-¡Vamos Newt, mueve el esqueleto!- Exclamaba Minho quien sacudía su cuerpo de una manera exagerada, parecía un lavarropas centrifugando. Me voltee para dirigirme hacia la barra pero él detuvo mi paso con su presencia frente a mí. Me tomó de ambas manos incitándome a bailar, pero mis ganas de hacerlo eran las mismas que tenía de irme, inexistentes, nulas. Tras un sonoro "Tengo que ir al baño" me alejé de su lado, codeando a todos los presentes para lograr alcanzar las escaleras y ascender al segundo piso. Necesitaba alejarme por un rato de ese mundo de gente, comenzaba a sentir claustrofobia.
La música retumbaba por toda la casa, si tocabas la pared podías sentir como vibraba. Abrí puerta por puerta hasta encontrar el baño, claro antes de llegar aprecie cada cosa que revolvió horriblemente mi estómago, me sorprende no haber vomitado todavía. Puse el seguro y me dejé caer sobre ella, cubriendo mi rostro con ambas manos, no sentía ahora mismo la necesidad de llorar, llevaba demasiada ira encima, me sentía inquieto, desesperado, con un gran deseo de salir corriendo de esta estúpida casa, siquiera sé porqué acepté venir para comenzar, podría haberle dicho "Hey, tengo asuntos pendientes pero ¿Nos vemos luego?" o quizás "Vayamos a un parque, pasemos el rato solos, no será la última fiesta que dé Minho"
Odio esto.
Me puse de pie y abrí el agua fría con la cual empapé mi rostro, tenía que disimular, cubrir esa cara de muerto que llevaba y dar lo mejor de mí porque, sea cual sea mi problema, aunque lo involucre, no es el de Thomas y no tiene por que lidiar con mi mal humor, yo fui quien aceptó venir, no me obligó a hacerlo, es por ello que debo sonreír y continuar como si nada estuviese pasando.
-Estaba por enviar a la CIA y al FBI a buscarte, pasó una eternidad de la última vez que te vi.- Exclamó Thomas mientras me acercaba a su lado.
-Siempre tan exagerado.
-Te extrañé.
-Tommy... ¿Has bebido?
-¡Sí! Pues, como todos aquí- Rió con gran potencia a la vez que movía su cuerpo intentando coordinar sus pasos con el ritmo que llevaba la canción que reproducían los enormes parlantes.
-Tú no deberías estar bebiendo, estás tomando medicamento.
-Y tú no deberías ponerte en esa posición de padre controlador.- Su semblante cambió completamente, la seriedad que cargaba lograba inquietarme- No tienes que ser así, siempre tan protector conmigo, no tengo cinco años ¿Okey? Puedo cuidarme por mi cuenta.- Fruncí el ceño y negué con la cabeza levemente, estaba confundido. Me limité a alzar los hombros aceptando sus palabras y caminé hasta el patio, donde me senté cerca de la piscina y encendí uno de los cigarrillos que guardaba en el bolsillo interno de mi campera.
Me recosté sin dudarlo sobre el húmedo pasto, eran cerca de las dos de la madrugada, el rocío tenía el control sobre las calles del mundo pero la noche estaba maravillosa, completamente despejado y las estrellas visiblemente brillantes. Llevé el cigarrillo a mis labios y absorbí la primera tanda de humo que mis pulmones dejaron entrar, no era demasiada pero no me molestaba, no necesitaba ahora mismo fumar, solo lo hacía por la relajación que este me otorgaba.
-Lo siento, no debí decirte eso- Llevé mi mirada al joven de pie frente a mí.- No quise, solo me salió, pero no es lo que pienso realmente yo... lo siento Newt- Palmeé el suelo a mi lado en modo de aprobación. Asintió levemente y se recostó junto a mí, cruzando su brazo izquierdo por debajo de su nuca y el derecho sobre su panza.- Sé que no es el mejor momento, ni el mejor lugar, de hecho me había generado ciertas expectativas de cómo sería la situación, el paisaje, incluso como estarías vestido al momento en que te lo dijera, tenía todo planeado, pero no contaba con un detalle- Se inclinó hacia mi lado, para obtener una mejor perspectiva de mi rostro- Contigo se me van las palabras, me pongo nervioso o empiezo a tartamudear como un idiota, sé que suena estúpido pero eso suele impedir el tomar el valor que se necesita para detenerte frente a la otra persona y confesarle algo tan importante, algo de lo que estás seguro pero no sabes cómo decirle o como se lo tomará. Esa es la razón de porque estoy algo ebrio, Newt, era la única manera.
-¿La única manera de qué?
