ALIVE | Fan-fic de Louis Toml...

By judiLimon

264K 12.7K 1.8K

"No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay" (François D... More

ALIVE
Capítulo 1. La noche
Capítulo 2. Embelesado
Capítulo 3. A todo el mundo le gusta Louis
Capítulo 4. Nunca se sabe.
Capítulo 5. ¿Y qué pasa con mi beso?
Capítulo 6. Sólo quería que estuviera cerca
Capítulo 7. Sí
Capítulo 8. Quiero besarte
Capítulo 9. Tentación
Capítulo 10. Mucho más
Capítulo 12. Él te vio primero
Capítulo 13. No lo hagas
Capítulo 14. Tiempo
Capítulo 15. Me gusta tenerte aquí
Capítulo 16. Mañana
Capítulo 17. Sólo tengo una opción
Capítulo 18. Quise ser yo quien le importara
Capítulo 19. Con Louis a mi lado
Capítulo 20. ¿Por qué?
Capítulo 21. ¿Y con quién sueñas?
Capítulo 22. Tú no eres bueno para ella
Capítulo 23. Egoísmos y perdones
Capítulo 24. Mentiras
Capítulo 25. Punto y coma
Capítulo 26. Indescriptible
Capítulo 27. Navidad
Capítulo 28. Límites
Capítulo 29. ¿Y si...?
Capítulo 30. Angustia
Capítulo 31. Oportunidades
Capítulo 32. Distancia
Capítulo 33. ¿Quieres irte?
Capítulo 34. Tristeza. Impotencia. Orgullo
Capítulo 35. Pase lo que pase. FINAL DE TEMPORADA
AVISO IMPORTANTE

Capítulo 11. No vuelvas a rechazarme

7.3K 350 129
By judiLimon

Martes 26 de noviembre de 2013

[Punto de Vista Julia]

Llegué a casa destrozada, como venía siendo habitual en la última semana. Había estado haciendo exactamente lo que mi primo Steve me pidió: tratar de integrarme en la empresa. Desplegué toda mi simpatía entre mis compañeros. ¿El resultado? Pocos cambios. Al menos, una parte de ellos habían pasado del desprecio a la indiferencia. ¿Debería estar satisfecha?

Me tiré en el sofá agotada y saqué el móvil del bolso. Emily había escrito recordando que en una hora nos quería a todos en su casa: nos había invitado a cenar con motivo de su cumpleaños. Insistimos en que, con el fiestón que había montado una semana atrás, no hacía falta más por su parte, pero ella era así. Por eso nos invitó. A los cuatro.

Louis había regresado el día anterior, un lunes; exactamente siete días después de marcharse. Exactamente nueve días después de verle por última vez. ¡Nueve días! Suspiré.

Estaba nerviosa. Llevaba nueve días sin escuchar su voz; llevaba nueve días sin saber nada de él. Apenas le conocía y era extraño lo que sentía. ¿Le había echado de menos? No lo diría así, pero sí es cierto que había notado su ausencia. Mucho. Más de lo que me gustaría.

¿Habría pensado en mí?

¿Seguiría pensando en mí?

¿Se habría olvidado de todo lo que había pasado?

En realidad, lo más probable es que fuera así. Sus no-mensajes, sus-no llamadas, sus no-señales de vida así me lo indicaban. Seguramente, en esos nueve días lejos de Londres habría conocido a mil personas. ¿Por qué iba a seguir pensando en mí pudiendo pensar en cualquier modelo de metro ochenta que le pusiera ojitos? Suspiré.

Yo sí llevaba nueve días pensando en él. ¿Qué me había hecho?

Me levanté a regañadientes y decidí comenzar a arreglarme; nada de lujos, algo cómodo y sencillo para ir a cenar con cuatro amigos. Vaqueros, converse y un jersey calentito. Mi bufanda preferida, de un tono marrón clarito, y mi fiel abrigo, compañero de bajas temperaturas.

Volví a suspirar antes de salir de casa y la esperanza acudió de nuevo a mí. Me golpeé en la cabeza y la obligué a retornar a un lugar perdido de mi mente, donde no supiera nada más de ella. Ni quería ni podía tener esperanza.

