que no había tenido tiempo para meditar sus palabras.

–¿Qué? ¿A qué te refieres con eso?– estaba confundido, había olvidado el pequeño detalle de que no sabía qué pasó con dicho objeto.

–Bueno, hoy cuando salimos de la escuela fuimos con Natsu, Aguri y Katsuo al cementerio para visitar a mamá, pero su tumba no estaba donde siempre– los ojos del pelirrojo se abrieron lo más  que pudo.

"Oh no... Olvidé ese detalle, ¿ahora qué le digo? Tienes que inventar algo rápido Karma... " pensó nervioso mientras pensaba.

–¿papá?–.

–¿Si? Eh digo, ahora hablamos cuando legue a casa, estoy en medio de la calle y hay demasiados vehículos ¿esta bien? Los quiero a ti y tu hermano, adiós– cortó la llamada antes de poder escuchar a su hija responder, por un momento quiso tirar su teléfono, pero no lo hizo y simplemente lo guardo de nuevo en su bolsillo.

Suspiró y volvió con el menor el cual se encontraba recostado sobre el pasto con los ojos cerrados, se acercó y se colocó sobre él haciéndolo sobresaltar.

–¡Karma! ¡Me asustaste!– dijo el menor un tanto sonrojado al notar la posición en la que estaban.

–¿Tan feo soy?– preguntó burlón al mismo tiempo que reía por la tierna expresión del chico.

–Para nada... – contestó el peliceleste con una sonrisa al mismo tiempo que pasaba sus brazos al rededor del cuello del pelirrojo.

Sus rostros nuevamente estaban a centímetros mientras juntaban lentamente sus labios, pero como el destino hace malas jugadas ambos escucharon un grito proveniente del interior de la vivienda.

–¡Papá, Kairi está en el teléfono! ¡pregunta si estás aquí!– gritó el primogénito de ambos.

–Dile que me fui hace un rato– respondió sin gritar tanto.

Nagisa rió ante la expresión de cansancio del pelirrojo, este último se dejó caer sobre el cuerpo del menor depositando su rostro sobre el pecho de este.

–¿Cómo estás?– cuestionó el de ojos zafiro mientras acariciaba los rojizos cabellos de su pareja.

–Estoy bien... ¿A quién engaño? No estoy bien– respondió con cansancio, todo el peso que se debía cargar, era demasiado hasta para él.

Aunque si lo pensaba bien, Nagisa en un momento tuvo que pasar por lo mismo que él, pero era parecido hasta cierto punto, luego todo era diferente.

–... Te entiendo Karma, todo el peso que te cargas no debe ser nada fácil para ti. Tener que estar al pendiente de mi, cuidar de Natsu, Kairi y bueno, Kano es prácticamente adulto, pero luego los otros dos, tienes que velar por su bienestar y debe ser difícil sin alguien que te ayude, tener que decirles esto.... En verdad, lamentó estar aquí y no poder ayudarte con tus problemas, pero al menos agradezco que, aún así, sigas de pie– finalizó para poder besar la cabeza de su pareja.

Karma simplemente se mantuvo en su posición, sin embargo sus ojos se cristalizaron, ¿hace cuanto no lloraba? ¿cuantas veces retuvo sus lágrimas por no verse débil?

–No tienes que decir nada si no quieres... – Las lágrimas del mayor cayeron en silencio, tanto que hasta él se sorprendió, aunque en verdad era algo que necesitaba desde hace tiempo, desahogarse...