Capítulo 11

3.1K 338 22
                                    

Haylin

-Estás hermosa Hayl... -comenta Nata mirándome con asombro-. ¿Sabes? Si yo fuera hombre, ya estaría...

-No lo digas Nata, por favor. No seas una pervertida -le digo bromeando.

Que diga eso, me hace recordar lo que viví ayer con Kerian. Fue algo maravilloso, aunque prohibido como incorrecto. Me siento tan abrumada por ello. ¿Por qué no me pude resistir? "Es Kerian Haylin..." Mi subconsciente pone los ojos en blanco. En esos instantes sentí un deseo vehemente por Kerian. La adrenalina por lo que estábamos haciendo me excitó. No lo pude evitar... Todavía siento sus manos recorrer con desenfreno mi cuerpo. Nos envolvió un deseo arrollador; palpitante y embriagador. Ni siquiera le dio tiempo a Kerian de probarse el traje. Cuando habíamos terminado con aquello y nos cambiábamos, una las dependientas de la tienda llegó para ver si necesitábamos ayuda. Me quedé callada, no quería que descubrieran que Kerian estaba encerrado con una mujer dentro. Kerian le dijo que no necesitaba ayuda; que todo estaba bien, que ya casi salía. La mujer, antes de irse, le volvió a recordar que le llamara por si le necesitaba.

Nata había llegado minutos después, y con cierta sospecha nos preguntó si ya habíamos elegido el traje que llevaría Kerian para la fiesta. Yo, un poco nerviosa le había dicho que sí. Eso si contábamos con que ni siquiera se hubiera probado alguno más. El traje de Kerian era de un negro impoluto. No puedo evitar imaginar cómo se vería con él puesto. Aunque puedo asegurar que se ve mejor desnudo... Sacudo la cabeza ante esos libidinosos pensamientos. Basta Haylin...

-Oye Hayl, ¿y enserio no sucedió nada de nada con Kerian en los vestidores? -vuelve a insistir con lo mismo otra vez; me lo ha estado preguntando en repetidas ocasiones desde ayer. Le he respondo irritada que no ha pasado nada; aunque eso sea una gran mentira. Porque sí pasó de todo en esos vestidores.

-No Nata -le vuelvo a murmurar-, y ya deja de insistir con ello. No pasó ni pasará nada más entre nosotros. -Más que decírselo a ella, me lo trato de decir a mí misma. Trato convencerme de que ahora sí no volverá a pasar nada. "Si claro..." me susurra mi subconsciente mofándose. Le ignoro. Ahora me concentro en la irreconocible imagen que se dibuja en el espejo. Mi cabello rubio cae en suaves ondas por la espalda. Está perfectamente liso y planchado. Observo mi maquillaje; unas sombras oscuras cubren mis ojos. Mis labios están pintados de un intenso rojo carmín. Mis mejillas están sonrosadas por la base que apliqué. El azul marino de mis ojos brilla con mucha más intensidad. Observo con asombro mi delgada figura: el vestido negro se adhiere perfectamente a mi cintura. El escote de este es mucho más amplio de lo que imaginaba en un principio. No llevo sostén y eso me incomoda un poco. Los tacones que llevo son extremadamente altos. No suelo usar muy a menudo tacones tan altos, pero puedo adaptarme a ellos sin ningún problema. No hay duda de que el negro se acentúa muy bien con mi piel morena.

-Está bien Hayl... Ya no te molesto con ello, pero... ¿ni siquiera un besito?

La fulmino con la mirada y niego.

-Ok, ya. Te entendí Hayl -alza las manos a modo de defensa. Se levanta de la cama y se calza sus tacones rojos.

-Creo que he de irme ya -dice preparada, sacudiéndose una basura invisible en la blusa roja que lleva-. Oye. No olvides llamarme para decirme cómo va la fiesta, y si agarras de las greñas a esa perra de Jennifer. -Sonríe y me guiña un ojo.

-Ok. Aunque eso no va suceder, Nata, te lo diré...

Chasquea la lengua, se acerca a mí y me da un fuerte abrazo. Me desea mucha suerte, toma su bolso y se marcha. Minutos después, con invitación en mano y en el vestíbulo, espero nerviosa a Kerian. Después de lo de ayer, no hemos vuelto a cruzar palabra. El ambiente en el auto era algo incómodo. Me sorprende que Nata no lo haya notado. En algunos instantes, me planteé la idea de negarme a ir a esa fiesta de compromiso. Pero no podía fallarle, ya todo estaba dicho. No me echaría para atrás a último minuto. Me pregunto cómo será nuestro ambiente después de lo de ayer.

Haylin: A través de tu piel |PARTE 1| EN EDICIÓN ©Onde as histórias ganham vida. Descobre agora