Aun estaba en shock nunca me había hablado de una hermana dijo que tenía solo hermanos y una obsesión por la letra A pero estaba más que segura que no había hablado de una hermana ¿Por qué la mentira? La estúpida mentira que tengo un letrero que dice miénteme pegado en la frente. Volvimos a casa a cambiarnos para la noche Ann me prestó un vestido con la espalda descubierta y con todo cubierto de encaje me peine con una trenza de lado con cabello suelto y me rice las puntas, me puse los tacones negros con detalles dorados que me había prestado Ann.
Mientras me maquillaba comencé a gruñir — su hermana ¿por qué rayos me oculto que tenía una hermana? Las hermanas son tan normales como los hermanos no son duendes u ogros son mujeres hermosas inteligentes, valen incluso más que los hermanos— Mire el espejo con el que al parecer tenía una seria conversación desde hace un rato — ¡genial! Ahora hablo con mi reflejo.— Me termine de arreglar al final solo me delinee los ojos mucha mascara de pestaña rubor y brillo labial eso era todo lo que me había puesto, me vi en un espejo de cuerpo completo mis piernas se veían bronceadas y largas, el vestido ceñido mostrando curvas grandiosas estaba muy bien vestida para la ocasión
La puerto sonó dos veces— Jen ¿estás lista?
Hablando del rey de los imbéciles —un segundo— me mire por última vez en el espejo.
Cuando abrí la puerta me encontré con un Adam con el cabello ligeramente peinado con una camisa de botones que se le ajustaba a los hombros y al pecho con las mangas remangadas sobre los codos y sabía a la perfección que esa camisa nunca se vería mejor unos pantalones de vestir negros con zapatos pulidos y una de sus sonrisas a juego al estilo rompe corazones mostrando uno de sus sexys hoyuelos mis rodillas fallaron al sentir la colonia de hombre.
La perdición de las mujeres en carne y hueso.
Señor deme fuerza para poder terminar bien la noche, no me dejes caer en los encantos de Adam, Amen.
Se aclaro la garganta trayéndome a la realidad —Jen...— trago fuerte— te vez muy bien.
Mierda mostro sus dos hoyuelos.
—gracias— lo mire de arriba abajo— tú no estás mal
Esa era la mentira más grande del mundo se veía mejor que un modelo Adam tenía el físico por el que los modelos venderían su alma para tener, se veía tan bien así pero en lo personal lo prefería sin camisa. Me encamine hacia las escaleras me tomo del codo y me sostuvo contra la pared dejando solo un pequeño espacio entre nosotros. Fijo las manos a los lados de mi cabeza para que no me moviera, el corazón se me quería salir del pecho y mis piernas estaban a punto de flaquear. — te iba a contar de mi hermana
El olor de su colonia me mareo.
— ¿Cuándo... Dos segundos antes de conocerla?
Frunció el seño —cuando solucionara mis problemas con ella— su voz era gruesa y molesta.
Puse una mano en su pecho firme— información de último minuto Daniel's: todos tienen problemas con sus hermanos.
Sacudió la cabeza— no le había hablado a mi hermana en dos años— sus ojos se volvieron tristes—ella piensa que embarace a una de sus amigas.
Mi mandíbula cayó al piso, trate de formular una oración pero no podía, el había dejado embarazada a alguien, me gustaba un chico que había hecho lo mismo que mi padre había hecho conmigo trague con fuerza el nudo de mi garganta y no pude mirarlo a los ojos. Estúpida estúpida estúpida estúpida, como alguien tan promiscuo como Adam no había embarazado a alguien.
— ¿e... embarazaste a alguien?— dije con voz estrangulada.
— ¡Dios! Jen no, nunca he tocado a las amigas de mi hermanos y menos a las amigas de Andrea... Es solo que un día llego muy borracha con una amiga y se durmieron en la sala de mi departamento— me levanto el mentón para que lo viera a los ojos— cuando desperté ella estaba desnuda en mi cama pero es imposible que me acostara con ella porque yo estaba completamente vestido y no dejo que nadie nunca duerma conmigo y mucho menos me enrollo con alguien en mi cama para eso están los hoteles y para evitar eso siempre tengo condones siempre.