Miré el móvil de nuevo. Ningún mensaje, ninguna llamada, ninguna señal de vida.

Él no había pensado en mí; al menos no como yo lo había hecho.

[Punto de Vista Louis]

A quién pretendía engañar, tenía ganas de ver a Julia. Había estado todos esos días intentando convencerme a mí mismo de que lo único que me había motivado a actuar como actué el último día había sido la simple atracción que sentía hacia ella. Puede que no estuviera equivocado, puede que únicamente fuera atracción, pero desde luego no era "simple". Era fuerte. Era muy grande. Y, nueve días después, seguía intacta.

No había salido de mi cabeza. Los chicos y yo habíamos hablado largo y tendido acerca de ello y todos coincidían en lo mismo: mientras Sam estuviese no podía hacer nada. No sólo por él, también por mí. Me conocían bien y sabían, al igual que yo lo sabía, que si hacía algo no me lo iba a perdonar nunca.

¿Era capaz de olvidarme de ello, entonces? Debía serlo.

Pero moría de ganas por verla.

Llamé al timbre y me abrió una sonriente Emily que me abrazó con ganas.

- Eres el último, tardón -reprochó, con una sonrisa, sin embargo.

- Las buenas costumbres no hay que perderlas -contesté, también con una sonrisa-. ¿Qué tarta has comprado? -Pregunté, con cara de no haber roto un plato.

- Chocolate, glotón.

- ¡¡Bien!! -Pasé un brazo por su cuello y la estrujé contra mí-. No esperaba menos de ti. ¡¡Hola!! -Saludé con ánimo, cuando entramos al salón.

Traté de no detenerme demasiado en la figura de Juls caminando hacia mí pero fue inútil. Me embobaba mirarle, ni siquiera me parecía que fuera de este planeta. Me besó con dulzura en la mejilla y coloqué una mano en su cadera, queriendo conservarle conmigo. Se separó de mí y nuestros ojos chocaron. Los suyos brillaban, demasiado. ¿Había estado llorando?

Sentí la mano de Sam en mi espalda y cómo Judi se inclinaba para dejar un suave beso sobre mi rostro. Se lo devolví como bien pude. Ya sólo podía mirar a Julia.

- ¿Qué te pasa? -Pregunté.

Me miró con asombro.

- ¿Por qué? -Susurró.

Qué bien sonaba su voz. Llevaba demasiado tiempo sin escucharla.

- No tienes buena cara.

- No ha sido un buen día -se encogió de hombros, como si no tuviera importancia, dio media vuelta y se dirigió de nuevo al sofá.

- No, no, ¡nada de sofá! -Chilló Emily-. A cenar, todos a cenar.

Julia se detuvo y rehizo lo andado, con su mirada puesta en mí.

- ¿El trabajo? -Pregunté, una vez que estuvo a dos pasos de mí.

Asintió.

- Deberías dejarlo... -Sam habló a mi lado. La consternación en su voz era evidente.

- No voy a dejarlo -Julia se detuvo frente a nosotros y nos miró a los dos-. Estoy bien, sólo ha sido un mal día. Vamos a hacer caso a Emily y a sentarnos todos si no queremos guerra -sonrió.

Hizo intención de sentarse pero sujeté su brazo.

- No quiero verte así -murmuré, con mi mano aún atrapando su antebrazo.

- No puedo hacer nada -contestó con el mismo tono de voz.

- Claro que puedes. Habla con tu primo, dile que no estás a gusto, y que no eres tú quien tiene que cambiar, sino los estúpidos de tus compañeros.

Realmente ese tema me enfadaba. ¿Por qué tenían que comportarse así?

- No sirve de nada, Lou. Pero gracias -sonrió.

- No pierdes nada por intentarlo.

Seguíamos en la misma postura. El uno frente al otro. Puede ver por el rabillo del ojo cómo todos los demás ya se habían sentado, pero no me importó.

Llevaba nueve días sin verla. No me importaba nada más.

