Capítulo VII
¡POR FÍN!
Aun sin ánimos de levantarme me dirijo al cuarto de Scorpius donde ya se encuentra mi bebe jugando con el móvil de su cuna que era la constelación de Hyperion un regalo de su abuela, lo cambie para después dejarlo junto a su padre en la cama, donde se quedó dormido un poco más. Después de arreglarme me puse a arreglar las maletas para mí y Draco.
Decidí que hoy le subiría el desayuno a la cama, por lo cual baje por el desayuno y una vez que estaba en la habitación, me volví a meter a la cama junto a Draco quién me envolvió en su pecho con sus grandes brazos, justo donde también estaba nuestro dragón.
Esto era lo que más me gustaba, despertar con él en la cama que me acurrucara en su pecho y me dejaba poder oler su embriagante aroma su colonia que desprendía su pecho. Esa sexy fragancia que tanto me aloca. Creo que olvidamos el desayuno porque termine durmiendo en sus brazos nuevamente.
...
Me desperté con el mejor humor del mundo ya que tenía a mi _____ entre mis brazos y esta vez no había corrido como siempre lo hacía, pues según ella primero tenía que ir a comprobar que nuestro hijo estuviera bien.
Me encanta verla dormir es tanta la tranquilidad que siento al verla, me podría quedar horas, días, semanas, meses, años y siglos solo viéndola dormir; Viendo su hermosa sonrisa y tenerla conmigo.
Claro que ella y mi campeón terminan de llenar el vacío que había en mi corazón, demonios ella simplemente es súper hermosa y es solo mía, mía, de mí y de nadie más, mi jodida esposa.
Nunca la traicionare, eso sería lo último que haría la amo tanto que jamás lo haría, no sé porque esa idea paso por mi mente; Ya es tiempo de despertarla así que, empiezo a ser círculos en su rostro, ella se empieza a mover y hacer caras ridículas con su rostro que hacen que se vea tan tierna al hacer eso.
La empiezo a besar en su rostro y empieza a abrir esos hermoso Ojos que me encantan son tan hermosos, me perdería en sus hermosos ojos, ¡La amo! Hay que cursi soy pero que puedo hacer la amo y es lo único que importa.
- Hola mi amor- la saludo.
- Hola cariño.
La vuelvo a besar solo que esta vez mordisqueo su labio inferior, ocasionado que un gemido salga de su boca y choque con la mía.
- Draco – me reprocha ella.
- Mmmh- no paro de besarla
- Se nos hace tarde, además ¿dónde está Scorpius?
- Así – beso – esta con mamá.
- Si cariño, se hace tarde.
- ¿Para qué? – preguntó.
- Es una sorpresa – me contesta.
- Está bien – Le concedo, para después dejar de besarla y me pongo de pie junto a ella.
- Metete a bañar. – me ordena.
- ¡Solo con una condición!
- ¿Cual?
- Que esta noche hagamos lo que yo quiera- digo perverso.
- Está bien.
- Así me gusta – comento mientras camino al baño.
- ¿Qué? – pregunta.
- El que me obedezcas y ¡seas sumisa!
- Cálmate que no es todos los días.
- Me podría acostumbrar – le digo intentando sonar gracioso.
Me dispuse a bañar, pero fui baño interrumpido por mi esposa que entro al baño a mitad de mi ducha.
- ¿Cámbiate de opinión? – le pregunto.
- No lo creo.
- ¿Entonces?
- Vengo por mi maquillaje – me responde tomando la bolsa donde guarda su maquillaje.
- Ni se para que te pones esa cosa si sales igual de fea.
- ¿Qué? – me pregunta entrecerrando sus ojos.
- ¡Que te amo!
- Idiota.
- Pero soy tu idiota por SIEMPRE- digo señalándole mi anillo de matrimonio.
- Por desgracia- empieza a salir
- ¡Adiós, Chiquitita! - ella se para y me ve con malicia.
- ¡La tienes!
- ¡Pero bien que te entretienes!
- ¡Buscándola!
- ¡Grosera!
