Jack POV
Tras apagar el móvil me quedé por unos segundos mirando hacia delante, con la mirada perdida. Ojalá estar ahí con Alex. Ojalá poder abrazarle y decirle que todo iba a estar bien. Pero no podía irme, no podía dejar a mi abuelo, porque me arrepentiría toda la vida.
Con una gran impotencia me arropé con las sábanas y dejé que el sueño me llevara, esperando que todo esto no fuese más que un mal sueño y que a la mañana siguiente despertara al lado de Alex.
Aunque me había acostado tarde, al día siguiente a las 6 de la mañana ya estaba despierto en la cama, por culpa de todos los pensamientos que se removían en mi cabeza.
Me levanté despacio y fui a la cocina a desayunar algo, donde me encontré que mi abuela me había dejado unos bollos. Típico de las abuelas. Así que me senté y mientras me terminaba el desayuno entré a whatsapp, donde vi que Alex estaba en linea.
Jack: buenos días ♥
Alex: qué haces despierto?
Jack: no podía dormir. Y tú?
Alex: más de lo mismo :S
Jack: estás nervioso?
Alex: un poco, sí...
Jack: es normal. Todo va a salir bien, Alex.
Alex: vamos a seguir quedando después de esto, no? Aunque este casado, digo.
Jack: claro que sí, no te preocupes. No te vas a librar de mi tan fácilmente.
Alex: eso espero. Te quieroo
Jack: y yo a ti ♥
Jack: me voy al hospital. Hablamos luego, vale?
Alex: vale, suerte. Chaoo
Me terminé el desayuno, me vestí y me dirigí al hospital, donde estaba mi abuelo y, seguramente, mi abuela.
Así, cuando llegué al pasillo en el que estaba la habitación, me la encontré saliendo de esta.
"Buenos días, cariño mío" me saludó, con una tierna y cariñosa voz.
"Buenos días, abuela. ¿Está el abuelo despierto?" pregunté para saber si pasar o no al cuarto.
"¡Sí, lo está! Lleva dando guerra desde las 5" contestó riéndose tímidamente. "Pasa, seguro que le hace mucha ilusión verte". Asentí con la cabeza y me dispuse a entrar.
"Hola, abuelo. ¿Se puede?" cuestioné sonriente.
"¡Hombre, nieto! Claro, pasa, pasa. Me alegro mucho de verte, hijo. ¿Cómo estás?" dijo con voz ronca. Parecía ir mejorando, pero yo en el fondo sabía que estaba intentado disimular, y eso me entristecía mucho.
"Yo bien, abuelo, pero ¿y tú qué tal?" pregunté sentándome en un borde de la cama en la que se encontraba.
"Pueeees aquí estamos, de vacaciones en este hotel. No es el mejor, pero tiene comida gratis" ambos nos reímos, aunque su risa vino seguida de una tos ronca.
Estuvimos conversando un rato, hablando de cualquier tontería y yo intentando hacerle reír, ya que pensaba que lo necesitaba. Pero, al fin y al cabo, era mi abuelo, y sabía que había algo preocupándome.
"¿Qué te preocupa, hijo?" cuestionó en un tono suave. Yo dudé si contarle lo de Alex o no, pero me estaba afectando tanto y tenía tal confianza con él que decidí soltarlo.
"Eh... Bueno, es que verás... Hay una persona, un chico, que..." me estaba costando encontrar las palabras adecuadas, mientras mi abuelo me miraba con expectación y una sonrisa divertida. "Que... Bueno, que me gusta, y yo a él, y está apunto de casarse a la fuerza con una chica y..." intenté contener al máximo las lágrimas que se acumulaban en mis ojos, mientras los tenía fijos en mis manos, que jugueteaban con el borde de mi camiseta. Entonces mi abuelo me puso la mano en el hombro, haciendo que le mirase, y me sonrió cálidamente.
"¿Tú quieres a ese chico?"
"Sí... Mucho"
"Entonces ¿qué demonios estas haciendo aquí?" preguntó elevando el tono de voz, dejándome algo perplejo.
"Pero abuelo, no voy a irme. Quiero estar contigo..."
