Haylin: A través de tu piel |...

By YustinR24

111K 10.2K 1.1K

Saga Haylin #1 Basada en el video "Dangerously" de Charlie Puth. Haylin Cooper es una mujer temerosa e ins... More

Sinopsis
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21/ Parte 1
Capítulo 21/ Parte 2
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Epílogo
Noticias
Booktrailer
PUBLICACIÓN EN FÍSICO

Capítulo 25

2.3K 216 15
By YustinR24

Haylin

Suspiro con tristeza. De pronto, mi buen ánimo se ha esfumado al saber que mi mejor amiga pasar enfrenta esta difícil situación. Desde hace al menos una hora ha logrado conciliar el sueño. Ha llamado al hospital y ha dicho que no iría a trabajar. Kerian, Fabiola y yo, nos hemos encargado de comprar un tiquete de vuelo a primera hora mañana para Georgia. Fabiola ha estado ayudándole con sus maletas. Yo la he estado consolando y apoyando en todo momento. Sé lo que esto significa; mi compañera de habitación, mi confidente, mi fiel y loca amiga, se irá. No puedo evitar contener el llanto al pensar en ello. Nata ha sido mi muro, mi campo de fuerza, mi principal fuente de apoyo a lo largo de todo este tiempo. Saber que no veré su cabello gris enmarañado al levantarse por las mañanas, me mata.

Ya es pasada medianoche y no he podido lograr conciliar el sueño. Solamente he conseguido alivianar mi tristeza al sentir los cálidos, dulces, abrazadores y fuertes brazos de Kerian a través de la oscuridad de aquella sala. Hace más de una hora que Fabiola se ha ido y, desde ese entonces, yo y Kerian hemos permanecido en el sofá, abrazándonos. Le gradezco este gesto, que esté aquí conmigo, brindándome su apoyo incondicional.

Besa continuamente mi frente y mejillas como muestra de apoyo. El dolor que siento en mi pecho se debe a una cosa más: la muerte de Walter, el padre de Natalia. Aún no puedo creer que ya no esté con nosotros. A pesar de que tenía mucho tiempo sin ver a los padres de Natalia, cada vez que iba a visitarlos con ella, me trataban como a una hija más. Su deslumbrante sonrisa y su buen humor eran contagiosos. Mentalmente rezo para que Doris, la madre de Natalia, logre superar esta difícil prueba con éxito. El accidente que cobró la vida de Walter y que mantiene grave a Doris en el hospital, fue provocado por un imprudente conductor ebrio que manejaba un camión. En ocasiones, me pregunto porqué rayos existen personas tan irresponsables. ¿Por qué son tan ignorantes, por qué la manía de conducir en estado de ebriedad? ¿A caso no son conscientes del daño que pueden provocar, las vidas inocentes que podrían arrebatar en su condición? Sencillamente no lo comprendo.

-¿No tienes sueño? -me pregunta susurrante Kerian al oído.

Niego. Suspira.

-¿Qué tal si nos vamos a recostar a la cama? El sofá es un poco incómodo.

Le miro a través de la oscuridad.

-Está bien -acepto.

Nos ponemos de pie.

-Súbete -musita de pronto-. Te noto algo agotada. Anda, yo te cargaré. Te juro que no dejaré que caigas.

Con una sonrisa triste en mis labios, me subo al sofá y luego, con mucho cuidado, enredo mis piernas por su cintura y recuesto mi cabeza sobre sus hombros. Aferro con fuerza mis manos a su pecho.

-¿Lista?

Asiento. Frunzo el ceño percatándome de algo.

-No traes tu bastón.

-Así es, lo he olvidado en mi apartamento, pero tranquila, que ya me he aprendido de memoria todo el camino hacia tu cuarto, créeme -ríe fugazmente al decir esto último. Sonrío. Beso su hombro y comienza a moverse lentamente, extendiendo sus manos hacia el frente para no chocar con nada.

Con algunos leves tropiezos, logramos llegar a la habitación en donde Nata duerme serena. Kerian, al notar la cama cerca, se gira para que yo me baje. Con cuidado, me dejo caer sentada sobre la cama. Ladeo mi cabeza y miro a Natalia. Mi rostro se contrae de tristeza al notar la expresión de su rostro. Ya no está la chica divertida y sarcástica que conocí hace cinco años. Ahora está una mujer acorralada por la tristeza, por un dolor muy grande. De repente, el sueño me comienza a invadir. Pocos segundos después, la cama sede ante el peso de Kerian. Se acomoda muy bien y extiende sus brazos hacia mí. Sonrío por su gesto. Elevo mis piernas hacia atrás y me elevo hasta llegar a su lado. Sus brazos me toman, me acarician y me reconfortan como nada en el mundo.

-Gracias por estar a mi lado Kerian -susurro escondiendo mi cara en su pecho. Le noto sonreír.

-De nada preciosa...

Con una de sus manos acariciando mi cabeza, caigo en un profundo y triste sueño. Antes de rendirme a el sueño, escucho la voz lejana de Kerian susurrarme: ''te amo''.

***

No sé por cuánto tiempo llevo abrazando a Nata. Sé que ha sido por mucho tiempo. La estúpida voz del micrófono del aeropuerto anuncia que el vuelo con destino a Savannah, está por salir. Maldita sea, ese es su vuelo. Me niego a soltarla, me niego a dejarla ir, pero ya sé que es hora. Cuando nos separamos, ambas estamos hechas un mar de lágrimas. Sus grises ojos son un reflejo de los míos: rojos e hinchados. Una apagada sonrisa se dibuja en sus labios. Me mira con tristeza y suspira.

-Te voy a extrañar estúpida -ríe amargamente. Yo también río-. Cuídate, ¿sí? Cuídala me oíste -señala a Kerian-. Espero que no la lastimes, ¿entendido?

Kerian asiente divertido.

-Tenlo por seguro. La cuidaré como si fuera mi propia vida.

-Eso espero -le advierte medio en broma Nata.

-No sabes cuánto daría por acompañarte Nata -le confieso con la voz entrecortada.

-No te preocupes Hayl, sé que el deber en tu trabajo te llama, lo entiendo -sonríe-. Con saber que cuento tu apoyo es más que suficiente.

-¿Qué sucederá con tu trabajo? -le pregunto.

Se encoge de hombros.

-Supongo que tendré que renunciar Hayl. No sé cuánto tiempo me tome esto. Trataré de conseguir algún trabajo de media jornada en Savannah. Debo encontrar algo con lo que sostenerme de manera temporal -murmura apagada.

Asiento, sonrío y suspiro. Le tomo de las manos.

-Sé fuerte Nata, aunque sea difícil, sé fuerte. Eso es lo que hubiera querido tu padre. Por nada del mundo pierdas la fe, piensa en positivo, tu mamá va a salir de esta, ya lo verás. Sólo ten fe y pon todo en manos de Dios.

Asiente y sus ojos se achican, tratando de contener el llanto. Sin embargo, sus labios comienzan a temblar y no puede contenerse, llora de nuevo. Le vuelvo abrazar, con fuerza, sucumbiendo también al llanto. El altavoz una vez más anuncia la salida del vuelo de Natalia. Río cuando ella se queja del aviso de su vuelo.

-Por eso odio los aeropuertos -dice separándose y tomando sus dos maletas-. Es hora... -murmura sorbiendo sus lágrimas-. Nos estamos comunicando, ¿sí? -me dice.

Sonrío.

-Eso... ni lo dudes Nata -digo gimoteando.

-Bueno... entonces hasta pronto Hayl -se despide. Luego hace lo mismo con Fabiola y Kerian.

Fabiola se acerca a ella y le da un fuerte abrazo.

-Tú puedes Nat -le apoya Fabiola. Nata asiente y suspira.

-Entonces... hasta pronto.

Sus tacones comienzan a resonar sobre el piso y mi corazón empieza a romperse en mil pedazos. Con una última sonrisa, Nata se despide y se pierde entre la multitud de personas. Los brazos de Kerian en estos momentos son lo único que me mantienen en calma. De verdad que la voy a extrañar. Todo será tan distinto sin ella... No sé de qué manera me acostumbraré a no ver su extrovertida mata de cabello gris por las mañanas...

