Dulce Maldad [En Librerías]

Capítulo 9 🌙

Asher

Pierdo la concentración mientras mantengo mis ojos en los suyos. Su olor es reconfortante y su piel desprende un cálido aroma a flores que no logro reconocer. Arianne tiene una mirada perdida y luce increíblemente inocente. Ella no sabe cuán lejos puede llegar su poder. Existen muchos druidas en el mundo, pero poderosas como Arianne son pocas. Es la combinación de ambas razas: druida y licántropo. Una mezcla que nunca he conocido.

—Esto es muy confuso —susurra, sacándome de mis pensamientos —. ¿Por qué me ayudarías?

―Siento la necesidad de protegerte desde que te he conocido. No puedo dejar de pensar en ti.

Pocas veces me sentí de esta manera y no entiendo por qué. Si Arianne fuera mi compañera lo sabría desde el primer instante que nos vimos, pero su olor sigue confundiéndome. ¿Por qué huele tan raro?

—No confío en ti, Karlsson.

Se pone de pie, cruzándose de brazos. Trata de parecer intimidante, pero yo la veo como una criatura adorable.

—Ah, si fuera tú, tampoco confiaría —aclaro —. Tengo muy mala reputación.

Me dedica una sonrisita descarada y mordisquea su labio inferior. No puedo dejar de mirarla y en cualquier momento me pondré a babear. Es hermosa.

—Me dijeron que cinco de tus novias han muerto —comenta —. ¿Te refieres a eso?

Qué sutil.

—Ah, lo típico. Me imagino que estás al día con los chismes —sonrío —. ¿Qué más has oído de mí, Arianne?

—Que eres un completo cretino.

Su espalda se presiona aún más contra el árbol cuando doy un paso cerca de ella.

Ahí está de nuevo ese jodido olor.

Nunca conocí a alguien que desprenda ese olor. ¿Qué demonios es? No estaré tranquilo hasta descubrirlo.

—¿Eso te asusta? —pregunto.

Su pequeña nariz se arruga.

—He visto cosas peores —alega —. ¿Crees que tú me asustas?

Me quedo mirándola fijamente, sin poder entender cómo se atreve a hablarme así. Solo mi familia me habla con esa confianza. Arianne Laroux tiene agallas. Nuestros pechos se presionan cuando me acerco más y apoyo mis palmas contra el árbol aprisionándola.

—Deberías... —susurro —. Puedo devorarte ahora mismo y nadie va a detenerme. Ni siquiera tú.

Sus ojos verdes brillan con desafío y levanta la barbilla demostrándome que no la asusto.

—¿Sabes lo que significa espacio personal? —pregunta, sonando irritada —. Quítate, Asher.

El desafío en sus ojos me encanta y puedo afirmar que es la chica más valiente que he conocido, capaz de todo para recuperar a su hermano. Ese hecho me motiva a querer ayudarla.

—Oblígame —Lamo mis labios.

Las manos de Arianne caen en mi pecho y me empuja bruscamente.

—Has demostrado que eres más fuerte que yo, lobito —dice en tono burlón —. Tal vez me asesines aquí mismo, pero tus partes masculinas no saldrán ilesas. Solo quítate.

Me da la espalda y empieza a caminar para dirigirse nuevamente a mi casa. Me parece estúpido que siga intentando huir cuando puedo cazarla en dos segundos. Mi instinto lobuno siempre está alerta y por eso presentí el momento que huyó.