-De decirte de una vez que me gustas, Newt, y estoy realmente seguro de ello, cada vez que te veo me lo confirmas. Hace mucho tiempo que venía con el deseo de decírtelo pero, como dije previamente, no sabía cómo ni tenía el valor para hacerlo. Aún no sé como lograste generar esto en mí, se supone que debía ayudarte con tu problema de adicción, no enamorarme de ti- Sus palabras me dejaron perplejo, de todas las palabras que salen de su boca, jamás me imaginé que serían éstas, sí soñaba con ello pero lo veía muy lejos de la realidad.
Cerré mis ojos con fuerza, esto no podía estar pasando. Una parte de mí festejaba como si fuese año nuevo ante la noticia, quería saltar y gritarle que a mí también me gustaba, aunque ya lo supiera, recordárselo; pero la otra estaba muriendo, había entrado en un estado de coma del cual era muy poco probable que sobreviviera, debía marcharme, iba a dejarlo solo, ¿Cómo hago para irme con esta carga? ¿Cómo hago para dejarlo ahora que sé que corresponde a mis sentimientos? Antes era más "Sencillo" porque sabía que estaba confundido y quizás, mi distancia, lo ayudaba a aclarar su mente pero ahora... esto lo cambia todo.
Me coloqué de costado, quedando frente a él, quién llevaba sus mejillas enrojecidas y la respiración algo agitada. No estaba ebrio del todo, parte de él estuvo consiente mientras me confesaba aquellas cosas y sentía demasiados nervios, admito que me enterneció.
-No entiendo- Susurré con calma, conectando mi mirada a la suya- Cuando te besé por primera vez me dijiste que era tu "Mejor amigo" y no querías que eso se arruinara por un "impulso".
-¿De verdad creíste esa patraña? Tuve que decirlo Newt, estaba asustado, no quería perderte.
Reí sin gracia alguna sosteniendo la mirada en sus ojos.
-¿Por qué habría de alejarme por un beso? Más cuando fui yo quien lo inició.
-No lo sé, ante actos impactantes siempre te alejas para procesar lo ocurrido, quizás si decía esa estupidez no te sentirías tan comprometido y te quedarías conmigo. Pero hace rato que he dejado de verte como un amigo.- Me quedé un momento en silencio, analizando el panorama, disfrutando de la situación. Tenía a la perfección en persona recostado justo a mi lado, y, a pesar de todo el tormento que me rodeaba, me sentía en calma, feliz.
¿Saben? Comienzo a pensar que observarlo se está convirtiendo en un hobbie.
-¿Estaría mal si te beso ahora mismo?
-Estaría mal que no lo hicieras- Reí levemente y acorté la distancia, uniendo mis labios a los suyos por segunda vez en el día, es algo a lo que no me molestaría acostumbrarme. Repasé su labio inferior con mi lengua, buscando su permiso para ingresarla dentro de su boca, la cual tomó en modo de aprobación y acarició sin prisa alguna, analizando su textura. Admito que la suya sabía horriblemente a Whisky.
-¿Esa es la segunda cosa que tenías para decirme?
-No- Respondió, retomando su postura inicial- Era que me gustaría conocer a tus padres- Mis ojos se abrieron a más no poder, no podía estar escuchando bien, él no podía estar diciendo eso- Porque, ya sabes, no es que quiera ir muy rápido, es solo que tú conoces todo sobre mí y me gustaría conocer algo de ti... siquiera visité tu casa, bueno, sí la he visto por fuera pero nunca me has invitado a entrar.- Mi corazón latía con ferocidad, creí que acabaría desmayándome allí mismo.
Aparentemente el destino se complota en mi contra para arruinar cualquier momento de felicidad que comienzo a tener. Tommy quería conocer a mis padres, quería conocerlos, ¿A dónde voy a llevarlo? ¿A sus tumbas? Esto se me está yendo de las manos, no puedo presentarle a Clara y al otro idiota como mis padres, lo arruinaran todo y será otra mentira con la cual cargar. Debí aclarar todo desde un comienzo, maldita sea.
-Seguro Tommy, ellos volverán de viaje en un par de días y... te avisaré cuando regresan así vienes a... cenar, sí, como hacen todas las familias ¿No es así? Invitan a sus amigos a comer para que sus padres los conozcan.
-¿Es esto real? ¿Acaso te he puesto nervioso?- Una amplia sonrisa se dibujó en sus labios y recargó el peso de su torso sobre el flexionado brazo derecho.
-No... bueno sí, un poco. Es que ellos no han tenido el privilegio de conocer a nadie que lograra importarme.
-¿Suelen estar de viaje seguido?
-Ellos... aman viajar, a mamá le gusta escribir sobre los lugares icónicos, aquellos que tienen un paisaje bello y no recibe tantos turistas como deberían.