***

Tengo el ánimo por los suelos. Lo único que me hace sonreír durante el transcurso del día es la suave voz de Kerian. Seguramente en estos instantes, Nata debe de estar aterrizando en Savannah. Le envío un mensaje de texto preguntándole si ya ha llegado; pero no contesta. Seguro aún no ha aterrizado, es lo que me repito constantemente. Suspiro aliviada cuando el último paciente sale. De verdad que mi humor no hace sino empeorar con el pasar de los minutos. Ni siquiera le dirijo la mirada a Gina al salir. Quizá, con Kerian a mi lado, mi humor mejore un poco. Le mando un audio diciéndole que me espere fuera del departamento, que ya estoy saliendo del consultorio. Cuando doblo la calle para llegar a mi departamento, frunzo el ceño al notar el Dodge de mi padrino aparcado frente al edificio. ¿Qué querrá mi padrino? No lo sé, aunque quizá podría aprovechar esta oportunidad para regresarle el auto, ese auto que lleva ahí fuera aparcado desde hace dos días.

Camino rápidamente por la acera y entro al edificio, escapando del frío de fuera. Al llegar al pasillo, veo a Kerian de frente con Víctor dándome la espalda. Mis ojos se abren como platos cuando le arrincona contra la pared. ¿Qué rayos le pasa a mi padrino? Me acerco con cautela a ellos para tratar de escuchar lo que murmura. Mi corazón emprende un ritmo acelerado, mi respiración aumenta de intensidad y la furia comienza a bullir por mis venas cuando escucho a Víctor susurrarle amenazante a Kerian:

-¿No escuchaste lo que te advertí ciego de mierda? ¿No me digas que también eres sordo? ¿Eh? Pues, si es así, te lo voy a repetir una vez más. Deja a Haylin en paz, aléjate de ella maldita escoria, desaparece de su vida... Ella se merece algo mejor...

Kerian aparta el rostro y aprieta sus labios con evidente enojo. Mi padrino, simplemente, se ha pasado de la raya. ¿Qué se cree? ¿Mi padre? ¿No soy lo suficiente adulta como para tomar mis propias decisiones? ¿A caso no soy independiente como para elegir con quien estar? Esto traspasa los límites de mi cordura. No soporto que le insulte, que le diga esas cosas. No reconozco a esta persona que tengo a escasos metros de mí. ¿Es ese en realidad mi padrino? Todo esto debe de ser un mal sueño... Es irreal.

-A mí -murmura Kerian con el rostro enrojecido-. Me importa una real mierda lo que usted diga o haga, yo quiero de verdad a Haylin y no la voy a dejar ir porque usted me lo ordene. Ya se lo he dicho y se lo repito también, usted es sólo su padrino, nada más...

Todo se sale de órbita en cuanto mi Víctor levanta su mano e impacta el rostro de Kerian. Corro hacia él y le agarro de su chaqueta. Él, sorprendido al verme, suelta a Kerian. Yo, enfurecida, levanto la mano y la estrello violentamente contra su mejilla. ¡Mierda! Mi mano arde.

-En este maldito instante, lárgate padrino. Vete y llévate por favor ese auto que está afuera, no lo necesito, muchas gracias -digo arrastrando mi voz con furia. No quiero llamar la atención gritando dentro el edificio. No vaya ser que los residentes se molesten por tanto escándalo-. No puedo creer lo que acabo de escucharte decir, no sabes lo decepcionada que estoy de ti padrino. ¿Cómo te atreves a amenazarle? ¿Cómo te atreves a pegarle? ¿Eh?

Tiemblo de la furiosa. Kerian respira agitado contra la pared masajeándose la boca y Víctor, permanece con su mirada verde escrutándome sin saber qué decir. Yo le desafío con la mirada. Esto es inaceptable, inaudito. ¿Cómo es posible que un doctor de renombre haga esto? Y, lo más importante, ¿dónde está mi padrino? ¿En dónde está esa tercera figura paterna que tanto quería? ¿En dónde está ese ser amable, cariñoso y bondadoso? ¿Dónde está esa persona a la que le estoy inmensamente agradecida? ¿Dónde está?

-Eh... cariño yo... -levanta sus manos-. Lo... siento. Perdona por...

-Vete ahora -le interrumpo-. Por favor, sal ahora mismo -mi tono de voz se suaviza un poco.

Mete las manos en su chaqueta, mira de reojo a Kerian y, por último, me observa a mí. Su mirada por un momento se vuelve oscura y amenazante. Por un momento me intimida. ¿Qué pasa por su cabeza ahora? No lo sé, ni me importa. Le veo asentir con una irónica sonrisa en los labios. Sin nada más que hacer, pasa velozmente por mi lado. Le veo perderse en el pasillo al doblar. Luego, mi mirada se centra en Kerian. Noto que su labio está sangrando un poco.

