¡¡Hey!!
Bueno, sé que no he estado actualizando últimamente, pero ya sabéis como va la vida; junio, exámenes, trabajos, falta de tiempo...
Antes de que empiece el capítulo quiero aclarar una cosa. En este capítulo hay una escena en la que Scorpius entra en la torre de Ravenclaw, y para entrar se encuentra con un cuadro. En la historia original escrita por J.K. Rowling, la torre no tiene ningún cuadro, tiene (creo que era eso) una puerta con un picaporte en forma de águila, que te pregunta algo, y tienes que contestar bien para entrar. Pero como ya he dicho antes, YO SOLO TRADUZCO esta historia, y no tengo ningún derecho para cambiar lo que la autora (Alexatennat24) ha escrito.
Y ahora sí, disfrutar del capítulo.
Esa noche, hizo que Scorpius se cuestionara todo. ¿Cómo podía un solo paseo con alguien que apenas conocía hacer que toda su tristeza se fuera? Parecía irreal o falso.
Era 1 de febrero, y Albus todavía seguía en el hospital, y Charles había desaparecido. Desde esa noche, Scorpius no vio a Charles en sus clases o en su sala común. Cuando pasaban la lista en clase, los profesores se lo saltaban, haciendo que Scorpius se sintiera curioso. ¿Cómo podía ese chico haberse ido? Después, recordó algo. Charles había mencionado que tenía una novia en Ravenclaw, y una hermana pequeña. Si encontraba a cualquiera de ellas, podría saber quien era Charles realmente.
Finalmente llegó el sábado, por lo que Scorpius podía hacer lo que quisiea. Pero Scorpius quería y tenía que saber que estaba pasando realmente con ese amigo que le hizo sentir feliz en los tiempos oscuros.
Scorpius decidió ir a Ravenclaw inmediatamente. No tenía nada que hacer en todo el día, excepto quedarse mirando fijamente su pared, y abrazar la ropa de Albus para tener una última esencia suya. Le llevó un gran tramo de escaleras, pero finalmente estaba allí. El hombre del retrato se mantuvo firme, y se le quedó mirando fijamente a Scorpius. Scorpius se sintió atrapado. No tenía la contraseña. Él decidió tocar la puerta y ver si alguien se la abría. Justo un segundo más tarde, apareció una chica alta con el pelo moreno y la piel bronceada. Fue maravilloso.
-Hola, ¿qué necesitas?- preguntó ella calmadamente.
-Estoy buscando a una chica de quinto curso llamada Gemma- dijo Scorpius calmadamente.
-Oh, esa soy yo. ¿Por qué no te quedas unos minutos?- sugirió ella. Parecía un poco confusa, como si un Slytherin le estuviera mirando. -Así que, ¿por qué me estabas buscando?- preguntó ella sentándose en un sofá gris. Scorpius se sentó en el mismo sillón pero un poco más lejos.
-Bueno, hace una semana, un chico, Charles Finnigan vino a verme. Él esta en mi casa, y desde entonces no le he visto en ninguna clase ni en la sala común- le contó Scorpius a la chica. Gemma no se sintió preocupada ni asustada en lo más mínimo. Ella mantuvo la calma, relajo la cara, y se giró hacia Scorpius.
-Ah, sí, él tiende a desaparecer mucho. Pero, ¿él no te ha dicho porqué?- ahora Gemma sí que parecía asustada.
-No, ¿tienes alguna idea de eso?- añadió Scorpius. Era muy complicado sacar información de ella, era muy callada.
-Bueno, supongo que no tendría que estar haciendo esto, pero él trabaja en la clandestinidad para el Ministerio. Él ayuda a los Aurores, y nadie sospecha de él porque es muy joven- explicó Gemma susurrando. Gemma cogió una taza de la mesa, y tomó un sorbo de lo que parecía ser té verde.
-¿Sabes cuando volverá?- preguntó Scorpius, moviéndose ligeramente para estar más cerca de ella.
