No sabía qué hacer, anoche después de ver a Nesa me había encontrado a Emily en la calle y no esperaba que mientras platicábamos en la acera me plantara un beso al cual respondí sabiendo que es amiga de mi novia… ¡Me sentía como la mierda!, de paso me encanta Emily y por más que tratase no podía negarme a su seducción.
¡¿Porque Dios me hizo tan débil?!... Aunque sea un bastardo no puedo dejar a ninguna de las dos.
Ya en mi trabajo creí que estaría más tranquilo pero no fue así. Emily estaba allí.
- Hola Emi ¿paso algo?- saludé dubitativo.
- Hola, no ha pasado nada solo tenía ganas de verte y hablar contigo- dijo ella tímidamente...se veía tan tierna y adorable.
- Me halaga… pero sabes que la gente puede sospechar algo, no quiero problemas por ahora Emi- ella se puso triste- ¿qué tal si saliendo del trabajo salimos a pasear?- traté de animarla y lo conseguí, eso me hizo feliz.
- ¿Enserio?– asentí,- si…sii…siii gracias entonces te espero en el bar de alado.
- Emily esta es una cita no lo olvides- yo también estaba animado por salir con ella.
Emily es diferente de Nesa por muchas razones. Emi es tierna, risueña, distraída, cariñosa, impaciente, es como una niña pequeña con buen cuerpo, no sé si tendrá malicia pero poco piensa en la consecuencia de los actos que hace, y le gustan las fiestas y los helados. En cambio Nesa es seria, realista, bromista cuando esta de humor, distante, fría, parece una vieja con sabiduría por así decirlo, no le gusta fallar en la vida pero sin embargo sé que es insegura, solo que no le gusta que nadie conozca sus debilidades., le gusta llorar sola en el cementerio, lo sé porque una vez al mes la sigo para ver que este bien, y a veces pienso que en vez de novio parezco su amigo si no fuera porque nos besamos y tenemos sexo de vez en cuando… solo ahí es frágil, solo ahí se deja querer.
La primera vez que hicimos el amor fue tan especial… yo creía que no iba a funcionar porque ella sufría de depresión y se alejaba de todos… pero que no se alejara a mí era suficiente. Ella era virgen y mientras lo hicimos jamás me soltó, se aferró tanto a mí que parecía que no podría soltarse nunca y al terminar me dijo que me quería, eso fue lo que me hizo enamorarme aún más de ella pero ahora aunque trato de que demuestre a los demás que me quiere, no lo consigo… Mis amigos se burlan de mi diciendo que no le importo a ella, y tal vez tengan razón, eso me deprime porque la quiero.
Entré a mi habitación y lo vi ahí sentado recostado en el cabecero de la cama con la mirada perdida hacia la ventana.
- Hola ¿te sientes mejor?
- Sí, no te preocupes – respondió sin mirarme.
- No es para menos, ellos te dejaron hecho papilla - tenía ganas de bromear con él, no conocía su risa. Él cambió su cara y me miró.
- jajaja si tienes razón, pero ya me vengaré – prometió mientras hacia una sonrisa maquiavélica.
- Interesante… los harás puré, eso quiero verlo - me cayó bien, tenía sentido de humor.
- Entonces te invito a ser espectadora en primera fila y es gratis, no puedes negar esta jugosa oferta, solo deja que me recupere.
- Acepto ser espectadora, igual aunque no me hubieras invitado te hubiera seguido para no perderme el espectáculo de verte otra vez en el suelo jejeje - le guiñe el ojo ¿acaso estaba coqueteándole?
- No te confíes, soy duro de matar como ya te habrás dado cuenta – dijo con suficiencia. Sonreía sinceramente, mi corazón latía rápido y me sonroje así que le dije que iba a lavarme las manos y que iba a ver agua para darle sus analgésicos.
- Ya vuelvo, ¿tienes hambre?
- No… ya comí suficiente con todo lo que me dejaste esta mañana.
- ¿No necesitas nada más?- dije después de haberle dado sus medicamentos.
