Asher
Pierdo la concentración mientras mantengo mis ojos en los suyos. Su olor es reconfortante y su piel desprende un cálido aroma a flores que no logro reconocer. Arianne tiene una mirada perdida y luce increíblemente inocente. Ella no sabe cuán lejos puede llegar su poder. Existen muchos druidas en el mundo, pero poderosas como Arianne son pocas. Es la combinación de ambas razas: druida y licántropo. Una mezcla que nunca he conocido.
—Esto es muy confuso —susurra, sacándome de mis pensamientos —. ¿Por qué me ayudarías?
―Siento la necesidad de protegerte desde que te he conocido. No puedo dejar de pensar en ti.
Pocas veces me sentí de esta manera y no entiendo por qué. Si Arianne fuera mi compañera lo sabría desde el primer instante que nos vimos, pero su olor sigue confundiéndome. ¿Por qué huele tan raro?
—No confío en ti, Karlsson.
Se pone de pie, cruzándose de brazos. Trata de parecer intimidante, pero yo la veo como una criatura adorable.
—Ah, si fuera tú, tampoco confiaría —aclaro —. Tengo muy mala reputación.
Me dedica una sonrisita descarada y mordisquea su labio inferior. No puedo dejar de mirarla y en cualquier momento me pondré a babear. Es hermosa.
—Me dijeron que cinco de tus novias han muerto —comenta —. ¿Te refieres a eso?
Qué sutil.
—Ah, lo típico. Me imagino que estás al día con los chismes —sonrío —. ¿Qué más has oído de mí, Arianne?
—Que eres un completo cretino.
Su espalda se presiona aún más contra el árbol cuando doy un paso cerca de ella.
Ahí está de nuevo ese jodido olor.
Nunca conocí a alguien que desprenda ese olor. ¿Qué demonios es? No estaré tranquilo hasta descubrirlo.
—¿Eso te asusta? —pregunto.
Su pequeña nariz se arruga.
—He visto cosas peores —alega —. ¿Crees que tú me asustas?
Me quedo mirándola fijamente, sin poder entender cómo se atreve a hablarme así. Solo mi familia me habla con esa confianza. Arianne Laroux tiene agallas. Nuestros pechos se presionan cuando me acerco más y apoyo mis palmas contra el árbol aprisionándola.
—Deberías... —susurro —. Puedo devorarte ahora mismo y nadie va a detenerme. Ni siquiera tú.
Sus ojos verdes brillan con desafío y levanta la barbilla demostrándome que no la asusto.
—¿Sabes lo que significa espacio personal? —pregunta, sonando irritada —. Quítate, Asher.
El desafío en sus ojos me encanta y puedo afirmar que es la chica más valiente que he conocido, capaz de todo para recuperar a su hermano. Ese hecho me motiva a querer ayudarla.
—Oblígame —Lamo mis labios.
Las manos de Arianne caen en mi pecho y me empuja bruscamente.
—Has demostrado que eres más fuerte que yo, lobito —dice en tono burlón —. Tal vez me asesines aquí mismo, pero tus partes masculinas no saldrán ilesas. Solo quítate.
Me da la espalda y empieza a caminar para dirigirse nuevamente a mi casa. Me parece estúpido que siga intentando huir cuando puedo cazarla en dos segundos. Mi instinto lobuno siempre está alerta y por eso presentí el momento que huyó.
Cuando estoy en mi forma lobuna, todavía puedo razonar como si fuera humano. Mis sentidos son mucho mejores, pero nada tan bueno como mis oídos y mi olfato. Puedo oler a Arianne a miles de kilómetros. Es difícil no hacerlo cuando huele tan raro.
—¿Cómo se supone que vas a ayudarme? —pregunta Arianne, a medida que caminamos —. ¿Tus padres estarán de acuerdo con esto?
—Mis padres no deciden por mí —mascullo —. Conozco a personas que tú no.
—¿Qué tipo de personas?
—Gente que estuvo aquí por años —Aparto algunas ramas de mi camino —. Videntes e incluso oráculos.
Arianne detiene sus pasos para mirarme.
—Eso es increíble.
Puedo ver la esperanza brillando en sus ojos verdes y es todo lo que necesito para saber que vale la pena ayudarla. De alguna manera me siento protector y no quiero que cometa una locura en su búsqueda. Ella no conoce este mundo, pero yo sí.
—Si voy a hacer esto tiene que ser bajo mis términos —recalco —. Yo estoy a cargo, tú no.
—Bien.
