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|Capítulo 14|
Joker"s POV
La noche se hacia presente en Gotham City, la calle en sí se encontraba desolada.
¿Ya que quien caminaría por una calle en donde la muerte asecha?...
Pero en sí algunos no hacían caso omiso a los rumores que daban la gente advirtiendo de pisar esta calle, esta calle en donde ahora me encontraba.
Observaba con atención a cada persona que pasaba al frente mio, eran pocas personas en realidad.
Claramente se percataban de nuestra existencia y era obvio...
¿Quien seria capaz de no percatarse de nuestra existencia?
¿Que pasaría si te encontraras con El Joker y Harley Quinn?
¿Sentirías temor, cierto?
Y sí, en los rostros de las personas que se encontraban caminando en esas calles, eran poemas, los rostros de esas personas eran poemas los cuales reflejaban temor, mucho temor.
Intente no reír pero me fue imposible, las piernas de esas personas que se arriesgaron a pisar esta calle temblaban, sus rostros palidecían.
Harley reía y reía, todo era un juego de niños para ella.
Pero al final llegamos al lugar abandonado.
La vivienda era algo pequeña, el polvo había tomado posesión del lugar al igual que el hedor a cuerpos descompuestos, sonreí ante eso, tal vez para algunos podría ser algo tan repugnante como para mi arlequín. Harley quien se encontraba a la par mía hacia muecas de disgusto, arrugaba su nariz por el hedor haciendo que yo riera por tal escena. La oscuridad abarcaba todo el lugar; tan solo la débil luz de la luna y los rayos que se metían en los orificios del lugar daban cierta iluminación. Me dirigí al cuarto que estaba ubicado hasta el fondo del lado izquierdo, al ya estar enfrente de esa habitación pude ver que la dichosa puerta se encontraba adornada con telarañas haciendo que su aspecto para algunos fuese aterrador.
Suspire.
Sin mas preámbulos empuje la puerta con brusquedad haciendo que por lo oxidada que se encontraba hiciera un horrible ruido para la arlequín, mientras que para mi era una bella melodía. Al entrar me recibió un olor a sangre, humedad y una ligera brisa que entraba por unos agujeros en la pared de la habitación.
Estábamos solos o eso era lo que Harley creía.
—¿Cual es la sorpresa pastelito?—pregunto Harley con cierta curiosidad que no podía disimular.
—Te encantará, ten paciencia mi pequeña y te advierto que no me vuelvas a decir pastelito—dije sonriendo lascivamente.
Ella se paralizó por un momento, pero ese momento no duro.
Abrí la puerta de aquella habitación la cual se encontraba en mal estado, el olor a sangre fue lo primero que me recibió al entrar.
—Huele tan bien, ¿no te parece?—dije sacando de mi bolsillo una navaja
—¿Y la sorpresa?—pregunto Harley interrumpiendo el hermoso panorama e ignorando mi pregunta.
—Deja de preguntar por una maldita vez—solté esas palabras con brusquedad.
Ella permaneció en silencio y eso me encanto hasta que aquel silencio fue roto por la rubia.
—Oh, sí, sí... ¡acepto ser su novia!—rodé los ojos, ella de seguro estaba hablando con sus voces—si ya se, en el amor hay siempre algo de locura, aunque debo decirte que este amor abarca toda la locura—rió mientras hacia un baile el cual me pareció ridículo, movía sus caderas exageradamente, me recosté en la pared mirando con atención la escena de la rubia—sí, sí, lo se...pero en el amor también hay siempre en la locura algo de razón.
—¿Terminaste?—pregunte con indiferencia, ella no me respondió, seguía hundida en su mundo—Harl...
La arlequín saltaba de un lado a otro como toda niña pequeña.
—¿Quieres mejorar tu Harley?—pregunto al reaccionar, me acerque a paso brusco hacia ella.
—Oh, nena, nena—sonreí divertido—¡Deja tus payasadas de una estúpida vez!—exclame enfurecido.
Ella me miro con terror.
—Tu nombre...—dije sin pensarlo.
—¿Mi nombre?—pregunto.
