Capítulo 66
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P R E V I A M E N T E . . .
—Gastará todo tu dinero en golosinas—Michell comentó y siguió riendo
—A partir de hoy, las odio—Las señalé y seguí caminando
—¡Nos amas!—Gritón Luna burlona
—Ajá—Respondí sarcástico
¤Narra _____¤
Bajé del taxi y lo pagué, no tenía dinero pero encontré la cartera de Mau y decidí pagarlo con ello.
—Luego te lo pago Mauco—Susurré
Ya me encontraba fuera del gran edificio, falta subir y buscar el departamento de Mario...
—Tengo muchas ganas de verte Beto—Sonreí y entré
Fui directo a los elevadores, subí y marqué el número del piso al que deseaba ir y así lo hice.
El elevador paró en el piso cuatro.
—210... 210... ¡210!—Sonreí triunfante al encontrar el departamento
Llamé a la puerta, nadie respondió, volví a hacerlo... pero nadie respondió.
Por un momento creí haberme equivocado, pero no, recuerdo perfecto, y los chicos no mencionarón nada de que Mario haya cambiado de departamento.
La preocupación llegó.
—Puede que vaya a la carcel, pero no esperaré—Susurré y abrí la puerta
Me adentré al departamento, claro estaba de que personas vivian en el departamento, y no me di cuenta por algún desorden en el, sino porque las luces estaban prendidas.
El departamento había cambiado, ahora las paredes eran en un tono gris, el comedor había cambiado también, pasó de ser cafe a negro, lamparas, sofas y demás también, todo había cambiando...
Fui directo a la habitación, no estaba abierta pero tampoco cerrada, la abrí, y ese fue el momento en el que me arrepentí de haberlo hecho...
¤Narra Michell¤
—¿Y si tomamos un taxi?—Pedí exhausta
—Michell, eres una dramática—Luna rodó los ojos
—Le dicen la reina del drama—Mauricio rió estaba a dos metros en frente de nosotras
—Luna, aquí los que no se dan cuenta de que me muero—Los señalé y luego me señalé—Son ustedes, llevamos una hora, Luna, ¡una hora caminando!—Grité y la gente nos volteó a ver mientras murmuraban
—Calla Michell—Mau tapó mi boca con su mano
—¡Asquerosa!—Gritó después de unos segundos
—Sabes saladito—Comencé a reír
—Cochina—Murmuró Mau mientras limpiaba su mano en su pantalón
—Falta una cuadra—Dijo Luna mirando su telefono
—¿Google Maps?—Pregunté. Luna asintió
—Ay Luna... No es posible que no puedas andar por las calles de México sin tener que checar el telefono—La miré
—Contigo cerca no sé si estoy en México o en un hospital psiquiátrico—Me miró
—Eso no viene a la platica—La fulminé con la mirada
—Callate ya—Mau se quejó
—Callate tu—Reproché
—Callame...—