- ¡LOUIS!- gritó Lottie lanzándose a mis brazos.
- Enana hermosa, ¿cómo te fue?
- Muy bien, pero los extrañaba mucho... ¡AUSTIN!- dijo y corrió con todas sus fuerzas para treparse a los brazos de mi hermano llenando su cara de besos. Tenía 13 años y pesaba lo mismo que una niña de 5. Pero una obesa.
- ¡Te extrañe mucho también pequeña!- dijo el animado y esta le sonrió.
- Sigues siendo el más guapo de los cuatro.
- Claro...
- ¡WILLIAM!- gritó, Will hizo cara de susto cuando la miró corriendo hasta el y cuando la tuvo en brazos se relajo, su postura seguía siendo soberbia y estúpida pero se miraba como un hermano mayor extrañando a su hermanita.
- ¿Cómo la has pasado en tu viaje hermanita?
- ¡Espectacular!
- Me alegra, como tenerte de vuelta en casa.
- Vamos Will, habla bien- dijo rodando los ojos, por lo que Austin y yo reímos.
- Hablo de manera correcta, pero me parece que estar con tus amigas te a mal acostumbrado- le sonrió con ternura y acarició su mejilla.
- Si tu lo dices.... ¿Dónde esta mama? ¿Y mi cuarto hermano?
- Regresaron al auto por algo que se las a olvidado.
- Habla bien idiota- dije dándole un sape bien merecido.
- Hasta Lottie te lo dice.- Austin rió abrazando a nuestra hermana de nuevo.- Hueles a avión.
- ¿Qué?
- No lo sé, diferente.
- Y traes ese asentito Francés...
- ¡La eh pasado haya!
- Lo sabemos.
- Enana- Troy le hizo cosquillas en la panza haciendo que esta se sobre saltara y carcajeara, mi hermano se la subió en el hombro como si nada y comenzó a dar vueltas con ella ahí. Troy era otro con Lottie.
- ¡TROY BÁJAME!- gritó muerta de la risa y el paro en seco dejándola en el suelo dando vueltas como si estuviera ebria.
- Te extrañe.
- También te extrañe hermanito, Dios que es eso- dijo señalando el venado en el brazo de Troy.- ¿Más tinta?
- No me regañes enana.
- ¿No saludas a tu madre?
- ¡Mami!
- Chicos tomen las maletas y llévenlas al auto. ¿Cómo te fue cariño?
- Super bien mama, no puedo esperar para....- se fueron alejando dejándonos como 940565465 maletas. O tal vez eran solo 8.
Todos nos miramos y justo después comenzamos a pelear por la más pequeña casi matándonos a la mitad del aeropuerto, pero eso solía ser normal en nosotros.
- ¡Esta bien!- gritó William y todos nos separamos.- Austin que la lleve, el lo merece.
- ¿Por qué?- me queje.
- Por que lo merece y punto- gruño Troy, rodé los ojos y Austin se acerco a tomarla.
- Tu Troy por ser el más fuerte de los cuatro lleva la grande.
- ¡Yo soy el más fuerte!- me defendí.
- Bueno entonces tu llévala.
- De acuerdo.- sonreí- Oh no esperen...
- ¡No! Demasiado tarde- dijeron todos riendo de mi, rodé los ojos y tome la enorme maleta rosada.
- Tu lleva esta y tu esta- William nos repartió maletas y en unos minutos todos caminábamos hacía el auto.
- ¿Por qué tu tienes que organizarnos?
- Porque soy el más inteligente.
- Ese es Austin.
- ¡De acuerdo!- dijo Damian, sonriente.
- Si definitivamente yo soy el más inteligente.
- ¿Y yo?
- Tu eres el bobo presumido. Troy es el idiota engreído. Austin es el buen hermano y yo soy el mejor de los cuatro.
- ¡HA!- otra pelea se desarrollo de la salida al auto.
- Se comportan como niños de 5 años- dijo mi madre cuando subimos por fin al coche.
- Somos tus bebés mama- dije pestañeando y ella sonrió.
- Si lo son.
- Callate ya solecito.- me dijo Troy de mala manera.
- ¿Por que no te callas tu tesoro?
- ¡Niños!
- ¿Quieres que te silencié de nuevo?
- Puedes intentarlo, pero ya no estamos en la escuela así que...
- ¡Aush!- nos quejamos los dos, mi madre nos había dado un jalón de orejas sorprendiéndonos. William rió con fuerza desde el asiento del conductor.
- ¿Quieren ser crios? Los voy a tratar como tal.
- ¡Mama!
- Nada de mama Damian. Dan siéntate correctamente ya llegaremos a casa- rodé los ojos, odiaba que nos llamara por el segundo nombre. Me senté bien y Lottie rió abrazándome por el abdomen.
