Llegué a casa y lo primero que hice fue comprobar si mi familia seguía despierta, pero en la sala de estar no había nadie. Sólo escuchaba los ronquidos de mi abuelo en la segunda planta.
Cerré la puerta con llave, dejé mis llaves colgadas en la puerta y me encaminé a mi habitación. Se me había quedado el abrigo en la casa de los chicos y lo más probable fuera que acabara resfriada por el frío que estaba haciendo.
Entré a mi habitación, me puse el pijama, cepille mis dientes y me arropé en las suaves mantas de mi cama. Alguien tocó la puerta de la habitación.
- Adelante - dije sin salir de mi posición.
- Hola hija. Qué bueno que estés despierta - sonrió papá entrando.
- Pues acabo de llegar, hace mucho frío.
- Lo sé ¿Quieres que te traiga más mantas?
- No gracias, no te molestes - sonreí. Él también sonrió, pero nervioso - ¿Pasa algo?
- No, hija... Es sólo que... bueno, tal vez no te guste mucho lo que te voy a decir, pero...
- ¿Mis abuelos están bien? Dime que están bien - dije asustada.
- Tranquila, amor. Están muy bien, no es de ellos lo que te quería decir.
- Uf, menos mal. Bueno, cuéntame.
- Por favor, hija, no te molestes conmigo - pidió.
- Bueno, eso depende de lo que me vayas a decir. De todas formas no lo haré, para que estés tranquilo - sonreí.
- Gracias, pero siéntate por favor.
- Claro - dije y me senté acomodando a Tim en mis brazos.
- Bueno, hija... A ver... como tú bien sabes... pues... cuando yo supuestamente estaba muerto, tu madre fue la que exigió el cuidado personal. Obviamente ella no tenía contacto conmigo y no porque yo estuviera "muerto" sino porque lo último que ella quería en el mundo era saber algo de mí. Eso es porque yo la descubrí con el padre de tu hermana... emmm... ¿Emily?
- Lily - aclaré con el ceño fruncido. No me agradaba mucho el rumbo de la historia.
- Si, eso, Lily. La verdad es que ella me culpó a mí de todo eso, pero eso no es tema. La cosa es que... bueno... en las vueltas de la vida, ya sabes, el karma, la justicia divina...
- ¡Ay papá! Sólo ve al maldito grano - exigí nerviosa.
- Tu madre me llamó...
- ¿Qué? No... Esto no es verdad... ¿Y qué carajos quería? - sabía que a papá le molestaba mucho que dijera malas palabras, pero en esas instancias no le iba a importar.
- Ella quiere que arreglemos visitas para que te pueda ver - soltó.
- ¡¿QUÉ?! ¿¡Y ESA QUÉ SE CREE!? NO PAPÁ. YO NO TENGO MAMÁ. LE VAS A DECIR QUE NO EXISTO Y SE ACABÓ ESTE ASUNTO - grité molesta.
- Hija, no es tan fácil... eh...
- ¿Cómo es posible que haya ubicado tu maldito número?
- Llamó a tu abuelo, hija. Como él no se maneja tan bien en esto de la tecnología... Tal vez ella asumió que él no cambió su número, probó suerte y tenía razón...
- ¡Ay, papá! ¿A quién le importa eso? Yo no quiero saber nada de esa mujer, es una traidora, una bruja, una horrible persona - grité y de un momento a otro tenía lágrimas en los ojos.
*Flashback*
- Mamá... ______ rompió tus aretes de plata - le dijo Lily a mamá.
- Eso era un secreto, Lily - susurré. Mamá se levantó de la cama, dejó su vaso con vino en la mesita de noche y se tambaleó hasta nosotras.
- Gracias mi vida. Muchas gracias, eres muy linda - le dijo a Lily acariciando su mejilla. Le dió un beso en la frente y la hizo a un lado.
- Mamá... Yo... Lo siento... no los había visto y sin querer los pisé... ¡Pero los puedo reparar! Tengo pegamento... Mami no te enojes - le dije llorando.
- Tú de verdad eres una niña muy tonta - dijo - ¿Sabes por qué esto nunca le pasa a Lily? Porque ella es una niña linda, inteligente, no como tú. Maldita asquerosa - dijo.
- Lo siento... - lloriquié.
- Nada de lo siento, estúpida. Sabrás lo que es bueno - dijo. Me agarró del pelo y me arrastró hasta el sótano. Lloré y lloré tratando de que no me hiciera tanto daño. Me empujó al colchón que solíamos utilizar para las visitas. Caí de cara y ella me volteó agarrándome de la oreja. Me pegó una cachetada y recuerdo haber gritado del dolor - ¡NO GRITES O TE IRÁ PEOR! - gritó. Seguí llorando y batallando por no hacer tanto ruido, pero me gané un golpe en la boca - Más te vale comportarte para la próxima vez - dijo. Caminó hasta las salida del sótano - Hoy duermes aquí, oíste?
- S-Sí ma-ma-má - contesté. Ella apagó la luz y cerró la puerta muy fuerte.
*Fin Flashback*
- No papá, por favor no. No la dejes venir, papá- lloré escondiendome en su cuello.
- Pero hija, cálmate - dijo papá acariciando mi cabello.
- No me voy a calmar hasta que me digas que ella no vendrá - dije sin dejar de llorar - Ella es mala, papá. No quiero que venga.
- Hija...
- Tú no sabes todo lo que hizo. Tú estabas muerto, papá. Haz algo por mí y no la dejes venir.
- Pero...
- Hijo - dijo alguien a nuestras espaldas. Papá y yo nos volteamos - Hazle caso a tu hija. Ella tiene razón. Esa mujer está loca.
- Pero mamá...
- Hijo - dijo ella con voz firme -. Sé lo que piensas, pero esto es lejos algo mejor.
- De acuerdo... - Se rindió papá - No la dejaré venir.
- Gracias papá - le dije y sonreí.
- De nada, hija... - se levantó, me dió un beso en la frente y se fue. La abuela entró a la habitación.
- No te preocupes. Si él no es capaz de impedirlo, yo lo haré. No te preocupes por nada, pequeña - dijo arropándome.
- Lo sé, abuela. Tú eres lo más cercano a una madre que jamás voy a tener - sonreí.
- Y por lo mismo, haré lo que sea para que seas feliz - me sonrió.
- Gracias - dije secándome las lágrimas. Ella me dió un beso en la frente y apagó la luz.
- Buenas noches.
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No se vayan! OwO