Capítulo 33🌙

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Arianne

Al día siguiente, Asher sí está presente en el entrenamiento con Kellan. Se mantiene bajo un árbol con los brazos cruzados sobre su pecho. Espero concentrarme con él aquí. Es muy fácil distraerse cuando se encuentra cerca y me mira de esa forma. Como si quisiera comerme...

—Te quiero concentrada en el entrenamiento —dice Josh —. No necesitas distracciones, ni dramas como la amiga de tu lobo.

Asher se rasca la nuca en un gesto nervioso y se ve avergonzado. A Josh no se le escapa ni un detalle.

—Me haré cargo de ella, señor. Se irá pronto.

—Eso espero —masculla Josh —. Arianne necesita invertir su energía en los entrenamientos. La luna pronto hará un llamado y ella debe responder.

—¿Y qué con eso?

Asher se aclara la garganta.

—Arianne, algunos licántropos no sobreviven a la transformación.

Lo miro atónita y aturdida.

—¿Qué? —Mi voz es un grito realmente sorprendido —. ¿Estás diciendo que mueren en la transformación?

Asher asiente.

—Algunos cuerpos no son capaces de soportar el cambio y mueren en el proceso —explica —. Recuerda que nuestros huesos se rompen. El dolor es inmenso.

Estoy impactada y demasiado asustada para mi propio bien. No puedo creer que yo pasaré por ese proceso. No quiero.

—Estaré ahí —Asher da un paso cerca de mí y me abraza —. El dolor será menos.

Me río sin humor.

—Que tranquilizador —digo asustada —. ¿Cuántos minutos dura el cambio?

Él aparta la mirada.

—No son minutos, son horas. Terminará cuando la luna llena se esconda.

Su expresión hace que una energía peligrosa recorra mi cuerpo. Me pongo mal solo imaginar que mis huesos van a quebrarse en la transformación. ¿Voy a soportarlo? Porque no son minutos, hablo de horas dónde la agonía predomina.

"Todo saldrá bien..." —La voz de Asher en mi cabeza es cómo un bálsamo.

Kellan me ordena que me siente en el suelo y obedezco. No pensaré mucho en el asunto o me agobiaré. Yo lo superaré.

—Conectaremos con la tierra —explica el druida —. Recuerda que la naturaleza está en todas partes. Puedes darles uso a las plantas, árboles y flores. Observa.

Toca la tierra húmeda y vibra por el contacto de sus manos. Algunos árboles se derriban después de segundos y los animales del bosque huyen al percibir el alboroto. Kellan me alienta cuando mis dedos rozan el suelo.

—Tu turno —espeta Kellan —. Inténtalo.

—No sé si pueda controlarlo —musito con sinceridad. Una gota de sudor se desliza por mi nuca.

—Estás asustada de tu poder —Kellan saca sus propias conclusiones —. No lo hagas, Arianne. Ámalas y verás como responden a ti. Son tus amigas y aliadas. Vamos, cuenta hasta tres.

Cierro los ojos y permito que la avalancha de emociones venga a mí. Es como una chispa electrizante y alteraciones en mi piel. Es maravilloso.

Uno.

Dos.

Tres segundos bastan para que la tierra empiece a vibrar.

Siento el poder fluir en mi torrente sanguíneo, siento que hiela mi sangre y se mezcla con mis emociones. El viento mueve salvajemente las hojas de los árboles y amenaza con destruir todo a su paso. Mierda, soy un desastre.

Dulce Maldad [En Librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora