One Wish [Camren fic]

Capitulo 39

Lauren cerró la puerta de su habitación detrás de ella y se apoyó en la puerta. Yo pasé al fondo, hasta su escritorio. Me quedé mirandola mientras ella sonreía disfrutando de la situación.

-Esto ha sido una encerrona - le dije, medio borde. - Has jugado con un as en la manga.

-¿Sí? - preguntó, acercandose a mi. - Creía que a ti no te afectaba que desease besarte cada vez que te veo - colocó una mano en mi cadera, despertando todas mis defensas. No podía caminar para atrás, lo unico que había era esa mesa. - O espera... Eso es lo que creías tú, no yo. - sonrió y apartó un mechón de mi pelo - ¿no? - besó mi cuello, haciendo que escapase de mi un suspiro.

-Lauren... Tus padres estan aqui - empecé.

-¿Y? - preguntó desconcertada - no van a venir...

-Pero los ves poco y... Yo no debería estar aquí, soy una intrusa - dije, casi susurrando.

Lauren empezó a reir. Otra vez Lauren encontraba la gracia a mis palabras sin que yo entendiese por qué, y sin embargo cuando contaba mis chistes no conseguía ni una risa. Pero su risa era preciosa y a mi me encantaba oirla, era algo escandalosa pero a la vez contagiosa. Acarició mi mejilla con sus nudillos, mirandome con ternura.

-No eres una intrusa... - se apartó un poco de mi - y sólo intentaba ponerte nerviosa, si quieres te llevo a casa... - me dijo.

Lo pensé. Me hubiese quedado, lo prometo, si no hubiese estado en una situación de pánico. Lauren estaba de lo más lanzada ese día y yo seguía sintiendome como una niña pequeña. Sus padres estaban ahí y a ella no le importaba dejar ir indirectas. Me sentía un pez fuera del agua, como jugando a un juego sin saber las reglas del mismo. Ese día todo lo que había dicho Lauren había ido con segundos sentidos y además estaba lo ocurrido con Becca. Yo ya la había perdonado, pero inconscientemente me sentía responsable de lo sucedido. Lauren se había ido con Becca en busca de algo que yo no le había dado.

-Bueno, eh, tranquila - hizo - No hace falta que lo pienses tanto - me dibujó una sonrisa - Va te llevo.

Lauren me regaló un beso antes de tomar las llaves del coche y estirar de mi escaleras abajo.

-¿No vas a avisar a tus padres? Son como las once... - pregunté.

-Ni se darán cuenta de que no estoy, Camz - me dijo. La note decepcionada porque yo no opuse resistencia a que me llevase a casa.

Abrió la puerta del copiloto para que yo entrase en el coche. Entré, aún con la duda de si debía quedarme. Me puse el cinturón y esperé a que Lauren entrase en el coche. Ella arrancó pronto, y yo no dije nada. Puse mi vista en los árboles que se movían, a gran velocidad. Me concentré en mis pensamientos, en la posibilidad de estarme equivocando. No quería que Lauren se cansase de mi, pero me sentía muy avergonzada con aquello. Yo no tenía ni idea de nada, no sabía siquiera cómo funcionaban esas cosas, ni qué se suponía que debia hacer. Me sentía pequeña y estupida, demasiado inocente para alguien como Lauren. Por mi cabeza sólo rondaba la idea de que debería haberme quedado, que Lauren acabaría dejandome realmente si yo no ponía un poco de mi parte.

-¿Querías que me quedase? - le pregunté.

-Claro, princesa - hizo, casi sin escuchar mis palabras, atenta a un coche que nos quería avanzar.

-Lo siento...- le dije.

Vi como Lauren me miraba, confusa.

-¿Camz?

-Yo... Ojalá me hubiese quedado. - respondí.

Ella se quedó callada por un segundo, los árboles empezaron a ir más lento y ella se desvió hacia la derecha en lugar de la izquierda. Para ir a mi casa debía haber ido a la izquierda, pero ella se metió por un camino, una carretera mal esfaltada y acabó parando en mitad de una parcela vacía.

-¿Qué pasa? - me preguntó.

-Nada... - mentí.

Lauren paró el motor y sacó la llave. Me quedé observandola.

-No nos vamos de aquí hasta que no me digas qué sucede, Camila - su tono era imperativo. Lauren infundía mucho respeto cuando quería. - ¿Es por lo de Becca? ¿Estas mal por eso?

-Algo así... - respondí.

La expresión de Lauren tornó frustrada y se apagó el brillo de su mirada. Su sonrisa desapareció y apoyó la cabeza en la ventana.

-¿Te has arrpentido? - me preguntó, sin mirarme.

-¿Arrepentido? - pregunté yo, sin entender.

-Sí, de haberme perdonado, Camila.

Su forma de decir Camila en lugar de Camz me hacía estremecer. Algo no estaba yendo bien en aquella conversación. Los animos de Lauren habían caído en picado y yo aún me sentía fuera de lugar en aquel coche, a su lado. No sabía como decirle que mi problema no era Becca, sino Camila, yo misma. Mi inseguridad, mi miedo y mi incapacidad de determinación. Pero sobre todo mi inexperiencia en un campo que ella dominaba.