Suspiro.

-¿Te encuentras bien?

Asiente en silencio.

-¿Cuándo pensabas en decirme esto Kerian? -le espeto acusadora.

Sus ojos ambarinos brillan con intensidad. Los cierra y los vuelve abrir. Una sonrisa culpable se dibuja en sus labios.

-Pensaba decírtelo, pero en otro momento. No quería estresarte ni preocuparte por nada. Suficiente tienes con tu trabajo en el consultorio -se escusa y encoge los hombros.

-¿Cuándo sucedió? ¿Fue el día de la cena con mamá, cuando les dejamos solos?

Asiente. No dice nada más y agacha su rostro. Sus manos se meten en el bolsillo. Noto que no lleva el bastón.

-¿Estás enfadada conmigo? -pregunta de repente levantando el rostro.

Suspiro y sonrío.

-Sólo un poco -contesto.

Tuerce el gesto.

-¿Ese poco evitará que me quede contigo esta noche? -ladea su boca en una sexy sonrisa.

-Por supuesto que no -le respondo con una sonrisa brillante. Al parecer, mi buen ánimo está de regreso-. Ven, debo revisar esa herida -le tomo una mano y entramos.
***

-¿Te duele?

Se queja.

-Solo un poco -responde cuando le paso el pañuelo por la comisura de la boca-. ¿Sabes? Quizá con un beso, el dolor pueda desaparecer por completo-me sugiere y sonríe.

Niego divertida. Estoy sentada sobre sus muslos. Una de sus manos me está tocando el culo. Paso una mano por detrás y le aparto de un puñetazo la suya. Él ríe divertido.

-Aparta tus sucias manos de mí. Estás castigado por hoy.

-¿Ni siquiera un piquito o algo pequeño?

Niego y tiro el pañuelo al sofá. Aunque... pensándolo mejor... Enredo mis manos en su cuello. Es una buena idea la que tengo en mente.

-¿Sabes qué? Te podría regalar muchos besos si haces algo por mí.

Frunce el ceño intrigado.

-¿Qué cosa?

-Acompañarme a ver un episodio de Teen Wolf.

Frunce aún más su ceño.

-¿No habías dicho ya que esa serie había acabado la semana pasada?

¡Mierda! Es cierto. ¿Por qué esta última temporada me pareció tan corta?

-Olvídalo entonces -me rindo-. Y bésame por haberlo recordado. Te lo mereces -le sonrío enredando mis manos en su pelo y atrapando su boca con mis labios.

***

Después de jugar en el sofá como dos estúpidos adolescentes enamorados, cenamos un delicioso arroz blanco con carne en salsa y puré de papa que he preparé con mucho esmero. Ahora, estoy sentada en una de las sillas de la cocina, echando en falta la presencia de Nata. ¿Por qué no me ha llamado? ¿Se encontrará bien? Es por eso que decido llamarle yo. El timbre de su móvil suena una y otra vez, pero nada sucede, no contesta. Entonces decido escribirle un breve mensaje:

Hola Nata, solo te escribía para saber cómo has estado. Márcame en cuanto puedas. Te quiere tu loca amiga psicóloga. Bs.

Coloco el móvil sobre la encimera. Miro hacia un lado y algo capta mi atención: las llaves del auto. ¿Cómo rayos podría llevarse el auto Víctor? Tal vez mande al mismo chofer que lo trajo. Oh mierda. ¿Y si no lo hace? Me tomo la cabeza con las manos y suspiro con hastío. Tendré que devolvérselas, de alguna forma, no sé cómo, pero tengo que hacerlo. Quizá lo haga el domingo, aunque... tengo mis dudas de que vaya a ir después de lo de esta tarde. Me pregunto cómo será nuestra relación a partir de ahora. ¿Podrá volver a ser como antes? No lo creo. De repente, mi móvil vibra. Lo tomo con la esperanza de que sea Natalia. Sin embargo, no lo es; es una video llamada de mamá. Ahora que lo pienso... ¿sería buena idea contarle a mamá lo sucedido? Mmm... creo que no. No. Es un problema conmigo, nada más. No quiero involucrarla a ella. Tampoco quiero que se preocupe. Es mejor mantener esto en silencio por el momento. Aunque sé que, tarde o temprano se terminará enterando. En algún momento lo notará. Acepto la llamada. Una mata de cabello claro y ojos azules, se hacen presentes en la pantalla del móvil.

