Capítulo 12: La charla

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¡¡Hey!! Ya es sábado, y como os prometí, aquí tenéis un nuevo capítulo.

Este capítulo está dedicado a todos los que han perdido a alguien. Ya sea un abuelo, un padre o tu mascota, porque siempre es doloroso (sí, hoy me puesto sensible y pastelosa).

AVISO: En esta parte hay un poco de Drarry (solo un poquito). No sé si os molestara, pero bueno, si os molesta os tendréis que aguantar (porque no se va a mover de ahí), pero no os preocupéis, dura poco, y si eso, siempre os lo podéis saltar.


Harry, Albus, Scorpius y Draco estaban sentados en la sala de estar, mientras los demás se encontraban fuera, disfrutando de un partido de Quidditch. Harry y Draco tenían expresiones severas en sus caras. Scorpius y Albus estaban inclinados hacia abajo, juntos, en el sofá.

-¿Cuándo ibas a decirme que vosotros dos estábais saliendo? ¿O el hecho de que eres gay?- le preguntó Harry a Albus.

-Yo... Uh, no lo sé, ¿tal vez mañana?- mintió Albus, tratando de escaparse de esa incomoda conversación.

-Scorpius, pensé que estabas bromeando cuando me hablaste de ti y de Albus- dijo Draco, no tan enfadado como Harry.

-No estoy enfadado porque seas gay, Albus. ¡Es genial, increíble! Solo necesitas ser responsable, y no estar besuqueándote con Scorpius, aquí, donde cualquiera puede verte. Y vosotros dos sois todavía muy jóvenes para... Uh, hacer tonterías- dijo Harry frotándose la cara. Albus se sentó de nuevo, y se llevó la mano a su frente.

-Nosotros no hacemos tonterías- Scorpius defendió a su novio. Albus le miró y le sonrió con gratitud.

-James nos está vigilando todo el rato, por favor, no nos hagas cambiar de habitación- le suplicó Albus. James entró en la habitación con las cejas fruncidas.

-¿Estáis teniendo la charla?- James sonrió.

-¡James!- le gritó Albus a su hermano, irritado. ¿No se podía meter en sus asuntos por una vez?

-Parece que todos los Malfoy han tenido un leve enamoramiento con un Potter- murmuró Draco para si mismo. Pero para consternación suya, Harry, lo oyó.

-Espera, ¿qué?- dijo Harry, sorprendido por lo que Draco acaba de decir.

-Sí, Potter, puede, o puede que no, me gustaras en quinto y en sexto curso- admitió Draco tímidamente. Harry sonrió y se sonrojó.

-Ah, ¡lo sabía!- chilló Hermione desde la cocina. Todos estallaron en risas. ¿Porqué estaban todos escuchando su seria conversación?

-Papá, ¿tú también eres gay?- preguntó Scorpius. Draco se sonrojó y sacudió su cabeza.

-Bisexual- respondió Draco. Harry se rió. Su enemigo de la infancia había tenido un flechazo con él. Parecía imposible.

-¿Y qué hay de ti, papá?- le preguntó Albus. Harry miró a otro lado y dudó un momento.

-Todos hemos tenido algo con Draco, incluso Hermione- admitió Harry. Hermione les interrumpió entrando en la sala de estar, llena de rabia.

-¡Harry! ¡Se suponía que no podías decírselo a nadie!- chilló ella. Ahora, todos se estaban riendo, incluso Hermione.

-No te preocupes, tú también me gustaste en tercero- añadió Draco, Hermione se sonrojó y sonrió.

-¿En serio?- preguntó ella. Él asintió.

-¿Podemos, por favor, volver a jugar al Quidditch?- les rogó Albus.

-Por mucho que lo odié, prefiero estar haciendo eso antes que esto. Os prometemos que no va a pasar nada, y si algo pasa, os ayudaré a ponernos un gran castigo- les sugirió Scorpius. Harry y Draco asintieron y les hicieron gestos para que salieran fuera. Scorpius y Albus corrieron como relámpagos para salir de ahí, y sentarse en un banco del patio. Scorpius le besó la frente a Albus, eso siempre le hacía revolverse a Albus de felicidad.

-Eres adorable- dijo Scorpius.

