El pelirrojo ya se encontraba en el hospital nuevamente. Aún seguían revisando a Nagisa, por lo tanto debía esperar, cosa que si Karma lograba, era un milagro.
Por otro lado estaba dudando entre sí llamar a su amigo albino, ya que si lo hacía este vendría con el gorila de su pareja, o no llamarlo y seguir guardando el secreto.
"Bueno...Dos pájaros de un tiro" pensó el chico para luego presionar el botón de "llamar" en su celular y acercar el aparato a su oreja.
~en otro lugar~
Un chico peliblanco se encontraba buscando su teléfono el cual sonaba desesperadamente.
Mientras hacía eso sintió unos grandes brazos rodear su cintura por detrás y pequeños besos por su nuca.
- Terasaka, has visto mi teléfono? - preguntó restándole importancia a lo que hacía y seguía buscando el aparato.
- es por tu frialdad que solo tenemos un hijo - dijo en un suspiro el rubio/castaño - está debajo de tu almohada - el menor caminó hacia la habitación que compartían y buscó su teléfono.
Cuando lo encontró, contestó.
- Hola? - preguntó.
- hasta que contestas - dijo el pelirrojo del otro lado del teléfono.
- Terasaka - se excusó - por que llamas? - preguntó cambiando de tema.
- Escucha...Puedes venir al hospital de la cuidad? - preguntó poniéndose serio.
- claro, pero...Le pasó algo a tus hijos? -.
- no, es otra cosa...- se quedó en silencio unos cuantos segundos sin saber que decir - puedes venir? -.
- sí, en un rato voy - terminó de decir para luego cortar la llamada.
- quién era? - preguntó el rubio/castaño entrando a la habitación.
- Karma - respondió mirando al mayor - quiere que vaya al hospital -.
- quieres que te lleve? - el menor asintió.
- No se por qué...Presiento que tiene que ver con Nagisa...- dijo en un leve susurro mientras miraba de reojo una foto de él y el peliceleste.
[....]
Ambos chicos ya se encontraban caminando hacia la habitación que les había indicado el pelirrojo. Al llegar vieron al chico apoyado alado de la puerta.
- Karma, que pasa? - preguntó el peliblanco una vez estuvieron frente a él.
- el mayor soltó un suspiro - escuchen, debo mostrarles algo...Pero no se desmayen, les aseguro que lo que está detrás de esta puerta es real...- el peliblanco y el rubio/castaño se miraron confundidos. El pelirrojo no encontraba las palabras con las cuales prepararlos para que vieran al pequeño peliceleste - solamente no se mueran y punto. - finalizó para quitarse de delante de la puerta.
El menor tomó el picaporte de la puerta y la abrió lentamente. Ambos echaron un vistazo dentro de la habitación.
- eh? Itona, Terasaka! - dijo el peliceleste con una sonrisa dejando petrificados a ambos chicos.
Lo único que hicieron fue cerrar la puerta rápidamente y apoyarse sobre esta.
-...Karma, dime qué lo que acabo de ver fue real...- dijo el peliblanco mientras se deslizaba por la puerta hasta quedar sentado en el suelo procesando lo que había visto.
- Karma...Acaso reviviste a Nagisa? - preguntó el mayor mirando incrédulo al carmesí.
- escuchen, no se como explicarles lo que pasó...Pero les puedo asegurar que Nagisa está vivo - dijo mientras llevaba una de sus manos a su nuca.
El peliblanco se paró del suelo levemente mareado y abrió la puerta entrando a la habitación, se acercó al peliceleste y lo miró de pies a cabeza. Pellizcó el brazo del chico para asegurarse de que fuera real.
- auch! - se quejó mientras tomaba su brazo.
- Nagisa...- estaba impresionado, como había vuelto a la vida de un día para otro?
No lo resistió y lo abrazó fuertemente.
- Itona? - preguntó el menor correspondiendo el repentino abrazo, aunque no entendía bien el porqué de este.
- que bueno que estés bien, no tengo idea de que clase de brujería haya hecho karma, pero lo bueno es que estás bien - dijo bastante feliz de que su mejor amigo esté bien.
- brujería? a que te refieres Itona? - preguntó con algo de confusión.
