Capítulo 15: Juegos de Torturas

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Y aquí está el tercer y último capítulo. Disfrutarlo porque hasta la semana que viene no toca (y eso, si tengo tiempo).

Este capítulo está dedicado a LarryftSelena, por sus comentarios. 

Este capítulo creo que también me ha quedado con una letra extraña, creo que mi ordenador me sigue vacilando... Pero bueno, lo importante es que tenéis un capítulo.

-Vale, ¡ya estamos aquí!- anunció Ron mientras aparcaba su SUV en el enorme garaje. Eran alrededor de las 2am y todo el mundo en la casa debería estar durmiendo. Scorpius sacó su varita de su bolsillo. 

-Alohomora- murmuró Scorpius, la puerta delantera se balanceó y se abrió. Scorpius les guió por el pasillo. Técnicamente, esa ya no era su casa. Después de que su madre muriera, su padre y él decidieron mudarse a un sitio más acogedor y pequeño. Las luces se encendieron cuando salieron al pasillo. 

Plasmadas en la pared, había fotos de los miembros de su familia que ya habían muerto. Primero estaba Bellatrix Lestrange, después Nymphadora Tonks y Astoria Greengrass. Cuando Scorpius vio la foto de su madre se paró. Se acercó a la foto y le tocó la cara.

-Ella era tan hermosa- murmuró Scorpius. Bajó la mano y miró la foto una vez más. Al lado estaba la de Sirius Black. Ahí, fue cuando Harry y James se pararon. Harry, echaba mucho de menos a Sirius. Siempre había querido vivir con él, crecer junto a él. James nunca lo había conocido, pero sabía que había sido un gran hombre, y estaba orgulloso de llamarse como él. 

-Estoy sorprendido de que los Malfoy hayan puesto una foto de Sirius y Nymphadora en su casa- le susurró James a Harry. Él asintió con la cabeza. 

Después de ellos, había cuadros de los padres de Narcissa y Lucius seguida de otros familiares. 

Scorpius miró al mapa, el cual le mostraba que Albus estaba en el sótano. Scorpius estaba sorprendido por lo preciso que era ese mapa. Levantó la vista y vio la vieja puerta chirriante que conducía al sótano. La última vez que alguien había entrado ahí era hace doscientos años. Utilizó el mismo encantamiento que había utilizado para desbloquear la puerta principal, para desbloquear la voluminosa puerta que conducía al sótano. La puerta crujió y los siete bajaron. Lentamente, oyeron una voz. Era un hombre.

 -¿Qué haremos con él, Augurey?- preguntó él.

-Esperemos, sus amigos y su familia estarán a punto de llegar. Ahí es donde nosotros entramos- replicó Delphi. 

-Ella está esperándonos, ¿qué hacemos?- chilló Rose, asustada por lo que pronto podría pasar.

 -¿Has traído la varita de Albus, Scorp?- añadió Rose. Scorpius estaba temblando con temor. Estaba sorprendido por todo lo que estaba sucediendo y se había quedado sin habla. Asintió y se la entregó a Rose. Ella le sonrió, tratando de convencerlo de que todo estaría bien. Pero no pudo. Scorpius nunca había tenido buena suerte, tampoco Albus. Algo malo iba a pasar, Scorpius lo sabía. Scorpius empezó a bajar las escaleras de puntillas. Había vides y marcas de hierba en la vieja escalera. Parecía muy vieja, y olía a muy vieja. 

 Tan pronto como llegaron al final de la escalera llegaron a un pequeño cuarto. Dentro, había una mesa con tres sillas. Parecía que había habido alguien recientemente. Había una taza medio llena de cerveza de mantequilla, y una botella vacía de jugo de calabaza. En la esquina de la parte trasera de la habitación había tres pares de zapatillas. Todas eran botas negras. Había dos pares, que eran más grandes que las otras.