- Puedo perder mucho. Puede sentarle mal, puede echarme, puedo perder el trabajo, y tendré que irme de Londres. Y no quiero irme.

Me rendí ante sus palabras; sabía que no había nada que pudiera decir contra eso. No había nada que pudiera decir para hacerle sentir mejor. Me acerqué a ella, besé su mejilla y la abracé durante un breve momento.

- Yo tampoco quiero que te vayas -musité en su oído, de forma casi inaudible.

Me separé de ella y me dedicó una sonrisa.

Si sólo era atracción, era la atracción más fuerte que había sentido en toda mi vida.

[Punto de Vista Sam]

Louis tomó asiento y Julia lo hizo a su lado, mirándolo. Dejó escapar un suspiro imperceptible, pero que yo sí capté. Él le hacía sentir bien de una manera que no acertaba a comprender... ¡Apenas se conocían!

Yo también había notado a Julia decaída, no tardé ni un segundo en darme cuenta de ello. Louis no había tardado mucho más. ¿Por qué la conocía tan bien si apenas se conocían?

Julia no me había hablado de ello. Al preguntarle qué pasaba por su cabeza, me había sonreído y había exclamado un "¡nada! No te preocupes". A Louis sí le había dicho algo, aunque no fuera demasiado. Había sido más que a mí. ¿Por qué más que a mí?

¿Qué cojones había entre ellos?

- Pásame la sal, anda.

Julia estiró el brazo hacia el extremo de la mesa donde se encontraba Louis y éste atrapó el salero en un rápido movimiento. Se lo mostró sonriente y Julia puso los ojos en blanco.

- ¿No me lo vas a dar? -Louis negó con la cabeza-. ¿Por qué? -En esta ocasión, él se encogió de hombros-. ¿Te has quedado mudo? -Preguntó, riendo.

- ¿Y tú te has vuelto un loro tanto preguntar?

- Una cacatúa.

Rieron al mismo tiempo.

Ya había visto bastante. Agaché la cabeza y me concentré en la comida, aun sin tener demasiado hambre.

No era justo. Nada de eso era justo. Yo la había visto antes, ¿por qué no podía ser mía?

Se suponía que Louis era mi amigo pero se estaba comportando como un auténtico cabrón tonteando de la manera en que estaba tonteando con ella. Era evidente que existía cierto interés por su parte, desde el primer día, pero, ¿qué cojones le pasaba por la cabeza? Le había dicho que la quería. ¿No podía buscarse a otra con la que tontear entre los millones de chicas que cada día gritaban su nombre?

Era un completo egoísta.

Viendo esto, ¿cómo iba a ser capaz de confesarle lo que sentía a Julia? Tenía todas las de perder.

[Punto de Vista Julia]

- ¡Vale, Louis, para! -Me revolví en la silla riendo-. Aparta tus zarpas de mí -volvió a clavar su dedo índice en mi tripa y me moví de nuevo-. ¡Quita!

- Jamás he conocido a una chica con tantas cosquillas. En serio. Tienes un problema. ¿Quieres que llame al médico y mañana vas a mirártelo? -Le di un manotazo en el hombro y rió-. También tienes otro grave problema, ¿quieres saber cuál es?

- No -respondí, escueta, tratando de aguantarme la risa.

- Sí que quieres.

- No quiero.

- Claro que quieres.

- No.

- Pues te lo voy a decir igual.

- No quiero saberlo.

- No puedes estar cinco minutos sin pegar a nadie -dijo, de carrerilla. En esta ocasión no pude evitar reírme. Introduje una cucharada de tarta en mi boca y lo miré-. Ala, ya lo he dicho.

Estaba tan animado, y tan divertido, y tan guapo... Me relamí los labios y sentí cómo dirigía una corta mirada a éstos. Mi cuerpo se activó en un instante y él pareció notarlo.

- No hagas eso... -Susurró, posando de nuevo sus manos en mi cintura.

Me sobresalté ante su contacto con tanta intensidad que golpeé con mi codo el pequeño plato en el que se encontraba el porción de tarta y cayó sobre la parte inferior de mi jersey y sobre mis pantalones.