- Igualado - y así se fue, joder que jamás le puedo ganar una pelea a mi mujer. ¡Mujer tenía que ser!
Al terminar de bañarme me arregle de una forma un poco formal, pero a la vez cómoda pues no sabía hacia donde iríamos.
- Estoy listo mujer, ¿Dónde me llevaras? – le pregunto mientras ella cierra una bolsa de mano.
- Es una sorpresa – me respondió.
- ¿Qué clase de sorpresa? – le pregunto.
- Una que te gustara mucho.
- ¿Terminaremos en AskAvan? – le pregunto.
- No lo sé, tal vez – me responde.
- Entonces yo no voy, mira que me escape por los pelos de ir una vez- le señalo – y no creo correr con la misma suerte de nuevo.
- Ay por favor, ni que fuéramos a matar personas.
- Pues quien sabe, contigo nunca se sabe.
- Cállate y mejor ayúdame a reducir esas maletas – me dice mientras señala las maletas que están frente a la cama. Y así lo hice.
- Creo que es todo, vámonos – me dice mientras mete las malatas en uno de los bolsillos de mi gabardina.
- ¿Y Scorpius? – le pregunto.
- Es una sorpresa sin niños – me guilla un ojo, me agrada mucho esta sorpresa.
Nos aparecimos en un callejón cercano a la estación de trenes de Londres que sería donde tomaríamos nuestro transporte hacia nuestro destino, este viaje seria único pues haría que Draco experimentara cosas que jamás había echo, ósea no solo en el ámbito sexual sino más allá de eso, esto será divertido.
- ¿No hubiese sido mejor aparecernos en la ubicación a la cual quieres llegar? – me pregunta una vez dentro de King's Cross.
- Y ¿Quitarle lo divertido a esto?, jamás cariño, jamás – le respondo, riendo un poco.
- Bueno entonces vamos – me toma de la mano para iniciar a buscar nuestro tren-ahora que lo pienso, ¿Qué tren tomaremos?
- ¡Ah!, que dijiste le pregunto qué tren tomamos y luego adivino el destino, pues no mi amorcito – le digo riéndome un poco.
Termine guiándolo entre la multitud hasta dar con el tren sería un viaje largo por lo cual había reservado un vagón para nosotros solos, bueno la verdad es que no iríamos a nuestro destino en este medio, pero es bastante divertido verlo confundido sin saber qué hacer.
- Insisto, es mejor que nos aparezcamos allá – dice.
- Pero si aún no hemos iniciado el viaje, acaso ¿te quieres perder la diversión?
- Pues si la diversión es reírte de mí a cada momento, efectivamente si me la quiero perder.
- No aguantas nada mi amor.
- Tu que me fuerzas a hacer cosas que jamás haría.
- Tienes que aprender a hacer cosas sin magia, en algún momento lo necesitaras – le señalo con mi dedo de forma recriminatoria.
- Se hacer cosas sin magia – me reprocha – solo que no me has visto.
- Si como no – le respondo con sarcasmo.
Fuimos interrumpidos por el mesero que se acercó a ofrecernos el catering, por mi parte le pedí té para ambos, pues no sería mucho el recorrido, pero pasaríamos alrededor de 5 horas en el viaje.
- Me estoy comenzando a aburrir – me dice Draco.
- Entonces, ¿Cómo no te aburrías en el tren a Hogwarts?
- Eso es diferente – me dice riendo.
- ¿Por qué?
- Porque allí molestaba a Longbottom.
- Grosero, pero igual hablando de Longbottom ¿Cómo que se puso guapo no?
- Cálmate mujer que eres casada – me dice visiblemente molesto y celosos.
- Y eso que, tengo marido, pero no novio – le respondo mientras le guiño un ojo.
- En ese caso yo también puedo tener novia.
- Has lo que quieras – le respondí siguiéndole el juego al tiempo que el comenzaba a molestarse.
- Y la besare, tendré sexo con ella y la embarazare – me decía.
- Claro, al igual que yo me daría a mi novio, ¿Creo que le enviare una carta a Neville? – le digo con picardía.
- Ni se te ocurra hacer eso – me dice ya bastante enojado.