- Extrañaba sus estúpidas peleas.
- No son estúpidas.
- Se pelean por nada.
- Hey tenemos nuestras razones.
- Cállate Damian.
- Pero que mañita de estarme diciendo Damian- dijo Troy enojado.
- ¿Y Zayn?- preguntó ella y todos giramos a verla de mala manera ya que estábamos en un semáforo.
- ¿Por?- la voz celosa de Troy hizo eco en el auto que quedo en un mortal silencio.
- Curiosidad- dijo poniéndose roja como un tomate.
- ¿Curiosidad?
- Déjenla ya niños.
- No mama, es una niña ¿por qué tiene que andar preguntando por otros hombres? ¡Por que no preguntas por papa a ver!- dijo Austin y todos asentimos.
- Pues por que hable con el cuando aterrice chicos tranquilos.
- ¡Tranquilos nada!- grité y ella se soltó a reír.
- Celosos.
- No son celos Charlotte, solo estamos aclarando que esas cosas no van- dijo William desde enfrente.- Además Zayn es tan...
- Hey, hey cuidadito- interrumpió Troy.
- Sale a defender a su novia.
- ¡No comiences con eso Austin!
- Harry es más guapo- dije a Lottie que asintió.
- Es guapo también.
- ¿TAMBIÉN?
Bueno esa pelea se mantuvo hasta llegar a casa.
DALLAS.
- ¡NIALL!- grité.
- ¿Qué quieres?
- ¿Qué debo usar para ir a la casa de los Tomlinson en la noche?
- No sé.
- ¡NIALL!
- ¡Cállate! Estoy viendo el televisor.
- ¡Niall contéstame por favor!
- No quiero.
- ¿Qué vas a usar tu?- lo escuche bufar.
- Nada me voy a ir desnudo.
- ¡Niall!
- ¡Dallas!
- UGH- gruñí. El teléfono de la casa comenzó a sonar en ese momento, giré ya que en mi habitación había uno.
- ¡Contesta!
- ¡Claro! Como soy la sirvienta de esta casa...
- Déjate de ridiculeces van a colgar- me acerque descalza hasta el teléfono y conteste.
- Casa Horan.
- Pero escuchate diciendo eso.
- ¡Charles!
- Papa mi amor, pa-pa - dijo deletreando rodé los ojos.- Llame a Bob y me dio el número de la casa, no dude en llamar pero que fea contestación, no quiero ni pensar que algún día me contestes como la señora Horan...
- Ugh..- dijimos los dos al mismo tiempo y me eche a reír.
- No te preocupes por eso papa.
- Bueno, ¿cómo están?
- ¿QUIÉN ES?- gritó Niall.
- ¡MI PAPA!
- ¿QUIÉN?
- ¡MI...PA..PA!- Grité mas fuerte.
- ¡Dile hola!
- No.- cerré la puerta de la habitación para no escuchar sus gritos.- Estamos muy bien, tenemos poco aquí así que hasta ahora todo va perfecto ¿qué hay de ti como estas?
- Muy bien también, todo marcha de maravilla.
- Que bueno papa.
- Te extraño Dalls.- sonreí un poco jugando con la esquina del edredón.
- También te extraño Charles.
- Iré a verte pronto o tu vendrás, ahora debo dejarte, tengo el número amor, voy a llamar seguido.
- Si genial, espero tus llamadas.
- Te quiero.
- También yo.
- Un beso y saludos a Niall ¿vale?
- Vale.
- Adiós Dallas, cuídense.
- Adiós papa.- La llamada fue cortada y deje el teléfono en su lugar, me quede observándolo un poco perdida. Jamás me había separado de mi papa mucho tiempo y hasta ahora que me llamaba me daba cuenta de que ya lo extrañaba. Abrí el cajón donde el teléfono blanco descansaba, ahí había guardado una de esas hermosas cajetillas. Saqué un cigarrillo y el encendedor, tomé la bata ya que estaba en ropa interior y salí al balcón para fumar un poco. La vista a la playa era exquisita me gustaba bastante el sonido de las olas, de las gaviotas, había algunas personas en la playa en ese momento.
- ¿Dallas?
- Aquí- escuche a Niall abriendo la pequeña puerta de tela.
- ¿Estas bien?
- Si..- dije con una media sonrisa. Metí el cigarro en mi boca y di una gran calada para después soltar el humo hacía arriba, como lo disfrutaba.- Pensaba que no hemos ido a la playa para nada.
- ¿Quieres ir?
- ¿Ahorita?
- Si por que no.
- Por que...- lo mire y su sonrisa estaba visible en ese momento, Niall era hermoso, me acerque a el un poco y bese su mejilla, ambas tomaron ese bonito color rojo y me abrazo.
- ¿Qué haces?- dijo divertido.
