Capítulo V
IMPREDECIBLE
Regresamos a casa después de nuestras bochornosas compras, pues mi adorado rubio bote me ha hecho modelarle cuanta lencería le gusto, de echo termino haciendo una gran compra que equivalía al monto de £2,000 libras esterlinas, me compro desde conjuntos diarios, pantis, ribetes, negligés, ligas, ligeros, pantimedias, hasta varios disfraces sexys que estoy segura no me pondré.
Cuando regresamos a casa ya era tarde la familia se encontraba en el comedor listos para cenar con una invitada peculiar, tenía mucho tiempo sin verla Pansy Parkinson con quien no tenía relación alguna, solo nos saludábamos por cortesía pues era amiga de Draco desde que estaban en Hogwarts, más sin embargo conmigo no ha tenido ninguna platica intima o algo por el estilo.
- Buenas noches – salude entrando detrás de Draco, a los presentes.
- Buenas noches – respondieron todos, mi bebe en cuando me vio ríos ruidosamente y estiro sus brazos para que lo tomara y así lo hice, tomamos asiento en la mesa, Draco saludo a Pansy y ambos se enfrascaron en una plática junto a mis suegros dejándome de lado y la verdad no es que tuviera un tema de conversación con ella.
- ¿_____ cariño, te encuentras bien? – pregunto mi suegra sacándome de mis pensamientos mientras le daba de comer a Scorpius pues ya con sus pequeños dientes podía comenzar a comer un poco.
- Nada, yo estoy bien ¿Por qué? – pregunte mientras volteaba a ver a los presentes que mantenían su vista ahora sobre mí.
- Estas un poco distraída, ¿Te moleta mi presencia? – pregunto Pansy, la verdad me dio mucha vergüenza porque me volví descortés sin siquiera saberlo dejando no solo en vergüenza a mí, sino que a la familia de mi esposo como los anfitriones que son.
- No claro que no, lamento que hayas pensado eso en ningún omento quise hacerte tener esa percepción solo que me concentre en Scorpius lo lamento.
- No te preocupes, entiendo que te concentres en tu pequeño es muy hermoso, además me da gusto que se parezca a ti en carácter porque, mira que si hubiese heredado el de su padre sería un problema andante – respondió Pansy causando la risa de todos.
Al final la cena paso tranquila había ocasiones en las que me permitía responder o aportar comentarios a temas que conocía Scorpius termino durmiendo en mis brazos y mis suegros se despidieron solo quedábamos Pansy, Draco y yo claro que con mi bebe en brazos. Nos trasladamos a la sala de estar para poder seguir más cómodamente, pero con Scorpius en brazos no lo conseguir pues mi bebe ya estaba ganando peso ahora que comía comida sólida y caminaba.
- Bueno yo me retiro, para que sigan platicando en paz, Pansy te quedas en tu casa fue un gusto encontrarnos hoy – me despedí para emprender camino hacia la salida.
- ¡______!, realmente con quien quiero hablar es contigo – me dije Pansy tomando mi mano antes de terminar levantarme.
- ¿Conmigo? – le pregunto sorprendida, pues ella y yo jamás habíamos compartido platica alguna hasta ahora que ella misma me ha pedido hablar.
- Si, necesito hablar con una chica y me da pena admitir que no tengo amigas de confianza y tú eres quien más me la inspira – me dice, aun vacilante decido prestarle más atención a lo que me está diciendo.
- Entonces quien tendrá que irse soy yo, cariño dame a Hyperion, así ustedes pueden hablar tranquilas, yo las dejo – se despidió Draco llevándose al bebe a su habitación, dejándonos solas ambas nos volvimos a sentar yo con la expectativa de ¿Qué será lo que me tiene que decir?
- Bueno, este _______ sé que jamás hemos hablado, pero, realmente necesito un consejo y creo que tú eres la más indicada, aunque ahora ya es tarde ¿Crees que nos podamos reunir a tomar algo y allí platicar? – me pregunto.
- Claro que sí, solo dime dónde y a qué hora allí estaré – le respondí con una sonrisa, pues yo sabía muy bien lo que es tener la necesidad de contarle a alguien lo que sientes aun cuando no hay nadie que te escuché.
Pansy se despidió de mí y se retiró ambas quedamos de vernos mañana para almorzar en el jardín de su mansión. Tenía miedo, mucho miedo pues ella es muy amiga de Daphne Greengrass hermana de mi querida Astoria Greengrass tal vez solo sea una trampa porque entonces yo no me pienso contener las ganas de romperle la cara a Astoria.
Subí directo a la habitación de Scorpius para cerciorarme de que todo estaba en orden y así lo fue mi pequeño bueno no tan pequeño hijo se encontraba descansando en su cuna vestido con el pijama preferida de su padre que consistía en un mameluco con el escudo de Slytherin, espero y también le haya cambiado el pañal por uno nuevo, después de dejar prendida el monitor de bebes que bendito aparato muggle me era de mucha utilidad, me fui a la habitación donde ya se encontraba Draco acostado en su lado de la cama aun vestido.
- ¿Creí que tardarían más?, ¿Qué fue lo que quería? – me preguntó al despegar la vista del libro que estaba leyendo.
- Nada, no hablamos de nada – le respondí mientras me retiraba las Zapatillas que me estaban matando, ¿Cómo podían ser tan bonitas, pero a la vez tan dolorosas?
- ¡Oh!, vamos cariño cuéntame – me dijo al tiempo que se encontraba frente a mí y comenzaba a masajear mis pies, ¡Demonios esto es el cielo!, claro si es que existe.
- No hablamos de nada amor – le respondí sumida en el placer que causaba su masaje en mí.
- No seas así cariño, ¿Qué acaso ya se te olvidaron nuestros votos matrimoniales? – me pregunto.
- No claro que no, a todo esto ¿Eso que tiene que ver? – le respondí.
- Pues estas faltando al más importante al de la sinceridad.
- Yo que recuerde jamás mencione algo sobre la sinceridad, pero da igual no hable nada con ella hoy, de echo quedamos en almorzar mañana para hablar sobre el tema – respondí.
- ¿Entonces eso quiere decir, que no hay chisme verdad? – me pregunto causando una carcajada de mi parte, como es posible que Draco se haya convertido en un completo chismoso empedernido, creo que juntarse conmigo ya le está haciendo bastante daño.
- No seas chismoso – le dije.
Después el coloco su cabeza en mis piernas pues yo me encontraba en el sillón individual de la pequeña sala de estar que se encontraba en nuestra habitación, él estaba sentado en el piso con su cabeza sobre mis piernas, coloque mi mano sobre su cabeza para poder acariciarla sacando pequeños gruñidos por su parte, en ocasiones me hubiese gustado convertirlo en hurón como en su tiempo lo había hecho Bartemius, "Barty" para los amigos. Para así poderlo acariciar a mi gusto.
- Demonios _______, tu no permites que me pueda mantener alejado de ti – me dice mientras besa mis rodillas, sacándome una pequeña risita de mi parte – ¿Por qué usas estas moletas medias?
- Ja, ja, ja, cariño te recuerdo que tú has comprado más de ellas – le recordé.
- Si, ya recuerdo para que lo hice – respondió.
- ¿A sí, y para qué lo hiciste?
- Para esto – respondió mientras rasgaba mis medias con sus dientes. – Es hora de que obtenga mi recompensa por haberte acompañado de compras.
- Creí que ya lo había hecho – le dije, mientras luchaba con sus manos para que no levantara mi falda pues la verdad estaba un poco cansada.
- Eso solo fue una pequeña parte de mi recompensa – respondió.
Me tomo por las piernas para dejarme sobre la cama con él de frente a mi dejándome ver como se desvestía poco a poco, primero su camisa botón a botón si bien a Draco le gustaba alargar esto lo más que pudiera, cuando se quitó la camisa el tiro directo al piso, después se retiró el cinturón dejando manos libres para poder deshacerse de su pantalón, una vez que estuvieron fuera me fue inevitable no reírme a carcajada suelta y es que en navidad le hice una broma y le compre unos boxes color rojo Gryffindor.
Que claro él declaro que jamás se pondría, pero ¡Oh, sorpresa! Los traía puestos.
- La mata pasiones te dicen – me dijo molesto.
- ¡Jamás me pondré esto! – intente imitarlo.
- ¡Oh, cállate! – me dijo jalándome de las piernas hasta él. Comenzó a desabrochar mi falda retirándola por completo, después desabrocho mi camisa dejándome solo en ropa interior. - ¡Al carajo eres jodidamente sexy!
- ¿Si no me muevo, cuanta como violación? – le pregunte al ver que él seguía retirando mi ropa, mientras que a mí me estaba venciendo el sueño.
- No es violación, a menos que te negaras, pero no eh escuchado que me digas que no – así que no te quejes.
- No era queja, era observación – respondí.
- Sabes que, ya me cansé mejor durmamos porque mañana me tendré que despertar temprano – respondió tirándose sobre mí.
- ¡Quítate que estas pesado! – le reproche intentando que se quitara de encima mío.
- Así no decías, cuando estaba sobre ti dándote amor – reprocho.
- Eso es diferente – le respondí riendo, cuando me dejo respirar tranquila sin su peso.
- Ya mejor durmamos – me dijo levantándose de la cama para prepararse y poder dormir.
Al final ambos terminamos durmiendo, aunque yo me tarde un poco pues aun había en dudas sobre Pansy, es que nunca me había relacionado con ella y ahora viene y me pide un consejo, ósea un consejo a mi quien nunca medita las cosas solo actúa según me parezca. Tal vez si es como ella dice y no tiene nadie con quien hablar. Termine durmiendo en medio de mis pensamientos abrazada a Draco pues hoy la noche está un poco fría.
Desperté en la mañana con Scorpius que me apretaba las mejillas con sus pequeñas manos.
- Hola mi corazón, ¿Cómo durmió mi pequeño dragón? – le pregunte mientras le hacia cosquillas.
- Ya le eh cambiado el pañal y lo vestí así que solo aliméntalo, cuando estés en la casa de Pansy me mandad un patronus para avisarme, igual si están en problemas me avisa, los amo – dijo mi esposo yéndose a trabajar.