—Mis órdenes son ley a partir de ahora—continúo—. Si te digo que hagas tal cosa, lo harás, ¿entiendes? Sobre todo, mantén la boca cerrada. Eres muy... impulsiva.
—¿Lo de cerrar la boca podemos negociarlo?
Mis labios se curvan en una sonrisa.
—No soy muy conocido por negociar.
Detiene sus pasos y se planta frente a mí.
—Supuestamente tengo habilidades, pero no sé cómo funcionan —suspiro —. A veces me siento muy... rara. Nunca estuve enferma y tampoco siento frío.
—Puedes aprender —explico ―. Tu madre puede ayudarte.
―Ella es como una caja fuerte. Será difícil de que se abra a mí.
Me parece curioso ese dato. ¿Qué madre enviaría a su hija en un lugar dónde puede ser asesinada en el proceso? Arianne es afortunada de caer en mis manos. Si otros lobos la hubieran visto primero, no estaría aquí, conmigo. Los Persson la harían pedazos. Ellos son los monstruos del pueblo.
Mi familia ha estado buscando pruebas y es cuestión de tiempo para que lo encontremos. Demostraremos que son los responsables de cada asesinato.
—Antes de venir aquí, mi madre hizo referencia a "ella" —dice —. Sonaba muy asustada.
Enarco una ceja.
—¿Ella?
—Me pidió que me cuidara de ella.
Esto no puede ser bueno.
—Tu madre puede ser la respuesta a varias preguntas —espeto —. Debemos hablar con ella.
Me mira atónita.
—¿Debemos?
—Iremos juntos a Chicago para buscarla.
—Asher...
Tomo su cintura y la acerco a mi cuerpo callando cualquier cosa que quiera decir. Arianne se siente tan sorprendida por el contacto al igual que yo.
—Hay algo que no me cuadra y no planeo dejarte sola.
Me observa como si fuera yo el que necesita ser entendido. Quiero hacerle muchas preguntas, pero no lo hago. Hay todavía una voz baja y desconfiada en mi cabeza que me suplica guardarme algunas cosas para mí. Arianne es la definición de impulsiva y explosiva.
—Mi padre estará aquí dentro de unos días —susurra —. Tal vez intente detenerme.
—Mañana nos pondremos en marcha. Conozco a alguien que puede aclararnos ciertas dudas.
—¿Quién?
—Uno de las mejores sacerdotisas vudús que he conocido.
Exhala un suspiro de asombro y asiente.
—No puedo creer que haré esto.
—¿Qué?
—Confiar en un idiota como tú.
Sin poder evitarlo, me echo a reír. Mi risa hace eco en el bosque y Arianne se cruza de brazos.
—Este idiota salvará tu lindo trasero, bonita.
🌙
Regresamos silenciosamente a la Fortaleza Karlsson. Arianne está más tranquila desde que le prometí visitar a un sacerdote vudú mañana. Papá no estará feliz. Acudimos a la ayuda de Alem cuando es muy necesario, pero este caso es una de emergencia. Quizás nos dará respuestas sobre Theo. A él no se le escapa ningún detalle.
Es un experto.
Arianne no puede disimular el hambre que tiene por información. Decirle que conozco su historia fue suficiente para atraerla como una hormiga al pastel. Estoy seguro de que hay alguien ahí afuera que usará la misma táctica en su contra. Su madre le mintió por razones que temo descubrir. Arianne es druida y licántropo. ¿En qué podría perjudicarle? Son partes de ella que puede controlar si aprende. Mi familia lo logró durante siglos. ¿Por qué Aimeé Lane no hizo el intento?
La pequeña Laroux despierta mi instinto más sobreprotector.
Me ofrecí a ser parte de su viaje en la búsqueda de pruebas. Ella es ingenua, impulsiva e ignorante a varias cosas de este mundo. Muchos podrían usar esas debilidades en su contra y no pienso permitirlo.
Seré su guía el tiempo que permanezca en New Hope.
No la dejaré sola.
—Cierra la puerta —solicita papá —. Tenemos que hablar seriamente, Asher.
Capto su orden mientras lo veo sentado en su escritorio con la camisa de su traje arrugado y el estrés grabado en su rostro. Me pregunto cuando decidirá tomarse un descanso, el hombre no lo ha tenido en años. Debería ir a alguna playa con mamá cuando al fin develemos el misterio de los asesinatos.
—¿Es sobre Arianne? —inquiero.
Une las yemas de sus dedos en un aire pensativo. Sus cejas oscuras se elevan.