- Tus mejillas se miraban besables.
- ¿Vamos a la playa entonces?
- ¿Me sueltas?
- Si- dijo y se alejo como si nada entrando de nuevo en mi habitación- Deja ese cigarrillo.
- Bueno- lo tiré y después lo pise.- Igual pienso fumar en la playa- rodó los ojos.
- Me cambiare, te veo abajo.- salió de mi cuarto cerrando la puerta con fuerza. Me deje caer en la cama mirando al techo y pensando en un sin fin de cosas. Luke era una de ellas. Lo extrañaba y mentiría si dijera que no.
El era mi ex novio, el idiota que me dejo el vicio del cigarro, siempre me sentí más cerca de el al fumar, era el único gusto que compartíamos y después de que me dejo eso era todo lo que había quedado de el, la enseñanza. Muchas veces intente dejarlo pero no era fácil, definitivamente no. Yo ya tenía un problema.
Me levante tomando mi traje de baño y me puse un vestido playero encima. Tomé la cajetilla y el encendedor y salí de la habitación. Niall estaba abajo bebiendo jugo con aquel short azul y sin camisa. De un tiempo para acá le gustaba mucho hacer Shirtless y bueno.... yo no me quejaba. Se miraba sexy.
- ¿Quieres que tengamos sexo ya mismo o por que me miras así?- reí con fuerza, la verdad es que una vez o tal vez dos o tres Niall y yo habíamos compartido la cama y terminábamos besándonos y después ustedes saben.... teniendo relaciones, pero era un desastre. Nos sentíamos extraños y no nos hablábamos por una semana, después todo regresaba a la normalidad y hacíamos como si nada hubiera pasado. A pesar de todo eso ambos podíamos jurar que nunca habíamos sentido nada por el otro. Además de que de 3 veces, dos habíamos estado jodidamente ebrios y la otra fue por que teníamos ganas y ya.
- Es imposible Nialler, no podemos dejarnos de hablar una semana si vivimos juntos.
- Buen punto, ¿vamos?- camino hacía la puerta deslizable trasera que daba a la playa, camine detrás de el y salimos de la casa, apenas pusimos un pie en la arena me quite las sandalias y comencé a caminar disfrutando de la sensación.
- Me encanta la arena.
- Yo la odio, se pega en los pies- dijo mientras seguía caminando.
- Niña.
- ¡Disfruta de la playa que la tienes a 10 metros de distancia!- dijo gritando, gracias al cielo no había nadie ahí.
- ¿Entramos?
- ¿Al mar? Oh no lo creo...
- Vamos...
- No Dallas, no me gus...- le quite los lentes de sol y salí corriendo hacía el agua cristalina. - ¡Ven aquí!- gritó corriendo detrás de mi, no podía evitar reír al sentirme perseguida por el orangután de mi mejor amigo. Apenas la fría agua toco mis pies Niall me había levantado en brazos alejándome de esta.
- ¡Niall!
- Dame mis lentes y eres libre.
- Vale amargado ten- se lo di y me coloco de nuevo en la arena mientras yo me acercaba de nuevo al agua. - ¿Cómo no puede gustarte esta sensación?- pregunte sacando de mi pecho un cigarrillo y el encendedor. Lo metí en mi boca haciendo este momento el más relajante y perfecto. El agua fresca mojaba mis pies, el sol quemaba levemente mi piel y el humo del cigarrillo salía por mi boca.
El celular de Niall sonó y se alejo un poco para contestarlo mientras yo seguía mirando hacía enfrente contemplando y relajándome. Tenía años sin venir a la playa y ahora que vivo frente a una no había venido. Pero eso iba a cambiar. Cerré los ojos con una enorme sonrisa en mis labios.
- ¡Hey loca!- Gritó Niall al mismo tiempo que me cargaba en brazos y se acercaba al agua con prisa dejándonos caer a ambos y salpicando a los lados.
- ¡Niall!
- ¿Te querías meter no?
- ¡Si!- dije riendo y lo abrase.- Me siento feliz.
- Me alegro.
AUSTIN.
- ¡AUSTIN!- Gritaba Louis golpeando mi puerta, rodé los ojos acomodándome bien en mi cama sin ninguna intención de abrir.- ¡Douglas!
Deslice mi dedo por la pantalla de la iPad mirando cosas interesantes mientras trataba de ignorar a Louis, no sabía que quería pero no tenía muchas ganas de soportarlo tampoco. Miré la hora.
6:49 pm.
Creo que Dallas y Niall venían aquí a las.... ¿8?
- ¡AUSTIN! ¡MAMA AUSTIN NO DA SEÑALES DE VIDA!- gritó.
- ¿QUÉ QUIERES LOUIS?
- ¡ABRE LA PUERTA POR FAVOR!
- ¿PARA QUÉ?