—¡Siempre me sonó como el clásico personaje payaso Harlequin!—su risa fue lo que me hizo gruñir y dedicarle una mirada de odio—Soy un misterio...y soy com...
—Una bola de lodo—dijo de golpe, interrumpiéndome como siempre.
—¡Ha, ha, ha! ¿bola de lodo? ¡sobrepasas la estupidez Harley!—reímos al unisono.
Pero toda risa acabo al escuchar una gritos provenientes de donde nos encontrábamos.
En un rincón del lugar se podían presenciar dos cuerpos—mujer y hombre—pero la luz de la luna, la cual en sí era débil hacia difícil ver aquellos cuerpos para así poder reconocerlos, esa era mi sorpresa.
¿Ella era la que tenia ganas de asesinar, no?
Pues bien, le daré el privilegio de hacerlo.
Harley curiosa como siempre se acerco a aquellos cuerpos que gritaban a no mas poder, al ya tener cierta distancia me empece a acerca, baje mi mirada y ahí estaba Harley abrazando a los cuerpos los cuales se encontraban demacrados, con aspecto totalmente enfermizo.
Sus ropas yacían manchadas de sangre haciendo que el reconocerlos fuese algo difícil. Y no decir de las partes que se podían presenciar; los cuales se encontraban con moretones sumamente visibles.
Pero todo aquel momento en el cual admiraba a esos cuerpos que se encontraban ahí tendidos en el suelo, con ataduras en los pies y muñecas sumando la cadena que aprisionaba el cuello de esto, en cualquier intento de escapatoria la cadena les iba a proporcionar daño. Algunos pensarían que esas vidas ya no existían pero temo decir que aun respiraban, esos dos cuerpos los cuales en ellos podía admirar mi trabajo con orgullo, ese momento de admiración fue como siempre interrumpido por Harley.
—¿Que hacen mis padres...en este estado?...¿en este lugar?...¿pastelito?—era obvio que quería respuestas ante lo visto.
No se como los pudo reconocer, sus rostros estaban sumamente golpeados haciendo que reconocerlos fuese difícil ademas de estar demacrados como ya lo había mencionado.
Además que los cuerpos de estas dos personas estaban llenos de sangre, no entendía como los pudo reconocer.
—Esto apesta—dije gruñendo—esta era mi sorpresa pero creo que se ha estropeado.
—¿Tu eres el responsable?—pregunto con voz temblorosa a lo que yo asentí.
—¿No es obvio? Tus padres te quieren...¿sabes?
Ella no entendía nada, por primera vez una inocencia se reflejo en el rostro de Harley.
—Para ellos tu vales oro pero para mi me vales mierda, disfrutare verlos morir...
—¿Morir?—abrió los ojos como platos por la impresión, su cuerpo se tenso.
—¡Tu inteligencia es una desgracia y todo por ser rubia!—ella frunció el ceño "ofendida".
Los cuerpos que yacían en aquella habitación junto a nosotros gritaban pidiendo ayuda, la desesperación los dominaba.
—Griten ahora, mientras pueden respirar.
La cadena que se hacia presente en el cuello de estos, lastimaba, a ellos les lastimaba.
—¡La esperanza es lo ultimo que se pierde!—dijo Harley por fin. Había admiración en su voz.
—Exacto—continué.
Gritaban, gritaban, aquellas personas en mal estado gritaban desesperadamente haciendo que mi paciencia se extinguiera, retrocedí e inspeccione en busca de cinta para poder taparles la boca, por la poca luz se me hacia algo difícil pero al fin di con la cinta, la cual seguía ahí en donde la había dejado hace semanas, se encontraba intacta en un rincón, estaba sucia, caminando agarre aquella cinta, con mi mejor sonrisa mire a las victimas.
"Insignificantes basuras, quisiera ya no matar pero al ver que los humanos son tan estúpidos...esas ganas de matar vuelven." Pensé.
—¿Que clase de horrible lugar es este?—pregunto con voz débil el hombre de mayor edad, el padre de Harley quien se encontraba en ese mal estado.