-Hola... -me saluda una sonriente Karla.

Sonrío también.

-Hola, ¿qué tal estás mocosa de mi alma? -le pregunto en broma. Ella frunce sus labios en un exagerado puchero.

-Supongo que estoy bien -murmura-. Aunque estoy un poco enfadada contigo -entrecierra sus ojos acusadoramente-. ¿Cuándo pensabas contarnos sobre lo de tu nuevo enamorado? Mamá nos ha hablado de él en cuanto llegó. Nos dijo que era ciego. Además, dijo que también era encantador y muy guapo. Aunque para ser sincera... -acerca aún más la cámara y susurra: -Aquí entre nos, a mamá todo le parece encantador y guapo. Vi una foto de papá cuando era joven y, déjame decirte que... está físicamente mejor ahora, que antes.

Suspiro y niego divertida. Olvidé por completo preguntarle a mamá cómo había llegado. Vaya clase de hija soy.

-Bueno... -murmuro ruborizada al pensar en Kerian-. Para serte sincera... no pensaba en decírselos, quería que fuera una sorpresa cuando fuera allá en noche buena y se los presentara, pero ya que mamá se me ha adelantado... -digo-. Y en cuanto a lo de la foto de papá, yo también he visto una y no es tan feo como lo describes, papá tenía lo suyo en su tiempo...

Niega y chasquea la lengua.

-Definitivamente eres una copia exacta de mamá, que fastidio... -pone sus ojos en blanco y ríe-. ¿Y bien? -pregunta después-¿Entonces vendrás en noche buena?

Asiento.

-Supongo. Ya tengo demasiado tiempo sin verlos. Los echo mucho de menos -le confieso.

Karla suspira y sonríe.

-Yo también mi pendeja -dice-. ¿Sabes? -musita poco después-. Esto no se lo he comentado a mamá, pero... en el instituto, muchas de mis compañeras hablan pestes de ti. Se inventan un sinfín de historias estúpidas de lo ocurrido con el maldito ese de Gael. Dicen que tú le sedujiste, que le enamoraste a propósito para sacarle dinero... Son tan ingenuas -expresa rodando los ojos-. Sabes que no me afecta, ¿cierto?

Asiento.

-Lo sé.

-Pero saber que hablan así de ti, sin saber los verdaderos motivos, me enoja. Casi me he quedado sin amigos por eso. Sólo tengo a Tiffany y a Isabel a mi lado, ellas han sido mis más fieles amigas, no forman parte de ese club de idiotas en el que se ha convertido mi salón de clases. Ellas sí me comprenden y entienden. No te juzgan como los demás.

-No sabes cuánto bien me hace escuchar tus palabras mi mocosa -musito con un nudo formándose en mi garganta.

Karla va a decir algo, pero se detiene de pronto. Asiente con una sonrisa en sus labios. ¿Qué sucede? Es entonces cuando noto que mira por detrás de mí. Me giro sobre la silla y miro a Kerian, quien lleva solamente un paño blanco por encima.

-¡¿Ese es tu novio?! -chilla Karla a través de la línea. Kerian frunce el ceño.

-¿Estás hablando con alguien preciosa?

-Morí -Karla se abanica la cara dramáticamente-. Tiene una voz de infarto Haylin, deja y me retracto, mamá tenía razón sobre él. ¡Es guapísimo!

-Deja de gritar Kar. Te está oyendo -le susurro-. Es mi hermana -me dirijo a Kerian quien sonríe confundido-. Te he dicho que es un poco... ¿loca?

-Oye... -se queja Karla gruñona-. No soy una loca.

-No. Solamente dijiste que era un poco anormal y divertida -musita Kerian con una enorme sonrisa juguetona.

-¿Enserio le dijiste que era anormal? -vuelvo al móvil y le sonrío culpable-. ¿Sabes? Has lastimado en lo más profundo a este pobre negro corazón-musita dramática con una mano en el pecho. Está bromeando. Pongo los ojos en blanco y río. Mi hermana no tiene remedio.