-Tú también- dijo Albus.

-Awww, los dos sois adorables- chilló Rose, y caminó hacia ellos.

-¿Por qué no estas jugando al Quidditch?- preguntó Scorpius. Rose rodó los ojos, e hizo gestos hacia Teddy, James y Fred.

-Los chicos son irritantes, eso es lo que pasa- replicó Rose.

-¡Oye!- gritaron Albus y Scorpius al mismo tiempo.

-No vosotros dos- dijo Rose, salvándose a si misma rápidamente.

-No me puedo creer que mañana sea Navidad- añadió Albus.

-No los has mencionado un montón de veces- dijo Rose. Albus miró hacia abajo, dolido por las palabras sarcásticas de Rose.

-Estoy feliz porque al fin estoy en una relación con él. He estado esperando por cuatro años y medio- mencionó Albus. Scorpius sonrió y le besó en los labios.

-Yo también estoy feliz- dijo Scorpius con una brillante sonrisa.

-No sé si esto me dan nauseas o si es adorable- dijo Rose. Corrió por el perfecto césped recién cortado hasta alcanzar su Saeta de Fuego 2016.

-¿Qué dirá la gente en la escuela?- se preguntó Scorpius.

-No importa, si no nos aceptan siempre les podemos echar un maleficio- añadió Albus como si nada. Scorpius le apretó la mano a Albus y sonrió.

-Por mucho que aprecie tu gesto, no quiero estar otro año castigado- dijo Scorpius.

-Estoy seguro de que vas a tener las mejores Navidades. Aunque tu madre no esté aquí para celebrarlo contigo, me aseguraré de que tengas un día increíble- dijo Albus. Una lágrima rodó por la mejilla de Scorpius.

-Gracias- murmuró bajo un pequeño bufido-. Significa mucho- añadió el. Albus le dio un gran abrazo. Scorpius seguía llorando, como cada vez que alguien mencionaba a su madre.

Ella tenía un gran corazón, y era astuta, igual que él. Siempre estaba ahí para él, incluso cuando cometía errores. Ella era perfecta, pero les dejo en lo que parecío ser un segundo. Scorpius, seguía pensando y seguía sollozando.

Albus no sabía lo que era perder a alguien. Tenía que ser terrible. Si él perdiera a alguien estaría así de triste, si no más. Pero, mientras sujetaba al chico que le gustaba, al que quería, pudo sentir su dolor. Te falta una parte, una parte importante. Y ahí fue cuando sintió como le bajaba una fría gota de agua por la mejilla. Sentía el vacío que su amigo sentía, como si nada volviera a estar bien de nuevo.

-Scorpius, tú nunca te has merecido esto. Tú te mereces todo lo genial que tiene el mundo para darte. Scorpius, quiero verte feliz porque yo t- te quiero- dijo Albus finalmente. Scorpius se apartó de Albus y se enjuagó las lágrimas.

-Espera, ¿qué?- dijo él, definitivamente le había oído a Albus decir esas palabras.

-Te quiero, Scorpius, siempre que estas alrededor mio tengo ese sentimiento. Empieza en mi pecho y se expande por todo mi cuerpo, y es genial. Nadie me ha hecho sentir así. Solo tú. Y eso, es porque te quiero.

-Yo también te quiero- respondió Scorpius. Albus le cogió su mano con la suya y sonrió.

-¿Cómo he llegado a ser tan afortunado?- se preguntó Albus a si mismo.


1- Espero que os haya gustado este capítulo. Como ya sabréis (o eso espero) dentro de poco se estrena la película de Animales Fantásticos y Donde Encontrarlos, y por eso, el viernes que viene, subiré tres capítulos (en España, se estrena el viernes).

2- Gracias por todos lo comentarios y votos. Que sepáis que leo absolutamente todos los comentarios, y siempre me parto de risa (la verdad es que me río con demasiada facilidad, así que tampoco es tan raro). Me gustaría contestar a muchos comentarios, ( a otros no, porque no se pueden contestar), pero Wattpad y mi ordenador conspiran en mi contra y no me dejan...

3-NO OS OLVIDÉIS DE VOTAR Y COMENTAR.


I will always come find you (Traducción)Where stories live. Discover now