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|Capítulo 13|
Joker"s POV
Ella estaba muriendo y yo lo disfrutaba.
Pero alto...
¡Alto, alto!
Yo la necesitaba...
Suspire con furia, yo quería matarla...
Me encantaba esa sensación de superioridad, me encantaba verla tan débil, tan ella.
Pero si la eliminaba de la faz de la tierra pues eso significaría perder a mi pequeña muñequita manejable, significaría perder a mi arma contra Batman.
Odiaba elegir...
—Las mujeres son odiosas... te necesitó, así que no me queda de otra, vivirás...—dije al cuerpo de la arlequín que ahora ya yacía inmóvil.
Suspire agarrándola con brusquedad, estaba manchado de la sangre de mi muñeca manejable y eso era terriblemente detestable.
Gruñí.
La llevaría a un hospital, causaría temor si iba a ese lugar así que eso no seria una buena opción, aunque Harley muriera no era buena opción, no tenia ganas de escapar de la patética policía ni encontrarme con mi preciado enemigo el cual lo hacen llamar Batman.
Mordí mi labio inferior.
Opte por llamar a un doctor al cual amenace sin compasión, en fin muchos piensan que un demonio soy.
En poco tiempo al doctor que opte por llamar apareció, podía presenciar su miedo en su mirada y eso me encantaba.
Sus piernas flaqueaban y yo lo disfrutaba.
—Tranquilo, vivirá—dije seguro de ello con una sonrisa demoníaca haciendo que aquel hombre dudara.
—¿Que desea Mr. J...?—pregunto aquel hombre con nerviosismo y con mucho miedo.
—No me diga Mr. J, es tedioso aguantar a una persona que me llame así, con una soy suficiente...y solo necesito que vea a mi pequeña muñequita manejable...Harley Quinn—al decir esto él hombre se sorprendió ya que en su rostro no se podía disimular aquella sensación.
Él solo asintió.
Yo solamente reí.
Él la reviso y yo miraba con atención.
Luego del procedimiento de aquel doctor él suspiro para luego decir:
—Ella vivirá...no se preocupe—bufe, mi alegría se esfumo.
—Bien, ahora retírate insignificante basura antes de que cambie de opinión y decida torturarte para luego matarte—y sí, tenia pensado eso.
Él sin pensarlo dos veces abandono el lugar.
»¿Patético, no?« me pregunto mi subconsciencia.
"Sí, los humanos son tan patéticos" respondí.
»¿Entonces tu eres una persona patética?« reí ante aquella pregunta de mi subconsciencia.
"No, simplemente no me consideraría un humano, las personas no piensan que soy un humano, ellos piensan que soy un horrible error. Eso es irritante pero a la vez es algo tan fascinador."
Mi subconsciencia no me contestó, chasquee mi lengua para luego posicionarme enfrente de Harley la cual aun se encontraba con los ojos cerrados, verla me hacia pensar que estaba muerta pero al tener en cuenta que respiraba gruñí con enojo, yo la quería muerta.
La moví sin delicadeza dejando a la vez un espacio en la cama la cual pocas veces usaba, me recosté en aquel espacio, hace tiempo que no sentía la comodidad de una cama, vi el rostro de la detestable mujer, la cual tenia una obsesión enfermiza hacia mi.
En síHarley era una chica con rasgos que enamorarían a cualquiera pero su idiotez hacia que aquella hermosura desapareciera.
Si tan solo no estuviera obsesionada conmigo todo seria mas fácil.
Cerré los ojos dejando a un lado todas las cosas de la vida, no dure mucho tiempo despierto ya que me dormí. Algo raro en realidad.
Entreabrí uno de mis ojos y me di cuenta que Harley ya había despertado, me removí con incomodidad, ahí estaba ella, viéndome fijamente como si fuese una obra maestra.
—Harl...—la llame.
Ella me miro con atención para así decir:
—¿Puddin?—rodé los ojos al escuchar aquel sobrenombre, pero ahora que lo pienso me hacia mucha falta, esa voz, ella, reí ante mis pensamientos.
—Sigo preguntándome la maldita razón de porque no mueres...—dije con brusquedad, ella solamente bajo la mirada y no dijo nada—basta, no empieces con tus intentos de dar pena ya que te diré una y otra vez —me levante de aquella cama—no sirves ni para dar lastima.
—Si tantas son tus ganas de verme muerta ¿por qué no me matas ahora?—lo que dijo Harley me asombro, rasque mi nuca retrocediendo con el propósito de tener distancia.
—Si no te mato ahora es por que estoy acumulando razones para hacerlo mas adelante...
Un silencio se hizo presente por unos minutos los cuales parecían eternos, ella rompió el silencio diciendo:
—Acepta que te amo, así sea de un modo retorcido y aterrador....
Negué riendo.
—Claramente no entiendes, sabes quien soy y no sales corriendo, no me temes...tu idea hacia mi persona me aterra, en solo pensar que para tus pensamientos soy un ángel con sus alas rotas eso simplemente me causa gracia...tal vez muy en el fondo mio existe algo de humano pero esta muy claro que no lo soy, pudiste presenciar cuando abrí mis sentimientos...pero puede que solo sea un engaño mas, de tantas mujeres que hay en este mundo tan enfermizo me tope con una tipa obsesionada—estaba harto de todo, de ella.
—Tu no entiendes, estas cegado por la locura, yo te amo aunque te cueste creerlo...—sabia que lo dicho por ella solo eran palabras de alguien obsesionada.
Ella iba a seguir hablando hasta que la interrumpí.
La interrumpí uniendo mis labios a los de ella, sus ojos se abrieron como platos por la impresión.
Solo la bese por impulso, no aguantaba que hablara tanto.
Me separe mientras la agarraba del mentón en un movimiento rápido.
Ella reía y yo también...
—No hables si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio—dije esto tomándola del brazo sin delicadeza, me encantaba escuchar sus quejidos de dolor, aun estaba herida.
La tire al suelo, ella gimió de dolor.
—¿Sabes? Tu sangre me encanta, verte tan débil tan tu me da alegría...
Su expresión al escuchar lo que dije hizo que me causara muchísima gracia.
—¿Esperabas que luego de aquella golpiza que te di que hasta llegue al punto de alegrarme por pensar que habías muerto pero no fue así, esperabas que fuera mas caballeroso contigo?.
Ella no respondió.
—Bien, me alegra que te quede claro.
Recordé, le tenia una gran sorpresa, la mira de pies a cabeza.
—Pastelito...—la llame haciendo que su atención estuviera dirigida a mi.
—¿Si, mi Puddin?—sonrió de oreja a oreja acercándose a mi.
—Te tengo una gran sorpresa...—le dije, era cierto, le tenia una maravillosa sorpresa.
Sus ojos se iluminaron por mis palabras y daba brincos como toda una niña pequeña.
—¡Las voces dicen que tengo que matar!—dijo exaltada como si aquellas palabras fueran de los mas normal.
—Tu deseo sera cumplido mi pequeña arlequín, ten paciencia y acompáñame a ver tu gran sorpresa...
Mis intenciones no eran buenas y eso era lo de menos.
Ella como una perrita obediente me obedeció y me siguió.
Yo caminaba hacia una de mis habitaciones de tortura la cual se encontraba en una casa abandonada a poca distancia de mi guarida, así que todo era seguro.
No tenia el humor de encontrarme con los idiotas de los policías o peor aun...encontrarme con Batman.
Reía y reía por la gran locura que me consumía.
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¡Amor de locura!
-The Joker X Harley Quinn-