- ¡¡¡Louis!!! -Grité, observando cómo mis precioso jersey rosado quedaba lleno de chocolate-. ¡Te mato!

- ¿A mí? ¡Pero si ha sido tu culpa!

- ¿Te has manchado mucho? -Preguntó Emily, levantándose de su sitio y colocándose detrás de mí.

- Bastante -asesiné a Louis con la mirada y se acercó a mí, servilleta en mano.

- Déjame limpiarte, aunque no haya sido mi culpa, que conste -enarcó una ceja, divertido.

- No -lo detuve. Más roces por su parte no o me volvería loca-. Mejor voy al baño a intentar limpiarme un poco. Tienes algo por ahí para limpiarlo, ¿no?

- Tengo bajo el grifo de la cocina, sí -asintió Emily.

- Vale, voy a por ello.

Louis se levantó detrás de mí.

- Ahora me siento mal, aunque no haya sido mi culpa -me sacó la lengua.

Tuve que contenerme mucho, muchísimo, para no modérsela allí mismo.

Caminé hasta la cocina, seguida por él, y después hasta el baño donde, deduje, podría limpiarme mejor. Habíamos preparado una cacharrería importante que se encontraba en la pila de la cocina.

- Qué desastre... -Me mordí el labio, abrí el grifo y estiré mi jersey para analizar con cuidado los daños.

- Perdóname -sentí los labios de Louis posarse sobre mi mejilla y mi corazón comenzó a latir a un ritmo frenético. Abandoné el jersey y giré mi cabeza para que nuestros rostros quedaran frente a frente. Bajé mi vista hasta sus labios-. No voy a besarte -dijo despacio.

La retorné a sus ojos y me encogí de hombros.

- No quiero que lo hagas.

Arrugó la frente y sonreí al ver que mis palabras habían conseguido el efecto deseado.

Obviamente, quería que lo hiciera.

Sentí cómo suspiraba y se inclinó deprisa hacia mí, buscando robarme un beso. Fui más rápida y coloqué mi dedo índice en sus labios, haciendo que se detuviera. Una corriente de electricidad recorrió todo mi cuerpo mientras mi dedo seguía sobre su boca.

- ¿Me has rechazado? -Preguntó, confuso.

Se echó de nuevo hacia atrás y entreabrió la boca.

Sonreí con más amplitud.

Inesperadamente, metió la mano bajo el grifo, que seguía derrochando agua, y unas molestas gotas comenzaron a caer sobre mí. Cada vez más.

- ¡¡Louis!!

- ¡Me has rechazado! -Exclamó.

- ¿Primero me manchas y después intentas arreglarlo mojándome? Tienes un concepto pésimo de cómo pedir perdón, ¿¡eh!? -Prácticamente estaba chillando mientras trataba de cubrirme el rostro con las manos.

- Me has rechazado -siguió diciendo. Con su brazo libre me cogió por la cintura, obligándome a acercarme aún más al grifo y continuó esparciendo agua.

- ¡¡¡LOUIS!!! ¡¡PARA!!

¡Estaba calándome completamente!

Sentí cómo cerraba el grifo, apoyó sus manos mojadas en mi rostro y me instó a mirarlo. Sus ojos azules iban de mis labios a mi mirada, intermitentemente, como si no tuviera claro dónde posarlos. Colocó unos mechones de pelo, absolutamente empapados, y acarició mi pómulo derecho con su pulgar.

- No vuelvas a rechazarme -susurró.

Permanecí inmóvil ante sus palabras.

¿Quién en su sano juicio querría rechazarle?

- Has sido tú quien ha dicho que no ibas a bes...

Me calló precisamente haciendo eso: besándome. Apoyé las manos en su pecho y nos fundimos en un largo beso en el que nuestras lenguas se entrelazaron, recreándose la una en la otra.

Se separó de mí y me miró fijamente.

- Soy débil -frunció los labios y acaricié su rostro.

- Me encanta que seas débil.

Volví a buscar sus labios pero se encorvó hacia atrás. Entendí su juego al instante y sonreí.

- Me has rechazado.