No me gusto la idea de imaginar a Adam con una mujer y hui a su mirada. —el bebé es tuyo sí o no
Se paso la mano por la cara —No, no la embarace, cuando nació el niño pedí una prueba de paternidad y no, no soy el pare de ese niño...—suspiro— Mi hermana no me cree y simplemente nos dejamos de hablar.
No sabía si creerle o no era un tema realmente delicado estábamos hablando de un bebé que no pidió nacer y yo vivía con el trauma de que mi padre me había abandonado y sencillamente no toleraba a ese tipo de personas las odiaba.
—Jen, créeme, nunca me acosté con ella y nunca he embarazado a nadie en mi vida. Necesito que me creas.
Se veía desesperado y sincero, vaya me estaba empezando a gustar Adam mucho más de lo que pensé estaba en el punto de que no quería dejarlo y soltarlo se sentía demasiado insoportable. Soy una mujer adulta, inteligente e independiente y me estaba enamorando, y como la cobarde responsable que muy en el fondo era, iba a correr hasta que mis pulmones dolieran.
—Te creo— dije mas para mí que para él.
Unió su frente con la mía aliviado, deslizo una de sus manos hasta llegar a mi cadera y la otra en mi cara cuando intento unir sus labios a los míos lo detuve.
Aquí empezaba mi autocontrol.
—No porque te crea significa que te vaya a besar—suspire al sentir lo suave de su tacto y las miles de corrientes eléctricas en mi piel. No más, no más juegos, amenazas, no más juegos del gato y el ratón, cuando tuviera una relación tendrían una relación seria y no sería un punto suspensivo como en el que estaba con Adam— esta cosa de amigos con derecho a roce se acaba aquí. Nunca, nunca va a volver a pasar.
Me zafe de su agarre y baje las escaleras con paso ligero estaba harta molesta y con ganas de llorar por terminado mi jujuju con Adam, tenía que continuar buscar a alguien que no me hiciera enojar cada quince segundos solo porque le parecía divertido. Él más temprano que tarde buscaría a alguien más y yo haría lo mismo me doliera o no.
En la fiesta había muchas chicas con vestidos largos y extremadamente cortos los chicos estaban en trajes de todos los tipos y colores meceros sirviendo champagne fotógrafos en todos lados mi atención estaba en todos los chicos con los que hablaba y en evitara Adam a toda costa necesitaba algo de aire y sali a la piscina, estaba llena de flores y velas flotantes, me quede de pie frente a ella un largo rato pensando si había tomado la decisión correcta en terminar lo quesea que tenia con Adam y aunque todo apuntaba que era lo mejor algo me insistía en que cometía un error era un presentimiento, pero no me pensaba retractar había tomado mi decisión y tenía que pegarme a ella como si fuera mi salvavidas. Y en cierto punto era mi salva vidas mi salvavidas a una vida libre de Adam y ojos verdes con un conjunto de hoyuelos y sonrisa sexy y cara de niño con cuerpo de hombre perfecto.
— ¿Qué hace una chica tan linda sola?— dijo una voz masculina suave.
Me gire para ver a un chico alto de cabello cobrizo oscuro con un traje de tres piezas.
—Pienso— volví a fijar mi mirada en la piscina
—mi nombre es Joshua tu eres Jennifer ¿no?
— Sí, ese es mi nombre— dije aun de espaldas.
En eso salió anfitrión con un traje de dos piezas. —hola, Jen ¿te puedo decir Jen?
—Claro— le infundí valor por algún motivo.
—qui... quieres bailar conmigo.
Dude antes de contestar— si.
Estaba sonando una especie de balada suave puse mi mano en su hombro y la otra tomando su suave mano ¿es posible que un chico tenga mejor cuidado de unas que yo? Bueno si, es muy posible. Tyler/anfitrión puso su mano en la parte baja de mi espalda justo donde mi espalda se cubría.
—en estos momentos soy el hombre más odiado del lugar.
Sonreí— ¿por qué?
Me hizo girar—porque todos tienes sus cámaras y vistas en nosotros.
Me acerco más a su cuerpo y descanse mi cabeza en su hombro tenía una especie de olor a colonia muy rico.