Eso me hace recordar a Nata. ¿Por qué no me ha llamado ni contestado los mensajes? Estoy empezando a preocuparme. Espero que esté bien, dentro de lo que cabe, claro está. No se puede estar bien cuando sabes que has perdido a tu padre y que tu madre en estos instantes se está debatiendo entre la vida y la muerte.

***

Después de presentarle a Kerian, mi hermana se despide. ''Mamá se pondrá furiosa'' me dijo al despedirse. Esto porque le agotó la mayor parte del crédito del móvil que tenía mamá. Miro el celular una y otra vez sin recibir respuesta de Natalia. No sé por qué presiento que algo no marcha bien con ella. Espero que sólo sean ideas mías. Kerian me ha repetido en varias ocasiones que no me preocupe, que seguramente su celular está descargado y no tiene cómo contestarlo. A pesar de sus palabras, la preocupación queda ahí, en mi pecho.

Kerian y yo estamos recostados sobre la cama después de una agotadora y satisfactoria sesión de sexo. Estoy recostada sobre su caliente y reconfortante pecho; Kerian no para de masajear mi cuero cabelludo. Esa dulce y relajante masaje, acompañada por el constante latir de su corazón, provoca que mis párpados vayan cediendo al sueño poco a poco. Cuando mis ojos están completamente cerrados, la grave voz de Kerian me despierta:

-¿Estás dormida linda?

Un leve quejido es lo que recibe de respuesta. Siento sus labios besar con ternura mi cabeza.

-¿Has revisado el correo?

Tardo algunos segundos en reaccionar a su respuesta. Niego.

-¿No quieres revisarlo?

Abro mis ojos y le miro.

-¿Ahora? -le pregunto.

-¿Cuándo fue la última vez que lo revisaste?

Hago memoria.

-El lunes -le respondo. Asiente-. ¿Por qué quieres que lo revise ahora?

Encoge sus hombros.

-Algo me dice que ha llegado una respuesta.

Me siento sobre la cama y sonrío.

-¿No podrás conciliar el sueño si no lo hago cierto?

Una leve sonrisa es su respuesta.

-Bien -digo acercándome a sus labios-. Ya vuelvo. Iré a por mi laptop -le doy un fugaz y me pongo de pie.

¡Rayos! El suelo está frío. ¡Mierda! Hace frío. Como no Hayl, si sólo llevas unas bragas encima, me digo a mí misma. Tomo una sábana de la cama de Nata y me la pongo encima. Antes de seguir caminando, miro con nostalgia su cama. ¿Cómo estarás Nata? Me obligo a poner mis pies en marcha. Abro un cajón y saco mi laptop. Con rapidez, regreso hasta Kerian y me siento a su lado. Él cruza un brazo por encima de mi hombro y me atrae a su cuerpo. Enciendo la laptop y segundos después me conecto a internet. Abro mi correo y un sinfín de mensajes se abren paso. La mayoría, provenientes de Gina. Son las listas de citas programadas para la próxima semana. Después de todo, no hizo caso a mi petición de que me las enviara por WhatsApp. No importa, da igual. Busco en los mensajes más recientes y me encuentro con uno en especial de hace dos días. Su remitente, en efecto, es del Departamento de Proyectos Emprendedores.

-¿Y bien? -pregunta impaciente.

-Tenías razón Kerian, tu intuición no ha fallado; hay una respuesta -le informo.

Presiono el mensaje y lo abro. Leo con atención lo que dice.

-¿Qué han respondido?

Observo a Kerian sin poder creer lo que pone aquel mensaje.

____________________________________

Muchas bendiciones!!!

Continue Reading

You'll Also Like

171K 17.7K 48
Cuarta historia de LOBO BLANCO, espero que la disfruten. Todos los derechos reservados, no se admiten copias o adaptaciones de ningún tipo. Gracias...
1.1K 233 50
El rey estaba cansado de los caprichos del emperador quien estaba sacando dinero de los reinos de su costado para hacer más costosa la capital, donde...
896K 38.8K 47
Ese mismo día...robaron el banco más grande de todo Estados Unidos. Ese mismo día, uno de ellos... se enamoró para siempre.
241K 17.9K 53
Katie empieza a recibir mensajes de un número que no tiene guardado en su teléfono móvil y parece conocerla más de lo que ella se cree. Ese número si...