Estaba mirando el partido de la liga nacional de béisbol cuando el timbre sonó. No le presté mayor atención porque sabía que estaba mi madre y si no mal recuerdo vendrían sus amigas por la tarde así que arreglé mi almohada para estar cómodo en el momento que tomara la limonada a mi lado, solo bastaron unos segundos para escuchar dos golpes suaves sobre la puerta de mi habitación y cerré los ojos con algo de molestia, imaginé o más bien tenía la certeza de que me haría ir a saludar a las invitadas por esa estúpida idea de que no quedara como un "maleducado" pero juro que hoy mi rodilla me está matando, y el clima no ayuda, la humedad solo hace mas fuerte el dolor. Luego de enderezarme lo suficiente le di la aprobación para que ingresara.
-Cariño, tus amigos han venido a verte, ¿No es asombroso?- Exclamó contenta, como si yo fuera un solitario que no sale nunca y por primera vez invita a un amigo.
Ingresó Minho, tras de él Ben sonriente y por último Newt. Me quedé observándolo durante unos pocos segundos sin notar que tenía el brazo tendido hacia mi mesa de noche y el asiático se había acercado para ayudarme con el agarre, siendo él quien ahora tenía el vaso en su mano. Pestañee repetidamente volviendo hacia la "realidad" y noté como Minho me observaba con una ceja elevada sin olvidar su sonrisa pícara. Carraspee quitándole el vaso, dándole un trago hondo a la bebida.
-¿Cómo te sientes Thomas?- Ben se acercó y alborotó mis cabellos, me resultó fastidioso pero forcé una sonrisa mientras me lo peinaba con los dedos.
-Bien, de hecho mucho mejor- Mordí mi labio inferior esbozando una sonrisa luego mientras asentía.
-Esas son grandes noticias hermano- Palmeó suavemente mi hombro Minho y lo observé fugazmente para desviar mi mirada hacia el callado chico arrinconado sobre la punta de mi cama, quien me observaba con tanta seriedad como pueda ser posible, tragué en seco sin comprender a que se debía ¿Acaso había hecho algo para que se molestase conmigo y no me di cuenta? , su mirada fría me producía cierta incomodidad sin olvidar que se me erizaba repetidamente la piel.
-Y no son las únicas- Agregó Ben- Hoy asignaron a Newt para que defienda el palo- Vi como su brazo rodeó los hombros de Newt y como la otra mano golpeaba su pecho con felicidad, una pequeña sonrisa se asomó en los labios del rubio, bajando la cabeza para evitar nuestras miradas- ¿No es genial?
-Vaya, ¿Tú vas a ocupar mi puesto?- Pregunté algo confuso, no es como si la idea me molestara, es solo que estaba algo... sorprendido.
-No, él entrenador me dijo que estaría en la banca por si acaso pero...- Ben volvió a interrumpirlo, no comprendo por qué tanta emoción de su parte, hasta donde sabía apenas se dirigían la palabra.
-Eso dice él, pero si hubieses visto como jugó hoy, sabrías que no lo dejará estar en el banco, no al menos este partido.- Su teléfono celular comenzó a sonar con una melodía irritante y luego de disculparse, abandonó la habitación. Alcé una ceja incrédulo y observé a Minho esperando una respuesta firme de su parte.
-Él de verdad se lució en el entrenamiento, debiste verle la cara al entrenador, quedó boquiabierto. Hemos perdido por años con los de Pringston School, ésta es la oportunidad de que las cosas cambien y él es clave para que eso pase...- Asentí nada convencido con sus palabras, aunque me sentía deprimido porque indirectamente comprendí que me dijo que Newt era mejor, me alegró que sea él quien me reemplazaría y no el presumido de Sartén.
-Minho, debemos irnos.- Avisó Ben, ingresando nuevamente.
-¿Qué? ¿Y ahora que...- Solo bastó una mirada asesina del rubio para que el asiático se callara. Con pena me sonrió y palmeó mi hombro.- ¿Vienes?-Se detuvo a unos pasos de la puerta para observar al rubio.
-No, me quedaré más un rato con él- Asintió antes de marcharse con Ben casi a los trotes. Mi mirada volvió hacia el rubio que jugaba con la madera al final de mi cama antes de sentarse junto a mí.-Tu rodilla no está mejor- Habló con la cabeza gacha y el ceño fruncido- ¿Verdad?- Elevó su rostro para observarme severamente a los ojos. Negué con la cabeza mientras que él asentía y se acercaba a la ventana para encender un cigarrillo.
-Te felicito por el puest...
-No me importa el puto puesto- Escupió con furia desviando su mirada hacia el exterior- No pienso asistir al partido.
-¿Qué? ¿En serio me estás hablando? Minho lo dijo, todo el equipo cuenta contigo, no puedes fallarles, no es como si decidieses faltar a Biología, ahí solo te afectas a ti mismo pero no en este caso.
-¡No lo entiendes! ¡Si yo asisto al partido se darán cuenta de todo!- Sus ojos se abrieron tan grandes como platos y pude ver como se tensó con rapidez, dándole una pitada profunda al cigarrillo.
-¿Cuenta de qué? ¿De qué hablas?
-Nada.... debo irme- Arrojó su cigarrillo por la ventana y exhaló el humo antes de acercarse a la puerta.
-No, dime- Quité mis frazadas y me levanté bruscamente intentando llegar a su lado pero mi rodilla se venció a pocos metros de donde estaba Newt, haciéndome caer consecuentemente. Pude ver como se sobresaltó y corrió hacia mi lado para levantarme.
Sentí mi músculo tensarse de una manera tan dolorosa que mis ojos se llenaron de lágrimas y sin darme cuenta estaba apretando con fuerza los brazos del rubio, quién me observaba con preocupación. Me sentó sobre mi cama y estiró mis piernas para que se aliviara el dolor.
-No tardo, voy por hielo- Avisó rápidamente antes de abandonar el lugar. Maldije mil veces el haberme levantado de aquella manera.
Nota mental: La próxima vez que intentes detener a alguien, arrójale un cojín.
Masajee suavemente la zona, notando cómo comenzaba a hincharse justo cuando llegó Newt con la bolsa de hielo entre sus manos.
-No le dijiste a mi mamá, ¿Verdad?
-No, le dije que era para tu limonada- Comentó acercándose a mi lado tomando un cojín de mi silla y ubicándolo bajo mi pierna para mantenerla en alto, sobre ella luego, la bolsa. El escalofrío dominó mi cuerpo por completo.
Newt tomó lugar junto a mí, soltando un hondo suspiro para observarme a los ojos, acción que imité, noté la preocupación aún en ellos pero aunque sea la severidad de hace un rato ya no persistía. Con su pulgar quitó la lágrima que se deslizaba por mi mejilla con suma suavidad y sonreí agradeciéndole, algo nervioso por la situación. Escuchaba a mi madre reír en alguna parte de la casa, lejos de mi cuarto, y notaba como Newt tomaba cada vez más cercanía hacia mí. Con el corazón a punto de estallar una de sus manos se dirigió hacia mi cabello, donde acomodó mi flequillo y se deslizó suavemente por el contorno de mi rostro deteniéndose a la altura de la barbilla. Fue en ese momento que su mirada se despegó de mis ojos para dirigirse a mis labios. Oh por dios, iba a besarme y no sé si estoy listo para eso, podría simplemente correr el rostro dándoselo a entender pero no puedo hacerlo porque una parte de mí también quiere probar sus labios y bailar junto a ellos. Mientras en mi cabeza intentaba deducir si corresponderle o no, comenzaba a sentir su respiración cerca de la mía. Me miró a los ojos por última vez mientras relamía sus labios buscando la aprobación en ellos, pero aunque no quisiera aceptarlo hace rato había accedido a que lo hiciera, aquella noche en su casa mientras cubría sus heridas esperaba que esto pasara y desde entonces he estado imaginando como hubiese sido besarlo, como sería la textura de sus labios, como sabrían, pero la espera fue una gran tortura, me estaba volviendo loco... él me vuelve loco.
Sin darle más vueltas al asunto tomé su rostro entre mis manos acortando la distancia para unir mis labios a los suyos, atrapando su húmedo y cálido labio inferior con rapidez, se sentía tan bien, sus manos se ubicaron sobre mis hombros, subiendo lentamente hacia mi cuello, estremeciéndome por completo. El beso que había empezado tan tímido y lento acabo en ferocidad absoluta, desesperación, eso es lo que ambos teníamos, supe en ese momento que estuvo esperando esto tanto como yo, la manera en que cada vez se acercaba más hacia mí para profundizar el beso me hizo caer en lo que acababa de pasar y lo que pasaría si no lo detenía ahora. Con falta de voluntad posé mis manos en sus hombros y los eché hacia atrás con suavidad para que se alejara, su respiración estaba agitada casi tanto como la mía mientras que sus labios lucían rojos e hinchados, nos observamos sin entender muy bien lo que acababa de suceder. Carraspeó mientras peinaba su cabello con nerviosismo.
-Tommy yo lo s...
-No-Interrumpí prediciendo lo que diría- Yo lo siento, tan solo me dejé llevar. Newt eres mi mejor amigo, no quiero que eso se arruine por un impulso.
Mejores amigos, esa es la peor palabra para definir lo que pasa entre él y yo, pero la realidad era que hasta ahora nos habíamos comportado como tal con sentimientos ocultos por el otro y este beso que tanto esperé lo alejará de mí, aunque sea por un tiempo, porque lo conozco lo suficiente para saber que tiene que procesar lo que acaba de pasar y le incomodará hablar conmigo, por eso me vi obligado a pronunciar cosas que no quería, es la única manera si no quiero perderlo.