- Dime tu nombre – pidió mirándome intensamente.
- Me llamo Vanessa pero todos me dicen Nesa como abreviación y voz ¿Cómo te llamas? – recién se me ocurría preguntarle, esto me ponía nerviosa.
- Lindo nombre ¿Te puedo llamar Vane?- le brillaban los ojos por un sí, asentí ya que me gustaba aquella abreviación. - Eso me hace especial seré el único que te llame así, y contestando tu pregunta me llamo Benjamín.
- Tú nombre es más lindo que el mío, es injusto – hice un puchero - creo que tendré que matarte jejeje.
- Soy muy adorable, no creo que quieras matar al futuro padre de tus hijos.
El parecía divertirse, eso me dejo helada, tenía mucha seguridad cuando lo dijo.
Al ver que ella estaba congelada, el estar sentado en la cama fue una ayuda, así que me acerqué a ella aunque me doliera el cuerpo un poco. Me incliné y la besé tiernamente aunque sabía que ella no era tierna.
Cuando me iba a separar ella me respondió el beso, mi corazón se aceleró, quería tanto de ella que sentía que me quitaba el aliento, pero ella se separó abruptamente, no sabía que había hecho mal, no soy tan impulsivo pero jamás había conocido a alguien como ella, que me ha dado más atención en un día que mi propia familia en todos estos años.
- No debí permitirte hacer eso, yo tengo la culpa… tengo novio…- dijo preocupada o más bien mortificada.
- No, la culpa fue mía, soy un atrevido – pero la verdad poco me importaba que tuviera novio.
- No te preocupes, ya pasó, mejor hagamos como que nunca sucedió ¿Te parece?- ella evitaba verme a los ojos, esto me dio la seguridad de haber hecho de aquel beso algo inolvidable para ella. Si, había sido intenso.
- Aunque lo digas así no lo olvidare, disculpa si soy egoísta pero no quiero olvidar ese beso.
Dije con determinación, quería que viera que no me arrepentía de haber probado sus labios, de haber robado aquel beso.
- Bien, has lo que te parezca… pero no te hagas ideas equivocadas conmigo,- dijo ella con obstinación falsa, sabía que deseaba más.
- No lo hago… ya me quedo claro todo.
Muy claro. La quería para mí.
Un beso y ya me había enamorado de ella, es ilógico pero es así, amanecer abrazado por ella embriagado por ese olor tan delicioso de su sangre fue suficiente para querer tenerla a mi lado, mientras ella había estado dormida yo la observaba. Era hermosa, su cabello brillaba con la luz como si fuera un rojo oscuro, aunque su cabello castaño era hermoso. Esa experiencia me hizo querer despertar todos los días con ella a mi lado aun sabiendo que no la conocía pero el hecho de que cuidó de mi la hacía merecedora de la confianza que jamás le eh permitido a nadie. Suena cursi y nunca pensé serlo, pero ella me hace querer ser parte de su vida, voy a hacer que me ame, aunque muera en el intento, lo que es seguro es que ella siente atracción por mí, por ahora seré su amigo simplemente, para ganarme su confianza.
- ¿Puedo preguntarte que tienes claro?- sabía que algo tramaba, soy buena con la intuición.
- No… no puedes preguntar.
- ¿Estás jugando conmigo? – me mostré seria mientras fruncía el ceño.
- No, yo no juego… no soy un niño, soy un hombre y los hombres no jugamos,- me dio una respuesta muy serio y un poco molesto.
- Okey - alce una ceja,- pero no descansare hasta saber que tramas, te lo advierto. - Aunque morí con su respuesta, era tan determinante y seguro de sí mismo, tal vez me está afectando leer mangas y mis neuronas están muriendo por que no suelo pensar así.
- ¿Me ayudas a levantarme? Quiero ir al baño.
- Bueno… - accedí no muy segura.
