"Volviste...Nagisa" •Karmagisa• |Cancelada.|

Capítulo 21

–¿Natsu y Kairi...?– dijo el peliceleste confundido.

–Sí, ¿no los recuerdas...?– preguntó el pelirrojo algo preocupado.

–.....–.

"¿Natsu? ¿Kairi? ¿dónde escuché esos nombres...? ¿Por qué siento que tienen un vínculo tan fuerte conmigo? Según Karma son nuestros hijos... Pero... ¿Por qué no los puedo recordar?" pensaba mientras miraba el suelo.

–Oye... No te sientas mal... No es tu culpa no recordarlos, creeme con el tiempo recuperarás tu memoria totalmente– decía el mayor para poder calmar a su pequeño esposo el cual tenía los ojos cristalizados –Tranquilo... Pronto verás que todo se resolverá y estaremos todos juntos de nuevo... – Al finalizar besó la frente del peliceleste.

–Tienes razón Karma... – limpió sus ojos y suspiro –Oye, ¿Cómo están los demás? Akari, Sugino, Nakamura, Isogai....– preguntó mientras recordaba a todos y cada uno de sus ex-compañeros y amigos.

–Bastante bien... Cada quien hace lo que quiere y aún son tan unidos como antes– respondió el pelirrojo sin meditar mucho su respuesta –Solían ayudarme a cuidar de Natsu y Kairi cuando aún eran pequeños–. 

–...¿ellos... Piensan que estoy muerto...?– Esa pregunta le cayó como balde de agua a Karma haciendo que se tensara.

–Bueno... Sí... Pero si les explicamos bien como es el asunto creo que entenderán...– El peliceleste solo escuchaba lo que decía el mayo mientras miraba a la nada.

Nagisa simplemente mantuvo el silencio.

–Eh... Papá y... ¿mamá? Eh, no importa. ¿Cuándo planean decirles a Natsu y Kairi?– preguntó Kano tratando de cambiar de tema mientras se sentaba frente a ellos.

–Bueno... Sabes que es un asunto un tanto, muy, delicado que no se le puede explicar a dos niños de su edad. Dime, ¿si te dieran una noticia así como reaccionarías?– El menor lo pensó un poco y simplemente mantuvo el silencio.

–Esta bien, entiendo el punto. Pero, sabes que cuanto más se los ocultes más se enojarán cuando se enteren– respondió cruzándose de brazos.

–Sí... Aunque primero habría que planear como decírselo–.

Así nada más fue como empezó una pequeña discusión entre distintos puntos de vista. Nagisa, un tanto harto de esa situación, se paró hasta llegar al patio y poder sentarse en el pasto sintiendo el relajante viento. Un pesado suspiro escapó de sus labios.

–Muerto... ¿cómo es que pude haber estado muerto...?– preguntó mientras miraba su mano –¿Por qué siento una extraña sensación al pensar en eso...?– levantó un poco su camiseta tocando las vendas que le rodeaban el torso –¿Y todas estas heridas...?– Al decir eso una pluma blanca pasó en frente de sus ojos hasta llegar cerca de su mano la cual estaba reposada en el pasto, la tomó un poco dudoso y la observó. –esto es muy raro...–.

~En otro lado~

–Oye, Natsu, ¿quieres ir al cementerio hoy? Hace mucho que no vamos...– preguntó la pelirroja a su hermano.

–Mmm... Está bien– respondió un tanto inseguro.

–¿Quieren que vayamos con ustedes?– preguntó esta vez su amiga peliverde haciendo referencia a ella y al pelinegro.

–¿Qué?– El pelinegro tenía un cierto temor a los cementerios.

–Por favor– respondieron ambos gemelos a la anterior pregunta.

–Le avisaré a papá que iremos solos a casa– informó la pelirroja.

–Yo también– dijo la peliverde.

–Yo ni me preocupo en avisar...– dijo esta vez el pelinegro mientras se recostada sobre su silla captando la mirada de sus amigos –¿qué? A mis padres no les molesta, aparte mi papá está en mi espalda a cada rato– los demás simplemente volvieron a lo que hacían tratando de no pensar en el pelinegro.

Ya más tarde estaban de camino al cementerio. Hablaban sobre temas al azar hasta que llegaron y comenzaron a caminar hacia la tumba de Nagisa...

–Este lugar da escalofríos... – decía Katsuo mientras caminaba detrás del peliceleste asustado.

–Vamos Katsuo, no seas miedoso, sin dudas eres igual a KoroSensei– dijo la peliverde al mismo tiempo que caminaba alado de su mejor amiga.

–Hay que temerle más a los vivos que a los muertos– agregó Kairi.

Siguieron cambiando hasta que el pelinegro se detuvo frente a dos tumbas que no tenían ninguna flor a comparación de las demás. El peliceleste se percató de aquello y se acercó a él.

–¿Qué pasa, Katsuo?– preguntó preocupado.

–Ellos... Son mis abuelos... – respondió desanimado. Al oír aquello el contrario comprendió el por qué de su reacción.

Sabía perfectamente que los abuelos del chico maltrataban a su padre/madre aún teniéndolo a él y la primera vez que vieron al pelinegro simplemente lo golpearon por ser un "error" a pesar de tan solo tener pocos años de vida.

El mayor de altura seguía mirando ambas tumbas, en sus manos se formaron puños de la furia y rencor que sentía ante aquellas personas, él amaba demasiado a su padre/madre, por lo tanto odiaba el echo de que lo hayan maltratado de tal manera que una vez presencio con sus propios ojos como casi se quita la vida, de no ser por él, hoy no lo tendría a su lado.

Natsu al ver al chico tomó una de sus manos para poder tranquilizarlo, lo cual logró.

–No vale la pena que te pongas mal por ellos... – El pelinegro suspiró ante lo dicho.

–Tienes razón, vamos con las chicas... – El menor de altura asintió y ambos caminaron hacia donde se encontraban su amiga y hermana. En todo el camino no se soltaron de las manos.

–¿Dónde estaban?– preguntó la peliverde.

–...Solo nos retrasamos – mintió Katsuo haciendo que el chico a su lado pusiera lo mirara.

–... Está bien– ambas se dieron la vuelta volviendo a caminar.

–¿Por qué dijiste eso?– Le preguntó entre susurros el menor.

–Tu eres el único que sabe lo que hicieron... – Respondió mirando al frente.

El menor miró hacia otro lado un poco sonrojado.

–¡Chicos vengan rápido!– escucharon gritar a la peliverde.

Ambos un tanto preocupados corrieron hasta llegar a donde estaban, al hacerlo vieron a la pelirroja atónita viendo el lugar donde supuestamente debería estar la tumba de su padre.

–¿Qué pas...?– Se quedaron helados al no ver nada el lugar donde estaba su padre....

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Está vez no tarde tanto. Amenme (?

En fin, espero que les haya gustado.