Luke esperaba a Michael. Habían pasado un mes separados, en el que Luke había sacado a Calum del hospital para viajar a Sidney. Fue estresante: tener que asegurarse de que Calum tomase todos sus medicamentos a la hora correcta y mantener un ojo abierto en él todo el tiempo, había sido raro no mencionar a sus hermanos que estaría en Sidney y había sido raro estar tanto tiempo lejos de Michael. Pero Luke no era miserable, era feliz. Tenía a Calum y era todo lo que necesitaba. Era casi como un viaje devuelta a su infancia, caminar por Luna Park, ver amaneceres en Bondi Beach e incluso manejar por su antigua escuela viendo a los niños entrar para su primer día de clases. Para Luke, era casi como si hubiera encontrado una conexión más profunda con Calum, algo que habían perdido durante los años en Perth. Volver a Sidney hizo que todo se volviese real: sus vidas habían cambiado y ya no eran adolescentes. Eran adultos y nada podía ser tan simple como lo había sido.
Michael, por otro lado, estaba agradecido de que las cosas no fuesen como antes. Estaba agradecido de poder sentarse en una mesa con sus dos padres, sonriendo mientras él hablaba de Luke, de los trabajos que estaba considerando tomar y de los planes que tenía para él y el rubio. Hablaba sobre sus planes para los siguientes años, sobre la casa que quería construir y los niños que tal vez querría adoptar. Sabía que ambos estaban lejos de tomar esas desiciones, pero sabía que quería compartirlas con Luke en unos años. No necesitaba recordarse que las cosas podían ir mal o que podían suceder cosas inesperadas, sabía que lo haría con Luke. Y más importante, apreciaría cada segundo de ver a su madre mejorarse. Cuando los doctores dijeron que se pondría peor antes de mejorar, Michael pensó que era sólo una mala excusa en vez de decirle que su madre se había ido. Pero su corazón se llenó cuando vio a sus padres en la sala en año nuevo. Eso era lo que él quería para el futuro.
Michael caminó lentamente por el corredor que dirigía a la puerta del apartamento que compartía con Luke. Después de dejar la casa que compartía con Jane, ni Luke ni él pensaron en buscar un lugar para Michael; fue algo sobre lo que no hablaron si quiera. Ambos estaban felices con eso. Tomó la llave de su bolsillo trasero, para poder abrir la puerta, tomar una ducha, recoger la ropa -la cual había dejado en la lavandería mientras Luke estaba fuera- de la lavandería y dirigirse al aeropuerto para recoger al rubio al que había extrañado tanto. Pero se sorprendió cuando sintió dos brazos colgarse de su cuello apenas había puesto un pie en la casa, el olor del perfume de Luke llenó sus fosas nasales y lo hizo dase cuenta de cuánto extrañó a Luke mientras se fue.
"Mikey." Lloró Luke en su hombro, lo que confundió a Michael. "Estás aquí. Pensé- pensé que te habías ido."
"¿Qué?" Exhaló Michael mientras se alejaba, tomando el rostro de Luke entre sus manos mientras secaba la lagrima que corría por la mejilla de Luke. "¿Pensaste que me había ido? ¿Qué pasó?"
"M-Mi vuelo se adelantó y te iba a sorprender, p-pero llegué a casa y tus c-cajones estaban vacíos. P-Pensé que me habías dejado."
"Woah, bebé, relájate." Michael sacudió su cabeza levemente, sonriendo tristemente al rubio que seguía pensando tan poco de sí mismo, incluso cuando Michael puntualizaba siempre que nunca se iría. Luke era inseguro, más inseguro de lo que él mismo quería y Michael estaba aprendiendo a lidiar con ello. Pero estaba ahí, incluso si Luke no lo creía todo el tiempo. "No iré a ningún lado, estoy aquí. Sólo llevé mi ropa a la lavandería mientras estabas fuera. Estás bien, estamos bien. Estoy aquí, no me he ido."
"Y-te tardaste mucho." El rubio sorbió la nariz, pasando la parte interior de su brazo por su nariz mientras sus ojos azules miraban a Michael. Al mirar en los ojos de Michael, podía ver la adoración que extrañaba tanto y todo encajó. Michael no lo dejaría, y Luke se sintió estúpido por si quiera pensar que lo haría. Michael lo adoraba y él adoraba a Michael.
"Lo siento, amor, fui a Ocean Reef para ver el inventario de la casa con la gente que está rentándola, siento que hayas pensado que me había ido. No lo haré, lo prometo."
"Lo siento." Luke suspiró pesadamente, se hizo un paso hacia atrás de tal manera que Michael no estuviera presionado contra la puerta. Michael dio un paso hacia adelante y tomó la cintura de Luke mientras el rubio miraba hacia otra parte. "Fue estúpido de mi parte, es sólo que te extrañe demasiado y-"
"Hey." Interrumpió Michael, con sus ojos mirando dentro de los de Luke mientras éste sonreía. "Yo también te extrañe, princesa." Su mano libre pasó por el cabello de Luke, sus ojos recorrían cada detalle del rostro de Luke. "Extrañé tus ojos, tu voz y tus labios." Se acercó para poco después presionar sus labios contra los de Luke.