— ¿en dónde me dijiste que trabajas?
—No te lo he dicho— sonreí— y si lo preguntas no soy modelo ni fotógrafa.
Se quedo quieto unos instantes y me miro a la cara.
— ¿no eres modelo?
—no
— ¿quieres trabajar conmigo?
—no
Se congelo y me intento besar y di un paso atrás lo mire a la cara confundida por lo que acababa de pasar
—A mí nadie me dice no— dijo muy serio.
Que le pasaba a este tipo, no todas estamos desesperadas por acostarnos con alguien, algunas solo quieren pasarla bien sin tener algo entre las piernas.
Antes de salir de la pista de baile un chico me tomo de la mano y me pregunto que si quería bailar asentí con la cabeza y baile tres canciones con unas seis parejas de baile diferentes que no sabía de dónde habían salido.
Una hora después tenía el número de varios chicos y fotógrafos de revistas y periódicos muchos querían que les enviara mi portafolio ¿Qué rayos en un portafolio? Nunca tantas chicas me habían odiado sin hablarles antes Ann apareció tomada de la mano de Nick.
— ¿te diviertes?
—en realidad... — sonreí dulcemente—no
Ann frunció el ceño— ¿Qué son esas?— pregunto curiosa
Mire mi mano —números de fotógrafos y chicos
—rompiendo corazones eh
—Al parecer— dije débilmente
Un grupo de chicas llego y me apartaron rápidamente me senté en un sillón blanco y evite hablar con varios chicos que se me acercaron y vaya que todos eran lindos pero demasiado presumidos y no estaba de ánimos para tolerar a nadie. Volví a sali a la piscina de nuevo en el fondo haba una pareja manoseándose en un acto que en definitiva no era para todo público.
—Jen— la voz del pecado hablo— te he estado buscando ¿Dónde estabas?
Seguí mirando al infinito —que raro yo te estaba evitando.
— ¿Desde cuándo te escondes?—pregunto acercándose
Mientras más se acercaba mas el corazón se me quería salir del pecho y mi mente solo me gritaba que lo abrazara pero eso estaba mal, había tomado una decisión y no podía cambiar.
— Desde que te conocí— dije mirando a una estrella muy brillante— unos días más unos días menos a quien le importa ¿me puedes dejar sola?
Se hizo un silencio supuse y que me había dejado sola, no podía creer lo que pasaba me había enamorado del único chico en la faz de la tierra que me podía desarmar con una mirada ¿pues como me enamore de Adam? Me enamore de Adam cuando lo vi a los ojos, cuando me sonrió pero lo confirme hoy cuando..., cuando me di cuenta que me dolía estar lejos de él así me enamore de Adam.
—Jen...
—No Adam.
Me encamine dentro de la casa, no quería escucharlo, no quiera oír nada de lo que saliera de sus labios, solo quería cerrar los ojos y volver al días antes de conocerlo y pensar que todo saldría bien. Pero no me había enamorado estúpidamente de Adam y no me gustaba eso para nada. Me escabullí hasta llegar a un baño en donde la persona que estaba saliendo era Candy entre y vi mi reflejo en el espejo tome aliento y mire al techo.
—cretino imbécil.
Si seguía así estaba segura que me iban a internar en una bonita habitación blanca acolchada sin mucho problema Adam atacaba mis nervios sin piedad alguna, mis manos temblaban y mi corazón parecía que hubiera corrido una maratón.
—Disculpa— dijo una chica que estaba entrando al baño.
—lo siento, solo insultaba a alguien en voz alta—me volví a mirar en el espejo.
La chica se puso a un lado de mí y se empezó a acomodar sus enormes pechos en el espejo.
—eres la chica con la que Adam estaba hablando fuera ¿no?... no respondas es obvio que si con ese cabello rojo teñido tuyo es fácil de reconocerte.
—Sí, esa soy yo— ¿Por qué todo mundo piensa que tengo el cabello teñido? Hay personas con el cabello azul y piensan que es natural mi cabello es rojo y es obligatorio teñido, que basura.