El peliblanco se separó de su amigo y lo miró con el ceño fruncido.
- eh Itona, debo decirte algo...- ambos salieron de la habitación y karma les explicó TODO lo que había pasado con Nagisa hasta ahora.
- Como que no recuerda nada?! - preguntó molesto.
- no se que le habrán hecho, pero solamente recuerda hasta nuestra graduación, luego sus recuerdos están borrados. - terminó de explicar el pelirrojo algo triste.
- no recuerda a sus hijos? - preguntó Terasaka levemente preocupado.
- no, ni siquiera la muerte de nuestro cuarto hijo - respondió con algo de nostalgia el chico.
Itona bajó la cabeza, su mejor amigo no se acordaba de él, no se acordaba que estuvo junto a él cuando esperaba a Kano, cuando aguantaba al peliceleste llorar por el pelirrojo, cuando lo ayudó a él con Hiro, lo había olvidado. Sintió sus mejillas humedecerse y se impresionó, normalmente él no lloraba por nada, pero esta situación le ganaba. Se alejó un poco de su pareja y amigo mientras lo analizaba y ocultaba sus lágrimas.
- eh? Itona está llorando? - preguntó el pelirrojo impresionado.
- bueno, recuerda que eran mejores amigos y ahora no lo recuerda. Es entendible - respondió el mayor viendo al chico de espaldas.
- Tienes razón....-
El peliblanco regreso con ellos y los tres entraron a la habitación del menor para hablar un rato con él, pero al albino le dolía que su amigo no lo recordara. Luego de una hora hablando y riendo el rubio/castaño se tuvo que ir a trabajar, mientras que el menor se quedaba por que tenia que preguntarle algo al pelirrojo.
- oye Karma - lo llamó una ves estuvieron fuera de la habitación - que harás con Takaoka? - preguntó serio mirando al mayor
- primero debo encontrarlo, mandé a varías persona a buscar su ubicación, pero aún no encuentran nada. Pero cuando lo haga, juro que no dejaré nada de su sucio cadáver... Pagará por lo que le hizo a Nagisa...- respondió con enojo, sus ojos tenían un brillo especial, ese en el cual se reflejaba su "instinto asesino".
El peliblanco solo se limitó a mirarlo con seriedad para luego volver a preguntar.
- Como les dirás a tus hijos? - esa pregunta era la que, más o menos, volvía aún más loco a Karma.
- no lo sé...Es algo difícil de tratar...Y más con niños de sus edades - respondió bajando la mirada - aunque el que más me preocupa es Kano...-
Ambos sabían que el pelirrojo tenía un gran apego a su padre/madre y a este mismo era el que más le dolió su muerte, pero con el paso del tiempo trató de olvidarlo y seguir con su pequeña familia la cual lo ayudaba bastante a superarlo de vez en cuando.
Pasó el tiempo y ambos tuvieron que ir a buscar a los hijos del pelirrojo el cual le había pedido como pequeño favor al albino que los cuidara solo por esa tarde mientras él cuidaba de Nagisa.
- Karma - llamó el menor - no me dijiste donde están mis padres - el mayor lo miró petrificado, había olvidado ese pequeño detalle.
- emm...Nagisa...Tus padres están...- estaba apunto de seguir cuando la puerta se abrió dejando ver al doctor que atendía a Nagisa.
"Gracias Hiromi, Gracias señor Shiota" agradeció el pelirrojo al ver que lo habían salvado por segunda vez.
- disculpe, señor Akabane, venga un momento - lo llamó el hombre mientras leía unos papeles.
- ya vuelvo Nagisa - se paró y caminó hacia el hombre de bata blanca, ambos salieron de la habitación.
- quería informarle que el señor Shiota...-
- Akabane - le corrigió.
- sí, disculpe, el señor Akabane se encuentra en muy buen estado, salvo por las cortadas en su espada, está todo bien, a este pasó podrá irse...Pasado mañana - informó viendo unos papeles.
El pelirrojo al oír eso por poco le da un paro cardíaco. Ahora, cómo le diría a sus hijos? Dónde dejaría a Nagisa en lo que les dice? Otro problema agregado a su lista.