Al levantarlo tuve una vista de ese cuerpo espectacular tan solo con un bóxer negro pegado a su piel a la altura de sus caderas y un bulto entre sus piernas muy bien proporcionado a simple vista. Tenía unas ganas de quitarle el bóxer y montarme entre sus piernas. Sí, no soy una santa también pienso en sexo y no soy ciega. Creo que se me notaba el rubor en mi cara porque Benjamín reía por lo bajo.
¡Qué estúpido!
- ¿Quieres tocar?
Provocó él retándome con una mirada que solo decía que quería ser muy bien tocado. Fruncí el ceño ¿Que se cree este?
- Es broma, estás colorada, cálmate que no quiero verte como un tomate.
- Estúpido… - lo deje solo, no soportaba más tanta seguridad de sí mismo, se estaba burlando de mí. Era hora de comer - me parece buena idea ponerle veneno a su comida pero sería muy rápido, mejor lo haría sufrir torturándolo – murmuré.
- Deja de pensar en cómo matar al futuro padre de tus hijos, no es bueno para la salud mental, lo digo por experiencia.
Me estaba vigilando el muy maldito.
- Deja de decir tonterías, si sigues así convertiré tu vida en un infierno - lo mire con repugnancia pero el solo se reía. ¿Es que acaso soy un payazo? ¡Ash! este chico me saca de quicio fácilmente.
- Eres tan tierna - dijo sarcásticamente- ¿A qué le tienes miedo?
Me susurro al oído mientras me acorralaba a la pared. Esté hombre sabía cómo desconcertarme.
- A ti….- ¿yo dije eso? Me temblaban las piernas y tenía seca la garganta.
- ¿Quieres que te bese?
Estaba a solo centímetros de mis labios, no pude evitar lamer mis labios, ¿Que tenía él que me hacía perder la razón?
- Si quieres terminar castrado, inténtalo - le advertí mirándolo a los ojos con suspicacia.
- Esperaré a que me lo pidas tú…
Me susurro al oído, bajo su cabeza y me beso el cuello haciendo erizarme toda la piel por el contacto.
- Te recuperas rápido - parecía que estuviera recuperado pero aun así tenia moretones en su cuerpo.
- Soy especial, solo es eso pero aún me faltan fuerzas.
- Será mejor que te des un baño caliente para evitar la tensión muscular por los golpes - no sé porque siempre andaba pendiente de él.
- Eso haré y después de eso quiero ver algo contigo, solo necesito algo de ropa limpia… no quiero que te perturbes viendo el cuerpo de un hombre lujurioso.
¡Qué calor!
- Jajaja, tranquilo que no me interesa un cuerpo tan firme como él suyo, mi señor. Mis gustos son sofisticados - dije con ademan de que él era poca cosa y aun así él tenía esa sonrisa maquiavélica que hacía pensar que jugaba conmigo. Esa maldita seguridad ya la estaba llegando a odiar.
- Podría jurar que en el fondo estas contradiciéndote – susurró. ¿Tan evidente era que me gustaba?
¡Qué arrogante!
- Deja de mirarme así, me pones nerviosa, estúpido - tenía que salir un momento de ahí o podría correr el riesgo de delatarme solita.
- Ya, tranquila… me voy a bañar, vuelve pronto.
Suspiré de alivió al quedarme sola.
¿Cómo sabia él que planeaba salir? Este hombre cada vez me desconcertaba más, bueno… no le di importancia y fui a la panadería que quedaba cerca del trabajo de Alex, era su hora de salida así que compré los panes y palanquetas tan rápido como pude, pero cuando me disponía a salir de la panadería lo vi tomado de la mano con Emily caminando.
¿Qué está pasando aquí?
¿QUE DESCUBRIRÁ VANESSA? CREO QUE ALEX NO SE A PORTADO MUY BIEN ULTIMAMENTE.
ESPERO LES HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO DE LA SEMANA... SI TIENEN TIEMPO DEJENME UN COMENTARIO CON LO QUE CREEN QUE VERÁ VANESSA Y COMO RESPONDERA. BESITOS.
Gracias por leer y por votar.