Después de las primeras clases, durante el refrigerio decidí explorar la zona junto con Adam. Platicabamos cómodamente de cualquier tontería que se nos viniera a la mente, realmente me la estaba pasando muy bien con su compañía, hasta que alguien interrumpió...
- Hey, Adam ¿Que tal todo? -pregunto la chica morena mientras me barría con la mirada.
- Esta todo bien -contesto amablemente Adam.
- ¿Y esta quien es? -volvió a preguntar con cara de..¿asco? mientras continuaba barriendome con la mirada.
<<Igualada>> dijo inmediatamente mi subconsciente. Solo puse los ojos en blanco y ignore su expresión. No queria problemas.
- No hables asi, si no la conoces, Isabella. -la reprimió Adam. Inmediatamente forme una risa burlona. A lo que ella respondió poniendo los ojos en blanco y le lanzaba a Adam una mirada cargada de reproche.
- Da igual -dijo finalmente, restándole importancia a lo que dijo mi "defensor".
- Es ____, -informo- Ahora si nos permites...estamos ocupados -me tomo por el codo con suavidad y dimos paso a otra dirección lejos de aquella chica.
- Disculpa a Isabella, a veces suele ser muy odiosa. -dijo apenado por el comportamiento de su amiga.
- No pasa nada -respondí tranquilamente y me -sonreí.
Pasamos hablando el resto del tiempo sobre las instalaciones que tenia el instituto, hasta que volvimos de nuevo a las clases. A la salida, espere pacientemente a Thomas.
Cuando apareció, subí al auto y regresamos a casa en silencio. Subí a mi habitación y cerré la puerta al pasar. Necesitaba privacidad.
Le di un toque personal a la habitación, y realice algunas tareas. Luego tome mi celular y le eche un vistazo a la bandeja de entrada.
<<Por Favor, Llámame>> era de papá.
Dude en llamarle. No queria hacerlo, pero era mi padre...debia de estar preocupado. Lo decidí, lo llamaría después de la cena. Deje el teléfono el la mesita de noche y baje a cenar. Entre a la cocina y ahi se encontraban ya mi madre y Max; ambos me miraron y sonrieron. Luego Max hablo invitándome a sentarme con ellos para cenar. Obedecí y me sente lo mas lejos que pude de ellos. Antes de que sirvieran la cena apareció Thomas y ocupo lugar al lado mio. Después la sirvienta y nos sirvió la cena, todos comíamos en silencio, era un silencio bastante incomodo, hasta que Max decidió romperlo:
- ¿Que tal el instituto? -pregunto amablemente. A mi personalmente se me hizo una pregunta muy estúpida.
- Bien, aunque los profesores son muy estrictos, sobre todo la de gimnasia. Hoy un chico casi vomita del esfuerzo y la presión. -conto Thomas
- Eso debe ser terrible. -hablo- ¿Que tal te fue a ti, ___? -se dirigió a mi mientras esperaba paciente mi respuesta.
- Estuvo bien -respondí tajante.Levante la mirada de mi plato y entendí inmediatamente la mirada de mi madre, asi que agregue:
-Tienen buenas instalaciones-.
- Que bueno que te gusto -me miraba fijamente Max al mismo tiempo que me sonreía con ternura, a lo que me comprometió a devolverle al gesto aunque fue mas como una mueca de incomodidad.