"¿Extrañaste algo más?" Lo que Luke quería decir con aquel tono estaba claro. Sus dedos ahora estaban jugando con al costura de la camisa de Michael, presionando su cuerpo cada vez más contra el de Michael mientras sentía las manos del mismo pasar por la espalda de Luke, parando en la cintura de la falda.
"Lo extrañé todo." Michael asintió, bajando la cabeza para poder pasar sus labios por la mandíbula de Luke. El rubio inclinó su cabeza hacia un lado, dándole acceso a Michael hacia su cuello y se acercaba aún más al pelinegro. "Te extrañé gimiendo mi nombre y que me dejaras besarte. Te extrañé montándome y llamándome señor. Extrañé el sabor de tu semen, princesa."
Luke dejó salir un gemido, sentía las manos de Luke moverse en su trasero hasta que bajó a la parte trasera de sus rodillas para poder impulsar las piernas de Luke y enredarlas en su cintura. El rubio se lo permitió, enredando sus brazos alrededor del cuello de Michael y besando a Michael lentamente. La lengua de Michael estaba fría a comparación de la de Luke, y podía sentir el leve sabor a Gatorade que Michael había tomado de regreso a casa y Luke saboreó cada segundo de ello. Dejó que Michael lo llevará a la habitación, dejándolo caer contra la cama y exhalando bruscamente mientras Michael se quitaba su propia camiseta antes de volver a la cama y posicionarse entre las piernas de Luke.
"Quiero hacerte el amor." Michael murmuró contra los labios de Luke, sintiendo al rubio abría sus labios en respuesta al sentir a Michael duro. Duro por él. "Quiero hacerte el amor en esa falda."
"Sí." Luke suspiró mientras jugaba con el cabello de Michael, sintiéndolo quitar la camisa de Calum que Luke llevaba con la falda. A Michael no le importaba que Luke usase la ropa de su mejor amigo. Aunque le molestaba al principio, entendía que Calum especial para Luke pero que nunca pasaría nada entre ellos. Le agradaba Calum, de cualquier forma. "Sí, señor."
"Oh, princesa." Michael sacudió su cabeza, besando el cuello de Luke y bajando por su pecho hasta que llegó al pezón de Luke y lo succionó lentamente. Su lengua jugaba con él, disfrutaba de la manera en la que Luke arqueaba la espalda y sus manos temblorosas trataban de alcanzar el cinturón de Michael desesperadamente. Su cinturón fue aventado hacia algún lugar de la habitación, y Luke trataba de desabotonar el pantalón de Michael antes de bajarlos con facilidad.
Michael estaba apunto de pararse para tomar los condones y el lubricante del Buró, hasta que el rubio enredó su brazo en su torso, parándolo. Michael lo miró cuestionante, disfrutando la manera en la que las mejillas de Luke se enrojecían mientras abría la boca para hablar.
"¿Podrías... Prepararme tú?" La voz del rubio era pequeña, sus ojos evitaban encontrarse con los de Michael mientras hablaba. Habían hecho el amor demasiadas veces antes, pero los condones y el lubricante siempre estaban presentes en el acto. Luke se sentía apenado pidiéndolo, pero quería la lengua de Michael dentro de él y nunca había tenido el coraje para pedirlo, así como Michael nunca lo había intentado.
"¿Sin lubricantes?" Michael exhaló pesadamente, encontraba extremadamente ardiente el hecho de que Luke hubiese pensado en eso primero. Él había querido hacerlo desde hacía tiempo, pero quería que Luke lo pidiese. Después de que Luke no lo mencionara, pensó que no le gustaba la idea. "¿Quieres que te pruebe, princesa? ¿Quieres que te lama y te prepare?"
"Sí, señor." Luke murmuró, levantándose para darse la vuelta de tal manera que quedaba en cuatro. Michael maldijo por lo bajo, amaba la manera en que la falda negra de Luke rodeaba sus muslos lo suficiente para que Michael pudiera ver las pantaletas de encaje de Luke.
"Esta era la falda que usaste aquella noche en el bar." Michael remarcó mientras levantaba la espalda de Luke para tener total acceso al trasero de Luke. El rubio asintió, mirando sobre su hombro cómo los dedos de Michael trazaban a los lados las visibles estrías. Amaba la manera en que Michael sonreía ante sus marcas. Amaba que Michael nunca las miraba en disgusto o juzgándolo. Las miraba con tanto cariño que hacía a Luke sentirse aún mejor que cuando usaba faldas y maquillaje. Se sentía como la princesa más hermosa del mundo. "Supe que te quería en el momento en que te vi en esta falda, y te sigo queriendo ahora, Luke."
"Me tienes." El rubio asintió, sintiendo su pene contraerse mientras la cabeza tibia de Michael rozaba el interior de su muslo mientras Michael se colocaba detrás de Luke, mirando a la manera en que sus pieles contrastaba. "Me tienes."
"Te tengo." Michael asintió lentamente, sus dedos escalaron los muslos de Luke para bajar las pantaletas. Tan pronto como las había quitado del camino, Michael se apresuró a bajar él mismo, dejando que un poco de aire frío golpeara contra la entrada de Luke. El rubio jadeó, moviéndose hacia un lado y después moviendo sus caderas de modo que se encontrara más cerca de Michael.
El pelinegro gemía mientras su lengua hacia círculos alrededor de la entrada de Luke, oía las respiraciones entrecortadas mientras se sostenía de los muslos del rubio, masajeándolos. Levemente lamió la entrada, asegurándose de tener al rubio gimiendo por más antes de dejar que su lengua lo penetrase, entrando y saliendo y moviéndose una vez que supo que estaba dentro. Luke gemía al sentirlo, una de sus manos se movía para tocarse a sí mismo una vez que Michael tocó sus bolas. Michael siguió sus lentos movimientos hasta que escucho a Luke gemir más alto y con más rapidez, lo que significaba que estaba apunto de llegar. Se alejó de la entrada de Luke, lamiendo sus propios dedos antes de meterlos en el rubio sin advertencia, su brazo enredado en la cintura de Luke y levantando su falda mientras el rubio se paraba en sus rodillas con su cabeza cayendo en el hombro de Michael.
"Sigue tocándote, hermoso." Michael susurró en el oído de Luke, viendo cómo Luke seguía tocándose hasta que se corrió en su propia mano con los dedos de Michael dentro de él. "Amo cuando te vienes para mí, diablos. Déjame probarte, cariño, déjame limpiarte."
Luke obedeció rápidamente, mirando hacia atrás para asegurarse de que sus dedos entrasen en la boca de Michael antes de sentir su fría lengua haciendo círculos, succionándolos asegurándose de tomar cada gota de los restos de Luke. Sacó los dedos de Luke de su boca, así como los suyos propios de Luke, dejando al rubio sintiéndose vacío. Jadeó mientras Michael salía de la cama, tomando un condón sin perder ni un momento en ponérselo. Volvió a la cama, con su mano acariciándose a sí mismo mientras miraba a Luke con lujuria.
"Ven y móntame en esa hermosa falda, amor. Ven y muéstrame cuánto me extrañaste."
Luke obedeció, pasando una pierna al otro lado de Michael. No dejó que pasara ni un segundo antes de bajar y dejar que el pelinegro entrase en él, parando sólo cuando sintió los muslos de Michael contra su trasero y su punta tocando su próstata. No se movió por unos segundos, después hizo círculos con sus caderas para sentir a Michael. Michael dejó salir un gemido ronco, con sus manos sosteniendo la cintura de Luke firmemente mientras el rubio comenzaba sus lentos, y constantes movimientos en la polla de Michael.
"Te extrañé dentro de mí." Luke gimió con los ojos cerrados y sus manos aferrándose a los muslos de Michael tras él. "Te extrañé llamándome hermoso. Extrañé la manera en que me miras."
"Mírame." Michael respiró, su mano alcanzando el rostro de Luke para voltearlo, mientras movía la cadera para ir a la par con los movimientos de Luke. "Mírame correrme ante cuán precioso eres, cuán ardiente te ves montándome y cuán bien te sientes en mí." Michael dejó salir un gemido, sintiendo su estómago apretarse mientras Luke mordía su labio inferior. "Mira lo que haces en mí, princesa. Mira cuán enganchado estoy, cómo me tienes enredado en tu pequeño dedo y cómo no te voy a dejar." Luke dejó salir un gemido, bajándose para besar a Michael, sin poder formar palabras coherentes cuando sentía la punta de Michael golpear su próstata con cada embestida. "Mira cómo me tienes." Habló Michael contra los labios de Luke, corriéndose dentro de él con un gemido de satisfacción.
Luke dejó caer su cabeza en el pecho de Michael mientras ambos trataban de controlar sus respiraciones, las puntas de sus dedos trazando figuras imaginarias en la piel del otro. Michael seguía dentro de Luke, amaba que Luke no hacía intentos por moverse y él tampoco. Podía seguir así para siempre y nunca necesitar algo más.
"Me tienes." Michael susurró, pero en ese punto, estaba seguro de que Luke estaba medio dormido y no lo había escuchado.
///////////////////////
Este es el penúltimo capítulo y no sé cómo sentirme al respecto. Ya tengo toda la fic en borrador así que se trata sólo de publicar, si en un sólo día esto no llega a los diez votos, publicaré el final en una semana aproximadamente. Sorry not sorry.
So... Nada más que decir.
-me