—La realidad—contesto Harley.
Con la cinta en manos le ordene a Harley:
—Quitales el vendaje de los ojos...
Ella asintió y a la vez que tarareaba una canción le quito el vendaje a sus padres.
—¿El Joker?—pregunto la mujer aterrorizada—¿Y ella?—pregunto dirigiéndose a Harley, reí ante la escena, la madre misma no reconocía a su propia hija.
—¡Soy la reina de Gotham, del crimen!—exclamo riendo exageradamente.
Las dos personas nos miraban con terror, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar.
—¡A-ayuda! ¡Ayuda, por favor! —gritaban las dos personas al unisono.
—Amo esos ojos que reflejan dolor, ese rostro que refleja terror y amo esas palabras pidiendo ayuda a gente que jamas escuchara. Chistoso...
—¡Por favor, no nos hagan nada! ¡por favor!—en esas palabras que dijo la madre de Harley había miedo, oh si, yo era su superior en este momento.
—Ya es tarde, madre—dijo Harley tomando un cuchillo de mis bolsillos, se podía ver en los ojos de la arlequín tristeza.
—¿Harias lo que fuera por amor? ¿por mi?—pregunte y no se tenia que ser adivino para saber la respuesta de Harley.
—¡Sabes que te amo!—exclamo Harley abrazándome yo por supuesto la empuje haciendo que se golpeara con unas púas, su cabeza sangraba y ella en vez de quejarse río.--haría lo que fuera necesario para hacerte feliz, para complacerte...
—Que te ha pasado...—dijo el hombre quien era el padre de Harley, no podía creer lo que sus ojos presenciaban.
—El amor lo cambia todo...
—Mátalos—ordene, ellos me miraron con horror mientras que Harley reía y jugaba con el cuchillo que me fue sacado de mis bolsillos.
—Siempre decían que jugar con cuchillos era malo, oh si, muy malo...pero adivinen...¡es sumamente divertido!—dijo Harley con emoción, aquellas palabras dichas estaban dirigidas a la pared, puse los ojos en blanco ante tanta estupidez.
—Mátalos—repetí nuevamente.
—¡Vamos, no!—gritaban los padres de Harley con fuerza, la poca que les quedaban.
—A ver basuras, nadie los obliga a estar aquí conmigo...—dije enfurecido.
—Corrección, con nosotros—interrumpió Harley.
Me acerque bruscamente a Harley quedando frente a frente, le di una bofetada haciendo que la palma de mi mano quedara marcada en su mejilla, ella gimió de dolor. Luego de eso nuevamente me posicione enfrente de aquellos cuerpos que aun tenían vida.
—Como decía...la puerta esta abierta, solo desamarrensen y quítense la venda de sus ojos, son libres...así de fácil ¿no?—reí—pero es claro que en su estado es algo difícil...además que si se escapan me volvería mas loco de lo normal.
Suspire para luego meter mis manos en mis bolsillos; tenia frío.
—¿Saben? Mi primer asesinato fue como mi primer amor, nunca lo olvidas, cuando mas cerca tengas a la persona más ganas te dan de asesinarlo...en sus últimos momentos es cuando se conoce a la persona...desgastan sus lágrimas sabiendo que al fin y al cabo morirán, derramar lágrimas en tus últimos momentos es algo que los hacen ver débiles...cuando deberían de ser fuertes...pero que mas da, de una forma u otra morirán, su fin ha llegado...—dije suspirando profundamente —mátalos Harley, mátalos—ordene nuevamente mientras pasos se hicieron escuchar en la vivienda, el piso del lugar era de madera haciendo que por los pasos esta rechinara.
Los padres de Harley al percatarse de aquellos pasos gritaron pidiendo ayuda. Pero para su sorpresa eran dos secuaces míos los cuales tenían mascaras y disfraces que causaban miedo, traían consigo dos sillas y unas bolsas que dentro contenían armas de tortura, sonreí divertido.
—¿Matarlos, eso quieres que haga, pastelito?—pregunto Harley y yo asentí por respuesta.
x-Amor de locura-x