-Claro que no me arrepiento.

-¿Segura? - sentí como una pequeña chispa de esperanza se encendía.

-Sí... Pero quiero saber una cosa...

-Dime.

-¿Por qué te fuiste con ella? ¿qué hice mal? Fue porque yo no...

Se hizo el silencio. Durante diez segundos no se oyó ni una mosca, la oscuridad era casi absoluta.

-¿En serio? ¿crees que me fui con ella por eso? ¿Acaso crees que solo quiero eso de ti? Crees aue no te valoro... - su voz sonó cansada. - Camila, si estás enfadada dimelo, dime que mierdas te pasa. Dime lo enfadada que estas conmigo por haber hecho eso pero no me hagas preguntas como esa, sabes la respuesta, sabes que jamás dije ni pensé que dieras menos de lo que puedes dar... - Lauren parecía enfadada, entonces me di cuenta que había malentendido mis palabras. Ella pensaba que había hecho esa pregunta para atacarla, para hacerla sentir mal. - No me hagas quedar como una desalmada que pretende presionarte o algo así, no pongas esto como un juego sucio.

-No me entiendes... No es eso Lauren. - intenté.

-No Camila, si es eso. - me respondió - Piensas que me fui con Becca porque no me das lo que quiero, que lo hice como "castigo" o algo así. - bufó - Y no sé como puedes pensar eso de mi. Yo jamás te he presionado, jamás te he pedido algo que no quieras, jamás lo he insinuado siquiera. - me miró fijamente, tan fijamente que se me heló la sangre - Si estas enfadada por lo de Becca lo entiendo, me equivoqué... Pero jamás, y digo jamás, digas que lo hice por las razones que no son.

-Me has entendido mal Lauren.

-No, te he entendido perfectamente. - Lauren parecía no querer escucharme. - Perfectamente Camila. Esta enfadada conmigo, no me has perdonado, lo entiendo, pero lo que no entiendo es qué haces en mi casa diciendome que me quieres, que haces en mi coche diciendome que te querías quedar conmigo esta noche... Si en tu cabeza sólo está Becca y una falsa razón por la que hice lo que hice.

-No...

-¿Sabes? Igual debo darte más tiempo. - miró por la ventanilla antes de volver a mi - Igual, debes perdonarme antes de volver conmigo. Igual deberías ir por tu lado un tiempo, y aclararte si quieres o no estar conmigo - aquello sonaba tanto a ruptura que me quedé en shock por unos segundos - Supongo que sería lo justo para ti, en lugar de estar conmigo sin saber si estás haciendo bien. - suspiró, supongo que esperaba que yo le desmintiese aquello y le dijese que no, que se equivocaba que yo quería estar con ella. Pero estaba tan asustada por como se había desencadenado todo aquello que me quedé muda. -Bueno, te llevo a casa... Y nos veremos en el aeropuerto el viernes - metió la llave de nuevo en la cerradura.

Ahí reaccioné. Coloqué mi mano sobre su mano para impedir que girase la llave. Ella me miró y yo atrapé su mirada. Deseé hacer volver el brillo que guardaba en sus ojos cuando estaba contenta, el mismo que aún tenía cuando estabamos en su habitación. Yo sabía como hacer que regresase.

-No sabes lo equivocada que estas - le dije.


Tomé su barbilla con mis dedos, haciendo que se acercase a mi y cuando la tuve cerca apoye mi mano en su nuca, para evitar que huyese. Como si eso fuera posible. Mis labios encontraron pronto los suyos y sentí como toda la tensión de Lauren desaparecía. Ella reaccionó rapido al contacto, profundizando ella mismo el beso. Su lengua encontró la mia y sus manos se posaron en mi cuello. Casi no tenía aliento, pero eso no me impedía seguir con aquello. Nada podía separarme de ella, de sus besos. Aceleramos el ritmo de aquello, mi pulso se estaba volviendo loco, mi corazón iba a estallar. Sin apartarse de mi apretó el boton que mantenía sujeto mi cinturón, liberandome del mismo. Entendí el mensaje, que llegó medio distorsionado por la agitación de mi respiración. No sé como lo hice pero pasé de mi asiento a su falda. Quedé sentada sobre sus piernas, sobre su cuerpo. Ella me tomó de la cintura, acercandome más, mucho más. Yo era consciente de cada parte de mi en contacto con ella. Mientras la besaba, completamente entregada, mis manos jugaban con su pelo. Las suyas pronto empezaron a acariciar mi piel por debajo de mi blusa, haciendo que se me erizara, que me recorriera un cosquilleo por todo el cuerpo. Me mordió el labio y gemí sin querer. Al oirme, Lauren se paró en seco. Apartó el pelo de mi cara y yo hice lo mismo con ella. Nos miramos y ahí estaba ese brillo. Veía como su pecho subía y bajaba, por la agitación.

-No tienes ni idea - repetí, casi sin aliento - de lo equivocada que estas.