—Eres valiente— me sonrió de una manera para nada sincera— te atreves a hablarle a Adam no sé si eres muy valiente o muy estúpida.
Eh alto allí, la única que me dice estúpida es yo nadie más solo yo.
—no me conoces
Sus ojos se encontraron con los míos en el espejo. Eran malos oscuros y de un lindo chocolate con leche— eres como todas buscando amaestrarlo y meterte en sus pentalones, no te culpo yo estoy intentando lo mismo
— ¿Qué?— me mire en el espejo pero no me estaba saliendo humo de las orejas ni fuego de la boca. Me tome un momento antes de responder— yo no soy tu que cuando siente algo de testosterona a trescientos kilómetros a la redonda va a buscarla solo porque está desesperada por tener algo dentro que no sean sus dedos.
Su boca se abrió y se rio de manera hipócrita movió su cabello rápidamente de ninguna manera iba a dejar que esta zorra me hiciera sentir inferior.
— ¿Me llamaste zorra?—pregunto asombrada.
—No, te llame puta sin sueldo—la mire directo a la cara— y para no conocerte se que tienes unos modales asquerosos. Y por cierto vete a la mierda.
Sali del baño dándola con más entusiasmo del necesario. Tome una larga bocanada de aire no mire atrás donde estaba la perra. Una mezcla de música retumbo en mis oídos haciendo que mi molestia tomara cuerpo. Ralentice mi respiración intentando tranquilizar mi mal genio.
Busque a Adam con la mirada y estaba hablando con su hermana estaba muy linda con un vestido largo azul, se alejo bruscamente y se sentó en uno de los sillones, en segundos se rodeo con todo tipo de chicas de todos los colores y tamaños. Mire a Ann y Nick y me hacerque.
— ¡hey! chicos
—hola Jen —dijo Nick distraído.
— ¿Qué pasa?—pregunte sin interés.
La rabia me seguía corriendo por dentro y quería asegurarme que esa zorra nunca se acercara a los pantalones de Adam en la vida. Si, lo se acababa de discutir con él y era estúpido de mi parte pero me tenía que asegurar de que ella no consiguiera su cometido. Y solo había una manera de arruinar sus planes de conquistar la polla de Adam.
—No sé como lo maneja— dijo Nick aun distraído.
— ¿ah?
—Sí, mira— señalo a Adam con la cabeza.
Mas chicas habían llegado el solo estaba tomando su bebida ignorando las miradas esperanzadas de las chicas a su alrededor. Joder. ¿Asi era siempre? En algún momento se tenía que volver viejo y aburrido ¿no?
— ¿A qué te refieres?— pregunte con un poco mas de interés.
— A la atención— suspiro— le cuesta más de lo que parece, lo molesta demasiado pero lo maneja en mi caso no sería tan amable cómo se comporta el. Lo admiro por esa parte.
Al lado de nosotros paso la mujer del baño pavoneándose arrojándole a Adam una sonrisa falsa con una mirada de "te comeré hasta los huesos" no tenía una pizca de vergüenza.
— disculpa tengo... que matar a una zorra antes de que se coma a la gallina de los huevos de oro.
Camine hasta donde estaba Adam y me pare frente a él de brazos cruzados y dejando caer todo mi peso en una pierna.
Me miro confundidos unos instantes. — ¿Qué paso?— se puso de píe.
—Necesito que me prometas algo— dije sin vacilar
—claro.
Sonreí tontamente. —Ni siquiera vacilaste.
Rodo los ojos— estás molesta por algo— se inclino volviendo la conversación privada a pesar de estar rodeados — y tú no te molestas por niñerías
—Prométeme que no te vas a acostar con ella— señale con la cabeza hacia la bruja en cuestión.
Seguramente Adam ya se había acostado con ella pero eso no podía volver a pasar. Mi cara se inundo de rojo por la ira pero intente calmarme con la poca cordura que tenia.
Tal vez debería tratar de no matar a alguien solo porque intente acostarse con Adam, solo para variar.
—no me voy a acostar con ella— dijo seguro.
—y no tendrás sexo de ningún tipo con ella
Rodo los ojos y bufo.
—solo es para aclarar la cosa Adam. Ahora contesta.
