Sacudí la cabeza, pero era consciente de que lo que Taylor decía era totalmente cierto.
Aunque, para ser franca, yo creía que la única persona que había sufrido efectos secundarios era yo.
- _______, no te voy a pedir que te quedes conmigo. Tampoco que intentes rehacer tu vida para que sigamos siendo amigos y nos olvidemos de todo esto, porque sinceramente yo no tengo ganas de tener que lidiar con la culpa de que hiciste algo en contra de tu voluntad: porque sé que tú aún no quieres salir de todo esto.
- Taylor, es que...
- Por favor, _______. Tengo suficiente con mis propios problemas, además de tener a mi mejor amigo en la cárcel. No sé por qué, pero siento que serás tú quien arregle todo esto. Te pido por favor que no hagas que mi sensación sea errónea, que saques a Megan de aquel lío y que consigas encontrar la paz como yo la encontraré en unos días...
- ¿Días? ¿Por qué días? ¿Acaso te vas a...?
- No, tranquila. No es lo que piensas. Es que seré internado en un hospital psiquiátrico aislado... _______, quiero paz.
- Te deseo suerte en ello - sonreí de la manera más sincera que pude - Y mis mayores deseos.
- Gracias... Y cualquier problema que tengas, tienes mi número ¿bien?
- Claro - sonreí y comencé a levantarme junto a Taylor. Nos acercamos al mesón de la cafetería y pagué nuestros pedidos. Antes de salir, recordé todos y cada uno de los momentos que habíamos pasado juntos; cuánto me había ayudado y me había hecho reír. Taylor sonrió:
- Espero volver a verte pronto - dijo - Ve a visitarme si quieres. Te enviaré cartas.
- Las responderé, no te preocupes - sonreí.
- Adiós, _______ - dijo - Siempre serás mi mejor amiga.
- Tú también, Taylor - dije al borde de las lágrimas. Me arropó en sus brazos y me dio un fuerte abrazo.
- Ten fuerza - susurró en mi oído - Y confianza en ti misma.
- La tendré - respondí. Me apretó más entre mis brazos y me soltó. Sus ojos estaban cristalizados, pero no alcanzó a llorar. Se despidió con la mano y desapareció en la calle.
- Eso fue muy emocionante - escuché detrás de mí - Casi les tomo una fotografía.
- Parece que te obsesionaste con la fotografía - dijo Mike. Resoplé y sonreí - Te pagaré un curso de fotografía, te hará bien.
- Ay no - escuché y me volteé - Es que quiero evitar la fatiga...
(...)
- Ingresa al link - dije, entregándole a Mike mi ordenador - O el nombre ¡búscalo, Mike!
- Tranquila, tranquila.
- Estoy algo ansiosa.
- ¿Algo? - preguntó Lean, con ironía.
- Sí - aseguré, rodando los ojos.
- ¿Quién fue la que estuvo todo el camino hablando sobre las "cosas extrañas" que se supone que habían estado pasando siendo que los chicos a quienes se lo contaba ya habían visto y vivido toda la historia?
- Pero...
- ¿Y quién fue la que empezó a monologar sobre qué era lo que podía haber habido en el papel que el bueno de Taylor decidió confiarle?
- Ya cállate - dije, bufando. Lean soltó una carcajada y Mike rió por lo bajo.
- Listo ¡Listo, listo! ¡Chicos, vengan a ver!
Lean y yo nos levantamos de la cama y fuimos hasta mi escritorio. Me puse en cuclillas y Lean se sentó en las piernas de Mike.
- Aquí está el blog de Megan ¡Y vaya que tiene buena información!
- Entonces ¿ahora qué hacemos?
- Tú vas a ir al bosque; ya sabes lo que tienes que hacer. Lean y yo nos quedamos aquí, transcribiremos la información y luego Lean la analizará mientras yo investigo los puntos fuertes y débiles que tiene Megan.
- De acuerdo - dije - ¿Y cómo los llamo?
- ¿Cómo? ¿No se te ocurre nada?
- Pues no, Lean. Ellos siempre aparecen cuando a ellos se les pega la gana, no cuando yo quiero.
- ¡La invocación! ¡Eso es, soy un genio! - exclamó Mike.
- ¿Qué?