- Para que veas qué tal sienta -reí cuando comenzó de nuevo a hacerme cosquillas y le revolví el pelo cuando paró.

- ¿Así que no quieres que vuelva a rechazarte? -Permaneció callado, sin apartar su mirada de mí. Sabía qué significaba eso-. ¿Por qué no hablamos con Sam?

- No -contestó, con sobriedad.

- ¿Por qué no?

- Porque no -me besó en la comisura de los labios y se alejó de mí-. Mejor límpiate o te quedará mancha y tendrás que tirar tu precioso jersey.

- ¿Eso qué significa? ¿Que se ha acabado la conversación?

Agachó la cabeza. Vale, estaba claro que no quería hablarlo con Sam. ¿Pero por qué? Todo sería más fácil y no tendríamos que hacer eso como si fuéramos criminales. Sam podría llegar a comprenderlo; ¿por que no? No era en absoluto nuestra culpa estar como estábamos, no era nuestra culpa ni tampoco lo habíamos buscado en ningún momento. Había surgido, simplemente. Sam tenía que entenderlo.

¿Por qué no quería hablar con él?

- Louis -llamé su atención y me miró de nuevo-, en serio, deberíamos...

- ¿Qué tal va el jersey? -Emily abrió la puerta y asomó la cabeza por ella. Abrió los ojos como platos viendo el estado de mi pelo, supuse. Y de mí en general. Estaba empapada-. ¿¡Pero qué habéis hecho!?

- Fiesta de la espuma -rió Louis.

- ¿¡Y tenía que ser en mi baño!? -Emily puso los brazos en jarra y lo miró con un aparente mal humor.

- ¿Qué querías sino? -Louis extendió los brazos como si no entendiera nada, curvando ampliamente los labios-. ¿Que la hiciéramos en tu salón? En tu salón no hay grifo, querida. Ni en las habitaciones, en la cocina me parecía inapropiado porq...

- Louis William Tomlinson, ¿por qué te empeñas en hacer siempre maldades?

Era evidente que Emily no estaba enfadada, aun así me aproximé a ella.

- Lo siento, Em.

- No, tranquila, si la cosa no va contigo. Sé perfectamente quién es el responsable de esto.

Louis carcajeó colocando una mano sobre su tripa. Era increíblemente guapo cuando reía de esa manera.

- Siempre yo. ¿Por qué tenéis todos tan mal concepto de mí?

- El que has hecho que nos formemos -Emily lo taladró con la mirada.

- Ya, claro. Bueno, yo ya he cumplido mi tarea aquí, me vuelvo a comer tarta -nos sonrió, deteniéndose una milésima de segundo más en mí, y salió del baño.

Su capacidad para disimular era de admirar. Yo aún seguía bloqueada por sus besos.

- A ver si entre las dos quitamos la mancha...

Decidí concederle toda mi atención a Emily y olvidarme de Louis, aunque fuera durante unos minutos. Fue más bien inútil.

Me encantaba. Demasiado.

El beso que me había regalado hacía apenas dos minutos no había sido horrible; al contrario: adoraba la dulzura con la que sus labios se movían sobre los míos.

No había sido horrible, había sido maravilloso, pero no me importaba: no iba a ser el último.

No podía ser el último.

____________________________

¿Qué os parece? Se va a poner interesante, lo prometo :)

Gracias de nuevo, a todas, por taaaantos comentarios :) Quiero dedicaros capítulos a todas las que día a día comentáis porque  me hacéis feliz y <3

¡Contadme qué os parece! :DD

@LookAfterYou28

Continue Reading

You'll Also Like

982K 104K 142
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
10K 1.3K 32
Kim Jennie, era una chica sana y saludable, pero cuando cumplió once años tuvo un trágico accidente automovilístico el cual le provocó daño en su cer...
509K 22.7K 164
¿Una sexta integrante en CNCO? ¡No estaría tan mal! Sólo imagina <3 💕💕
27.9K 1K 43
Escuché que estas buscando a alguien que te trate bien, por que los otros chicos no estan a la altura de tus expectativas. Escuché que estas buscando...