- Por favor cielito- rodé los ojos y me puse de pie a mala gana abriendo la puerta, Louis se abalanzo sobre mi y se hizo paso en mi cuarto.
- ¿Qué quieres?
- ¿Puedes prestarme una camisa azul?
- No te quedan.
- ¿Qué tan gordo crees que estoy? ¿Debería entrar a gym?
- No Louis, pero yo soy demasiado delgado.
- ¿Entonces tu deberías entrar al gym?
- Louis, no te quedan mis camisas, puedes irte por donde viniste y dejarme en paz.
- Uy, que mal genio.
- Solo tengo sueño ¿Vale?
- ¿Y por qué no te arreglas para la cena?
- Es solo una cena.
- Claro que es solo una cena, pero a que no sabes que- con una de sus manos tiro del cuello de mi camisa acercándome a el- Creo que papa llamó y vendrá hoy en la noche.
- Pero Dallas y Niall también ¿no?
- ¿Qué otra razón quieres para ponerte presentable?
- Añadiendo que Lottie ah llegado hoy- dijo William desde la puerta.
- ¡Así es! Usaremos el comedor grande.
- ¿Y cómo quieres que me ponga presentable? ¿Con traje y todo?- pregunté con ironía y el negó.
- No seas idiota, solo ponte guapo, siempre andas por la vida luciendo como un enclenque.
- ¿Qué?
- Puedes venir a mi cuarto si gustas y te puedo prestar algo de ropa decente.
- ¿Qué quieres decir? Yo me visto bien William.
- Te vistes como nosotros claro- bromeo Louis, lo miré de mala manera- cuando teníamos 15 años.
- ¡Déjenme en paz!
- Vamos hermanito no te pongas loco.
- ¡hey, hey! Déjenlo en paz- dijo Troy entrando en la habitación.
- ¿Nunca pensaron lo genial que hubiera sido si solo hubiéramos sido trillizos?- dijo Louis con una sonrisa falsa. William y yo reímos.
- Que pena de verdad- dijo Troy con mala cara.
- No olvídate, el chico malo hubiera tenido que ser yo- dije entre dientes y Louis asintió.
- Buen punto.
- Yo creo que William es el menos necesario, es decir ¿quién necesita a un idiota presumido que se cree de la realeza? Louis como el estúpido que se cree guapo, Austin como el buen y dulce hermano y yo como el que los intimida y manda en esta hermandad.
- JA- dijimos todos al unisono.
- Pero Louis es el más irritante.- dijo William.
- Bueno en eso te apoyo- dijo Troy y el lo miró mal.
- ¿Y qué se te ofrece cuatrillizo no deseado?
- Solo escuche a Austin diciendo que lo dejaran en paz..
- Y como un buen hermano has venido al rescate.
- Ándale, exactamente eso paso.
- Bien, pues ya te puedes ir.
- No quiero irme.
- Ugh- dijo Louis con pesadez.
- Miren bola de inadaptados no necesito que se estén metiendo en mi vida, diciéndome que poner o defendiéndome, tenemos la misma edad y la misma capacidad- murmure y todos los ojos idénticos se pusieron en mi. Llenos de curiosidad, bufé saliendo de la habitación y entonces sentí las manos de Louis tirando de mi hacía adentro de la habitación.
- Hay que hacer esa broma que siempre le hacemos a papa.
- ¿Qué tienes 8 años Louis?- hablo William burlón.
- ¿Qué tienes 60?
- No.
- Vamos, ¿la hacemos?
- ¿Vestirnos todos iguales?- pregunte y el asintió sonriendo.
- Ja, lo siento princesas pero eso ya no funciona, no tenemos nada igual y creo que es muy obvia la diferencia, dime ¿me confundirías con Austin?- Troy me miró unos segundos y después a Louis para esperar su respuesta.
- Bueno si lo disimulamos bien tal vez. Estas muy delgado Austin ¿tienes problemas alimenticios?
- Eres un idiota, ya salgan de mi cuarto.
- Bueno ya, así queda la cosa, nos ponemos una camisa de manga larga y un gorro de lana ¿cuál es el problema?
- Que nos vamos a cocinar, hace mucho calor.
- Disculpa hermanito pero se te olvida que el aire acondicionado en esta casa es infernal, ademas mírate, usas una sudadera ahora mismo.- me dijo y suspire sabiendo que no tenía sentido que le siguiera diciendo que no.
- Vale pues ya, cuenta conmigo si así me vas a dejar en paz.
- Conmigo también puedes contar- dijo William saliendo de la habitación.
- Conmigo no.
- ¡Troy! No seas amargado.
- Ay Louis, Louis, Louis, algún día me vas a pagar todas las ridiculeces que me haces pasar. Esta bien, también cuenta conmigo.