—no dormiré o tendré sexo de ningún tipo con ella. Ahora dime ¿Qué te hizo?
Mi mente y mi alma descansarían en paz ya que sabía que Adam no se acostaría con la arpía venenosa come pollas.
—ya lo resolví solo quería que me lo prometieras eso ¿eso que tienes en la mano es fuerte?
Asintió y se lo arrebate le di un largo trago, ¡uf! sí que era fuerte porque me quemo todo el camino hasta la boca del estomago.
— ¡vaya! ¿Qué es? Gasolina de avión— bromee.
—algo parecido
—Genial— le entregue el vaso vacio y me aleje unos cuantos pasos.
Una mano se engancho a mi codo arrastrándome a la piscina que ahora estaba llena. Adam se aclaro la garganta y los mando a todos dentro de la casa.
— ¿Adam?— estaba sorprendida como con un solo gesto había vaciado a todo el lugar.
— ¿Qué te hizo?
—Calma tigre, es la verdad ya lo resolví—apoye mis manos en su pecho para que mantuviera la calma su pecho era fuerte como la roca. Tan seguro como el infierno que no esperaba esta reacción de su parte.
—no me mientas.
Lo mire exasperada—Adam, ya lo resolví. Lo juro. Solo necesitaba que no cumpliera su prometido que era acostarse contigo—sonreí burlona— y si lo sé soy una loca vengativa no me lo eches en cara.
No se rio ni hizo una mueca. Esto estaba mal.
Tenía el rostro marcado en líneas molestas. Se acerco a mí y dejo caer sus manos en mi cintura y ¡Bum! Mi corazón se volvió loco por Adam. Otra vez. Carraspeo de una manera extremadamente sexy. No sabía que ese sonido podía ser sexy.
—dímelo.
— ¿Qué vas a hacer? ¿Luchar hasta morir? ¿O buscaras una manada de perros salvajes para que se la coman? ¿O disparos al amanecer? Veinte pasos y dispara.
—lees y ves demasiada televisión, demasiado.
— ¡Nunca son demasiados libros o demasiadas películas!—dije con horror.
Frunció el ceño aun molesto.
—Muy lindamente— o lo más lindo que se puede en esta situación— canalice mi bruce lee y la mande a la mierda.
— ¿Segura?—fruncí el ceño— supongo que eso es un si
Lo golpee en el hombro.
— ¡ouch!, supongo que es un sí. Sabes cuando eres cortes puedes ser muy hiriente y agresiva, casi me dislocas el hombro ¡me asuste!
Rodé los ojos con dramatismo.
— eres un masoquista, si no quisieras que te tratara mal solo me dejarías de hablar y listo. — pase los dedos por mi trenza para distraerme y no pasar mis manos su fuerte pecho—Sin embargo, es una decisión tomada—asegure nuevamente. No me culpen mi negro corazón odiaba a esa mujer— no te vas a acostar con ella.
—te aseguro que mi polla no se acercara a esa mujer hasta que la tierra deje de existir.
Me cruce de brazos— ¿y después si?
Soltó una sonora carcajada he inclino su cabeza hacia atrás— no mas ciencia-ficción para ti.
—eh ese es uno de los mejores géneros. Y tu polla tiene muy buenos gustos.
Sonrió y sus ojos se pusieron nebulosos y distantes. Lo golpe levemente en el hombro— ¿Adam sigues aquí?
— ¿hmmm? Lo siento, pero me gusto oír cómo suena la palabra polla y gustos en la misma oración.
Rodé los ojos.
—lo siento, pero desde que me dijiste que eras virgen he soñado con que dijeras esa palabra.
Me alarme al instante, me puse tan rígida como un árbol y mi cara se puso del rojo más intenso del mundo.
— ¿cuando dije eso?
—cuando bebiste tu peso en alcohol.
— ¿yo dije eso? Pues no deberías creerme.
Sacudió la cabeza y se comenzó a reír.
—no, es real, lo acabo de confirmar, cuando tengo la razón y tú no te pones muy roja.
lo siento chicas pero e tenido problemas con el internet y publicar los capítulos a tiempo se a vuelto un grano en el trasero, lo siento, también siento el vocabulario.