-Quien sabe. Podría volver en pocos días, o en pocas semanas. Eso depende de la misión. Todo lo que él me dijo era que era sobre una chica, um, creo que empezaba por J...- empezó Gemma.
-¿Jazzy?- Scorpius le cortó. Las cejas de Gemma se levantaron y ella asintió rápidamente.
-Sí, es ella. ¿Como lo sabes?- preguntó ella sospechosamente.
-Mi familia ha tenido muchos problemas que la envolvían- dijo Scorpius.
-Ah, ya veo. Bueno, gracias por venir a visitarme. Ya te veré- dijo ella. Ella agitó la mano para despedirse, cuando una cara familiar bajo corriendo por las escaleras.
-¡Scorpius! ¡Scorpius!- gritó Augusta en medio camino de las escaleras. Scorpius no tenía ganas de hablar con nadie en ese momento.
-¿La conoces?- preguntó Gemma.
-Sí, ella es mi amiga- murmuró él. Scorpius se empezó a ir hacia la puerta, justo cuando Augusta la alcanzó.
-Scorpius, has estado ignorándome las últimas tres semanas, ¡quédate aquí!- le gritó Augusta enfadada.
-¡¿Qué?!- le respondió gritando, haciendo saltar a Augusta. Él se dio la vuelta muy lentamente. Augusta estaba aterrorizada del chico que solía tener el corazón más tierno.
-¿En qué te has convertido?- jadeó ella. El miedo le creció en sus ojos verdes, y se le expandió a todo el cuerpo. Se encontró a si misma congelada en el sitio, congelada de miedo.
-¡No tienes derecho a preguntarme eso!- chilló Scorpius. Corrió fuera de la sala común, y cerró la puerta de golpe al salir. Él corrió muy rápido, y no se dio cuenta de todas las caras atemorizadas que se giraban al verlo pasar. Corrió hasta el sótano donde estaba su sala común. Él estaba bien con todo, él no lo necesitaba nunca más. Él arrastró los pies, entre todos los estudiantes que estaban allí reunidos, y se dirigió directamente hacia el lavabo. Abrió el grifo, y se echó agua en la cara, tratando de calmarse. Las lágrimas salían de sus ojos como una cascada. Las lágrimas nunca pararon, solo salían más según iba pasando el tiempo.
Una cara familiar entró en el baño, notando el dolor de Scorpius. Era Charles. Él siempre estaba ahí, en el momento exacto.
-Charles- susurró Scorpius. Charles avanzó hasta Scorpius y le tomó en sus brazos.
-¿Qué pasa? ¿Estás bien?- preguntó él rápidamente. Charles le abrazó estrechamente, confortando al deprimido chico.
-No estoy bien. Todo va mal- murmuró Scorpius. Trato de respirar, pero las lágrimas le obstruían el paso, haciendo que él llorara más. - No he visto a mi novio desde hace un mes, no sé si está bien, o qué le pasa. Mis amigos me molestan sobre todo, y no puedo llevar al día todos los deberes- Scorpius esnifó. Charles cerró los ojos, y tomó un profundo aliento.
-Está bien. Tú estas bien- susurró él.
-No lo está- Scorpius se rompió. Él solo quería estar solo para estar seguro de todo el mundo. Pero al mismo tiempo, nunca se sintió más seguro qué en los brazos de charles.
1-Bueno, para empezar, quiero decir, que se me olvidó escribiros, comentaros... (No sé, como prefiráis llamarlo).
2-Hoy os quería agradecer no solo por votar, comentar, y bueno, ya sabéis, lo de siempre. Hoy también os quería agradecer que la historia haya llegado a 20,5K. Y que sin vosotros, nunca, jamas, de los jamases, lo habría conseguido.
3- También os vengo a recordar, que como siempre, os acordéis de comentar, o al menos de votar.
4- Y bueno, en este punto, solo os quería decir, que he sufrido con Scorpius, y que espero no haber sido la única con sentimientos.
P.D: A lo mejor (solo a lo mejor), tenéis más de un capítulo esta semana (aparte de este).