 -Esas deben de ser de Delphi, Jazzy y Lucius- inquirió Ginny. Scorpius seguía muy sorprendido. Él sabía que los Malfoy tenían mala reputación, pero no que era tan mala. A veces, deseaba haber nacido como un Potter. Tendría que ser una vida fácil, muchos amigos, una gran familia y mucha alegría. Pero por supuesto, tenía que haber nacido en una de las familias más odiadas del mundo mágico. Scorpius se asomó por la puerta para ver que estaba pasando, pero para su consternación, su mala suerte apareció.

-Oh mirad, tenemos un visitante- gruñó Delphi. Agarró a Scorpius y lo arrastró junto a Albus. El resto, en la habitación, estaban sorprendidos.

-¡Scorpius!- gritó Albus. Alcanzó la mano para tocársela a Scorpius, pero Delphi decidió permanecer en medio.

 -Bien, ya estás aquí- anunció Lucius. Scorpius se toqueteó el pelo y se sentó en la silla. Estaba cerca de Albus, quien también estaba sentado en una silla. Intentaron alcanzarse el uno a el otro, otra vez, pero Delphi le ató los brazos con una correa, y caminó por delante de Albus. -

¿Cual es tu mayor debilidad?- exigió Delphi. 

 -¿Por qué quieres saber eso?- preguntó Albus molesto, sabía que querría torturarle con lo que fuera. Sabía cual podría ser la respuesta, la misma respuesta que su padre.

 -Tú verás, o me lo dices ahora, o te cortaré la cabeza- dijo Delphi riéndose.

 -Vale, Jazzy. No estamos en el siglo XVI. Es... Mi varita. Quiero a mi varita más a cualquier otra cosa- mintió Albus, nunca había sido un buen mentiroso, y ahora su vida dependía de ello. Scorpius miró a Albus, los dos sabían cual era. Scorpius asintió, dándole su consentimiento para decirle la verdad. Delphi tenía su varita preparada.

 -Son mis amigos, mis amigos y mi familia son mi debilidad- soltó Albus. Delphi sonrió y soltó una risa horrenda. 

-Accio Harry Potter, Ginny Potter, James Potter, Lily Potter, Hermione, Ron y Rose Granger-Weasley- coreó Delphi y movió su varita. Lentamente, toda la gente a la que llamó estaba de pie en frente de Albus.

-¿Por qué me habéis despertado tan pronto?- gimió Lily. 

 -Oh, sí, no me puedo olvidar de Augusta y Teddy- dijo Delphi, movió su varita otra vez, y ellos aparecieron.

-¿Qué estamos haciendo aquí?- preguntó Augusta. Se había dado cuenta de que Jazzy estaba ahí y todo era cada vez más sospechoso.

 -Vosotros vais a ser la tortura de Albus- explicó Delphi, con una gran mueca en su cara.

 -¿Qué?- exigió Rose. Ahora estaba más asustada. ¿Qué les iba a pasar a todos?

-¿Quién primero?- preguntó Delphi. Sacó su varita y le apuntó a Scorpius-. ¿Preparado para un duelo?- dijo Delphi. Scorpius estaba aterrado, pero sabía que tenía que luchar por su vida sin importar el qué.

1-No se si a vosotros os pasa, pero a mi los malos que están locos no me pueden caer mal, y Delphi está muy loca. Así que no consigo que me caiga mal. Me pasaba los mismo con Bellatrix. 

2-Se que lo he dejado mal, pero no creo que pueda subir dentro de poco, entre los exámenes y estos tres capítulos, mis pobre neuronas están reventadas, y me hace falta ahorrarlas, porque no tengo muchas. Espero que comprendáis mi terrible desgracia. 

3-Gracias por leer, votar y comentar (lo importante es que seguís haciéndolo, y que todavía no os habéis asustado de mis delirios). 

4- Como siempre os digo, no os olvidéis de votar y de comentar. 

I will always come find you (Traducción)Where stories live. Discover now