-¿Sentiste algo?
-¿Disculpa?
-Mientras me besabas... ¿Sentiste algo o fue un beso más para ti?- Nuevamente esa mirada intimidante apuntando directo a mis ojos, mientras yo cual cachorro asustado bajé mi cabeza para ocultar el rubor que comenzaba a hacerse presente en mis mejillas y mi nerviosismo. Comprendía bien el rumbo de su pregunta pero temía que responder.- Thomas...
-Fue...- Sobé mi nariz notando como sonreía con ironía recargando luego la vista hacia el techo conteniendo las lágrimas que amenazaban por salir.
¿Estaba por llorar? ¿Por mi culpa? Si ya me sentía mal ahora me estoy muriendo por dentro, la primera vez que lo vi llorar fue aquella vez que conocí a su tía y nos ignoró, recuerdo que eso le dolió, jamás olvidaré ese día. Fue la primera vez que me llamó "Tommy"
-Era todo lo que quería saber.
-Fue el mejor beso que haya dado nunca- Solté sin siquiera pensar en lo que había dicho. Su mirada volvió hacia mí con un brillo que jamás había notado en ellos y no tardé en tragar en seco arrepintiéndome de haberlo dicho en voz alta. O quizás no tanto...
Una sonrisa se asomó en sus labios generando una calidez épica en mi pecho sintiendo como guardaba una de mis manos entre las suyas.
-Tommy yo... no quiero que hables por obligación, ¿Me entiendes? No mientas por "lástima", si no significó nada para ti, solo dímelo.
-Newt si hubiese sido nada para mí sabes que te lo haría saber. Pero no fue así. Es solo que todo esto es tan... confuso, crecí seguro de mi orientación sexual y creí estarlo hasta que apareciste tú. Moviste mis casillas por completo, haz hecho algo en mí que no puedo simplemente expresarlo con palabras, he intentado de muchas maneras hacerme entender que eras solo un amigo, verte como tal, pero no puedo, lo que siento por ti es mucho más fuerte, no es algo que sentirías por un amigo.
-Comprendo lo que me dices, en mi caso...-La puerta se abrió de par en par, sin ningún llamado previo. Es que mi madre se olvida que tiene un hijo varón de 17 años. Claramente se necesita privacidad, pero eso es algo que nunca hay en esta casa.
-Amor, Claudia quiere saludarte-Se detuvo para observar la escena con cuidado pero para ese entonces Newt había alejado su mano de la mía en el momento que la puerta se abrió, y tenía esa fría seriedad nuevamente.- Oh cielo, ¿Te ha vuelto a doler?- Se acercó admirando el hielo semi-derretido en mi rodilla.
-Pues la humedad no ayuda a curarme...
-Mañana iremos al doctor.
-La última vez que me llevaste al doctor acabó revisando mi garganta cuando mi problema era la pierna.
-Sabes que me lo asigna el trabajo cariño.
-Yo tengo un conocido que es doctor, puedo llevarlo.
-No Newt, gracias pero no- Me apresuré a decir pero mi madre asintió sonriente.
-Gracias cariño- Apretó con dulzura una de las mejillas del rubio antes de salir de la habitación.
-De ninguna manera.
-Tommy, debimos ir con Alby cuando teníamos las placas y hace rato que están listas. Mañana pasaré a buscarte y vamos a que te diagnostique.
-Newt...
-No estoy preguntándote.- Se elevó para acomodar la chaqueta y chequear que tuviese todo, listo para irse- Además me gustaría ir a tomar un café contigo- Elevó la comisura de su boca.
-¿Es una cita?- Pregunté con un tono agudo cuan niña pequeña a lo que él rió.
-¿Crees que tomar un café a la salida del hospital es un plan de cita para mí?- Negué con la cabeza mientras sentía sus cálidos labios sobre mi mejilla- Te veo en la mañana- Sin decirse más, abandonó la habitación dejándome con el corazón acelerado y una sonrisa estúpida en mi rostro.
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¡Hola Bomboaaaas/eees! ¿Cómo están? Les pido más de un millón de disculpas, ustedes saben que estoy tratando de subir capítulos lo más pronto que puedo para que no se queden tanto tiempo sin una actualización yyyy, para que no me odien tanto, les dejo un nuevo capítulo con la sorpresa del beso <3 Sé que también me odian por hacerlos esperar demasiado para el beso, pero en fin acá está y quiero que me cuenten que les pareció, si les gustó, si no, si cumplió con sus expectativas y de no ser así, como imaginaban que sería. Aprecio cada uno de sus comentarios y votos, me incentivan a seguir. Gracias por seguir leyendo <3 ¡Tengan una hermosa semana! Las/os amo <3