Era muy extraño todo, por un momento me recorrió un escalofrío, fue horrible, comencé a temblar y sentía las lágrimas picar mis ojos.
Sólo me miró y me dedicó una pequeña sonrisa, tomó mi mano y mi mochila, mientras tomábamos camino a casa.
Sólo me limitaba a caminar y verlo, tenía un nudo en la garganta, y ni podía hablar aun que quisiera.
El camino se hizo tranquilo, él sólo de aferraba a mis manos y jugaba con la parte de adelante de mi mano.
Al llegar a casa, abrimos la puerta y sentí como una lágrima se escabullía por mi mejilla, la quité al instante.
-Yo, ¿podrías darme un abrazo?.-Dijo mirándome, como sí, estuviera rogando.
Y lo hice.
Tomó mi cintura, y la apegó a su cuerpo, puse las manos y brazos por su cuerpo, y sólo lo abracé.
Me aferre a la sensación que tenía a su lado.
Exploté.
Ya no aguanté más.
Lo amaba, lo extrañaba y su ausencia era un hueco en mi pecho, mi alma, mi corazón.
Escuchar su voz me calmaba, me hacía sentir bien.
Pero no estaba suficientemente bien.
Algo me faltaba, y sé que no íbamos a arreglar todo ahora.
-Kitten, ¿la promesa que te hice, sigue en pie?.-Lo dijo buscando una respuesta en mis ojos.
-¿Cuál promesa?.-
-Qué estaremos juntos por siempre.-Sólo pude asentir, tuve un millón de sentimientos, unos que ni siquiera entendía.
Sentía amor.
Pero no sentía el amor necesario.
O bueno, no necesario.
O bueno, sí, pero no el amor que siempre me daba.
Era
Era extraño.
Sé que su sudadera tenía una parte totalmente mojada.
-Oye .-Me tomó del rostro y quitó unas lágrimas que caían, no todas, por que seguían.- Yo te amo, las cosas son complicadas ahora, sé que saldremos de ésto.
-Sí, eso creo.-Dije mientras entre tantos, y tantos pensamientos rodeaban mi mente.
Lo amaba.
Lo amo.
Sé que sí.
Pero no sé que sucede ahora.
No me sentía bien, tenia una rara sensación en el pecho, creo que me hacia falta Zeszk.
-Simplemente extraño todo, extraño sentir que me quieres, extraño sentir que me amas, que pasaremos todo y estaremos bien, yo... -Me forcé mirando hacia arriba y no llorar más.- Extraño sentirme amada por ti.
-Siento que todo te da igual, y que sólo quieres alejarte poco a poco, estoy tan, Dios, me he sentido rara toda la semana ¿sabes? Sólo quiero que ya todo esté bien.-
Me miró, y sus ojos eran sólo confusión al escucharme decir todo eso.
Tenía tantas preguntas.
Pero me besó, y todo quedó en blanco.
Y, Dios, cuanto lo extrañaba.
Pero sé que aun todo no está bien.
-Necesito unos días para ver que haré, una semana, máximo. La cuál aclararé todo lo que haré ¿vale?.-
-¿Sólo una?.-
-Sólo una.-
-¿Y volveremos a estar juntos?.-
-Kitten, volveremos a estar juntos.