Hace una hora atrás el juez había dicho que Justin estaba en libertad condicional. Suspiró, aliviado. Este dolor era tan físico como psicológico. La noche pasado había sido, definitivamente, una de las peores. Y sabía que no podía arrepentirse porque, en su momento, él lo quiso.
¿Por qué mierda los científicos no se apresuran en crear aquellas maquinas del tiempo?
La van se puso en marcha y pudo escuchar como había personas cantando afuera de la comisaría. Sus beliebers. Una sonrisa se asomó en sus labios, pero sin mostrar sus dientes, una llama de paz temporal le inundó. ¿A pesar de todo ellas seguían ahí? Pensó que, tal vez, ellas se irían; porque vamos, ya han sido bastantes decepciones y esto, claro esta, era la gota que había derramado el vaso.
El quema cocos se abrió y el muchacho se impulso, para sentarse en el techo de la van. Con los lentes puestos y la capucha, continuó con su sonrisa saludando, escuchado como sus chicas corean Be alright.
Oh don't you worry, everythings gonna be alright.
Y realmente, él esperaba que lo estuviera.