- Invócalos en el bosque, porque ¿recuerdas la invocación?
- Claro que la recuerdo, es que... no sé.
- ¿Cómo que no sabes? ¿Qué es lo que no sabes? - cuestionó Lean.
- La vez que los invocamos, Slenderman fue con ellos ¿qué pasa si vuelve a aparecer? ¿y si la historia se repite? ¿Por qué no...?
- _______, aquella vez, fue una excepción y lo sabes.
- No, Mike, no lo sé. Nunca voy a saberlo, al parecer.
- Sólo cálmate, estamos contigo. Cualquier cosa que pase, estaremos ahí ¿de acuerdo? - Fruncí el ceño, insegura - Esto es muy importante y te consta - Suspiré, pero asentí.
- Iré - dije - Por lo que pasará en ésta historia.
- Esa es nuestra chica - dijeron al unísono.
(...)
Llegué al bosque tiritando del nerviosismo. No sabía por qué, pero estaba tan nerviosa... como si nunca en mi vida los hubiera visto.
- Qué tonta eres, _______. Hay peores cosas por las que has pasado y a las que has tenido que tenerles miedo. Nos seas ridícula.
Me quité la mochila del hombro cuando creía haber encontrado un buen lugar. La cosa no sería tan atemorizante de no ser que la incertidumbre de lo que iba a pasar me estaba comiendo viva.
- Okay, aquí voy - dije y comencé.
(Repito que no sé si es real, pero aparecen Masky, Hoddie y Toby)
Aguardé con paciencia lo que tenía que pasar. Me quedé sentada en una roca y traté de darme calor a mí misma con mis manos.
- Odio esto. Odio a las fangirls locas - oí a lo lejos. Todos mis bellos de erizaron y por alguna extraña razón, sentía mucha adrenalina y emoción por volver a verlos a los tres juntos.
- A ti nadie te obliga a venir. Viene el que quiere - respondió otro. Por lo lejos que se encontraban, aún no podía distinguir las voces.
- Ni siquiera sé por qué hacemos esto.
- Yo sí, y es porque no tenemos nada mejor que hacer.
- Habla por ti mismo, Rogers.
Los pasos cada vez se escuchaban más cerca. Sonreí al saber que las cosas no estaban tan tensas entre ellos. No como yo me lo imaginaba dadas las referencias que se hacían entre ellos.
- ¿Y dónde se supone que está? - oí a Toby.
- Por aquí, supongo. Guíate por la respiración acelerada de humano asustado y lo sabrás - escuché a Hoddie. Rodé los ojos, riendo. Ya no estaba ni pizca de nerviosa, así que no sabía muy bien cómo se suponía que me iban a encontrar.
- Es que no oigo nada - dijo Toby.
- ¿Se habrá ido? - preguntó Hoddie.
- No, Hod. Habríamos escuchado que se fue.
- Yo sabía que no teníamos que venir - dijo Masky.
- Ya da igual, me estoy emputeciendo.
- Esperen... Ya siento algo.
- Serán tus gases.
- ¡Toby, por favor!
Se escucharon carcajadas y resoplé, levantándome.
- Siempre tengo que hacerlo todo yo - murmuré.
Caminé y rodeé el árbol en el que estaba apoyada, encontrándome cara a cara con los chicos.
- ________... ¿tú hiciste la invocación? - preguntó Masky después de un rato. Resoplé.
- Sí... Chicos, necesito que dejen de lado todo lo que hemos pasado, por un segundo - los miré a los tres detenidamente, demorándome un poco más en despegar mi vista de Masky - Necesito su ayuda.
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¡Hey!
¿Qué les pareció lo que dijo Taylor?
¿Creen que esto de Megan se solucionará?
¿O todo acabará de la manera más temida de nuestra protagonista?
¿Saben? Este es el capítulo 24 de la tercera temporada. La primera temporada terminó en el capítulo 24 sin contar el prólogo y epílogo.
Pero descuiden, aún faltan unos cuantos capítulos. Tal vez lleguemos al 35.
Lo sé... En lo que a mí concierne, me costará mucho dejar esta historia ¿ustedes la extrañaran? Y cuando ya haya terminado... ¿seguirán leyendo mi perfil?
Nos vemos en el siguiente capítulo.
~ Venus.