—La hija de Josh. ¿Qué pasa con ella?
Mi corazón se detiene unos latidos.
—Intento ayudarla —respondo.
—¿Solo eso?
Ruedo los ojos.
—No puedo explicar con exactitud como me siento cuando estoy cerca de ella, pero quiero ayudarla. Es peligroso que esté sola —expongo —. Dijo que cumplió dieciocho años hace un año. ¿Sabes lo que eso significa?
—Cambiará de forma pronto —Mi padre vuelve a sentarse —. Eso no es mi única preocupación hacia la hija de Josh. He visto a Aimeé quemar una aldea hace años con un simple parpadeo. Arianne es igual de poderosa o incluso más al ser una híbrida.
Maldita sea.
—Me mantendré cerca de ella y le mostraré cómo funciona nuestro mundo. Es evidente que no tolera lo que somos.
—Su sed de venganza es peligrosa —prosigue papá —. Mantenla vigilada o estaremos en serios problemas. Aimeé no fue sincera con ella por razones fuertes.
Me pongo recto en la silla.
—¿Qué tipo de razones?
—No lo sé con exactitud, pero sí estoy seguro de algo. Aimeé jamás haría algo sin ninguna justificación. Es la mujer más cautelosa y honesta que he conocido. Adora a su hija —Su tono baja —. Si Arianne vino al pueblo significa un mal presagio y debemos estar alerta. Vigílala hasta que su padre venga. Josh jamás me lo perdonaría si la perdemos de vista.
—A tus órdenes, papá.
🌙
Ingreso a mi habitación, cierro la puerta con seguro y me quito la camiseta. Me transmite mucha paz estar solo. Cuando era adolescente disfrutaba de la compañía humana, pero con el transcurso del tiempo se volvió difícil adaptarme a la vida básica. Quizás porque una parte de ellos percibe que soy diferente.
Recibí educación en casa como mis hermanos. Éramos salvajes desde niños. Controlar a pequeños licántropos no fue una tarea fácil. Y la vida adulta es aún más complicada. ¿Mi propósito? Empezar de nuevo en un lugar dónde nadie me conozca. Algún día, pero primero demostraré que se equivocaron sobre mí. Soy inocente de cada acusación que proclamaron en mi contra.
Termino de darme una ducha y envuelvo una toalla alrededor de mi cintura mientras regreso a mi habitación. Mi celular alerta un nuevo mensaje de Julianne que leo sin muchas ganas.
«Te extraño. ¿Cuándo volveremos a vernos?»
Hago caso omiso de su mensaje, pero pronto mi celular vuelve a vibrar y ruedo los ojos. No me dejará en paz si no respondo. Ayer la dejé sola en la fiesta porque ver a Arianne me dejó muy aturdido. La pequeña Laroux confunde mis pensamientos. Mi mente se hace ideas de que podríamos estar destinados, pero mi lobo es un caso diferente. No ha despertado. ¿A qué se debe?
—¿Qué pasa, Julianne? —pregunto, sentándome en la cama.
Escucho su risa.
—Anoche te fuiste sin despedirte —dice en tono suave —. ¿Qué sucedió?
—Ya me conoces. No me gusta ese tipo de ambientes.
—Por supuesto —Hace una pausa —. ¿Quién es esa chica?
—¿Mmm?
—Me contaron que una chica está quedándose en la Fortaleza —Se ríe —. Los rumores corren muy rápido, Asher.
Mi mandíbula se tensa por lo entrometida que suena. Es mi amiga, pero no me agrada cuando se mete en asuntos que no le corresponde.
—Una invitada —musito sin más explicaciones.
—Ya veo.
—Te hablaré mañana, Julianne. Estoy cansado.
—¿Podemos vernos por la tarde? No hablamos mucho.
—No creo que pueda. Tengo cosas que hacer.
—Asher...
—Buenas noches, Julianne.
Cuelgo la llamada y corro una mano por mi cabello. Ha sido mi apoyo, mi única amiga desde que mi reputación se fue al carajo. No me juzga, tampoco pide más de lo que puedo ofrecerle. Julianne es una gran compañía, pero llega un punto dónde me agobia y no la quiero cerca.
Menos ahora que mi interés está en Arianne. Mi prioridad es protegerla e impedir que cometa locuras. Será todo un reto controlarla hasta que llegue su padre. Me río ante el pensamiento y me muerdo los labios.
La pequeña Laroux es lo más interesante que me ha ocurrido en mucho tiempo.
🌙
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