"Hijo, no me pongas excusas. ¿Qué vas a estar haciendo aquí? ¿Verme tumbado en esta odiosa cama y lamentarte como todos los demás, en lugar de ir a luchar por la persona a la que quieres? ¡Venga ya! Ve y salva a ese chico de pasar su vida con otra persona que no seas tú. Yo estaré bien. Y si, por algún casual, no es así, estaré feliz de que tú estés feliz. Te lo mereces, Jack, y no quiero que por mí te quedes aquí sin poder hacer nada" yo no pude contener más las lágrimas y estas rodaron por mis mejillas.
"Abuelo..."
"Blaa blaa blaaa ¡déjate de ñoñerías y vete, tienes una boda que interrumpir!" me cortó sonriendo divertido. Luego esta sonrisa se tornó en una tierna y tranquilizadora. "Te quiero mucho, Jack, y solo quiero que seas feliz. En serio, ¡vete ya!" le abracé fuertemente y después de pensármelo dos veces, me levanté.
"Gracias, abuelo. Eres el mejor. Espérame de vuelta ¿vale? Así te le presento. Te quiero". Y tras esto salí de la habitación.
Pero, aunque al salir me quedé pensando si ir o no, me decidí finalmente, ya que mi abuelo tenía razón en todo. Siempre la tenía. Así que a paso rápido y decidido me dispuse a salir del hospital y a ir a por Alex.
"Cariño, ¿a dónde vas?" me preguntó mi abuela en el camino.
"¡A interrumpir la boda de mi novio!" exclamé decidido, y sin esperar respuesta seguí andando, aunque a lo lejos oí un ¡ánimo, cariño! que me hizo sonreír y andar aún más deprisa, mientras me secaba las lágrimas, hacia la parada del autobús que me llevaría a la iglesia donde Alex se iba a casar en dos horas.
El viaje en autobús se me estaba haciendo eterno, por lo que saqué el móvil y abrí el chat con Alex.
Jack: Alex! Cómo éstas?
Al poco rato Alex me contestó
Alex: no lo se. Queda una hora, me va a dar un ataque al corazón.
Jack: omg una hora. Estás ya vestido?
Alex: sí. Ya estoy en el coche de camino a la iglesia. Ojalá se rompa el coche o algo xD
Jack: oyee mándame una foto!
Alex: no. Dijimos que esta boda no cuenta.
Jack: jo... Seguro que estás increíble. Alex todo va a ir bien.
Alex: no se, Jack. No le veo final feliz a esto.
Jack: confía en mí. Te quiero, Alex. Ya te dije una vez, el amor lo puede todo.
Alex: ya... Ojalá. Me tengo que ir. Ya hablamos después. Es que que fuerte, estaré casado...
Jack: no pienses en eso vale? Hablamos luego. Te quiero.
Cerré el chat y miré la hora. 9:15.
Según lo que me dijo, aun faltaban 45 minutos. Y quedaban 40 de viaje en autobús.
No sabía si llegaría a tiempo.
Miré por la ventana viendo como los árboles en movimiento se alejaban para dar paso a otros nuevos, y estos a otros. Las nubes, lentas y grises, se desplazaban por el cielo con el paso del tiempo, y el autobús se iba vaciando según llegábamos a mi destino, ya que era de las últimas paradas. Yo viajaba con la cabeza apoyada en el cristal, con la mirada fija en el horizonte, deseando que el vehículo fuese más rápido o el reloj más lento. Pensé en qué pasaría si no llegaba a tiempo y me estremecí, pensando en todas las consecuencias que aquello podría acarrear. Decidí cerrar los ojos y concentrarme en la música que salía por mis auriculares y, de repente sonó la canción que le había dedicado a Alex el día que le besé por primera vez. Un montón de buenos recuerdos llenaron mi memoria los últimos minutos de mi viaje, recordándome que no me rendiría sin luchar, porque tenía algo muy importante que no quería perder.
Cuando llegué a mi destino, bajé lo más rápido que pude y me dirigí corriendo a la iglesia. Corrí como si mi vida dependiese de ello, y esos cinco últimos minutos fueron los peores de mi existencia.
Finalmente conseguí llegar, para después mirar mi reloj. 10:05.
Viendo que me había pasado me acerqué al portón y lo vi cerrado. Sin embargo no iba a dejar que esto me parase después de todo, así que con más valentía que nunca, y mi mente tanto en Alex como en mi abuelo, cogí los pomos de las compuertas y tiré con fuerza, enfrentándome de lleno al futuro atemorizador que aguardaba.
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Capítulo 27!!
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Un beso y hasta la próxima!! 💕✨