-Eso es lindo, ¿Y qué hay de tu padre?- El nudo en mi garganta estaba matándome al punto de no dejarme respirar, pero no podía llorar, no delante de él y menos con este tema.
-Papá es piloto, uno de los mejores. Tuve la suerte de viajar en uno de sus vuelos cuando era pequeño, fue una experiencia maravillosa, mamá estaba sentada a mi lado y me indicaba que significaban los movimientos que realizaba el avión, los ruidos, caracterizaba cada una de las construcciones cercanas a nosotros del mismo, bromeaba conmigo para distraerme cuando entraba en turbulencias. Los extraño mucho, ¿Sabes?
-Hey- Una de sus manos descansó en mi hombro, y buscó mi mirada con la suya- Volverán en un par de días, no tienes que ponerte así, no es como si no fueras a verlos más- Aquellas palabras fueron un puñal en el corazón y sentí mi pecho ser invadido por una sensación realmente horrible. Cerré mis ojos con fuerza, fue ahí cuando me di cuenta que las lágrimas ya caían por mis mejillas- Ellos están haciendo lo que les gusta, piensa en ello, pero estoy seguro de que también te extrañan, debe ser lo más difícil de su trabajo el pasar tanto tiempo lejos de ti- Continuó, acercándose a mi lado para rodear mi cuello con uno de sus brazos- No estés así.
-Desearía que entendieras la razón de mis lágrimas y el significado de mis palabras- Susurré sobre su hombro.
Una sombra se detuvo delante de nosotros, algo vacilante debo decir, supe en ese instante de quien se trataba.
-Minho- Me alejé sin intención de la cálida contención de mi compañero para observarlo con una sonrisa forzada. Podía sentir la mirada de Thomas sobre mí, apuesto que se quedó confundido con mis últimas palabras, yo también lo estoy, siquiera sé porqué lo dije, pero ya es demasiado tarde para arrepentirme, lo hecho, hecho está.
-Mis tortolitos bonitos, hermosos, si quieren intimidad réntense una habitación, pero no aquí señores, no en mi jardín, no en mi casa, si van a quedarse les recomiendo que entren, se embriaguen y bailen.
No tardé en incorporarme con mi cara ardiendo debido al pudor mientras, a su vez, limpiaba mis prendas de cualquier resto de pasto y hojas, asintiendo levemente a las palabras del ebrio a mi lado. Limpié las lágrimas que estorbaban en mi rostro y me aproximé a Thomas.
-Lo siento, debo irme. Pero pasé un lindo rato contigo, siempre lo hago- Descansé una de mis manos sobre su mandíbula para permitirme repasar la piel de su mejilla con mi pulgar y disfrutar de su compañía unos segundos más. Me aproximé a dejar un corto beso sobre sus labios antes de abandonar el lugar casi a los trotes, cargando con la mirada absolutamente sorprendida de Minho y aún de confusión de Thomas sobre mis hombros.
A paso rápido me introduje en las heladas, oscuras y desiertas calles del vecindario, deseando volver a mi casa y que mis padres estuvieran ahí en lugar de la bruja malvada que tengo como tía. Pero no vivo en un cuento de hadas, esas cosas no son posible, lo peor de todo fue cuando ingresé y la vi allí de pie, con su rostro cubierto por una máscara verde y su cabello agarrado con ruleros, para colmo llevaba un camisón blanco que llegaba hasta sus tobillos, juro que me sobresaltó aquella imagen, vaya que es fea.
-¿Qué te pasó? ¿Te tragó Shrek y te regurgitó?- Alcé una de mis cejas y reí levemente.
-Eres muy gracioso Newt, en verdad- Respondió con sumo sarcasmo en sus palabras- ¿Dónde has estado?
-¿Ahora te interesa?
-¡Son las cuatro de la madrugada! Newt estás bajo la vista de la jueza, no podes hacer lo que se te cante las ganas.
-¿Lo que se me cante las ganas? Clara, tengo 17 años, los chicos a mi edad salimos a dar vueltas, nos juntamos en plazas y salimos a bailar.
-Pero vos no podes hacer lo mismo que ellos, sabías perfectamente que estabas limitado.
-¿Qué más da? Ya hablaste con la jueza, programaste una cita con ella, me voy a ir y voy a disfrutar de mis amigos tanto como pueda.
-¿Has... hecho amigos?
-Eso no importa ya, dejaran de serlo cuando me mude, todo gracias a ti- Quedó perpleja en su lugar, sin habla, y aproveché aquel momento para dirigirme a mi habitación, no podía regañarme, ella se quedó en silencio, es como un "Sí Newt, puedes irte a tu cuarto, disfruta de tu cama y duerme hasta el 2089".